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miércoles, 18 de agosto de 2010

818.- ANAHÍ LAZZARONI


Anahí Lazzaroni. Poeta argentina, nació en La Plata, en 1957. Reside desde su infancia en Ushuaia, capital de Tierra del Fuego, Argentina. Publicó: Viernes de Acrílico (1977), Liberen a la libélula (1980), Dibujos (Ediciones Revista Aldea, 1988), En esta ciudad se escribirá una novela (prosa, Ediciones Revista Aldea, 1989), El poema se va sin saludarnos (Ediciones Último Reino, 1994), Bonus Track (Ediciones Último Reino, 1999), "A la luz del desierto" (Ediciones Último Reino, 2004). Entre 1986 y 1994 codirigió la revista "Aldea". Colabora en diarios y publicaciones del país, y del extranjero. Poemas suyos han sido traducidos al catalán, coreano,francés,italiano y portugués.



MEDITACIONES DE FIN DE SIGLO

La luz morada del otoño,
un ave que grazna mientras sobrevuela el agua.
No siempre la naturaleza reconforta,
y el mundo
posee habilidades;
nos alimenta
o
nos despoja.

(El poema se va sin saludarnos, 1994)

(Tomado de la Plaquette
Peces del desierto
Patagonia Argentina,
Nº1, Noviembre, 2008)




CRÓNICA OBLICUA

Las nubes ahí arriba
se mecen.

El viento no da tregua
esta semana.

Inédito, 11 de agosto de 2004
(Tomado de la Plaquette
Peces del desierto
Patagonia Argentina,
Nº1, Noviembre, 2008)



A La Manera De Un Western

Te rodean las aves de presa.

Se desplazan
con ojos avizores.

De la inmensidad del cielo bajan.





Anotaciones Sobre La Ciudad (2)

Alguien tiene que sentarse a mirar lo que sucede
en esta ciudad presumida.

El poder ciego permite el avance de estatuas desgraciadas.

Los pájaros regresan del invierno como hatos de luz.

El décimo día de noviembre
gauchos amanecidos fuera de las pampas
hacen retumbar galopes por los suburbios.

En menos de lo que canta el gallo
la codicia que habita las fronteras
produce una traición.

Y ya se aguarda a los viajeros de todos los veranos
que llegan atravesando los cielos o el mar.

Como un río la vida sigue su propio curso.

Nieva en primavera.





Anotaciones Sobre La Ciudad

Deslenguada y altiva la ciudad aparece en el papel.

Habla de un solo entierro donde hubo numerosas viudas.

De casas de vidrio mecidas por el viento.

Sobre un par de máscaras que se quiebran a plena luz.

Esas y otras historias se dispersan veloces
como lebreles ingleses en los días de caza.

Esta ciudad persigue su gloria y no la vislumbra .




En Todos Lados Se Cuecen Habas

Algunos poetas me escriben cartas
donde me cuentan que deliran por el lejano sur.
No son pocos los que me imaginan en una casa
construida con maderas claveteadas,
escribiendo sin cesar mientras la nieve cae y cae
Hasta piensan que suelo estar sentada junto al fuego,
como si fuese un personaje de ciertas novelas decimonónicas,
y me piden que les describa el silencio porque ellos ya no lo recuerdan.
Este mediodía varias calles de la ciudad están cortadas.
Escucho bombos,
voces,
sirenas de patrulleros,
personas que gritan cada vez más alto en medio de la aglomeración.
Por ahí no se puede pasar.

Primavera de 1999



Mirando Por La Ventana

Aleteos de pájaros
y el cielo tan oscuro,
los árboles
se agitan en danza.

Por la calle corre
aire frío.

El cartero y su bolsa
pasan de largo.





Noticias De La Ciudad (2)

El invierno se acaba,
la gente está loca,
esa desmesura produce
discusiones tribales.

Se retira el invierno
desaparece la nieve.

Algunos permanecerán alterados.






Noticias De La Ciudad

Los dioses no se detuvieron
en esta ciudad arisca
y asesina.
Antiguos como el mar
más testarudos que una mula,
recalaron con sus dones
en otras tierras.
Quien no lo sepa,
quien intente negarlo,
padecerá sus trampas.




Pánico Y Balas

En este día tan de madriguera
la ciudad descansa de una mala noticia.
Ahora cerrarán las puertas con varias llaves.
Perros negros vigilarán las casas.
Los insomnes no dejarán de escuchar disparos.
Un ebrio tambaleante
irrumpirá
en la noche.



En el fin del mundo

Hoy nadie se detiene
a mirar la lluvia.

Escribir cartas
es huir de la ciudad.




Dos miradas

Para algunos el cuerpo
es diversión,
para otros cárcel al borde del infierno.
Paisaje enamorado
o gran calamidad.
Siempre el cuerpo nos transporta
al filo y contrafilo
de una muerte aledaña
y pendenciera.




Poeta

Solo piensa cómo hacer
para robarle
la voz al trueno.
Habla de la lluvia
por simple descuido.




¿Para qué publicar?

El poeta envía su material
con el sigilo de un conspirador.
Quien lo recibe
también sabe:
la poesía
rueda por el suelo,
cruje como las hojas secas.







Lo dicen por ahí

Te atraen las ciudades en decadencia,
los hoteles ruinosos, la gente loca y amable
sucumbiendo a sus propios designios.
Aquellos pájaros gordos
quietos sobre la última nieve.
La música secreta tocada en un piano
por alguien que durmió en Calcuta.
El cielo lleno de nubes de esta comarca perdida.
El andar afelpado del leopardo.
Los conocimientos inútiles.
La luz que trastoca a los soñadores.
Las preguntas infinitas saliendo de su cauce
como ríos alucinados.
La posibilidad de escribir.
Mirar el aleteo de una mosca
sin que el tiempo importe demasiado.
Dicen que es cierto.






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