Obras:
El tiempo se volvió poema (Cafastía, 1974)
Camino de los sueños (Instituto Tolimense de Cultura, 1981)
José Donoso: El laberinto de la identidad (Universidad Javeriana, 1982)
La novela colombiana ante la crítica, 1975-1990. (1994)
Con la vida (Universidad Javeriana, Bogotá, 1997)
Poemas (Coautoría con Óscar Torres Duque, edición bilingüe. Seattle: Universidad de Washington, 1998)
Fin de siglo, narrativa colombiana (CEJA, Universidad del Valle, 1995)
Narrativa colombiana, búsqueda de un nuevo canon (CEJA, 2000)
Ciudades escritas (2001)
Hoja por hoja (Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 2002)
Tarjeta postal (Universidad Externado de Colombia/ El Malpensante, 2003)
Poemas (Coautoría con Martha Canfield, edic. bilingüe. Florencia: Fundazione Il Fiore, Italia, 2004)
Más allá de Macondo - Tradición y rupturas literarias (Universidad Externado de Colombia, 2006)
Diario vivir (Colecciones Entrecasa, 2007).
No llega un pájaro
Soy pájaro:
mis vuelos
son dentro de mí.
[Humberto Ak’abal]
No canta un nuevo pájaro en el sueño
no hay más lugar para el olvido
imposible más sombra:
crujen los huesos.
No cabe una canción en este cielo negro:
no llega un gato
un pájaro que cante el triste duelo
no llega a este lugar tan frío
no llega.
No vuela un pájaro
no canta dentro de nadie:
tiemblan los huesos.
Poema frente al mar
Una gaviota otea vigilante:
huella y desierto
árbol caído
mar.
Olas
sol en el aire
música
campo de batalla el océano.
Espera
y el tiempo suspendido en la playa
es centro del mundo:
el día comienza sobre el agua.
Silencio de los árboles
Dicen que en el silencio
están la nada y la armonía
pero no oyen el corazón
el eco de la voz
la sangre que corre por las venas
los huesos cuando crujen
los párpados que temblorosos se abren.
Escucha la respiración
su paso lento
el agua entre la boca y la garganta
el centro de tu pecho
el cuerpo y su materia
el árbol contra el viento.
Ni siquiera en la sombra está el silencio
no está en la calle vacía
ni en el paisaje ciego.
No se queda en la muerte:
algo se escucha
en el cuerpo y el hueso
bajo tierra.
No hay silencio en los árboles.
San Juan de Pasto, junio 3, 2005
Es inútil la muerte
Para qué tanta muerte
en este jardín desamparado
si el agua que nos llueve
sólo moja el asfalto
si un ángel sin alas
dice que solo queda polvo
aire en el agua
ceniza extendida
puñado de huesos en un cofre.
Para qué tanto dolor
tanto árbol cayendo hacia la tarde
si tanto por hacer
queda pendiente.
A Henry Luque Muñoz, marzo, 2005.
Mirada en silencio
Madre: tampoco yo te veo,
porque ahora te cubren las sombras congeladas
del menor tiempo y la mayor distancia
y yo no sé buscarte
acaso porque no supe aprender a perderte.
Olga Orozco
Está la foto de mi madre
que mira no sé dónde:
quizá la cámara vacía.
Está en la chimenea
y sus ojos que mil veces me vieron
que yo miré aturdida
ya no tienen palabras.
La foto
repetida en mi rostro
la mirada en silencio como ahora la mía
leño de luz
sobre la chimenea.
porque ahora te cubren las sombras congeladas
del menor tiempo y la mayor distancia
y yo no sé buscarte
acaso porque no supe aprender a perderte.
Olga Orozco
Está la foto de mi madre
que mira no sé dónde:
quizá la cámara vacía.
Está en la chimenea
y sus ojos que mil veces me vieron
que yo miré aturdida
ya no tienen palabras.
La foto
repetida en mi rostro
la mirada en silencio como ahora la mía
leño de luz
sobre la chimenea.
El ángel de la antorcha
A veces lucho
contra el silencio,
e intento reconcilio con el alba.
La antorcha
de mis deseos se agita,
tu olor a bosque salado
asalta mi desnudez.
La humedad de mi piel,
solo conoce el camino
a la gruta de tu cuerpo,
que embiste:
¡Furiosa!
¡Galopante!
¡Sollozada!
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