Es profesor de Lengua y literatura coreana en la Universidad de Seúl. Con una obra breve pero de extraordinaria intensidad, O Saeh-young ha podido crear un universo donde la angustia existencial y un íntimo lirismo se abrazan armoniosamente. Se observa en su creación una creciente expansión e intensificación de sus percepciones vitales, acentuadas en sus últimos libros por su acercamiento al budismo. Ver en español Sueños del barranco (Edit. Verbum, 2003).
Del poemario
Diez mil vidas
(Edit. Verbum, 2004)
LA ESPERA
Té fino hecho en la primavera pasada con hojitas tiernas,
al fin lo abro en este atardecer de largo y declinante otoño.
Y me pregunto: Para qué lo habré guardado con tanto cuidado
sabiendo que nadie vendría por más que espere?
En el jardín trasero los frutos silvestres ya maduraron
y los faisanes los picotean.
Como un pajarito que toma un sorbo de agua y mira al cielo,
estoy aquí, solo, tomando el té en este día de prolongado otoño.
En esta cabaña adonde nadie vendrá por más que espere
estoy tomando el té acompañado por la montaña que se alza frente a mí.
Las hojitas mojadas por el rocío de la primavera pasada
desprenden su perfume
más fresco por el aire de las primeras heladas.
CANCIÓN DEL MANANTIAL
Debajo de la roca veo un manantial
donde no deja de fluir al agua día y noche.
Qué sabrosa es el agua fresca,
el agua que acentúa el verde del pino verde.
Debajo de la roca veo un manantial
donde se refleja el cielo día y noche.
Al tomar el agua de una calabaza
más altas se ven avanzar las blancas nubes.
Debajo de la roca veo un manantial
donde se refleja el rostro de mi amada.
En el reflejo de la luna en el agua de la calabaza
veo a mi amor que se marchó con el sueño.
HÁBITO BUDISTA TEÑIDO DE GRIS
No hay tristeza.
No hay alegría.
Sentado solo en el tablado bajo el sol,
como soñando mira la lejana montaña,
la delgada capa de algodón sobre el hombro huesudo.
Los árboles del patio frontal se deshojan
y la estatua de buda del patio trasero se resquebraja.
Sentada rectamente en el tallo del cosmos
una libélula se petrifica en la blancura;
aletea
el cuerpo completamente
vacío.
UN CAMINO
Un pequeño templo budista
donde el camino se pierde en la oscuridad.
Por un resquicio donde se escapa
el brillo de las luciérnagas
se escucha leer toda la noche
a una monja de cejas azules.
Se mueve agitadamente una hoja seca
en una rama vacía,
sentado en la última hoja iluminada por las estrellas
de nuevo se escucha leer durante toda la noche
a un saltamontes de buenos oídos.
Calmando la sed
con el frío rocío del cielo lejano.
OH SAE-YOUNG: trad. Kim Changmin; revisión: Pedro Shimose y José Catalán.
http://www.ibioculus.com/
a una monja de cejas azules.
Se mueve agitadamente una hoja seca
en una rama vacía,
sentado en la última hoja iluminada por las estrellas
de nuevo se escucha leer durante toda la noche
a un saltamontes de buenos oídos.
Calmando la sed
con el frío rocío del cielo lejano.
OH SAE-YOUNG: trad. Kim Changmin; revisión: Pedro Shimose y José Catalán.
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