Johanna Venho (FINLANDIA, 1971) poeta y escritora de literatura para niños. Fue editora jefe de la revista de poesía Tuli&Savu. Venho ganó el premio de la crítica para el mejor debut literario del 2000 y el premio Katri Vala por su última colección de poemas en el 2006.
(canción de hilado)
1.
Hilo una hebra larga,
desciendo por ella a las aguas,
a la pupila, ojo de la fuente,
sé que estás aquí.
A través de las letras de lápida,
a través de toda la razón me zambullo
un tizón ardiente en el bolsillo
más medias de niña y monedas,
divisa equivocada en este reino,
sé que estás aquí.
Hubieron largos años, hambrientos,
un bote de remos vacío se golpeaba contra el muelle,
tú cerrabas puertas, te asustabas del viento,
repetías palabras embotadas,
horarios, cantidades,
se desramó el árbol de sueños.
Caen copos de nieve,
tengo diez años
atrapo con la lengua,
chica con cola de caballo bajo el cielo estrellado
regresa a casa de la escuela de espaldas.
Tejo un pañuelo largo,
desciendo por él a la noche,
galopo en un corcel negro hasta la vía,
sé que estás aquí,
una canción detrás de la oreja, por debajo de la lengua,
canción que solamente tú tienes:
vestido de hada, flor de sufrimiento,
manos olientes a humo del fogón,
deja que la canción, deja que la canción guíe
desde la calle regla hasta el sendero,
desde la cancha de asfalto hasta el campo del diablo,
desde la espuma del rápido mayor hasta el desagüe,
cae nieve clemente,
nieve de algodón tierna,
sigamos así,
sé que estás
donde antes
despejado, fluyendo
como alguna vez antes
Esta es Luz, ella pasea por el archipiélago:
en la costa que es parecida al encaje,
bordes de panqueque cocidos.
Esta es Luz, una niña transparente, hecha de orillas de andrajos
emprende el viaje, una balsa soplada por el viento, una
lancha que confía en el viento.
Para nada está consciente. Sumergida en sus pensamientos
prueba el alga verde sobre las piedras de la orilla,
se lava los dientes con agua salada. Luz vadea
con el agua hasta las rodillas y las cañas le tejen los muslos
en el inicio del muelle comienza la avena fea y grumosa,
hacia ella estira la mano, niña traslúcida y de ventanas,
más fácil de interpretar que un espejo o una letra,
va hacia adelante empujada por una fuerza mayor,
por un flujo de aguas subterráneas, la brisa del mar?
así no es como ella tropieza con el conocimiento,
sólo pensé zambullirme, qué es lo que nos va a pasar?
Traductoras Johanna Suhonen (Helsinki, 1979) y Roxana Crisólogo (Lima, 1966)
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