Antonella La Monica nació en 1952 en Santa Caterina Villarmosa (Caltanissetta, Sicilia), donde reside y se dedica a la enseñanza. Licenciada en Letras Modernas y Pedagogía. Agitadora cultural, creadora y organizadora del Premio literario internacional "Città del pittore Guastaferro". Presidente de la Asociación Cultural "Guastaferro", que reúne a artistas y escritores de relieve.
Ha publicado los libros Pelle di luna (1996) y L'ocra del salice (1999). Es autora, además, del panfleto L'orgoglio e la rabbia (2002). Sus poesías han sido editadas en antologías, revistas especializadas y en textos para la escuela primaria de la editorial De Agostini (2001). Ha sido incluida en el proyecto "Poesía mural" de las ciudades de Sommatino (Caltanissetta) y Lentini (Siracusa). Está presente, asimismo, en las carpetas de arte "Bellamadre" y "Sexy" del pintor Nunzio Pino. En 2002, la compilación Pelle di luna (Piel de luna, a la que pertenecen estos poemas) fue traducida al español por Carlos Vitale y publicada en 70 ejemplares únicos con cubiertas originales pintadas por el artista Oscar Carnicelli. Se han ocupado de ella importantes poetas y críticos, como G. Occhipinti, Fiore Torrisi, C. Pirrera, F. Hoefer, P. Civitareale, etc.( www.eldigoras.com)
ALAS
Perfuma el silencio
el aire esta mañana.
Un halcón peregrino
le roba al sol
su luz.
Alas desplegadas
doran
espacios.
EL ALBA
Manos
azules
de cielo
apartan
suspendidos
velos
de noches.
La luz
cosquillea
nubes
embriagadas
del alba
naciente.
ALBORADA
Somnoliento buey
rumia algarroba.
Suspendido halcón
inmóvil espera.
Amapolas
abren corolas.
Un laguito
recoge el cielo,
álamos se sumergen.
Y yo con ellos.
PRADOS DE ABRIL
Hierba de sol
— los prados de abril
piel de luna —
el plateado grano
ondulando con los suspiros
del libre viento.
ENCUENTRO
Perlas
negras
de
largo
collar
sobre los
rayos
del
sol
las
golondrinas
llamadas
al
encuentro.
SEÑALES DE OTOÑO
Ebrios
de lluvia
los árboles
vestidos de niebla
reposan
en la intimidad.
LAMPEDUSA
Mar
líquido esmeralda
con riachuelos de zafiro azul
engastado
entre blancas rocas
y sulfúreos cojines.
Polvo de estrellas
la arena.
Empapa
una gaviota
las alas sinuosas
vuela hacia el sol
llena espacios
de sonido quejumbroso
concierto para un mar
que no quiere morir.
ESCARCHA
Ligeras telarañas de hielo.
Transparencias de seda
bordan el aire:
es la lenta respiración
de la tierra jadeante,
tierra que vive.
Las hojas extenuadas
por la helada candente
esperan
los tibios dedos del sol
en un alba de diciembre.
PÉTALOS
Vagan errantes
tardíos pétalos
solitarios
confusos
como estrellas distraídas
sorprendidas por el alba.
MELANCOLÍA
Tersas manos
acarician el corazón
rozan la mente.
En un claro del alma
acampo
enciendo un fuego
consumo solitaria
la comida de la memoria.
Sentada junto a mí
la melancolía teje mi tarde.
(Traducción de
Carlos Vitale)
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