José Antonio Mesa Toré (Málaga,España 1963) es un poeta español.
Se licenció en Filología Hispánica en la Universidad de Málaga, donde fue profesor durante siete años. Actualmente trabaja en el Centro Cultural Generación del 27. Es asesor literario de la Revista Litoral desde finales de los 80 y codirector de la colección poética La lámpara verde, así como de las revistas Puente de Plata y El maquinista de la Generación.
Es autor de los poemarios En viento y en agua huidiza, con notables influencias de Catulo; El amigo imaginario (1991), ganador del Premio Rey Juan Carlos y con el que se adscribe a la poesía de la experiencia (uso de la métrica, situaciones cotidianas), y, por último, de La primavera nórdica (1998), título tomado de Cernuda, en el que se produce cierta narratividad sobre una historia amorosa llevada a cabo en España y Suecia entre el poeta y una alumna. También publicó la antología La alegre militancia (1996).
Su obra poética se caracteriza por el delicado intimismo y el estupendo manejo del endecasílabo, destacando su uso del soneto. Su obra ha sido incluida en antologías recientes de la poesía española contemporánea como Fin de siglo, de Luis Antonio de Villena y Poesía española reciente (1980-2000), de Juan Cano Ballesta.
40 VECES 27 DE AGOSTO
La plata amontonada sobre el mármol
y la vida -no menos excesiva
y absurda- hace ya tiempo que perdieron
el brillo. ¿Cómo y cuándo devolvérselo?
¿Frotando la memoria hasta los días
azules de la infancia
o metiendo en cintura a las estrellas
para que nos sonrían, distantes, en su gloria?
No esperes esta noche que las velas
alumbren los caminos del futuro
o que en la amarillenta plata sucia
se reflejen sus luces todavía.
Mejor no esperes nada.
¿Qué deseas,
si todo está cumplido y todo vuelve
a ser más de ti mismo?
Ve si no
la fiesta preparada por sorpresa:
se repiten los cuerpos a la luna
menguante de la tarta.
Así el amor
que te regalan es adorno frío;
y estas velas
-cada agosto más sordas, más difíciles
de apagar-,
¿son acaso columnas de esperanza,
son espadas leales a un sueño;
o no serán, tal vez, tan familiares,
el retrato festivo de tus huesos?
CÍRCULO CERRADO
Esas velas impunes que se burlan
de tus sueños y dejan los deseos
incumplidos, aguándote el futuro,
han de ser más valiosas que esas otras
obedientes al frío de los labios.
Su llama insobornable, su tenaz
luminaria no miran al mañana:
esas velas rebeldes son antorchas
en las calles nevadas del recuerdo,
faros en la tormenta que conducen
al abrigo feliz de tu pasado.
Luz de todas las sombras consonantes;
luz de todos los cuerpos que en tu cuerpo
buscaron el placer o la quimera
de soñarse el esqueje de tu vida;
luz de todos los cielos resumidos
en el cielo que ves en esta tarde,
esas velas insomnes
se han quedado encendidas en el tiempo
para incendiar tus labios cuando lleguen
otra vez a la orilla alborotada
de los primeros besos.
LAS BICICLETAS
Pasaban el invierno en el desorden
de un desván y el revuelo de sus timbres
era siempre el aviso de salida
para un tiempo sin fechas, soleado.
Por entre los maizales, las veredas
estrechas cara al viento. La disputa
por no llegar el último a la fuente.
O, tras el pedaleo y los vestidos
empapados, los pechos de mis primas
sintiendo la impericia de los dedos.
La adolescencia fue los días claros
entre olores silvestres y la prisa
por saber de la vida sus secretos.
Horas de las que sólo dura el clima
de aquellas excursiones y la inercia
de pecar contra el sexto mandamiento.
(De El amigo imaginario)
FIN DE CURSO
Nos creían tus padres estudiando
en casa de un amigo hasta la madrugada,
débiles y cansados en los últimos días
del frenético curso. Inducía el verano
a las playas de moda y hubiera sido fácil
salvar sus vacaciones, pero nos dejó alguien
las llaves de aquel ático - y las sábanas limpias
encima del pupitre - donde nos olvidamos
de los libros, los lápices y la sal del verano.
(De La alegre militancia)
TI VOGLIO BENE
Me envías una escueta posta de tu viaje
con una cuantas faltas leves de ortografía
- aunque eso no importa, ya sabes mi manía
de perseguir tus líricas traiciones al lenguaje.
Hablas de la ciudad, del mediocre hospedaje
en pleno centro de Florencia y todavía
hacia el final te tiembla la azul caligrafía
cuando dices que sientes mi sombra entre el paisaje.
¿Quién puede comprenderte, mi lejana turista?
Hoy me mandas suspiros, promesas, algún beso,
y ayer mismo huías con un hasta la vista.
No temas: estaré aguardando el regreso
en el sitio fijado y a la hora prevista,
para ver como un tonto las fotos del suceso.
(De El amigo imaginario)
UN TINTERO
Otra cosa no quise
de cuantas me ofrecieron
como recuerdo suyo.
Traje a casa el tintero,
pavo real de bronce
que en una selva mustia
de libros y de estorbos
despliega la baraja de las horas.
Y le vertí en el buche
la tinta fraternal
con la que ahora escribo,
por si desde la sombra
reciben mis mejillas
- como cuando era niño-
el lacre de unos labios.
(De La primavera nórdica)
VIEJOS AMIGOS
Que se ven muy tarde en tarde, lejos
de las noches insomnes en que, cerrado el libro,
confiaban la magia de sus primeras citas,
el carmín indulgente en la casa sin padres.
Entonces desertores del desánimo
y de la misa, hoy lo son del tiempo
en que ensayaban juegos más limpios que la vida.
Una boda, un bautizo, un vuelo de campanas
en el cielo encerrado les condenan
a celebrar los mismos chistes malos de siempre,
las bravatas que afloran como acné del pasado.
Y acabado el festín, tan satisfechos
de que amistad y vino mejoren con los años,
cumplen con sus mujeres el soñoliento rito
de perpetuar la especie.
(De El amigo imaginario)
No hay comentarios:
Publicar un comentario