José de Ciria y Escalante (Santander, 1903 - Madrid, 1924), poeta español del Ultraísmo.
De familia muy pudiente, hizo sus primeros estudios en Santander y luego hizo Derecho en Oviedo. Vivía con su madre, Dolores Escalante, en el Hotel Palace de Madrid. Guillermo de Torre lo sitúa entre los poetas del Ultraísmo, con ribetes de creacionista; había entrado en esta estética de la mano del también santanderino Gerardo Diego, ya en una conferencia que este dio en 1919, cuando apenas contaba Ciria dieciséis años. Fallecido con apenas veintiuno de tifus, publicó unos pocos pero excelentes poemas que fueron reunidos póstumamente por sus amigos (algunos de los escritores más importantes de la época como Azorín, Gómez de la Serna, García Lorca o Juan Ramón Jiménez), y en 1920 codirigió el primer y único número de la revista vanguardista Reflector. Federico García Lorca, con quien había mantenido relación epistolar y de amistad, dedicó a su muerte uno de sus más famosos sonetos, "Memento", el que empieza "¿Quién dirá que te vio y en qué momento...?", y Gerardo Diego le dedicó su elegía "A José de Ciria y Escalante".
Obras
José de Ciria y Escalante [Poemas], Madrid, Artes de la Ilustración, 1924; 2.ª ed., Cáceres, Norba, 1991. Introducción de José Luis Bernal.
Obras (ed. Leopoldo Rodríguez Alcalde), Santander. Librería Moderna, 1950.
Quincena ultraísta (ed. Arturo del Villar), Madrid, Los Libros de Fausto, 1983.
POESÍA (1919-1921)
ACUARELA DE LAS CARRERAS
A Cecilia Bonet
Pasa tu figura airosa,
de una suprema elegancia,
exhalando la fragancia
de la rosa
y de las lises de Francia.
Posas tu mirada honda
en el lejano confín
al pasar bajo la fronda
del jardín…
Y una mariposa ronda
por el sangriento clavel
de tu boca de escarlata
que dibuja una sonrisa
que recuerda a Mona-Lisa,
y la mariposa trata
de libar allí la miel.
Hay en tu rostro inquietante
una sombra de tristeza,
y en tus ojos una llama
de dolor…
Pareces por tu semblante
de insuperable belleza
de una dama
de la corte del Terror.
¡Oh, el cuadro sangriento
del viejo París
después del viento
de la guillotina!...
Perdieron fragancia
las flores de lis
del reino de Francia,
y el pueblo asesina
con saña cruel
a los cortesanos,
que mueren a manos
de sus servidores…
¡Reino de dolores
fue el reinado aquél!
Pasa tu figura airosa
de una suprema elegancia
exhalando la fragancia
de la rosa
de la Casa Real de Francia.
ANHELO
Para José del Río Sainz
Que nuestra voz, poetas, la voz del pueblo sea,
del pueblo que trabaja y sufre resignado.
Que sus grandes dolores en nuestros versos vea
y en ellos halle alivio su cuerpo fatigado.
Que nuestra musa sea toda la Humanidad
con sus negros dolores y sus ruínes miserias.
¡Fecundemos su cuerpo con nuestra sangre! ¡Amad,
hermanos, sus bellezas igual que sus lacerías!
Cantemos en un verso todo el dolor del mundo,
del mundo pobre y ciego que marcha lentamente.
Cantemos optimistas su supremo ideal
y será nuestro arte vigoroso y fecundo
y nosotros, poetas, marcharemos al frente
de la vida a los sones de una marcha triunfal.
RELOJ
Para Adolfo Salazar
La madre abadesa
reza
con voz de estrella
Las novicias se han dormido
soñando
con los trasnochadores
La pantalla cinematográfica
aborta
un paisaje lunar
Y en lo alto del FARO
el torrero y su novia
se dan un beso en la boca
Los luceros agitan
las campanillas
JORNADA
Para Isaac del Vando-Villar, cuya sangre está plena del optimismo de una media verónica.
Mis ojos se han manchado
de Sol
Todos los ruiseñores tienen un libro
abierto
¿Será de Campoamor?
Al traje de Belmonte
le apolilló una estrella
El toro ha destripado con sus cuernos
al Sol
y todos los recuerdos
se han vestido de blanco
en mi corazón
VERBENA
Para Eugenio Montes
Las carreteras vírgenes
cogidas de las manos
ofrecen sus vientres desnudos
a los aeroplanos
En un beso sin alas
me remonté a una estrella
Aquella nube blanca
que me enjugó las lágrimas
hoy ha muerto de pena
De mi sortija penden
todos los merenderos
y en mis hombros reposan
los senderos
HE CAÍDO
Las miradas de todas las doncellas
se habían enroscado en mis pies
ADELANTE
El humo de mi pipa pita como un tren
ANGUSTIA
Para Mauricio Bacarisse
Los árboles gimnastas
que han saltado en la pista
van recogiendo aplausos con el pico
Las banderas desnudas
sollozan en sus cárceles
Canciones insospechadas
naufragan en mi pecho
El otoño ha deshojado mi cartera
Un lucero extraviado
me canta junto a la almohada
VELERO
Hoy el mar es un balandro dominguero
su vela llega al cielo
Un viejo marinero
al fondo del crepúsculo
da de beber ginebra
a las olas heridas
Perlas recién paridas
gimen en los rincones de la barca
El capitán antes de levar anclas
adoptó como hijas
a dos estrellas huérfanas
Verde amarillo azul
Los peces humoristas
ensayan en el agua
pinturas puntillistas
MATERNIDAD
Para Rafael P. Barradas
Las canciones perdidas
duermen en los faroles
Yo quisiera beberlas en un beso
Pero
si se despiertan morirán sus hijas
ESPUMA
Las banderas rebeldes
cruzan los horizontes
Cristo
sobre las aguas
apacienta el rebaño de olas
MUTACIÓN
De Guillaume Apollinaire
Una mujer que lloraba
¡Eh! ¡Oh! ¡Ah!
Los soldados que pasaban
¡Eh! ¡Oh! ¡Ah!
Un esclusero que pescaba
¡Eh! ¡Oh! ¡Ah!
Las trincheras que emblanquecían
¡Eh! ¡Oh! ¡Ah!
Las granadas que estallaban
¡Eh! ¡Oh! ¡Ah!
Las cerillas que no encendían
¡Eh! ¡Oh! ¡Ah!
Y todo
ha cambiado tanto
En mí
Todo
Salvo mi amor
¡Eh! ¡Oh! ¡Ah!
LAZOS
De Guillaume Apollinaire
Cuerdas hechas de gritos
Sonidos de campanas a través de Europa
Siglos ahorcados
Rieles que atan las naciones
No somos más que dos o tres hombres
Libres de todos lazos
Démonos la mano
Violenta lluvia que peina los humos
Cuerdas
Cuerdas tejidas
Cables submarinos
Torres de Babel convertidas en puentes
Arañas-Pontífices
Todos los enamorados que un solo lazo ha unido
Otros lazos más tenues
Blancos rayos de luz
Cuerdas y Concordias
Escribo solamente para exaltaros
Oh sentidos Oh sentidos queridos
Enemigos del recuerdo
Enemigos del deseo
Enemigos de la pena
Enemigos de las lágrimas
Enemigos de todo lo que amo aún.
MOMENTO
Mi boca
plena de luminosos rayos
se sumergió
en el cuenco de tu imagen
gustando aquel beso
que un día
dejaste olvidado
entre mis dedos
Y tus cabellos de cuerdas de guitarra
ahogaron mis palabras
palomas temblorosas que
JAMÁS
hubieran
podido
volar
ARENA
Olas
Almohadas de sueños de niñas
Olas
Lechos de miradas
para los desvelos
de los nautas
Olas
Lomo de horizontes en flor
El sol
se abre en la playa
como un fruto en sazón
ESTANCIA
Los poemas aun no nacidos
gimen bajo la lámpara
Sobre mi frente
se deshojan como flores
tus palabras
Las canciones perdidas
sueñan en la ventana
El silencio
en el espejo
naufraga
Un lucero extraviado nos canta
junto a la almohada
ALBA
Zumo de luna en la estancia
Los poemas aun no nacidos
gimen
bajo la lámpara
Y mis recuerdos en corro
dicen la buenaventura
a las estrellas ancladas
El silencio en el espejo naufraga
De mis párpados volaron
las mariposas del alba
y mis lágrimas
dormidas
ruedan hacia la mañana
Nubes blancas en hilera
momias de mis horas cándidas
Y un lucerito extraviado
camino de la Vía Láctea
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