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domingo, 8 de mayo de 2011

4014.- BENNO BARNARD


Benno Barnard, Bélgica 1954. Poeta, Prosista y Docente. Presentó en 1981 sus primeros poemas romántico-cerebrales. Sus poemarios posteriores están escritos en un tono más austero y dan cuenta de pesimismo histórico. Después de Liefdeswoede (Furia de amor, 1993), una reelaboración de All for Love (Todo por amor), de John Dryden, Barnard escribió cuatro dramas en verso propios; Mevrouw Appelfeld (Señora Appelfeld, 2007) es su primera obra de teatro en prosa. Los textos en prosa de Barnard son una mezcla de ensayo, cuento, polémica y autobiografía, como la «autobiografía genealógica» Eeuwrest (Resto de siglo, 2001). En 2006 se publicaron las antologías Het tongbotje. Gedichten 1981-2005 (El huesillo de la lengua. Poemas 1981-2005) y Dichters van het Avondland (Poetas de Occidente), obra en la que presenta una historia del siglo XX partiendo de diez poetas europeos. Benno Barnard obtuvo varios importantes premios literarios.




EL SER HUMANO INCOMPLETO

En la mesa redonda donde ha grabado un corazón
el habla tartamuda,

bajo el cerezo, que ha vuelto a producir fruto,
entalama camisa y pantalón
del ser humano incompleto, le abanica calor
bajo un cielo inundado de pétalos por el viento,

sentado está éste en el mundo,
en este mundo y piensa
en la aparición en la espuma,

y así pensando se extiende entre la cabecera
y el pie de la cama de su América,
tiritando a merced del aire acondicionado
en su memoria.

Canto,
dice.
Y canta:

«Quienquiera que seas, pongo ahora mi mano en tu corazón,
pues tú has de ser mi verso;
susurro con mis dos labios a tu oído
que he tenido muchos amores, pero que a nadie amo como a ti.»

Y siente ya el bochorno del día, que pende todavía en la India
sobre los parias agachados, los recolectores
de este mundo –
y el mundo es redondo como una mesa,
siempre Japón se transforma en una Europa con dedos
ensangrentados de cereza, su huerto;
y éste se levanta, se sacude la noche, talla un corazón,
hereda una casa
para sentarse a la mesa con alguien en algún sitio.


Benno Barnard (título original: De onvolledige mens)
© Traducción española: Diego J. Puls 2005
(con ocasión de una velada poético-musical celebrada
en la Fundación Carlos de Amberes, Madrid, 2005)







PESCADOR, 50 a. de J.C.

¿Qué otra cosa hacía yo junto al río
que tender garlitos, escuchar viejas
historias ensangrentadas y penetrar
en ella a los gruñidos, fabricando
un hijo dorado para mi posteridad?

Pues nada, eso fue otrora.
Pero es en esta orilla donde aconteció
que a la luz de la luna, reparando
redes, dirigiéndome a aquella boscosa
oscuridad, mascullé una cosa portentosa,

una cosa que no alcanzaba a comprender –
sobre un avetoro por ejemplo, y no sobre héroes.
¿Qué era? ¿De dónde venía? ¿Y por qué
buscaba mi boca, la boca de un hombre
en una simple barca

en el Escalda?
Escuché a nuestros exegetas, pero ignorando
si sabrían explicar de veras la tierra cenagosa.
Nunca pensé que acabaríamos construyendo
catedrales y eso.

Entiéndame mal, no hay problema.
En un recodo de aquel gran río
tuve la oportunidad de fabricar un hijo
y de enseñarle a reparar mis redes
a la luz humeante del sol matinal.



Benno Barnard (título original: Visser, 50 v.Chr.)
© Traducción española: Diego J. Puls 2005
(con ocasión de una velada poético-musical celebrada
en la Fundación Carlos de Amberes, Madrid, 2005)







MUSEO DEL ESCRITOR, AMBERES

¿Qué tenemos aquí?

Ningún resto de espada trágica,
ni madre enmudecedora con
hijo, ni conchas de mejillones
no perecederos.

Memoria sí, naturalmente:
busto, foto, caja de zapatos,
éstos incluidos, en su caso.
Pero ¿cómo guardar extralibros

(sin hablar de obiter dicta,
las incontables y ubicuas meadas
borrachas bajo las estrellas)
sus locuras, sus amores, sus ahíncos?

No, ninguna hebilla celta,
cerda de una difunta mujer,
concepto que consume al cielo.
¡Y menos, moda!

Todo lo que aquí tenemos
son trastos especiales – a lo sumo
los huesos de lengua de unos muertos
que de un modo más o menos melodioso

despotricaron contra el tiempo.

Benno Barnard (título original: Schrijversmuseum, Antwerpen)
© Traducción española: Diego J. Puls 2005
(con ocasión de una velada poético-musical celebrada
en la Fundación Carlos de Amberes, Madrid, 2005)





CERVANTES

Déjame, Don, que te cante un verso. Estamos
en el 2005, o sea, que olvida los herrajes:
un señor viste de paño cual burgués
y por sus bolsillos viajan monedas con tu efigie.

Ningún gañán tiene los rústicos modales
que ayudaron a Sancho a lamer el poder.
Todo es mejor de un modo equivocado:
Él y los suyos divierten hoy a la televisión.

Y dónde está esa Dulcinea, ya sabes las mujeres:
ella se abre al perjurio, a las rosas, a un texto podrido
o clava a Europa en el espeto de su estaca.
Más vale una bolsa bien irrigada que metáforas.

Yo mismo trato aún de responder en yambos,
intento extraer del fango de mi modernismo
alguna forma, Miguel, fabricar un pastel
para arrojárselo a la cara a Dios a carcajadas,
por estar haciendo aspavientos en mi memoria.

Colgada del brazo llevo a una mujer que encarna
los nuevos tiempos de toda mi bicéfala prole
y mi alma se embaraza de una pesadez pedánea
o tal vez de una mediana especie de clemencia
que hace que lea con más tranquilidad mis fechas.



Benno Barnard (extraído de «don quichot hier & nu –
un quijote contemporáneo 6 + 6», Fundación
Carlos de Amberes, Madrid, 2005)
© Traducción española: Diego J. Puls 2005


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