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lunes, 12 de julio de 2010
593.- FRANCISCO CENAMOR
Francisco Cenamor (Leganés, 1965) se acerca a la poesía a través del estudio de poéticas y poetas diversos, tras abandonar la enseñanza obligatoria a los catorce años. Se ha acercado en profundidad a poetas como César Vallejo, Luis Cernuda, Juan de la Cruz, Juan Gelman o Mario Benedetti; pero también ha leído y estudiado a decenas de otros poetas, principalmente españoles y latinoamericanos de todos los tiempos y actuales. Compagina la escritura poética con la escritura en blogs profesionales de literatura o viajes; también se dedica profesionalmente a la interpretación. Participa en un programa de la Dirección General del Libro española para acercar la poesía a jóvenes de secundaria y bachillerato.
Sus libros publicados son:
Amando nubes. Talasa Ediciones, Madrid, 1999.
Ángeles sin cielo. Ediciones Vitruvio, Madrid, 2003.
Asamblea de palabras. Ediciones Vitruvio, Madrid, 2007.
Casa de aire. Ediciones Amargord, Madrid, 2009.
Aparece en las antologías:
Poemas contra la guerra. Ediciones Vitruvio, Madrid, 2003.
Salida de emergencia. Nosomoscómodos Producciones, Madrid, 2004.
Pázsalo. Multitud en rebelión. Editorial Fundamentos y Plataforma Cultura Contra la Guerra, Madrid, 2004.
Vida de perros. Poemas perrunos. Editorial Buscarini y Ediciones del 4 de agosto, Logroño, 2007.
Bukowski Club 06-08. Jam session de poesía. Ediciones Escalera, Segovia, 2008.
Rósea. Ediciones Bohodón, Madrid, 2008.
La mujer rota. Literalia Ediciones, Guadalajara, México, 2008.
Fuga de nada. Ediciones Bohodón, Madrid, 2009.
AZUL
Tenías tanto cielo en la mirada que el horizonte
se cubrió de nubes
para disimular con rubor su vacío atardecer.
Mientras el triste mono de darwin
empalidecía al descubrir que no era el único
yo me sumergía en el mar de tu ojos.
Tu sudadera, tu pantalón
aprarecían banados también en ese azul
un azul inmenso, universal, comtingente
Rebosando libertad entre dos azules
elñ lacio determinista de mis vaqueros
y el azaroso de mi tenida camiseta.
Entrada al jardín, del Libro Amando Nubes
POSTALES
Primera
Desposeído en fin
de tanta duda
caí en tu cuenta desnuda
estabas ahí
segura
mirando a otro lado
serena, plácida, aguda
Segunda
Amor
una piel y un pelo
un pie y un hueso
amor
de dentro del seso
Tercera
fotos
recuerdos
un olor en la almohada
instantes hace tiempo
sonrisas
lágrimas
Cuarta
Qué ha pasado
en tanto en tu mirada
si ya no oigo tu voz
quién ha llenado tu alma
de soledades
de misterios
de amenazas
Quinta
Dejé de serte fiel
una tarde
cuando tu piel
se dibujó en mi siesta
desperté y no estabas.
La busqué,
ella me esperaba
no me regaló su amor
su piel me bastaba
Sexta
Si mi amor pudiera servirte
todo te lo daría
para calentar tu alma
y que un día de tibio sol
paseando bajo los árboles
oliendo la tierra mojada
sintieses la vida a tu alrededor
feliz, radiante, saltarina, cristina
Séptima
Te espero en las cosas
que me pasaron ayer
en la estación del tren
busco tu mirada
tu teléfono me esquiva
mi imaginación tiene alas
Octava
Pensarte
y no poder luego verte
verte
y no saber cómo decirte para
poder llegar a encontrarte
pensarte, verte
decirte, encontrarte
acaso quererte
Novena
No aspiro en la vida a más
que contemplar tu rostro de niña
a la pálida luz de la luna
abrazarte
detenerme en tu mirada
Décima
No debió tocar tu piel mi tacto
al menos hasta verte siempre
sentada al borde de la luna
en un patio de piedras que conoces.
Entrada al jardín, del Libro Amando Nubes
ROPA USADA
Yo me llevo la ropa usada
otros se llevan mis regalos
los besos, las caricias
la piel joven.
Se quedan el dinero
la posición social, el buen coche,
la casa, el perro, los niños,
las noches de amor.
Se quedan también mis ideas
mientras me asolan mis actos.
Ella se va con otro en el coche
mis manos se alegran
con su ropa usada para mis pobres.
A mí me quedan mis niños y niñas
que un día me hacen tocar el cielo
para bajarme al día siguiente a los infiernos
si es que hay varios infiernos abajo
y un solo cielo en lo alto.
Mi familia también me queda
junto a esa pléyade de amigos y amigas
algunos de los mejores.
También me queda dios
por eso ellos pasan con sus coches
mientras yo permanezco
con mis bolsas de su ropa usada.
Vale, sí, me duele
pero no me duele por sus coches y así
sino por ella, o sea por mí entonces
porque no podré sentirla, sólo quererla
por qué no podré sentirla, sólo quererla.
Entrada al jardín, del Libro Amando Nubes
LAS OLAS
Se han prendido las alas
de la locura blanca
se han sentido las voces
que incitan la nada.
Las olas,
las olas que besan
las almas yertas
que arrancan las algas
de mis entrañas.
Una niña coge una flor
al borde del agua.
Las olas,
las olas braman, la levantan
la elevan, la riñen, la cantan
en la costa espera
con gritos, mi garganta.
Entrada al jardín, del Libro Amando Nubes
PRIMER AMOR
Entrar y recordar
fue todo uno
la noche se pobló
de mis sonrisas adolescentes
otro bar
conciertos de hace tiempo.
Después entró esa chica
que resultaste ser tú
tú después de tantos años
por eso no me viste
ni escuchaste mis risas.
La penumbra y el humo
me devolvían tus ojos
mientras los míos recordaban
la redondez de tu piel suave
qué flaca estás ahora de olvido.
Me reconociste de pronto
y se creó un segundo de ausencias
dos años de vida
concentrados en un garito
los recuerdos bailaban
por encima de los vasos.
Sentí por primera vez
el paso del tiempo
mil mariposas de colores
se posaron en el suelo
su ausencia llenó
mi alma de cenizas.
Me dejaste
hace ya doce años
nunca mi cuerpo fue tanto
a otro cuerpo como al tuyo
ni mi corazón volvió a sufrir tanto
como a tu lado.
No me dijiste nada
no te dije nada
el humo hablaba
nublando nuestras miradas.
Qué triste el tiempo
no te dije nada.
Entrada al jardín, del Libro Amando Nubes
DESAMOR
Después de tus besos no volví a besar
sabía que eras tú
no conocí a nadie.
He preferido llorar párpados adentro
y dejar de pensar en volar.
Son ahora mis flores
las que tejen la alfombra de tu camino
las siembro cuando tú no me ves
las recojo temprano en su olor.
En mi callejero tu figura es el centro
al que deseo ir desde mi extrarradio
pero hay siempre tanto coche
que sólo te veo en mi museo
Tu presencia mística es una constante
en mis fórmulas que no se resuelven.
Cuando se han comido cerezas
uno no quiere comer picotas
cuando hemos sido niños
ya no queremos ser mayores
¡dios! cómo te extraño sin haber sido.
Entrada al jardín, del Libro Amando Nubes
ÁNGELES SIN CIELO
las personas que en el metro nos venden pañuelos
las que alegres nos regalan con su música
las que vienen de lejos las de hablar extraño
las que con el hijo en brazos
nos exageran su dolor al oído
las que nunca sabremos si acaban de salir de la cárcel
yo sé que son ángeles
ángeles sin cielo
ángeles que tienen sexo y pecan
que se rascan la pierna si les pica
que nos distraen de nuestra diaria pesadilla terrenal
que nos transportan con canciones lloradas al paraíso
ese al que no queremos ir porque no hay nada sólo gente
schiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiis
ahí vienen
miradles a los ojos
son ángeles
yo les he visto las alas
PEQUEÑOS HÉROES LOCALES
hoy salgo al balcón y miro
aparentemente no pasa nada importante
sin embargo
la mujer del taxista la del primero
sube a la anciana la del tercero queso
y pescado y los recuerdos que le faltan
aparentemente nadie salta a la vista
sin embargo
el chico rubio del barrio ha cogido vacaciones
para irse por ahí con los chavales
y su hermana saca a pasear al hijo del taxista
que quedó en silla de ruedas cuando lo de la moto
aparentemente nadie parece importar a nadie
sin embargo
la chica que estudió con el de la moto
la que estudió medicina
ayer mismo
volvió de áfrica después de un año
su primer novio
sólo tenían trece años
se ha quedado a cuidar a los hijos
de la mujer ecuatoriana mientras ella espera
en interminables colas poder arreglar sus papeles
aparentemente nadie parece destacar
sin embargo
el marido de la mujer ecuatoriana salvó de
una paliza al chico marroquí que vive en el bajo
el de la puerta de al lado el que no quiso ir a la mili
vuelve del poblado gitano y saluda a la chica
de la frutería la que le da fruta
al que recoge los cartones en mi barrio
aparentemente
digo
no pasa nada importante
RÍOS DE GENTE
Llega hasta la pequeña plaza
el sonido de una guitarra.
Pasa, alegre, un limpiador de cristales
montado en bicicleta, silbando.
Alguien fuma nervioso alejándose.
Una mujer observa desde la mesa de una cafetería.
Ve pasar una pareja de ancianos.
Pequeños, elegantes. Salen de la plaza.
A la vuelta de la esquina, ella se agacha
para echar unas monedas al músico.
Una mujer mira desde la mesa de una cafetería.
En frente, muy cerca, no lo ve,
un bloque de apartamentos limita la plaza.
En su rostro sereno se marca alguna arruga.
Da caladas lentas a un cigarro. El humo empaña su rostro.
Dos hombres con traje la observan mientras hablan.
La mano de un limpiador de cristales pasa ante ella
y se despierta. Mira al joven ruborizada.
Recoge con prisa sus cosas y sale sin volverse a mirar.
Una lágrima recorre su rostro.
Cinco cipreses en la pequeña plaza.
Se ha despertado la tarde de su letargo.
Han salido del colegio los niños.
Abren los cierres de los comercios.
Adolescentes pudorosas cubren
su pecho con las carpetas.
Un discapacitado pide unas monedas
a alguien que escribe sentado en un banco.
Un grupo de gorriones pelea por unas migas de pan.
Dos hombres con traje salen de una cafetería.
Cinco inmóviles cipreses en la pequeña plaza.
AMOR DE VERANO
me mira la niña del patio
así, con esa mirada
sentada, de pie, tumbada
de reojo
me mira con su madre delante
me provoca, lo sabe
su madre me mira
está preocupada
saca su perro la niña a pasear
me mira con esa mirada
pincha canciones para mí cada mañana
no me gustan pero me bañan
que no mire, aún no es su tiempo
ni este saco de huesos su morada
que haga sus deberes y juege
y sueñe
pero no conmigo
marcho mañana
ella mira mi ventana
la veo desde el tren reflejado en su mirada
de vuelta al cole miente a sus amigas
conoció un chico que estaba...
me soñó un día
me olvidó por la mañana
ODA A LA PERFOMANCE
uno se empeña en usar
vocablos que no le pertenecen
que uno mismo no se explica
y que no explican nada
y sin embargo, al calor
de esa indescifrable palabra
y del sol de aquellas tardes de junio
bailamos, alegres bailamos
bailamos empapados de sudor
empapados también de esperanza
pero no es triunfo lo que esperamos
cuando salgamos a la calle a bailar
esperamos, qué curioso
que las deudas sean perdonadas
para que el mundo pueda bailar
como hacemos en esta performance
Escrito para Ángeles sin cielo (Ediciones Vitruvio, Madrid, 2003)
y no publicado.
NUEVA MÍSTICA
no pensaba nuestro dios
en un competidor tan poderoso
la trascendencia del ser
está ahora en una pantalla plana
el espíritu santo
va llenando las almas con imágenes
el padre eterno vive
en lo más alto de un gran rascacielos
y el hijo, pobre, pobre
muere crucificado en mil canales
Escrito para Ángeles sin cielo (Ediciones Vitruvio, Madrid, 2003)
y no publicado.
CUANDO SALGA LA LUNA
Yo sé que se puede amar siempre.
Siempre,
-que palabra tan lejana-.
Y esa persona está lejos,
pero su sonrisa,
su cara pecosa de ojos cálidos
salen como la luna cada noche
y siempre hay una película
que te recuerda a ella
y siempre hay noticias de llanto
y su luna que te consuela
y siempre,
siempre,
-que palabra tan cercana-
hay una noche que sueñas con ella
y un amor de fin de semana
que te acerca a su tacto
y la posibilidad de su olor en otro cuerpo
y mis lágrimas en esta noche
y su cumpleaños.
(Al menos me queda la esperanza
de que seas feliz,
de que mis poemas no te olviden,
de morirme, cuando salga la luna,
contemplando tu rostro.)
Escrito para Ángeles sin cielo (Ediciones Vitruvio, Madrid, 2003)
y no publicado.
DULCES BATALLAS
y las bombas no mataban a nadie
y la noche estrellada de minas brillaba
sonaban a trueno los cráteres de cada misil
una orquesta sonora asestaba sones al alba
un trino de ametralladoras embelesaba
los torpes oídos de nuestros enemigos
y en el cielo flores nuestros aviones
y rosas rojas en el aire en vez de sangre
qué colores las noches
qué alabanzas el día
y nuestro pueblo reía reía
intervención humanitaria preventiva
y el presidente mentía y mentía
y seguía mintiendo
Escrito para Asamblea de palabras (Ediciones Vitruvio, Madrid, 2007)
y no publicado.
ARTE EN MOVIMIENTO
dos adolescentes se miran
de banco a banco en la estación
¿puede el pincel retratar ese momento
un paisaje urbano un estallido de color?
¿es la poesía herramienta útil para
contener los bellos borbotones de sus ojos?
¿puede un relato fiel sutil atrapar
cada detalle de sus sentimientos?
¿puede la actriz rescatar de su recuerdo
uno de aquellos momentos que vivió para interpretarlo?
¿tal vez pueda la danza bailar los anhelos
cómplices de estos muchachos?
o una foto
¿es capaz una foto se retener
la inquietud de sus pechos encendidos?
arte en movimiento
efímero irrepetible
nos proporciona la vida tantas veces
Escrito para Asamblea de palabras (Ediciones Vitruvio, Madrid, 2007)
y no publicado.
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