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viernes, 18 de marzo de 2011

3646.- KATY PARRA CARRILLO


Katy Parra Carrillo (Totana, Murcia- 1964) es una escritora autodidacta y empresaria, cofundadora de los grupos literarios Espartaria y Jitanjáfora, coordinadora de talleres de poesía en diferentes centros de la región de Murcia y colaboradora en prensa, radio y en diversas antologías de ámbito regional y nacional. Ha publicado los libros “Acordes en Soledad” (Murcia 1997), “Síntomas de Olvido” (Madrid 2000), “Espejos para huir hacia otra orilla” (Toledo 2004), “Coma Idílico” (pendiente de publicación por Editorial Hiperión).

Parra Carrillo ha conseguido el primer accésit del Premio Nacional de Poesía “Ciudad de Jumilla” (2000), el XXVIII Premio Nacional de Poesía Rodrigo de Cota “Ciudad de Toledo” (2003), el Premio Internacional de Poesía “Miguel Hernández” de la Comunidad Valenciana (2008) y el Premio de Poesía “Villa de Salobre” (2008).




DE Por si los pájaros (Visor, 2008)



DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS

Lo supe desde niña.
Odiaba aquellas trenzas
y aquel vestido rosa.
Me resultaba inútil y aburrido
guardar la compostura,
parecer de cristal
y cumplir esas normas
tan propias de mi sexo.

Algunas madrugadas
trepaba hasta la copa de los árboles
y hablaba con mis gatos
de lo que guapa que era Marisol.
Me gustaba mirar aquellas piernas
e imaginar, debajo de su falda,
un mundo diferente.






MARÍA

Se llamaba María.
Era como una lluvia
levísima de otoño,
con los ojos muy dulces,
del color de los bosques
en los cuentos de hadas.

Era como una luz
trasnochada y cumplida,
como la infatigable
sustancia de un domingo.

La soñé tantas noches
que acabé por creer
que mi vida era un sueño.







ABRIL

Recuerdo que era abril,
que la tarde, lentísima,
se enredó a tus palabras
antes de pronunciar
mi nombre, desasido de la música.
Lentamente, mis ojos,
recorrieron tu escote
sin reparar en gastos.

En abril como un grito
en mitad de la nada,
como una bendición
de saliva y jazmines,
abril, como tus manos,
presintiendo la luz del milagro inminente.







VERSIÓN DEFINITIVA

Nuestra historia de amor estaba escrita
y lista para ser ejecutada.
Tú encontraste una excusa
para dejar tu voz
en el interlineado de estos versos,
yo tan sólo busqué el sabor agridulce
de aquellos labios íntimos
que besé hasta olvidar
con que palabra empieza la derrota.




***




Exit

En noches como ésta
los balances no ayudan demasiado.
Los recuerdos te escupen a la cara
y desde algún lugar del corazón
te arrojan trapos sucios.

No grites. A estas horas
no ha de escucharte nadie.

Sería preferible
que a golpes de martillo
desclavaras tu culpa de las cosas que amas.
No busques una excusa para retroceder
ni pongas esa cara de perro apaleado.
La noche te ha elegido y eso es todo.
Sabes que no hay salida de emergencias.






Preludio mortal

A Juan Ramón Barat


La música de Albéniz
sonaba en la trastienda de tu alcoba.
Apenas me miraste.
Me vendiste el amor
sin preguntar mi nombre,
sin desnudarme el alma,
sin devolverme el cambio.

La calle estaba helada,
oscuramente ajena a mi presencia.
Un perro moribundo
aulló y siguió mis pasos
sin preguntar tampoco
hacia qué extraño infierno caminábamos.







Coma idílico

No maldigas el tiempo que perdiste
conquistando mi alma
y otras cosas.
¿Aún deseas que te diga
lo que quieres oír?
Sírveme otra cerveza,
arráncame la ropa con los dientes
y destroza a pedradas
el castillo de arena y cicatrices
que a diario restauras
en alguna bahía de mi olvido.






El homenaje

Quién te lo iba a decir.
Después de tanto mérito,
de tanta erudición,
y tanto público…
no ha quedado laurel
para premiar tu esfuerzo
ni para celebrar tu aniversario.

La vida es una puta caprichosa.
Primero te convida a sus habitaciones,
después, sin previo aviso, se desdice
y te deja plantado,
con el alma en un puño
como un triste payaso sin oficio
y con los pantalones por el suelo.

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