NIKOLA RICHTER
Nació en 1976 en Bremen, y vive hace diez años en Berlín, donde trabaja como redactora para medios gráficos y de internet. Escribe, principalmente, poesía (roaming, Lyrikedition, 2000, 2004 ) y cuentos (Schluss machen auf einer Insel. Storys, Berlin Verlag 2007; Die Lebenspraktikanten. Ein Doku-Roman, Fischer , 2006).
Su último trabajo es la pieza radiofónica Mitternachtshopping (deutschlandradio/SWR), que narra la infancia de dos niños de la generación conocida como los “niños del cambio”, nacidos en 1989 y 1990 en Alemania del Este, luego de la caída del muro.
Sus poemas han aparecido en diversas antologías y revistas (Edit, Neue Rundschau, Shampoo Poetry). Mantiene el blog “The International” y es la organizadora del ciclo de lecturas “Hinterzimmer-Salon” en el que se presentan poetas extranjeros radicados en Berlin. Algunos poemas suyos en español aparecieron el Diario de Poesía y en Devolver el fuego. Siete poetas de Berlin (Vox, 2006).
sondeo
soy una linaje en extinción y vivo en un container.
es transitorio, dicen los astrónomos, ya llegará,
sin embargo, todo cruje a mi alrededor, el calor sacude todas
las paredes, debería escupir fuego como melodías gitanas de ravel,
empujar la muerte hacia algún lugar útil –esto, dicho desde
un plano puramente horóscopico –porque las síncopas
empujan la pierna hacia delante y el corazón hacia atrás,
donde permanece en las teclas negras. deberíamos enviar
velas al cielo otra vez y hacer nosotros mismos estrellas.
entonces, apagamos el gps y decimos calma,
calma: tengamos calma, porque, claro, ustedes saben, lo bueno es
que todavía, en el mundo, existen lugares sin descubrir.
tu amor es todo
no todo puede ser reanimado
como un hámster muerto, que uno pone sobre la estufa
para que se deshiele y así aguante unos tres días más.
tengo dolores benignos y me acuesto sobre la alfombra,
que hoy cumple años, porque mi bisabuela la compró
hace un siglo para poder dejar algo de herencia. así,
la muerte nunca se ausenta. ¿conocés al monje budista
que colgaba la muerte en la pared en forma de caracteres?
a mi novio le gusta más ocuparse del papel que de mí,
me toma como a un panfleto y lee el título en voz alta:
¿qué visión necesita europa? yo le digo que no soy una fundación
comprometida con ciertos temas. lo que a mí
me interesa es el amor, el pulso acelerado y a veces
también las repeticiones. eso es todo.
saltitos
que no puede bailar conmigo ahora, dice uno, y yo digo
ese no es mi problema, porque yo busco a mi novio en la
parada, lloramos como saludo y meamos
entre los autos de la calle lateral. y cuando uno dice,
que esto, de nuevo, no es un poema, yo no contesto, pero, cuidado
porque aquí está la vida, aquí acabo de hablar por teléfono, cuando uno
bajó las escaleras corriendo y quería besarme, yo lo espanté
porque otro me apretaba fuerte y otros, por su parte, me decían
que los buscara. en el mundo hay lugar para todos, decían también
algunos y otros querían ir a nadar (estas son las citas
desinhibidas). tengo un sobrino que ya puede decir fideos
y yo, con trabajo nuevo, no puedo decir lo que quiero.
Adornos alemanes
La otra vida
un hombre que en invierno compra una planta
que florecerá en primavera, es por suerte
uno distinto del que le dice a la florista: busco algo
con mucha luz. Y los ojos de ella hacen un travelling
por todas las flores de la tienda y los ojos de él
hacen un travelling por todas las flores de la tienda
hasta que él dice orquídea. Cada pregunta correcta
tiene su respuesta correcta. También Confucio
la sabía, cuando dijo armonía y belleza
en este gran parque talentoso.
Traducción de Cecilia Pavón.
fuera de juego
para eso se necesitan chicas
que tejan las bufandas,
que pintan los logos.
y cuando termina el primer tiempo,
y empieza el segundo,
esta lógica cotidiana completamente normal
en un deporte de pueblo, completamente normal,
las chicas contienen la respiración
y no se animan a preguntar
si están o no fuera de juego.
Versión de Cecilia Pavón
que tejan las bufandas,
que pintan los logos.
y cuando termina el primer tiempo,
y empieza el segundo,
esta lógica cotidiana completamente normal
en un deporte de pueblo, completamente normal,
las chicas contienen la respiración
y no se animan a preguntar
si están o no fuera de juego.
Versión de Cecilia Pavón
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