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jueves, 11 de octubre de 2012

8157.- ILEANA GARMA




Ileana Garma. Mérida, Yucatán, México. 1985. Diplomada en Literatura, Protocolo y Periodismo por la editorial Santillana a través del Instituto de Cultura de Yucatán y dirigido por Elena Poniatowska y Jorge Lara. Egresada de la escuela de Creación Literaria de la Sociedad General de Escritores Mexicanos. Premio Estatal de Poesía Jorge Lara 2005.  Becaria en el 2005 del Programa de Fomento a la Creación y Desarrollo Artístico en la categoría Creadores para la disciplina de Literatura. Premio Estatal de Poesía José Díaz Bolio 2005 del Patronato Pro Historia Peninsular (PROHISPEN). Premio Nacional de Poesía Charles Bukowski 2008. Premio Nacional de Poesía Francisco Javier Estrada 2008. Integrante del Centro Yucateco de Escritores. Integrante de la Catarsis Literaria: El Drenaje. Obra publicada: Ileana Garma (2006) “Itinerario del agonizante”, Cultural Veracruz: Antología de poetas. Otredad: Antología de escritores yucatecos. Novísimos Escritores Yucatecos. Antología de creadores jóvenes de Yucatán.  Actualmente escribe sobre la historia de la literatura Infantil Mexicana para la Revista Alas para la Equidad del Consejo Nacional de Fomento Educativo.






Ejercicio o plegaria
para encontrar la sombra
(De cómo ni el sargazo nos aleja del reloj)

Nunca del todo y del todo sustituible
No hay grandilocuencia para mis verdades efímeras
Sé que rompo la hoja y no me levanto
         levantarse es apenas el recuerdo de la sangre

Hay muros donde el rostro se expande hasta la ausencia
crecen las manos
siempre            hacia abajo          siempre
hacia la parte más oscura de la lluvia

Ileana   Tleana   Ileana Garma
te buscan   te busco   te buscamos
Hay en las bocas de la luz el muladar de tu sombra
no le creemos
sé que miras detrás y un reloj te carcome

Te desdibujas en los resquicios de la piel
como una leyenda procreada por naufragios
La arena se arena con los poros
el agua sube por tus piernas hasta llenarse de marismas
de la concepción malsana del sudor
Has pronunciado                    lumbre
He pronunciado             carne
Vamos a romper la falsedad       la verdad         el todo

La esfera del desencuentro crece en tus orillas
es el polvo
la inutilidad de los pájaros apisonados en la piel
es la vejez cansada de encontrarse en los charcos
de presagiar la resignación

No voy a hablar de hechizos
la plegaria es mi nombre
es la linde que divide la conducta de esta brasa
de este brazo que encalla en la injuria del mar
en mantarrayas violeta que crecen
en el espejo
      espejo alimentado de rincones
mi nombre es reconocerse adherido a la palabra
en la travesía de palparse
a través de la noche







Para hundirme en la sangre hasta hacerla convincente

A través del sobornable abismo de la piel
que tiende a confundirse             conmigo
con la luz creíble detrás del viento
no hay más que un camino probable
dispuesto al azar por desaliento o rutina
donde el pesado
olor a migraña o lluvia por venir
se extiende hasta mi franca turbación
como una planta llenándose de sitios
                                        aceptables para el insecto
                                                   Un poco de muerte

Se endurece la sal sobre mis párpados
como una mentira razonable
la costumbre

¿O es que volvemos a la metamorfosis de la brasa
sin haber cambiado de languidez
esqueleto opaco?
Volvemos a la noche flanqueada por el hierro
que se estrecha sobre el intento de soñar
y es aquí
donde la piel se retira a su mismo espiral de mugre
y le creemos             con un poco de rencor
con el desinterés apropiado
para cerrar los ojos








Cuando para mí

cuando comprendo
cuando quiero café
cuando me digo acabaste pero sólo es de noche
pero edificios de tijeras y la calle haciéndose piras en el costado
entre las macetas o sentirme carne rastrojo
rastro para el llanto
                                      Cuando pasa esto me pregunto   ¿En verdad? ¿Seré Eva?
¿En verdad eres Adán?
y me sabes árbol y me sabes manzana y me caminas mordida de serpiente
y me recorres savia
y me diluyes tiempo de computadora o pesadilla
o hacia atrás o hacia mí
o esa historia que nadie ha escrito
esa historia que escribieron de nosotros
de la luz nunca luz
            sólo parpado en plena decisión de corroernos
Entonces
no hay entonces   La Jornada o litografías de frío
o litografías de mi ancianidad                     de mi vela derretida
entonces tu peso que pesa tu pesadumbre tu paciencia inexistente
entonces amanecemos terciopelo y hay una regadera
y todo esto cuando digo ¿De verdad?
y todo esto cuando digo Te quiero







Porque hay departamento o tres pisos o azotea

Porque nos cansa faminar porque el cigarro nos devuelve aliento
porque nos volvemos adictos a la cafeinotristeza y beberé de ti
y beberás de mí
Ya no nos gustan los espejos

Aparecerán fábulas
             aparecerá un gemidiscurso donde alguien llora pero prefiero gritar
Iré debajo de los pies a formar mis raíces y hay centro también mañana camaroja
pero tazanoicamente nos perdidecimos instante y me voy quedando silencio
casi verde
Casi seco     arado

A veces no te llamo y me buscas vozlactante
a veces te busco y me respondes vozmurciélagomuro
tranvía dos direcciones y nos veremos otracintura
tranvías dos discreciones y nos daremos un beso
y nos daremos un cetro
para gobernarnos el uno al otro








No hay puerta de escape
Sólo cama

Parece que hay jueves que soy calles violeta que se desbordan
dices que vendrás mientras decido ser escalera incandescente
Parece que hay rumores del alba en que derrotas
derrotas a la ausencia y le quitas el nombre

Porque aprenderé                          padre
a ser incesto de lluvia tejado y maullido
porque aprenderé a llenar de tarde mi cara muchacha y con lentes
porque aprenderé a dejar las costillas en el ahogo
a llenar los senos de madrugada

Ya no mentiré los pliegues me fascinan
hermano padre hijo vengan sentir el peso de mi boca
arder y presente y presentir que no habrá puerta de escape
sólo cuero cabelludo
sólo morderás mi nombre y la entrepierna
y entre un tal vez y demasiado domingo triste
te diré
esto necesitaba
esto necesitaba para no caer en la trampa del calzado y silencio
sólo razón en la oscuridad y detrás del rojo
a través de tu piel oscura que palpita

Negrodía negramano negraconvicción de combate
de cerrar los dientes sobre el pecho o viento sin cortina
de cerrar la ausencia de palpar el grito
negrodía nubegorda tierra de sábana y semen
negraconvicción                de amarte
de comerte en mi sigilo
en las esquinas ya no habrá deseo porque nací Tleana Garma
porque nací demasiado Ángel roja
demasiado para ti







No nos salvaremos

Claro que habrá tiempo para que las rodillas cicatricen
para que la vehemencia se vaya o se cierre el parque
Claro que lloraré pero es igual que nadar
o ver televisión en el insomnio
o caer en el hastío de los huesos pesados y ya sin planchar tu ropa
sin pronosticar la furia
en los alrededores del comedor
Claro que viviré quitándome luz o llena de aliento
vivir de vida sin vida de vidas para vivir
para tener una mascota o mojar los pies en la lluvia
Claro que volverás o sólo el vértigo de pausas y de cosmos
con el pánico                    el sexo que se fuga en las fogatas
Sólo fuego
Y podremos utilizarnos de nuevo a riesgo de hundirme para siempre
a riesgo de enmohecer la sábana        de volverme eléctrica
Claro que el labio se cansa o el omóplato te espera

Te necesito con desgano y voracidad
Claro que vendrás
                                                                                nos perderemos








Tú también la noche oscuras

Como si alguna sustancia le faltara a mi cerebro
subo a los automóviles de mis amigos
debajo de la lluvia avanzamos hacia
habitaciones debajo de la lluvia
como si algo
algo importante de pronto
hubiera desaparecido
para dejarme ahí
sonriendo en el asiento trasero
o en sillones bien forrados a un lado de
heladas lámparas
entonces
no tengas miedo
Entonces puedo resumir
en elevadores y escaleras
restaurantes cafés calles árboles
neblina detrás de los árboles
este dolor
este dolor de
líneas paralelas que se juntan
entonces
no tengas miedo
de las líneas paralelas
de las líneas paralelas que se juntan
Dos chicas en especial
he visto
sin hablar toda la noche mientras llueve
sobre las carreteras que parecen cerrarse
No quisiera ser como ellas y más tarde
resumiendo todo esto en escaleras en medio de árboles
en medio de salas tibias en medio de mi mano
quizá tampoco importe
y llueve también sobre
hasta que duele la espalda
como si alguna sustancia le faltara a mi cerebro
que puedo resumir este dolor en elevadores
en el temor de ser como esas calladas
con lentes
que despegan el color de la luz de las paredes nocturnas






Vida entera en una

Afuera llueve en el verano
el sucio vaso de un desconocido descansa a un lado del escritorio
Creo que puede llover en tu camino a casa
tendrás los audífonos mientras el noticiero se traga a los viajantes
Yo escucho al agua burlarse de la debilidad de la vieja cantera
es como un antiguo enemigo que vigilara mi ruina
que disfrutara con mi programado destino y la repetición circular de los hoteles
donde acepto vasos sucios y el oficio de esperar
no busco la ventaja de ser puntual en los aeropuertos
no creo ya en un sol que recupere la fuerza de mis muelas
Tú puedes haber llegado a casa y recordar a una pálida joven
que dormía con la cabeza pegada a la ventanilla
mientras me rebelo contra la calma de una lluvia que sólo desea mirarme
mirarme con la perdida clave para hacer de mis labios la buhardilla de la verdad
mirarme con el mediocre interés por los que no perdonan
una noche más acaso no sea nada
acaso puedo –entre un vaso sucio y el tablero de las llaves-
desearte hasta la apatía
acaso puede darme insomnio tanto tanto
acaso puede pesarme aquel chico que se asoma a tus ojos
justo cuando sales de una cocina tan agria como la que a ratos compartimos
a ratos que no son estos
que no pueden ser estos
porque aquí me hace falta subir hasta la 204
sugerirle a la cama que esté tan triste como yo
para no desentonar en medio del cansancio
y morderme la uña del dedo gordo hasta quedar dormida
pero es verdad
hay fresnos y álamos
y campos que parecen la capa de un agonizante príncipe
campos rojos que se sacuden entre cielo y cielo
y cactos y casas de tabique que pierden las ventanas por la fuerza del viento
Abrí la puerta de un hotel desconocido
y nada de esto ha empujado mis pupilas para entregarse
sino que me olfatean como perros de caza
como la lluvia olfatea a los abandonados
Hay eucaliptos también
y dátiles
y días que se deshilarán como un telar viejo
y costumbres terrosas que no me dicen nada
el llano que me sujeta con la mano de su ocaso
el llano que me levanta con el rojo de sus gritos
es hermoso
aunque me duele todo el cuerpo es hermoso
el amor todavía tiene grietas que se inundan de sudor
como una zanja entre los matorrales
y es hermoso
Hablo para te pongas un segundo la pesadumbre de mis párpados
para que me dejes llevarte a ti
como los amantes coyotes llevan entre los dientes
a sus cachorros






Caravana

Cuando entraste a mi piel
con toda la furia de la soledad
de la noche los días los puestos de carne
Con toda la soledad de la furia
los vestigios los trabajos
yo no esperaba nada
Abrí la cortina de un muerto amanecer
deformé callejones entre cigarrillo y cigarrillo
hasta que me cerraste los recuerdos con tu cuerpo
Yo no esperaba nada
así que mentí entre cadenas y fósforos
rosales que detrás del hotel se pudrían
sin esperar nada llegó la luz
me cubrí con una sábana para romper el silencio
Yo no esperaba nada cuando te tomé de la mano
subimos escalinatas descubiertas por la lluvia
aprendimos de botones rotos
de cabellos atrapados por la humedad
Aprehendiste mis pasos en la cerrada luz
en mi cerrada boca de aprendiz minúscula
en mis jardines que se alargaban como una trampa
No esperaba nada
cuando encontré diminutos patios en tu cuerpo
bancas en la noche para dormir
columpios sujetados por el sudor de tus manos tibias
tus pies
tu delgada cabeza de Aquiles vencido
El que en este momento se encuentra acompañado
ha estado acompañado siempre
El que en este momento se encuentra solo
ha estado solo siempre
Pero no espero nada busco evadirte
Evadirte cuándo en el vientre
las cenizas tienen hijos hambrientos
y perseguir el amor para quedar sujeto
para que se nos parta el rostro y las cosas comunes
para que no sirva de nada la existencia del desierto
la piedra que le quitamos al bosque
juntar las manos
Porque cuando entraste a mi piel
con toda la furia de la soledad
de la noche los días los puestos de carne
Con toda la soledad de la furia
las pisadas los trabajos
yo no esperaba nada
Abrí la cortina de un amanecer
deformé callejones entre cigarrillo y cigarrillo
hasta que me cerraste los recuerdos
con tu cuerpo







Yo me llamo Erik Satie como todo el mundo

I

A las seis en punto
donde el verano no podía terminar y
estirábamos la cuerda por la carretera callada
las nubes o el paso de
los otros
esos flamencos de cemento en medio de la ría
sus siluetas doradas
secas
un buen tramo sus siluetas
callados
Ahí estaba yo
el atardecer detrás de ellas
mi madre entraba a cirugía en un hospital lejano
los flamencos de cemento en medio de la ría
para confundir a los turistas un buen tramo de calor
donde el verano no podía terminar
sobre nosotros
sobre los sudorosos enfermeros
sobre los médicos con guantes
y nuestro carro en medio
sin encontrar el mar
en silencio
entendiendo la quietud de los flamencos
para siempre sobre la misma pata
y sus fugaces gaviotas
Mi madre estaba en el hospital
no te dije
y después
escuchábamos a los otros y los flamencos
para siempre
con sus fugaces


II

Todo el tiempo y hasta aquí la tarde
sostenida la bandera las barandas las palomas
todo el tiempo ella dormida sin el agua
que corre en otras que no para
que no podrá detenerse
la bandera poco a poco sostenida
y los árboles el peso cuando avanza
ya sin plumas con el agua tibia todavía para nada
para nada
Tú sabías que Esta tarde tú sabías
estar cerca no era posible y la ventana
sostenida a un lado
tú sabías que abajo
esperaba el taxi y el médico más lejos
el sonido la ambulancia la bandera queda arriba
apenas asomada
ya es tarde
y esperabas
el médico más lejos
el agua
y la lluvia que prometiera la lluvia
sin temor al agua que prometiera la lluvia
sin temor a la lluvia que prometiera la tarde
sin temor a esos tramos húmedos que guardaba
para no bajar para no depender de las escaleras no lo sabes
para no depender
sin temor a escaleras los colores de la brisa
y esos gajos que colgaban de un taxi del sonido de un taxi esperando
impaciente
cómo podría si apenas
no lo sabes
apenas





Poenimios del descenso


Tiempo de lámpara y sin ti

Hemos encallado en la soledad de la palabra
Me pregunto si verás cuando la piel se desplome sobre los ojos
Siempre la misma lámpara y nunca tu luz
Mi vejez me miró a los ojos y ya no pude sonreír
qué unidas se quedaron las cejas
tienes que ver esto
tengo miedo                                                              de la lejanía





Poenimio para un hombre alado

La piel me ha quedado gris de tanto esconder tu nombre
Ya no más ceniza                               sólo terquedad
Quiero encontrar el reflejo de la lepra en tus gestos
ese romper el hueso a cada instante
Quiero encontrar el rostro
en ese aullido abierto por la noche






Autoestío

La tarde se ha quedado inmóvil con la lluvia
A veces creo que avanzo pero no dejo de caer
solo queda el rojo                       las ramas y alguna piedra
Si perdí algo fue la noche
Si perdí algo tuvo que ser el rostro
Cada vez que encontré alguna niña detrás del miedo
la hice mía

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