Alberto Blanco es un poeta mexicano, nacido el 18 de febrero de 1951 en la Ciudad de Mexico.
Alberto Blanco pasó en la Ciudad de México su infancia y adolescencia, y cursó estudios universitarios de química en la Universidad Iberoamericana, donde se graduó con mención honorífica, y de filosofía en la Universidad Nacional Autónoma de México. Después, por dos años, cursó estudios de maestría en Estudios Orientales, en el área de China, en El Colegio de México. Su primera publicación en una revista data de 1970. Fue coeditor y diseñador de la revista de poesía El Zaguán (1975-1977), y becario del Centro Mexicano de Escritores (1977), del Instituto Nacional de Bellas Artes (1980) y del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (1990). En 1991 recibió una beca Fulbright, para hacer una residencia en la Universidad de California, Irvine; y en 1992 una beca de la Fundación Rockefeller. Ingresó en 1994 al Sistema Nacional de Creadores, del cual también ha sido jurado. En 2005 obtuvo su reingreso al Sistema Nacional de Creadores.
Ha sido invitado a participar en muchos de los más importantes festivales de poesía del mundo, y ha ofrecido múltiples cursos, talleres, lecturas y conferencias en muchas ciudades de México y del extranjero. Ha ofrecido lecturas y conferencias en más de veinte universidades de Estados Unidos, así como en Francia, Canadá, Alemania, España, Italia, Colombia, Irlanda, El Salvador, Chile, Bélgica y Suecia.
Obra
Su producción literaria es muy variada y abundante, y abarca tres géneros: en primer lugar la poesía, seguida del ensayo y luego del trabajo de traducción. Hasta la fecha ha publicado veintiséis libros de poesía en México y algunos más fuera del país; diez libros y cuadernos con sus traducciones del trabajo de otros poetas y doce libros de cuentos y poemas para niños, varios de los cuales han sido ilustrados por su esposa Patricia Revah. Su trabajo ha sido traducido a una docena de idiomas: inglés, francés, alemán, portugués, italiano, holandés, sueco, danés, húngaro, japonés, rumano, búlgaro y ruso.
Tiene más de 50 libros publicados, y más de 20 traducidos, antologados o ilustrados, así como unas 700 publicaciones en revistas, catálogos, periódicos y suplementos literarios. Se han publicado algo más de 150 ensayos, reseñas y notas sobre su trabajo tanto en México como en otros países, y más de 50 entrevistas. Sus poemas se encuentran incluidos en 70 antologías, han sido estudiados en varias tesis de maestría y doctorado y aparecen incluidos en una docena de diccionarios y libros de texto. En total tiene más de 1200 publicaciones.
Poesía
Existen cuatro antologías de sus poemas: Amanecer de los sentidos, publicada por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes en México en 1993; Dawn of the Senses, una antología bilingüe que involucra a una docena de traductores publicada por City Lights, en San Francisco, en 1995; De vierkantswortel van de hemel, Gedichten, traducido al holandés por Bart Vonck, y publicado por Wagner & Van Santen en Holanda, 2002; y A Cage of Transparent Words, editada por Paul B. Roth, traducida por ocho traductores y publicada por The Bitter Oleander Press de Nueva York.
Por su parte, el Fondo de Cultura Económica publicó en 1998 en su serie mayor de Letras Mexicanas bajo el título de El corazón del instante, una primera reunión de doce libros de poesía que abarca 25 años (1968-1993) de escritura; y en 2005 una segunda reunión de otros doce libros de poesía en Por la misma colección y bajo el título de La hora y la neblina.
Su libro de poesía más reciente, publicado en los Cuadernos de Pauta que dirige Mario Lavista, se titula: Música de cámara instantánea, y está compuesto por cincuenta y dos poemas dedicados a otros tantos compositores de música contemporánea.
La poesía de Alberto Blanco ha sido ampliamente comentada y discutida, tanto en México como fuera del país, y son múltiples los reconocimientos que ha merecido su obra. Un ejemplo de la apreciación crítica de su trabajo es lo que escribe el poeta José Emilio Pacheco en la introducción de "Dawn of the Senses", donde a la letra dice,“(Blanco) es un persona para quien, come decía Henry James, nada se pierde: todo desemboca en sus palabras, se vuelve un afluente para el caudal de su poesía. Sus estubios de química, su actividad de artista plástico y músico de jazz, su conocimiento de la literature china y el budismo zen le dan a sus poemas un tono y una perspective que nunca antes se vieron juntos en otro poeta mexicano.” Además, el escritor y poeta colombiano Álvaro Mutis, en la introducción de “Amanecer de los sentidos,” escribe que, “El minucioso y amoroso catálogo de instantes, animales, plantas, seres, soles y nocturnas revelaciones que nos presenta esta poesía constituye, a mi modo de sentir, un oráculo terrible y un último grito de esperanza. Para decirlo de manera más simple y directa, una oración.”
Publicaciones
Libros de poesía publicados en México
Giros de faros, Colección Letras Mexicanas, Fondo de Cultura Económica, México, 1979.
Segunda edición, Fondo de Cultura Económica, México, 1985.
La Centena, Colección de poesía que contiene la más reciente edición de "Giros de faros", Verdehalago y CONACULTA, México, 2003.
El largo camino hacia Ti, Cuadernos de Poesía, UNAM, México, 1980.
Antes De Nacer, Libros del Salmón, Editorial Penélope, México, 1983.
Tras el rayo, Cuarto Menguante Editores, Guadalajara, 1985.
Cromos, Colección Tezontle, Fondo de Cultura Económica en coedición con el INBA y la SEP, México, 1987.
Canto a la sombra de los animales, en colaboración con el pintor Francisco Toledo, Galería López Quiroga, México, 1988.
El libro de los pájaros, Ediciones Toledo, México, 1990.
Materia prima, El Ala del Tigre, UNAM, México, 1992.
Cuenta de los guías, Ediciones Era, México, 1992.
Amanecer de los sentidos, Antología personal precedida por una presentación de Alvaro Mutis, Lecturas Mexicanas, Tercera Serie, Num. 79, CONACULTA, México, 1993.
El corazón del instante, reunión de doce libros de poesía:
Giros de faros
La parábola de Cromos
Paisajes en el oído
El libro de los animales (incluye Canto a la sombra de los animales y El libro de los pájaros).
Tras el rayo
Materia prima
Este silencio
Trébol inverso
El corazón del instante
La raíz cuadrada del cielo
Antes De Nacer, Colección Letras Mexicanas, Fondo de Cultura Económica, México, 1998.
Este silencio, libro de 68 haikus y 4 tankas, con ilustraciones de Xavier Sagarra, Editorial Verdehalago, México, 1998.
Más de este silencio, libro de 40 haikus, con ilustraciones de Susana Sierra, Ediciones del Ermitaño, México, 2001.
El libro de las piedras, Práctica Mortal, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, México, 2003.
Medio cielo, ilustraciones de Felipe Morales, Artes de México y Librería Grañén Porrúa, México, 2004.
La hora y la neblina, Colección Letras Mexicanas, Fondo de Cultura Económica, México, 2005,
segunda reunión de doce libros de poesía:
Pequeñas historias de misterio
Poemas vistos y antipaisajes
Poemas traídos del sueño
Paisajes en el oído
Romances de ultramar
Medio cielo
El libro de las piedras
Relámpagos paralelos
El libro de los animales
La hora y la neblina
Álbum de estampas
Tiempo extra
Música de cámara instantánea, 52 poemas dedicados a compositores de música contemporánea, Cuadernos de Pauta, CONACULTA, México, 2005.
Libros de poesía publicados en el extranjero
Dawn of the Senses, Selected Poems of Alberto Blanco, antología bilingüe que recoge poemas de seis libros publicados en México así como algunos poemas inéditos, editada por Juvenal Acosta y traducida al inglés por W. S. Merwin, Edith Grossman, Eliot Weinberger, Julian Palley, Mark Schafer, John Oliver Simon, Robert L. Jones, Jennifer Clement, James Nolan, Joanne Saltz, Joseph Pitkin y Reginald Gibbons, City Lights Books, Pocket Poet Series No. 52, San Francisco, 1995.
El origen y la huella/The Origin and the Trace, un homenaje a Jorge Cuesta, imágenes de Alberto Dilger, traducción al inglés de Julian Palley, (circa), San Diego, 2000.
De vierkantswortel van de hemel, Gedichten, traducción al holandés de Bart Vonck, Wagner & Van Santen, Holanda, 2002.
Pequeñas historias de misterio, ilustradas por Luis Mayo, Galería Estampa, Madrid, 2002.
A la lumière de la nuit / A la luz de la noche, con collages del autor, traducción al francés de Danièle Bonnefois, Manière Noire Editeur, Vernon, Francia, 2005.
A Cage of Transparent Words, a selection of poems by Alberto Blanco, antología bilingüe que recoge poemas de nueve libros publicados en México, editada por Paul B. Roth y traducida al inglés por Judith Infante, Joan Lindgren, Elise Miller, Edgardo Moctezuma, Gustavo V. Segade, Anthony Seidman, John Oliver Simon y Kathleen Snodgrass, The Bitter Oleander Press, New York, 2007.
Feu nouveau / Fuego nuevo, antología poética de Alberto Blanco, traducción al francés de Stéphane Chaumet, L'Oreille du Loup, París, 2009
Plaquettes
Pequeñas historias de misterio ilustradas, en colaboración con el ilustrador Felipe Dávalos, Editorial La Máquina de Escribir, México, 1978.
Triángulo amoroso, Colección Margen de Poesía, Casa del Tiempo de la UAM, México, 1992.
El origen y la huella/The Origin and the Trace, traducción de Julian Palley, (circa), San Diego, 2000.
Stele, traducción al sueco de Lasse Söderberg, Lilla torg, Malmo, Suecia, 2005.
El libro de las plantas.
El liquidambar
A veces, cuando los pájaros cantan
con gran arte, lo mismo en las altas notas
que en los largos silencios
entre las ramas del liquidámbar
Y un perro ladra a la distancia
en respuesta a otros perros
todavía más distantes
aquieto mi respiración y escucho
Mi mundo da la vuelta y se hace uno
como fue, es, y ha sido siempre
por miles y miles de años: el pájaro
el árbol, el perro, el viento… mis hermanos
Y mi alma se convierte entonces en un mirlo
un liquidámbar, un labrador, un viento del sur
que regresa a casa para hacer una pregunta
que yo no puedo todavía contestar
La jacaranda
Detrás de las ventanas
hay una jacaranda en una esquina:
las batallas en su tronco
son más del sueño que de la vigilia
Con viento o sin viento contrario
una sola cosa es cierta:
en ese jardín cerrado le di jaque
a los sueños de mi infancia
Con una piedra en la mano izquierda
lista para lo que pudiera ofrecerse
y con la mano derecha libre
para mover las piezas
El tercer ejército fue siempre el mío:
un reloj, un silencio y una nube
entre los cuerpos dispersos
de las flores caídas
Los colorines
Estandartes
los troncos
desnudos
de los colorines
Evocan
en el invierno
una batalla
en el desierto
En las puntas
de sus ramas
late sangre
de otra era
Vainas
venenosas
al filo de
la eternidad
El encino
El encino nos recibe
con parsimonia
en su jardín de piedras
y corrientes de aire
No hay nada en el encino
que nos haga pensar
en el harem de aromas
de las rosas
Ni en las hijas más blancas
de la camelia o la magnolia
ni en la evanescente
belleza del jazmín
El encino es un anciano
que de aquella belleza
sólo recuerda la amargura
de las bellotas
DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS
Señoras, señores:
antes de comenzar esta lectura
quiero confesar aquí -del modo más natural-
un par de cosas de mucha o poca monta (según se vea)
y, muy probablemente, sin importancia alguna.
La primera de ellas es que yo soy un químico.
No quiero decir con esto que es todo lo que soy,
pero sí que mi formación es de científico
y que -por lo tanto- entre nosotros
no será difícil estar de acuerdo en que 1+1=2.
Claro está que si alguno de ustedes
piensa que 1+1=3, yo estoy de acuerdo.
O si alguno de ustedes va más lejos
y piensa que 1+1=3.1416… también.
Todavía más: si alguno muy osado
piensa que 1+1=0, también lo suscribo.
Aunque debo confesar
-y esta es la segunda cosa que yo quería confesar-
que siento una fuerte inclinación a creer que 1+1=1.
Pero cada científico tiene las ecuaciones que se merece
(o las ecuaciones que se le parecen) y no pienso
hacer de esta fórmula una proposición universal.
PRIMERA LECCIÓN DE GEOMETRÍA
En el principio era el uno.
Más cerca del punto de la escritura maya
que de la raya vertical de nuestro sistema de notación.
El uno no era una cantidad;
era la pura calidad del Todo indivisible.
Y fue a partir del gran uno
que -en un momento dado- brotaron todos los números.
Primero nació el dos
y con él -de inmediato- el tres.
Luego, en vertiginosa sucesión,
surgieron todos los demás números.
Antes del uno no había más que el uno.
No el cero del vacío inexistente.
Ni el cero de la nada absurda.
El uno nada más.
EL MUNDO FLOTANTE DEL GRILLO
Con los ojos bien abiertos al enigma
vemos que las formas no son nuestras
No es nuestro el espacio ni el tiempo
ni son nuestros los frutos que se encienden
en las ramas curvadas o enhiestas
No es nuestra la transparencia del deseo
ni las alas del grillo ni su canto
ni siquiera el vuelo de las hojas secas
Si acaso hay algo nuestro ¡Es un misterio!
La pasión del canto con el azoro a cuestas
Antes De Nacer (fragmentos)
E
antes de nacer reconocemos verdaderamente nuestra vida
de nuevo Adán como ese niño del aire que sólo vino a dar
nombres de luz al claro mundo de la segunda concepción
de materia densa recién coronada es la forma que ha de ser
nutrida por el poder de una idea por la raíz de la acción
ala de cada vida en medio humano doble sol del que vela
en el largo camino desde los ínfimos detalles anunciados
desde ese perdón que no encuentra el momento de darse
hasta las gracias que generosamente comunican su silencio
N
series no finitas éste es un templo en medio de la tierra
la materia prima catedrales cristalizadas en el invierno
vamos a despertar antes de que el nacimiento nos restituya
por las cuatro moradas finalmente vertidas en una esfera
los hilos de colores conforman el blanco floración terrena
la sal de la tierra teñida con los licores de la celebración
con gran voluntad desfilan los animados por la cuadrícula
para ser de lejos en las auténticas llanuras del augurio
la ecuación social resuelta en polvo el día del examen
O
vitral en llamas por este camino o este viajero encenizado
o permutaciones que ascienden al ritmo de un humo otoñal
laberintos ardidos en su propia duración y en su belleza
talleres donde los maestros hacen tiempo al día del hombre
con chimeneas de cartón y puertas gemelas en estas ciudades
hay un tendido de máscaras que se prenden al rostro preciso
por las antorchas corbatas de humo que buscan en el espejo
en los cromóforos los luchadores incandescentes en la vela
y los automatismos acuerdo de los adioses y de los nombres
S
hidrógeno genial palmeras de vapor en el mar extendido
molécula maestra polaridad de las soluciones que pintan
la tinta paralela que corre con el consentimiento nuclear
de toda experimentación incomprobable alma de caballo
alegoría del rostro que cambia de forma al fondo del agua
al escribir las cartas de su corazón visor en el musgo austral
surte efecto la estrella de hielo en la palma de la mano
ámbar potable visiones de una vida que retorna al huevo
sonantes dádivas nacidas en los otros libros de pinturas
El Fin De Las Etiquetas
La mosca se levanta de la mesa
y domina los cuartos desde el techo,
atraviesa puntualmente el pasillo
que comunica al mar con el espejo.
Penetrante en la luz es su zumbido
una burbuja más dentro del agua…
navegando descubre entre los botes
el borde iluminado del mantel.
El fondo es sucio, lo que mira claro:
esta vida que flota vacilante
con aire de papel, blanco de luz,
nada recuerda ya de las palabras.
El Cuervo
Sé que es diciembre en alguna parte
y que saltan los astros
en las copas blandas
de los abetos recién nevados.
Sé que hay una especie de cuervo
que llega a encender su propia mecha
y extiende lentas alas de humo
a lo largo del cielo.
Una tenue luz -mientras tanto-
atraviesa las cortinas
y dora el lomo cansado de mis libros.
Se alcanzan a distinguir entre las letras
los cristales de un invernadero.
El corazón calienta este paisaje
que se escucha entre ráfagas de viento?
el clima frío y cerezas encendidas
en la mirada atenta del cuervo.
Fluye la música de las alturas
entre los copos de nieve.
El día y la noche
en la quietud sin tiempo
colman esta aspiración inmensa
de ser el sol y la luna en un mismo pecho.
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