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miércoles, 17 de noviembre de 2010
2128.- ROSITA COPIOLI
ROSITA COPIOLI
Rosita Copioli nació en 1948 en Riccione y reside en Rimini. Entre otros libros, ha publicado: Splendida lumina solis y Furore delle rose.
UN CÁNDIDO ABISMO
En las más pequeñas plumas del más pequeño
pájaro, en lo sagrado del corazón y en su nido de
fuego, en el viaje intranquilo y allí donde
continúan floreciendo los Celestiales, allí donde el
deseo marchito evoca el pasado, fuera
de los ojos de la sombra, en el sol de la hora
diurna, más allá del paso de las estrellas,
más allá del azul de los dioses,
vive un soplo de
cándido abismo.
LEJOS VIVEN
Lejos de las huellas del destino, lejos
del giro oscuro de los años, en la gloria
de cantos a nosotros desconocidos un aliento
feliz, exigido por la voluptuosidad, os
genera sueños en una única sonrisa. ¿Cuál,
la parte que disteis al pueblo purpúreo
de los hombres, a su necesidad?
En la luz y en el aire perdidas
palabras, retazos de sueños, restos de
comidas, miserables y escasas, huesos
calcinados, rodar de dientes y vergüenza,
no últimos, la espuma en la cual
todo se resuelve, la lenta niebla
de la pérdida, el dolor de los años
de olvido.
TÚ, HIJA DEL AIRE
I
Oh tú hija del Éter — resplandeces entonces
desde los jardines de tu Padre, y me ofreces
en el vacío, en el triunfo
de las ausencias, en las leyes no otorgadas, en los ojos
vacíos de Mnemosine, cálices de luz.
II
Devuélveme esta cuenta de los años, restitúyeme,
y resplandece desde los jardines del Padre,
los actos desmesurados que habría querido
ofréceme otro corazón.
III
En las riberas de mis años, hija
del Éter segura,
tú que no cabalgas tempestades, sobre
prados radiantes en cambio ciñes coronas,
tú dame el agua no contaminada.
IV
Desde las Horas más puras, recuerda
desde los cálices de sombra, arrójame tu
rocío, viérteme tus ojos, señala
el rostro que te miró tendido, creyendo
en el azul.
V
Viérteme, hija del Éter, el jugo más
oscuro, el fluido cristalino, el humor
que rápido desciende de los picos y
se disuelve tras de ti, para anunciar
tu voz.
Selección, traducción de Carlos Vitale
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