Pedro Óscar Godínez, 1949
La Habana, Cuba
Poeta, periodista y promotor cultural.
Fue miembro de la Brigada Hermanos Saíz, fundador de los talleres habaneros e integrante de la Brigada Cultural 4 de abril de la Unión de Jóvenes Comunistas. Es miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba.
Nace en la occidental provincia de La Habana en el año 1949. Cursó hasta el preuniversitario en su ciudad natal. Perteneció a la Asociación de Jóvenes Rebeldes y a las BJTR, con las cuales ascendió cinco veces al Pico Turquino.
Ha desempeñado diversas ocupaciones, entre ellas, aprendiz de panadero, peón de albañil, redactor en el Buró de Prensa de Ciudad de La Habana y corrector en los periódicos Tribuna de La Habana y Juventud Rebelde. Conduce desde hace más de 15 años el espacio sabatino de reflexión, arte y literatura “Diálogo y Encuentro con la Cultura” en la Sociedad Árabe de Cuba. Fundó y dirigió durante más de 4 años el Proyecto Socio-Cultural “Pintando en El Prado”.
Publicaciones
Ha publicado los poemarios:
Sueño de otra noche de verano (Madrid, España, 1998);
Los ojos de la lluvia (Moscú, Rusia, 2003),
Antología de poesía cósmica (Editorial del Frente de Afirmación Hispanista, A.C., México, 2004) y
Bajo una luz más clara (Editorial UNION, 2006).
Premios obtenidos
La obra poética ha sido galardonada en numerosos concursos nacionales y provinciales tales como:
La I Bienal de La Habana (premio),
José de la Luz y Caballero (primer premio),
105 Aniversario del Liceo Artístico y Literario de Regla (premio único).
El poemario La belle epoque ha sido premiado en los concursos Juan Francisco Manzano (premio único, 1984),
Aniversario de Juventud Rebelde (primera mención, 1985);
80 Aniversario de la revista Bohemia (premio único, 1988).
Premio único en el concurso Aniversario de Juventud Rebelde (1987) por el poema "El poeta y su noche de Walpurgis".
Algunas Colaboraciones han aparecido en Unión, La Nueva Gaceta, Mujeres, Muchachas, Somos Jóvenes, Tribuna de La Habana y los suplementos viernes de Tribuna y Dominical Habanero, Bohemia, Revolución y Cultura, Letras Cubanas, Revista de la Biblioteca Nacional José Martí, Trabajadores, Juventud Rebelde, El Caimán Barbudo, 26 (Las Tunas), La Jornada (México) y Les Cahiers de la Guitare (Francia).
Las poesías aparecen incluidas en varias antologías nacionales, entre ellas:
Poesías (CNC, 1972), 20 en el XX (1973),
Como jamás tan vivo (197)
Rebelde en mar y sueño (1988).
En el 2004 y en el 2007 la United Cultural Convention de los Estados Unidos de América lo propuso como candidato a su Premio Internacional de la Paz por su meritorio trabajo al servicio de la cultura y de la comunidad. Su poemario "El libro de los homenajes", resultó finalista del Premio de Poesía Centenario del Natalicio de Rafael Alberti Merello (2001) y su libro "Estas alas tan cortas", ha sido finalista igualmente en el Premio Hispanoamericano de Poesía Dulce María Loynaz (2003) y en el Premio Nacional de Poesía Nicolás Guillén, en sus ediciones del 2005 y del 2008.
Bibliografía activa
Alrededor del espejo, (Poesía), 11 pp, 1985.
La rosa furiosa, Ponencia, 12 pp, 1989.
El amor del poeta, Poesía, 10 pp, 1992.
LA MUERTE DEL CISNE
Cuando un poeta muere
Una estrella se derrumba
Desde la inmensidad
El sol se apaga para siempre
En un punto del infinito
El mar escurre sus aguas
Por el vacío que deja
Su sombra
El universo entero desaparece
Por el hueco negro
De su muerte
DEL POETA Y LA MUERTE
Viene la muerte
Viene
Y golpea a la puerta del poeta
Y la golpea
Y la tumba a ruido
Y entra por la cerradura
Enmascarada de aire matutino
Pero el poeta
Astuto ilusionista
En figura de polvo adormecido
Se escapa
Por un rayo de sol
De su libro inédito Estas alas tan cortas
Qué dirán las pobres merluzas
Sin la vida, yo no puedo vivir
Pablo Neruda
Porque ocurre que en verdad uno se hastía
De arrancarle el corazón
A los animales que más quiere
En este mundo
Para alimentar un egoísta anhelo
De más vida
Sucede así que uno se va cansando
Lenta lentísimamente
De este viejo oficio
De depredación y espanto
La cansona y terrible monomanía
De tumbar al caballo sobre el verde cómplice del paisaje
E hincarle el diente entre la flaca ramazón de costillas
Luego de haber galopado media existencia
Sobre el lomo del pobre heraldo de dios
Y despojar de sus entrañas al pez
Que ejecuta para nosotros su danza de las aguas
Qué dirán las merluzas
De ojos vidriosos
Que están siguiendo el hilo de este discurso
Sobre eso de quitarles el pellejo
Y embalarlas en bellas cajitas
Ah del hígado hipertrofiado de las inocentes ocas
Servido en un plato
Con el nombre
De foie de gras
Hasta el oscuro recinto de las lombrices ha descendido el hombre
En su desenfreno y su caída
Hacia ninguna parte
Y todo para saciar estas voraces ansias de sobrevivir a toda costa
Aun de las miles de otras pequeñas vidas de insignificante aspecto
Que adornan los caminos de la creación
Y ocurre y sucede
Como siempre ocurre
Y sucede
Que uno acaba por cansarse de lo mucho y de lo poco
Y de subir cuesta abajo
Y de bajar hacia las estrellas
En este mundo relativo
A la vez salvaje
Y ultramoderno
Del rayo láser
Y la guillotina
Ahora te lo puedo decir
Pablo
A ti
Ahora que ya no estás
Porque sucede
Que no somos
Roca solo
Y yo también
Como tú un día de tu segunda residencia entre nosotros
Voy sintiendo sin dudas los primeros síntomas
De esta vieja enfermedad
Porque se va haciendo ya casi inhumano
Ser un ser humano
Y hasta admito
Que sería
Lícito
Y acaso
Tal vez
Delicioso
Apagar el sol
De una meada
De la esperanza baldía
Uno pone en remojo el corazón
En el agua de infinitas noches
Se quita la mirada
Para ver el mundo por otros ojos
Aprende a perdonar a las margaritas
Cuando le cierran las puertas
Del amor
Con el pétalo de sus implacables negaciones
De los espejos dispersos de la lluvia
Ve alzarse la claridad del mundo
Uno se lanza al misterio de la aventura
Que significa el largo
Interminable viaje hacia otro ser
Y al final
Destrozadas ya las alas
En el rasante vuelo
De las perdidas ilusiones
Cae en la cuenta
De que todo
Todo
Ha sido en balde
Estrellas fugaces
Las madres
No deberían nunca decir adiós
Horcones de noble madera
Sobre los que se sostiene
La casa de la vida
Cuando se van se llevan con ellas
El mágico espejo
De nuestros sueños
Más puros
Y un sol se apaga
En el cielo de los días
En sus caídas de estrellas fugaces
Nos rompen la infancia
Y nos dejan desnudos
Como pálidas
Estatuas
Ante el porvenir
Apelación
No desprecies nunca al diminuto romerillo
Que crece en los caminos más inhóspitos
Ni al insignificante escarabajo
Que se detiene un instante
En la palma de tu mano
Porque nada es más grande
Que lo más pequeño
La inmensidad entera
Con todos sus dioses
Cabe en un solo ser
Elogio de la locura
Dicen que la poesía
Es cosa de locos
Pero es raro
Porque a mí
La poesía
Es lo único que le salva
De la locura
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