HENRIQUETA LISBOA
(1904- 1985)
Nació em Lambari (Minas Gerais, Brasil). Ha residido siempre em Belo Horizonte, capital del Estado, ejerciendo como Inspectora de Enseñanza Media y como profesora de Literatura Hispanoamericana de la Facultad de Filosofía, Ciencias y Letras de la Universidad Católica de Minas Gerais. No ha participado activamente de los movimientos literarios que se han sucedido en el Brasil a partir de 1922.
“Pero conviene precisar ideas. Y empezar por decir que, salvando el brasileñismo — por influencia ambiental y temática — de Enriqueta Lisboa, sui obra obra poética no es una obra “nacionalista”. No lo es, porque su problemática fundamental es el lenguaje — en cuanto medio de comunicación — y sus posibilidades de aprehensión de “lo eterno dentro de lo efímero” (Convívio Poético, p. 14) Ángel Crespo.
OBRA:
Fogo fátuo, poetry, 1925
Enternecimento, poetry, 1929
Velório, poetry, 1936
Prisioneira da noite, poetry, 1941
O menino poeta, poetry, 1943 (first edition)
O menino poeta, poetry, 1975 (special edition)
O menino poeta, poetry, 1984
A face lívida, poetry, 1945
Flor da morte, poetry, 1949
Almas femininas da América do Sul, essay, 1928
Alphonsus de Guimaraens, essay, 1945
A poesia de Ungaretti, essay, 1957
A poesia de "Grande sertão: veredas", essay, 1958
Reflexões sobre a história: discurso, essay, 1959
Antologia poética para a infância e a juventude, compilation, 1961
Antologia poética para a infância e a juventude, compilation, 1966
Literatura oral para a infância e a juventude. Lendas, contos e fábulas populares no Brasil, compilation, 1968
Contos de Dante, translation, 1969
Poemas escolhidos de Gabriela Mistral, translation, 1969
Henriqueta Lisboa: poesia traduzida, translation, 2001
Traducciones de ÁNGEL CRESPO
AMARGURA
Eu chegarei depois de tudo,
mortas as horas derradeiras,
quando alvejar na treva o mudo
riso de escárnio das caveiras.
Eu chegarei a passo lento,
exausta da estranha jornada,
neste invicto pressentimento
de que tudo equivale a nada.
Um dia, um dia, chegam todos,
de olhos profundos e expectantes,
E sob a chuva dos apodos
há mais infelizes do que antes.
As luzes todas se apagaram,
Voam negras aves em bando.
Tenho pena dos que chegaram
E as estas horas estão chorando...
Eu chegarei por certo um dia ..
assim, tão desesperançada,
que mais acertado seria
ficar em meio à caminhada.
AMARGURA
Seré la última en llegar,
muertas ya las horas postreras,
cuando, muda, empiece a brillar
la risa de las calaveras.
He de llegar a paso lento,
exhausta de la extraña jornada,
con mi invicto presentimiento
de que todo equivale a nada.
Un día, un día, llegan todos,
ojos profundos y expectantes.
Y bajo la lluvia de apodos
hay más infelices que antes.
Todas las luces se apagaron,
las negras aves van volando.
Pena me dan los que llegaron
y a estas horas están llorando ...
Yo llegaré también un día ...
así, tan desesperanzada,
que más acertado seria
quedarme a mitad de jornada.
(De Velário, 1930-1935)
EXPECTATIVA
Neste instante em que espero
uma palavra decisiva,
instante em que de pés e mãos
acorrentada estou,
em que a maré montante de meu ser
se comprime no ouvido à escuta,
em que meu coração em carne viva
se expõe aos olhos dos abutres
num deserto de areia,
— o silêncio é um punhal
que por um fio se pendura
sobre meu ombro esquerdo.
E há uma eternidade
que nenhum vento sopra neste deserto!
EXPECTATIVA
En este instante en que espero
una palabra decisiva,
instante en que de pies y manos
encadenada estay,
en que la pleamar de mi ser
se comprime en mi oído a la escucha,
en que mi corazón en carne viva e viva
se expone a los ojos de los buitres
en un desierto de arena,
— el silencio es un puñal
que está pendiendo de un hilo
por cima de mi hombro izquierdo.
¡Y hay una eternidad
que ningún viento sopla en este desierto!
(De Prisioneira da Noite, 1935-1939)
CHUVA
Chuva torrencial carregada
de frutos. Chuva exausta
de longos braços
pendentes.
Chuva nos campos da fatalidade
entregando bandeiras.
Música opulenta de rios
que se despenham.
Durante noites e noites.
As criaturas estão à espera
Protegidas pelas paredes
E a palavra — sol
Unge todos os lábios.
Só eu na minha imensidade sem teto,
só eu te suporto o peso,
só eu te sorvo esse gosto,
de morte.
Chuva, plenitude amarga
de derrota.
Sinto que és retorno,
corpo cansado de espírito,
corpo vencido,
corpo
que se entrega
pesadamente
à terra.
LLUVIA
Lluvia torrencial
cargada de frutos.
Lluvia exhausta
de largos brazos
pendientes.
Lluvia en los campos de la fatalidad
entregando banderas.
Música opulenta de ríos
que se despeñan.
Durante noches y noches.
Las criaturas están a la espera
protegidas por las paredes
y la palabra - sol
unge todos los labios.
Sólo yo en mi inmensidad sin techo,
sólo yo te soporto el peso,
sólo yo te sorbo ese gusto
de muerte.
Lluvia, plenitud amarga
de derrota.
Siento que eres retorno,
cuerpo cansado de espíritu,
cuerpo vencido,
cuerpo
que se entrega
pesadamente
a la tierra.
(De A Face Lívida, 1941-1945)
RESTAURADORA
A morte é limpa.
Cruel mas limpa.
Com seus aventais de linho
— fâmula — esfrega as vidraças.
Tem punhos ágeis e esponjas.
Abre as janelas, o ar precipita-se
inaugural para dentro das salas.
Havia impressões digitais nos móveis,
grãos de poeira no interstício das fechaduras.
Porém tudo voltou a ser como antes da carne
e sua desordem.
RESTAURADORA
La muerte es limpia.
Cruel mas limpia.
Con sus delantales de lino
— fámula — friega las vidrieras.
Tiene puños ágiles y esponjas.
Abre las ventanas, se precipita el aire
inaugural dentro de las salas.
Había huellas digitales en los muebles,
motas de polvo en los intersticios de las cerraduras.
Pero todo volvió a ser como antes de la carne
y su desorden.
(De Flor da Morte, 1945-1949)
SOLEDAD
De hombre en la soledad
— ¡qué perenne soliloquio! —
Habla profundo a si mismo.
Habla a Dios con frases claras;
fluyen de las mismas aguas
por la eternidad en curso.
Con voz temblorosa habla
Para que yerbas y musgos
la palabra testifiquen.
Habla con vientos diversos
para que el mensaje lleven
del horizonte al oído.
Testigos hace a las rocas
porque las estrellas oigan
desde la piedra de asiento:
«De piedra de soledad
he de levantar un templo».
(De Montanha Viva – Caraça -, 1959)
*As traduções foram extraídas da REVISTA DE CULTURA BRASILEÑA, Tomo IX,
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