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miércoles, 10 de agosto de 2011

4604.- RICARDO FERNÁNDEZ ESTEBAN


Ricardo Fernández Esteban nació en Barcelona a mediados del siglo pasado, es ingeniero industrial, ha dedicado su vida profesional a las finanzas y, actualmente, está completando la licenciatura de Filología Hispánica. La afición por la literatura y la poesía, le viene de antiguo, pero no la ha cultivado regularmente hasta hace pocos años, en los que ha publicado tres poemarios de viajes por las islas griegas Cuadernos de las islas Griegas, Adendas del Dodecaneso y Más islas, más adendas de Grecia; y un poemario digital De museos por Madrid, que permite contemplar a través de internet las obras de arte que inspiran los poemas. También hay obras suyas en varias antologías, revistas y pliegos poéticos. En su blog La palabra es mágica http://lapalabraesmagica.blogspot.com/, va publicando una selección de obras de sus distintos poemarios y de otros poetas que le interesan.





Y SI MUERO QUE NO ME REPATRÍEN

Y si muero que no me repatríen
enterradme desnudo en suelo griego.
Buscad algún pequeño cementerio
con amplias vistas al azul del mar,
donde el cuerpo se pudra entre la tierra
y pueda el alma volar hacia los mitos.

Así, si hay más y vuelvo a despertar,
contemplarán mis ojos el Egeo
mientras, con juvenil vejez, retorna
un alma enriquecida, acompañada
por esas nueve musas que habitan el Parnaso.

Adendas del Dodecaneso.
Cuadernos de las islas Griegas.






PARAÍSOS PERDIDOS

Si lo fuerzas el verso se resiste,
no acepta imposiciones, sólo fluye
si le dejas que escriba lo que ves.
Y es que tú eres esclavo
en este paraíso, que dices has perdido
porque de tanto verlo no lo miras.
Abandónate en él,
vive junto a la orilla
de este recóndito rincón egeo
unas horas de paz, acompañado
por brisa de “meltemi”,
sombra de tamarindo
y el murmullo del mar;
y el verso fluirá, aunque no seas poeta.

Ya ves qué fácil es perderse
dentro de un paraíso
que creías perdido;
y, si lo piensas, esto es más
que un simple juego de palabras.

Las adendas inéditas.
Cuadernos de las islas griegas.







CUENTO FINAL

Tantas veces lo intetamos y tantas nos salió mal, que cada vez
es más difícil que este cuentro tenga un final feliz.

Ya ves que en estas rimas mil veces te he citado,
tenías muchos nombres y rostros de mujeres,
pero tú y yo sabemos que un hombre enamorado,
-esté con quién esté disfrutando placeres-

sólo puede pensar en el ser adorado.
Contigo quise, amor, contar amaneceres
de noches sin final, de tiempos desbordados,
de palabras y sexo, de todos los quehaceres.

Pero la vida es corta y además es estrecha,
nuestros rumbos se cortan en momentos distintos,
si tú quieres yo no, si yo quiero tú pasas.

Con nosotros erró Cupido con su flecha;
como excusa aducimos motivos variopintos
pero cada vez son ya mucho más escasas

Las posibilidades de poder ser felices
y acabar este cuento compartiendo perdices.

"Pensando en Vosotras"






¿CUÁNTAS ISLAS HABITAN EL MAR GRIEGO?

Unos dicen que casi setecientas,
otros que son más de dos mil…

El número depende de la definición,
si llamo isla a todo lo que he visto
romper el horizonte azul,
seguro que pasan de diez mil.

Pero, ¡qué importa el número
la cuestión no es hacer un inventario
nunca he pensado visitarlas todas;
seguro sé, que faltarían años
y que me sobrarían muchas islas.

Por eso busco más profundidad,
conocer realmente lo que piso,
las costumbres, las costas y los pueblos,
los caminos, las calas y los montes.

Qué nunca diga "si hoy es martes Patmos
y si estamos a miércoles Kalimnos";
que repetir también es descubrir,
que nunca cansa lo que gusta
y si te cansa es que no gusta.

Adendas del Dodecaneso






EL CATADOR DE AMORES

Recuerda mi advertencia, aunque me gustaría que no hicieses caso de ella,
porque sigo pensando que el día que te encuentre lo dejaré todo por ti.


Yo soy con la mujer como quien prueba un vino,
primero es el color, luego olerlo con tino,
y al fin llega el sabor, ese placer divino;
ser catador de amores, ese ha sido mi sino.

Mil veces he intentado actuar con razón,
pero cada experiencia despierta mi ilusión;
primero la apariencia, después la diversión,
gozar del primer beso, compartir la pasión.

¿Mas, por qué conformarse con el mismo manjar?;
por muy bueno que sea, es humano pensar
que siguiendo la ruta del probar y probar
seguro que algún otro lo puede superar.

Por eso, mi tesoro, te escribo esta advertencia,
si no te gusta el riesgo, si prefieres la ciencia
del dos y dos son cuatro a la concupiscencia,
si por encima de todo colocas la decencia;

no te dejes probar, “no estés por la labor”,
al final lo probable se escribe con dolor.
Sólo si sabes ver en lo oscuro esplendor,
piensa que puedes ser mi verdadero amor.

"Filosofandos y utopías" de "Pensando en Vosotras"





EL ESTUDIO DE LAS ESCULTURAS, 1993.

Por fin o al fin, te veo en el museo!
No sé si aquí eres nuevo o eras un cuadro oculto;
¡y qué importa, si al fin estás presente!

Aunque no sea de tus obras, ésta
de las que más me gustan —y son muchas—
ya vendrán las demás cuando les cuentes
que a pesar de que estás mal colocado
—y mal acompañado—,
despides permanente, cierras ciclo,
y dejas, a tus fieles observantes,
tan buen sabor de boca que repiten.

Un poco del Sofía, en "De museos por Madrid".

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