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viernes, 16 de julio de 2010
609.- HASIER LARRETXEA
Hasier Larretxea nació en 1982 en Arraioz, en el Valle de Baztan, Navarra. Actualmente vive en Madrid.Ha obtenido el primer premio en la modalidad de poesía con "Eguraldi lainotsua" en el certámen literario Ciudad de Pamplona (Pamiela,2001)Ha publicado los poemarios "Bazaudete?" (Metaziri, 2003) y "Azken bala/La última bala" (Point de Lunettes, 2008) Premio Francisco Ynduráin de las Letras para Escritores Jóvenes 2008
POEMAS
Yo,
quien se escurre en giros,
que se escudriña
bajo la sombra interminable
de los últimos versos punzantes,
afilados, ladeados,
ecualizador de la verborrea
sin piel, escamas
ni saliva espumosa,
no soy poesía
Esto
no es
poesía
Aquí
y ahora
nada es poesía.
Y te preguntarás:
¿y entonces, qué es la poesía?
¿Dónde se encuentra?
La poesía
no es más
que todo lo que creías
que no era.
Todo lo que
no has sabido
sentir
ni vivir,
hasta esta palabra
hasta este verso.
Del blog EL ALMA DISPONIBLE
***
Prostituta del devenir,
te muestro las cartas marcadas.
¡Pobre iluso!
El futuro no está en tus manos,
sino en las mías.
***
Yo también
me enfrenté a la policía.
Yo también
grité "policía asesina".
Yo también
sentí la misma rabia.
Yo también me sulfuré.
Yo también
luché hasta el final.
Tuve claro cuál podía ser el final.
Por eso,
antes que fuese demasiado tarde, lo dejé.
En Azken Bala / La última bala (Point de lunettes, 2008,
el poema ha sido traducido del original en euskera por Ángel Erro)
***
Hoy mi esternón está abierto a pares,
dividendo del caótico desenlace
de la vida en moteles.
Hoy mis piernas están más abiertas
que las tuyas
por la práctica de la necesidad
de dormir bajo un techo.
Hoy, mi cuerpo despellejado
lo he troceado
en bolsitas de 250g.
Para que te quedes con lo que quieras.
CONSTRUYAMOS UN PUEBLO
Construyamos un pueblo
haciendo explotar tres o cuatro bombas diarias
en cascos históricos.
Construyamos un pueblo
embelleciendo con pintura roja y amarilla
y con escritos amenazantes
las sedes de los partidos políticos.
Construyamos un pueblo,
pero quememos antes
sus cajeros automáticos,
sus autobuses.
Construyamos un pueblo,
aunque para ello
tengamos que destruirlo todo.
Aunque ya no nos quede
sobre qué construir.
Azken Bala/La última bala, Point de lunettes,
Sevilla, 2008, pág. 67. Traducción de Ángel Erro.
100 METROS
Precisión
de la zancada.
Ser más veloz
que el recorrido
perpendicular
de la bala.
Aprender a correr
antes que a caminar.
Esquivar
la amenaza
volátil
de la pólvora.
El primer juego
de la infancia.
(DE LA ÚLTIMA BALA)
Si no hubieras hecho
lo que hiciste…
No tendría que recorrer cada semana
tantos kilómetros..
No sentiría tanto miedo
cuando en casa tu padre
me da un guantazo.
No lloraría tanto por ti.
No me aguijonaría
tan profundo el dolor.
Tomaríamos juntos un chocolate
esas lluviosas tardes de domingo.
Me acompañarías a comprar ropa.
Te enseñaría a cocinar,
para encandilar con una cena a Amalur.
Si no hubieras hecho
lo que hiciste…
Estarías con tu hijo Ihart
jugando cada día,
podrías acariciar cada día a Amalur, tu mujer.
estarías con tu padre Juankar, conmigo,
con tus tíos, abuelos y amigos.
Próximo.
Más cerca.
Si no hubieras hecho,
lo que hiciste…
Tendrías todo lo que quisieras.
Insúltame.
Golpéame.
Escúpeme.
Grítame.
Hazme
lo que tan bien sabes hacer.
Porque es lo único
que sabes hacer.
Meterme miedo.
***
Al parecer somos el pueblo más viejo de Europa.
Y el único que, para seguir viviendo, mata.
Ese parece ser nuestro hecho diferencial.
***
No puedo dejar de llorar.
Y si por cada muerto
lloro,
espérame sentado.
Que llegará el diluvio
***
Voy buscando mi conciencia particular.
Ese espíritu de libertad.
Y no, no necesito
ni guías,
ni mapas,
ni dogmas,
ni doctrinas.
La palma de la mano
es mi única brújula
***
Quema un autobús.
Quema un cajero.
Quema una papelera.
Quema, quema.
Quema todo un barrio.
Un pueblo, una ciudad.
Un bosque.
Antes de que también tú te quemes en ese fuego.
***
El dolor
forma
costra
y la costra,
(es) olvido.
***
Lo que trasluce
es el nivel
de confianza
que
permitimos.
***
La poesía es esencia.
Margen. Raíz
de las ramas
en celo.
Pellizco.
Aliento.
Fotograma.
Pérdida.
Pulso.
La poesía debe ser
cristalina,
tijera,
raspa en el pulmón,
aliento encharcado.
Célula madre. Postilla
de la piel
desértica.
Arena.
Puntillismo.
Brocha.
Encuadre.
Desliz
en vida.
Pretexto para una muerte,
digna.
UN POEMA SOBRE HAITÍ
Con la inestimable ayuda de Ana Gorría
En los márgenes del confinamiento
pende una vela sobre un cubo de plástico.
No hay quien la sople.
Nadie cumple años. El tiempo es saqueado
de provisiones esperanzadoras.
Se juega a las cartas pensando que el azar
nunca supo de necesidades
ni de la angustia generada
en las láminas de cemento,
en el lugar donde no se sustenta
la raíz de de la historia reciente.
La oscuridad le gana el pulso al tendido
eléctrico.
Noy hay destino donde no hay caminos.
Donde no se puede caminar sin pisar carne
en descomposición, los recuerdos,
a dos metros bajo tierra.
Las sábanas transparentan las heridas
de los muros de la naturaleza.
Esperanza minada por los desajustes
de las escalas de la devastación
que zarandea el número al cuadrado
cuando los cuerpos son intermitencias.
No colinda el miedo cuando se hace añicos
el album familiar metros abajo del oxigeno
respirable. No hay explicación empírica
para el azar que no sabe de ansia ni de pulsiones.
Cuando el plano de la mirada
está devastado, se saquea hasta los bolsillos
de uno mismo.
La indiferencia es inmune a la supervivencia.
En los márgenes del confinamiento,
quienes merodean entre la escombrera humana
caminan a través del paisaje descorazonador,
donde no saben
si el mundo real es este,
o es el infierno con el que les atemorizaron
desde pequeños. Sonámbulos que ansían vida cotidiana,
algo que llevarse a la boca.
Dolor que se funde con el sueño que ingiere
la exaltación de los cuerpos tendidos.
El tiempo, apocalipsis regresivo cuando
no se sabe cuando va a amanecer entre tanta
oscuridad.
***
El dolor
forma
costra
y la costra
(es) olvido.
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