Carolina Escobar Sartí nació en Guatemala en 1960. Poeta, escritora, columnista de prensa, investigadora social y catedrática universitaria. Cinco libros de poesía publicados, uno más se publicará en junio de 2010, así como varias obras de investigación social y cientos de artículos de prensa. Actualmente experimenta con la narrativa. Ha sido invitada a leer poesía en México, Argentina, El Salvador, Nicaragua, Panamá, Hungría, España y Canadá, entre otros.
Poemas, artículos y ensayos suyos sobre diversos temas, han sido publicados en libros, revistas y periódicos de su país, así como de Francia, Austria, Finlandia, Estados Unidos, México, Nicaragua, Bolivia, Argentina, Alemania, Canadá y España, así como su poesía. Cuenta también con artículos y poesía publicados en sitios de Internet. Su trabajo profesional incluye varios años dedicados a la escritura, la investigación y la comunicación social, a los proyectos de desarrollo locales, nacionales y regionales, la docencia universitaria, la literatura, la cultura, los derechos humanos en general y de las mujeres en particular. En su país ha recibido varios reconocimientos de grupos literarios, de la Hemeroteca Nacional, el Seminario de Cultura Mexicana y la Embajada de México, del Movimiento de Mujeres, de Universidades, de la Secretaría de la Mujer, de la Mesa Nacional de Migraciones, de la Secretaría de la Paz, entre otros.
Como escritora ha representado a Guatemala en Festivales de Poesía como el de Granada-Nicaragua, en Encuentros de Poetas Hispanoamericanos en Hungría, en la Feria del Libro de Barcelona 2004 y la de México en 2009. Como representante de la Sociedad Civil guatemalteca, ha estado en espacios como la Asamblea de Naciones Unidas en Nueva York. A la fecha lleva más de 1200 artículos de opinión publicados en las páginas editoriales de los periódicos de su país y cuenta con el Premio UNICEF a la Comunicación 2000, entregado por el escritor mexicano Carlos Fuentes.
No somos poetas
Somos apenas amantes
suicidas con la cuerda
en la mano
caminantes de antes
usurpadores de abecedarios.
No somos poetas
somos adivinadores
de oscuras cavernas
transeúntes por azar
locos por vocación.
Somos talladores de nubes
lluvia sostenida
cuerpo que recuerda
hambre insatisfecha
confesión última
dueños de medio corazón
límite de penumbra
sangre que camina el mundo
puerto de anclaje y despedida
sólo somos tiempo
una carta interminable
que continúa escribiéndose
sin fecha de entrega.
Somos una arruga en el mediterráneo
buscando, no los seis días de la creación
sino los siete minutos
de nuestra vida compartida.
Y esto no es un poema
sino el inicio del primer minuto
(el nuestro)
porque después todo estuvo aquí
para siempre.
El credo levantado,
el caos, el misterio,
el asombro y el verbo.
La santísima palabra
en el universo
de la salamandra.
El fuego robado
porque el paraíso
también es nuestro.
Fundamos la memoria
de la luz y el perfil de la montaña
probamos primero la sal
en el océano de nuestros ojos
y nos supimos robustos árboles
no ramas quebradizas.
Aullamos a la luna
reclamando al sol su eclipse
e hicimos el amor
en los siete mares.
Sea la luz
y fue la luz.
Todo somos
menos poetas.
No somos poetas (2006)
Somos apenas amantes
que levantan templos
sin altares en otro cuerpo,
oblicuas caricias
en línea de agua.
Somos atrio sin bordes.
Amantes condenados
por los siglos de los siglos
a renegar del miedo,
de la muerte y
de la soledad.
(Antes de ti
yo era animal
ahora soy lenguaje).
Somos apenas amantes.
Distancias agotadas
en el mínimo territorio
de la redención (por mi culpa
por mi culpa
por mi gran culpa).
Escritores de epitafios
en las paredes de la historia.
Despertamos al pez, al mono
y al dinosaurio
y tatuamos sus nombres
en nuestro cuerpo epistolar.
Somos exilios justos
de planas cartografías
que encuentran agua
en sus montañas.
No poetas
apenas amantes.
No somos poetas (2006)
Suicidas con la cuerda en la mano
Es propicio cruzar las grandes aguas.
I Ching
Nos acercamos a la muerte
con vocación de agonía.
Lo mismo que al amor.
A él acudimos
como reducto de inmortalidad
para espantar la anticipación
al vacío.
Amor penitente
el de la poesía
que vive para invocar
a la muerte.
En el breve instante
existimos para siempre
transitamos, nos atrevemos
desheredamos la mentira.
Lo pequeño se hace grande.
¿Quién siendo poeta no sabe
que la cuerda que ahorca
es la misma que se convierte
en signo?
No somos poetas (2006)
Usurpadores de abecedarios
Ladrones de epitafios
escaladores de la Torre de Babel
todo ha sido dicho
y nos creemos poetas.
Simples usurpadores
de abecedarios
lo hemos prestado todo.
(En el principio fue el Verbo.)
Soberbios dueños
de segundas verdades
recolectores de
antiguas cosechas
descifradores de veladuras
sentados a la
derecha del Padre.
Traperos de alfabetos
robamos
escalamos
usurpamos
prestamos
poseemos
recolectamos
desciframos
y nos decimos
poetas.
No somos poetas (2006)
Lluvia sostenida
Que te recuerdo, es un tema del universo,
que te amo, es mío.
Pablo
Me lluevo en tu ausencia.
Soy agua derramada
sobre sed insatisfecha
en la memoria de nuestro cuerpo.
Signo vertical
que luego fue cauce de río
(y nunca será el mismo)
entre nuestros huesos.
Lluvia sostenida soy sin ti.
Extraño que te me llovás
en las entrañas
con sed de cosecha
(y creés que nunca llorás).
Agua soy
que lame el vacío
en su madrugada,
lluvia que cae, se repliega
se empoza, inunda,
se evapora
y termina siempre
siendo mar.
No somos poetas (2006)
La santísima palabra
libre de culpa
recorre el poema
atraviesa su silencio
lo desgarra, lo sana
en busca de raíces
de lechos luminosos
de paraísos derrotados
de sombras que se extienden
sobre lienzos vacíos
(quitate el velo de los ojos)
(ponete el traje de tu bautizo)
(tratá de recordar de dónde venís)
(hacé hoy el mañana)
(colgá el teléfono)
(apartá lo que nos separa).
De No somos poetas (2006)
* * *
nahual
descifrado
por la última lechuza lacandona
animal interior
nacido conmigo
para retorcer las fibras del viento
hacer guacales en la tierra
y enmudecer al trueno.
Olfato y soledad de loba.
Cuerpo nahual hembra
que fraguó en su carne
un colibrí de miel, un ojo de venado
un plumaje turquesa en celo
animal nocturno.
Expulsada del paraíso
por acamar la mies
por arrebatarle el lado oscuro a
la colmena
por tenderse dichosa
sobre su lomo arqueado
y despuntar
aún temblando.
graffiti mujer
media noche y
los cuerpos del orden
tras mis talones urbanos
dentro del abrigo mi cuerpo
dentro del cuerpo la pintura
mi poesía nueva
diáspora en paredes ajenas
incisión en el tiempo
signo insurrecto del aereosol
es mía la ciudad
Hoy.
“Debajo del asfalto
está la tierra”.
Mañana
lo pintarán de blanco
pero las paredes blancas
no hablan
regresaré
vengo del gueto sin sueño
de la tribu que cifra el viento
mi rúbrica está
está mi cuerpo.
(Patria mi cuerpo: Historia de una mujer desnuda, 2009)
cuerpo insomne
a las cuatro de la mañana
en agujero negro
silencioso al lado de otro cuerpo
el tuyo
arrobo mío de saberte cerca
soy robada de mí
cuerpo envuelto, quieto, despierto
vigilia en ataúd
sin moverse, sin reírse
para no interrumpir tu sueño
advirtiendo un alba
que no despunta.
Cuerpo sediento en oscuridad.
Ojos de gato en puntillas
sobre la angustia
y la incertidumbre
¿a quién le hablo?
te llamo padre muerto
para que velés por tus nietos
¿ves el cuerpo que está a mi lado?
cuidame también de mí misma
mirá que sólo sé amar de esta manera
y en la oscuridad veo
claramente quién soy.
cuerpo condenado
a vivir
la impertinente conciencia
que se cuela
en la mugre de los cuerpos olvidados
en la sangre derrotada de la guerra
en la negra muerte derramada
sobre el pez y el ave.
Todo un cuerpo
condenado soy
poeta.
Duermo con palillos en los ojos
para expiar la desesperanza
de sus niñas
estoy inquebrantablemente condenada
al sueño desvelado
soy ceguera traicionada
canto insomne
de estómagos vacíos
impertinente mirada
condenada.
puerta
quiero que querrás entrar
en mí
más que salir
ser para ti quiero
umbral luminoso
y que la luz insinúe
nuestro espacio
no el tamaño de mi puerta
entrá y desacelerá el paso
cerrá los ojos y
aprendete de memoria
el dintel de mi textura
el olor de mi madera
los pliegues de mi marco
esperá a que el viento entre
y doblegue la puerta
levantá tu ciudad en mi
puerta
ponele puentes y anchas calles
casas con claraboyas
sembrala de árboles
devolvele su océano
te me presto
alumbrala
la puerta no conoce la distancia
sino por los pasos
que te separan de ella.
* * *
Cuerpos encogidos
sujetos maquilados
a la velocidad de la luz
dichosos por la marca
de su pantalón
de su cerebro
de su sexo
cuerpos abreviados
sin letra
sin palabra
sin oración
televisión de 24 pulgadas
en la habitación minúscula
de las ideas
cuerpos encogidos
en sistema gordo
analfabetas cuerpos
deshidratados
vasos secos de hondo silencio
desplomándose
(luciérnagas amantes)
sobre otros cuerpos.
en su Día Especial
a los140 millones de mujeres mutiladas
La noche ocre ceremonial
fue del viento que cortaba
cristales cuchillos latas piedras afiladas
(hipocresía hoy cortada
en higiénicos hospitales)
el rito a la sombra de
la palabra mentirosa del padre
la segunda mentira de la madre
las vecinas le agarraron los brazos la tía y la prima le abrieron las piernas manos en tobillos - cadenas- la vulva abierta calor de pecho a frente hoja fría en botón ardor incendio en el vientre el cuchillo en la respiración ardiente filo en el labio derecho
Grito mutilado
(no hay que deshonrar a la familia)
historia de un desvanecimiento
terco ardor en el labio izquierdo una espina bordando el diminuto agujero por donde entrará el hombre
y saldrán la orina la sangre los hijos
historia de un dolor
la madre le dijo anoche
que no tomara agua
las otras mujeres hoy
que todo fue por su bien
(el afortunado esposo poseerá
de por vida una castidad tallada
en carne viva)
Somalia Egipto Omán Pakistán
Eritrea Yibuti Etiopía India Yemén
Sudán Sierra Leona Burkina Faso
Mali Indonesia Malasia Bahrein
Emiratos Árabes
territorios cicatrizados
habitado corpus de mujeres
de ojos negros mutilados
condenados
a vestir el dolor de colores encendidos.
Carta segunda
Yo soy un cuerpo
y esta una carta de amor
escrita tantos siglos calle arriba
para vos
quería contarte
que corren los tiempos del desamor
que hay humo en la conciencia
que la lengua del perro
ansía agua en cada esquina
te he pensado mucho
palabra insomne sonámbula
que no es palabra
porque no tiene un cigarro en la boca
pero se escribe
en su oscura madrugada
pegajoso cuerpo sudando alfabetos
para narrarte
que hay olvido asfaltado
y mendrugos de sangre en las venas
se secan los ríos
en fábricas que maquilan memoria
las pieles de los animales no están en su piel
y la luna ya no tiene gatos
el mundo ha cifrado su ausencia
en pantallas gigantes y represas
que sólo esperan
la grieta para desbordarse
por las agendas electrónicas
vertiginosos breviarios de la vida
lo sabemos todo
gordas enciclopedias océanicas
sin horizonte
pero apenas con un dedo
de profundidad
quien tiene la información
tiene el poder
voluntad automatizada
voy a prepararme un café
descafeinado
por favor esperame
ahora vuelvo
la carta continúa
¿dónde íbamos?
Ah sí
te decía
que lo sabemos todo
menos nuestra hondura
no sé si allá con vos pasa igual
pero acá la miseria
es cuadro mutilado
la pobreza mendiga
perturbadora
y aún cuelgan de los cuellos
los San Benitos de la inquisición
los cuerpos se vuelven edificios
cada uno quiere ser más alto
el más alto del mundo
después de las bombas
pelo, uñas, sangre, una foto
se enfrasca lo humano
se entierra
la inocencia ya no juega
hay entretenimiento de sobra
pero se está quedando sin jardín
parece que no queda nada
por inventar
salvo la vida
pero quería confesarte
que aún oigo el canto
de las aves de mayo
anunciando la lluvia
semillo mis ojos en el porvenir
me trazo
en la arqueología de la memoria
amo
me duelo
me levanto erguida
sé que estás
a la vuelta del poema
sos el otro la otra
lo que somos
dibujo el contorno de la huella
me quemo los pies en el centro
de la tierra
soy cuerpo sembrado
de astros
quería decírtelo
esta carta es para vos
el universo duerme
y encima de las tumbas nacen flores
la poesía todavía me destruye
en su peligroso silencio
nos deja solos a vos y a mí
pero creo
creo
no sé por qué
creo.
Despunta el alba.
(Patria mi cuerpo: Historia de una mujer desnuda, 2009)
* * *
Nos detuvimos
vos y yo
frente al perro moribundo
nos encontramos
dando vueltas a su alrededor
buscando aire en el cuerpo.
Tan parecido lo que se muere.
La respiración huye en silencio
lentamente por donde
algún día se coló el olor de lo nuestro
olfato de perro perdiguero
que agoniza.
Abre un ojo y se muere
el cansancio saca la lengua
y se muere
los siglos se mueren
esto se muere.
---
Anochece en las horas que mueren
anochecemos
nuestro mar descubre monstruosas criaturas
hunde barcos
hace aparecer islas.
Asistimos a nuestro naufragio.
Te vas al anochecer
por eso no duermo desde hace un siglo.
---
No pondría entre nosotros
una espada.
Nos hemos guardado
el dolor de los años
sin decirnos nada
nos hemos negado
la verdad.
Ha sido sólo el miedo
mío de la soledad
tuyo de la muerte
un mismo miedo.
En una noche
en un instante de claridad
cualquiera levantaría
la espada
y decidiría cobrarse
la vida
que nos robamos.
---
…..y aunque ya no te ame
te amaré para siempre.
Me iré por allí
escalando por las pendientes
de otras vidas
y sentiré vértigo cuando
vea el tamaño
de lo que dejamos atrás
……y aunque ya no te ame
te amaré para siempre.
Llevaré un lazo
amarrado a la cintura
para no caerme
aunque me caiga
las horas nuestras
las que se fueron
las puse ya en mi espalda
para el viaje
y empacaré alimento
para no tener toda
esta hambre de ti
……y aunque ya no te ame
te amaré para siempre.
---
Amanezco
(sin vos)
en el país que duerme.
Amanecieron antes mi abuela y mi padre
en este lugar donde
el imbécil sigue siendo
imbécil
y el ladrón, ladrón.
Mi abuela y mi padre están muertos.
Mi país también.
--------
Apenas mayo
y hay ave que promete
su canto.
Estoy de vuelta
en el inicio del mundo
como cuando la tierra era roja
y el cielo comenzaba a ser ventana.
En la mitad del mes de la buena diosa
he devuelto todas las llaves
y desconocido sus cerraduras
(mis ojos en el fondo del océano transparente
recorren asombrados la ruta de la seda
cuando las ideas viajaban en camello
y el amor no era un concepto)
hoy
sólo existe el primer canto
del ave desnuda
que se ha atrevido – suicida-
a fermentar el aire
de los siglos.
Apenas mayo
y el océano se derrama en su gota.
Todos los siglos.
Estoy de rodillas
en el umbral de fronteras porosas
y es apenas un mayo
es apenas un nido
es apenas un ave
y todas sus alas.
(Te devuelvo las llaves, 2010)
FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESÍA DE MEDELLÍN
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