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jueves, 25 de marzo de 2010

336.- OSCAR HAHN


Poeta y ensayista y crítico chileno nacido en Iquique en 1938.
Estudió Pedagogía en la Universidad de Chile. Fue profesor de Literatura en la Universidad de Arica y posteriormente se radicó en EE.UU. donde se ha dedicado a la docencia, inicialmente en la Universidad de Maryland y actualmente en la Universidad de Iowa.
Su obra poética se inició en 1961 con «Esta rosa negra», al que le siguieron, «Agua final» en 1967, «Arte de morir» en 1977, «Mal de amor» en 1981, «Imágenes nucleares» en 1983, «Flor de enamorados» en 1987, «Estrellas fijas en un cielo blanco»
en 1989, «Versos robados» y «Antología virtual» en 1996. Obtuvo el Premio Alerce de la Sociedad de Escritores de Chile y el Premio Municipal de Santiago.
Algunos de sus libros han sido traducidos al inglés.


666 reencarnación de los carniceros


Y vi que los carniceros al tercer día,
al tercer día de la tercera noche,
comenzaban a florecer en los cementerios
como brumosos lirios o como líquenes.

Y vi que los carniceros al tercer día,
llenos de tordos que eran ellos mismos,
volaban persiguiéndose, persiguiéndose,
constelados de azufres fosforescentes.

Y vi que los carniceros al tercer día,
rojos como una sangre avergonzada,
jugaban con siete dados hechos de fuego,
pétreos como los dientes del silencio.

Y vi que los perdedores al tercer día,
se reencarnaban en toros, cerdos o carneros
y vegetaban como animales en la tierra
para ser carne de las carnicerías.

Y vi que los carniceros al tercer día,
se están matando entre ellos perpetuamente.
Tened cuidado, señores los carniceros,
con los terceros días de las terceras noches.






A mi bella enemiga

No seas vanidosa amor mío
porque para serte franco
tu belleza no es del otro mundo
Pero tampocoo es de éste.







Anotaciones en el diario de Rimbaud

I. África, 1880 - 1891

He llegado hasta aquí navegando por el Mar Rojo
después de darle muerte al indeseable

Tenía 20 años y era una de las vírgenes locas

Adén es el cráter de un volcán apagado
sin una brizna de pasto sin una gota de agua

No hay nada que ver o tocar excepto lava y ceniza

Monté en mi caballo y atravesé las arenas de Somalia
Ahora me encuentro en Harar la ciudad prohibida

Le llevé rifles y municiones al rey de Soa
pero no me pagó lo convenido el muy cabrón

Me han brotado várices en la pierna
Me duelen mucho y no me dejan dormir

Mientras me afeitaba frente al espejo
vi que el indeseable estaba detrás de mí
con el pelo teñido y las cejas depiladas

Me di vuelta de golpe pero no había nadie

En el desierto los espejismos se burlan de nosotros
Yo me burlo de los espejismos

Me dicen que la pierna se ha gangrenado
que tengo mucha fiebre que debo salir de aquí

Los nativos hicieron una litera de lona
y me cargaron los 300 kilómetros
que separan las montañas de Harar y el puerto de Zeila


II. Hospital de Marsella 1891

Vuelvo a mi país después de 16 años de ausencia
Parezco un esqueleto y la gente se asusta de mí

Las mujeres cuidan a los feroces inválidos
que retornan de lugares tórridos

Hoy me amputaron la pierna derecha

La vida es un horror interminable
No sé para qué nos empeñamos en seguir viviendo

El Esposo Infernal se me apareció en un sueño
Tenía un rosario entre los dedos

Tres horas más tarde Dios fue negado
y sus 98 heridas empezaron a sangrar

He tratado de caminar con muletas
pero no he podido avanzar ni un centímetro

Yo que atravesé montañas y desiertos
ríos y mares ciudades y reinos
y a quien llamaban el suelas de viento

Los curas no quieren darme la comunión
Temen que me atragante con la carne de Cristo

Desde mi cama vi la silueta del indeseable

Venía caminando con la pierna que me cortaron
y traía un barco de papel en la mano

Tú estás muerto le dije furioso
Y él dijo: "Yo estoy vivo el muerto eres tú

Pondrás el barco de papel en ese charco de agua
y llegarás a donde nunca has llegado"







Cafiche de la muerte

Cómo carne de cóndores hirvientes
o de tordos quemados como cresta
del rojo al negro se cambió la fiesta
y en silencio se fueron los clientes.
Se nos vació no más todo el prostíbulo
se vaciaron las camas y los bares
y todas las que estábamos de a pares
sollozamos de a una en el vestíbulo.
Por el pasillo viene la señora
siempre tan maternal siempre a la hora
con su taza de té y un trago fuerte.
Para qué te moriste desgraciado.
Mira mi pobre cuarto desolado
tipo traidor: cafiche de la muerte.







Canis familiaris

Llegará. Siempre llega. Siempre llega puntual
el sin cesar ladrido del perro funerario.

Entra por la ventana y repleta tu cuerpo
con puntiagudos ruidos.

Es una larga máquina de escribir, con cabezas
de perro como teclas. No te deja dormir

el tecleo canino de ese perro canalla.
El sin cesar ladrido del perro funerario

llegará. Siempre llega. Siempre llega puntual.








Ciudad en llamas

Entrando en la ciudad por alta mar
la grande bestia vi: su rojo ser
Entré por alta luz por alto amor
entréme y encontréme padecer
Un sol al rojo blanco en mi interior
crecía y no crecía sin cesar
y el alma con las hordas del calor
templóse y contemplóse crepitar
Ardiendo el más secreto alrededor
mi cuerpo en llamas vivas vi flotar
y en medio del silencio y del dolor
hundióse y confundióse con la sal:
entrando en la ciudad por alto amor
entrando en la ciudad por alta mar







De cirios y de lirios

El lirio azul el lirio fucsia el lirio
de color colorado el lirio triste
con pétalos de cera se reviste
y va a la fiesta convertido en cirio

En cirio gris en cirio negro en cirio
de las aguas sin luz en cirio triste
que al llegar de la fiesta se desviste
y vuelve a ser en el jardín un lirio

O este espejo se está poniendo viejo
o lo que estoy mirando es un delirio
dice la flor hablándole al espejo

Adentro del azogue brota un cirio
y al tiempo que se enciende su reflejo
al fondo del jardín se apaga un lirio







El hombre

Emergió de aguas tibias
y maternales
para viajar a heladas
aguas finales.

A las aguas finales
de oscuros puertos
donde otra vez son niños
todos los muertos.







En una estación del metro

Desventurados los que divisaron
a una muchacha en el Metro

y se enamoraron de golpe
y la siguieron enloquecidos

y la perdieron para siempre entre la multitud

Porque ellos serán condenados
a vagar sin rumbo por la estaciones

y a llorar con las canciones de amor
que los músicos ambulantes entonan en los túneles

Y quizás el amor no es más que eso:

una mujer o un hombre que desciende de un carro
en cualquier estación del Metro

y resplandece unos segundos
y se pierde en la noche sin nombre







Escrito con tiza

Uno le dice a Cero que la nada existe
Cero replica que uno tampoco existe
porque el amor nos da la misma naturaleza

Cero mas Unos somos Dos le dice
y se van por el pizarrón tomados de la mano

Dos se besan debajo de los pupitres
Dos son Uno cerca del borrador agazapado
y Uno es Cero mi vida

Detrás de todo gran amor la nada acecha.








Estrellas fijas en un cielo blanco...

Estrellas fijas en un cielo blanco,
son los bellos sonetos pues no giran
en torno de orbe alguno
ni han rotado sus densas masas de catorce cifras

No reflejan la luz del sol tampoco
pero irradian su propia luz de adentro
Y en el albor parecen en reposo
o muertos cuyas tumbas son sus cuerpos

Y sin embargo las estrellas fijas
a veces bienhechoras o malignas
siempre de harta energía están cargadas

Y aunque hace miles de años extinguidas
su fulgor todavía nos alcanza
sea por vista o por astrología







Gladiolos junto al mar

Gladiolos rojos de sangrantes plumas
lenguas del campo llamas olorosas:
de las olas azules amorosas
cartas os llegan: pálidas espumas

Flotan sobre las alas de las brumas
epístolas de polen numerosas
donde a las aguas piden por esposas
gladiolos rojos de sangrantes plumas

Movidas son las olas por el viento
y el pie de los gladiolos van besando
al son de un suave y blando movimiento

y en cada dulce flor de sangre inerte
la muerte va con piel de sal entrando
y entrando van las flores en la muerte







Hipótesis celeste

I
Las catedrales azules del cielo esplenden en la noche
sin fin
y sus vitrales de colores dejan pasar la luz de otros
mundos

Tu locura mi cielo brilla en la noche estelar

De tu frente sin orden
se alza un arco iris que acaba en mi frente

Mi doncella de singular hermosura
duerme a la orilla de un arroyo celeste

Recostado en la hierba espacial
yace un joven de risueñas formas y colores

Su figura de ojos instantáneos
se eleva sin mancha a plena luz

Y convertido en lluvia de oro
dora el cuerpo de la hermosa doncella

II
Tu cuerpo parecía moverse hacia cualquier lugar del
espacio

En medio de lo perecedero navega este astro sin luz

El cuerpo dio una vuelta completa alrededor de sus
polos

Diste un gran círculo alrededor del sol
según el orden de los signos

Las estrellas fijas parecían mecernos
pero se mantenían inmóviles

La tierra giraba contigo junto al aire circundante

Es preciso que el Cielo permanezca inmutable mi cielo
Es absolutamente necesario que no te muevas
ni un segundo-luz

El Sol real y el Sol irreal son uno y el mismo
me dijiste al oído

Retornan los astros a sus antiguas posiciones
y vuelven a alejarse querida

Repugna al orden del mundo que las cosas
estén fuera de su lugar natural
replicaste arreglándote el pelo

A los cuerpos simples
conviene un movimiento simple
murmuré penetrándote

En esto las esferas empezaron a rotar
en el aire vestido de hermosura y luz primera

Hace mucho tiempo que la tierra
saltó en pedazos mi amor

III
Ahora somos la luz
que se difunde en todas direcciones
y atraviesa los cuerpos opacos

Va fluyendo hacia el centro del universo
porque es la perfección de nuestros cuerpos

Cuando tu luz se multiplica un número infinito de
veces
mi materia se extiende en dimensiones infinitas

Nuestro cuerpo es llamado firmamento mi amor

Así procedió la luz en el principio
A extender la materia arrastrándola con ella

Nuestro amor infinito
es más largo que otros infinitos







Hotel de las nostalgias

Música de Elvis Presley

Nosotros
los adolescentes de los años 50
los del jopo en la frente
y el pucho en la comisura

los bailatines de rock and roll
al compás del reloj

los jóvenes coléricos
maníacos discomaníacos

dónde estamos ahora
que la vida es de minutos nada más

asilados en qué Embajada
en qué país desterrados

enterrados
en qué cementerio clandestino

Porque no somos nada
sino perros sabuesos

Nada
sino perros







Invocación al lenguaje

Con vos quería hablar, hijo de la grandísima.
Ya me tienes cansado
de tanta esquividad y apartamiento,
con tus significantes y tus significados
y tu látigo húmedo
para tiranizar mi pensamiento.
Ahora te quiero ver, hijo de la grandísima,
porque me marcho al tiro al país de los mudos
y de los sordos y de los sordomudos.
Allí van a arrancarme la lengua de cuajo:
y sus rojas raíces colgantes
serán expuestas adobadas en sal
al azote furibundo del sol.
Con vos quería hablar, hijo de la grandísima.







Lee, Señor mis versos defectuosos...

Lee, Señor mis versos defectuosos
que quisieran salir pero no salen:
ya ves que poco valen mis esfuerzos
y mis desdichas ay qué poco valen

Con tu ayuda saldrían universos
de palabras preñadas pero salen
débiles moribundos estos versos:
deja que el último suspiro exhalen

Ayúdame, Señor: que no zozobre
en la mitad de este terceto pobre
mira estas ruinas: palpa su estructura

dónales lo que tengas que donarles:
y la vida que yo no supe darles
dásela tú, Señor, con tu lectura.

De "Estrellas fijas en un cielo blanco" 1996







Mal de amor

No seas vanidosa amor mío
porque para serte franco
tu belleza no es del otro mundo
Pero tampoco de este.







Meditación al atardecer

Esta calle que baja dura una eternidad

Aquí se cuecen vivos los grandes pensamientos

Ha llegado la hora del descanso en que no se descansa
Cuando los perros creen en santas y en fantasmas

En este punto mi madre y mi hermana preguntaron sin voz
¿Y qué sabes tú de todo eso?

Me han enterrado dos veces este otoño mamá

En esto el huracán me separo las alas con violencia
y el ataúd se rompió.

¿Qué hace mi hermana en el bosque?
Su fantasma salió de mis propias cenizas

Mi espada quiere beber de su sangre
y centellea con ardiente deseo

Mi madre es un viento que seca los árboles frutales

Y qué sabes tú de todo eso preguntaron sin voz

Los niños y las amapolas son inocentes
hasta en su maldad recitaron en coro

Ahora oigo sonar sus viejas caras
Las de mi madre y las de mi hermana

La tierra tiene piel y esa piel padece enfermedades
replicaron llorando

Es cierto hijo que eres una noche de oscuras risas

¿De dónde sacas lo que vomitas?
Sal de tus profundidades oye

Ahora el sol me derrite y los perros me lamen la piel

Eres un charco de muerte en las pesadillas
de los condenados al sueño me gritaron las brujas

Soy un charco de sueño en las pesadillas
de los condenados a muerte queridas

En este punto volvieron a decirme sin voz
¿Y qué sabes tú de todo eso?

Váyanse al mismo diablo les dije

Esta calle que baja
no acaba nunca de bajar







Misterio gozoso

Pongo la punta de mi lengua golosa en el centro
mismo
del misterio gozoso que ocultas entre tus piernas
tostadas por un sol calientísimo el muy cabrón
ayúdame
a ser mejor amor mío limpia mis lacras libérame de
todas
mis culpas y arrásame de nuevo con puros pecados
originales, ya?







Ningún lugar está aquí o está ahí...

Ningún lugar está aquí o está ahí
Todo lugar es proyectado desde adentro
Todo lugar es superpuesto en el espacio

Ahora estoy echando un lugar para afuera
estoy tratando de ponerlo encima de ahí
encima del espacio donde no estás
a ver si de tanto hacer fuerza si de tanto hacer fuerza
te apareces ahí sonriente otra vez

Aparécete ahí aparécete sin miedo
y desde afuera avanza hacia aquí
y haz harta fuerza harta fuerza
a ver si yo me aparezco otra vez si aparezco otra vez
si reaparecemos los dos tomados de la mano
en el espacio
donde coinciden
todos nuestros lugares







Paisaje ocular

Si tus miradas
salen a vagar por las noches
las mariposas negras huyen despavoridas
tales son los terrores
que tu belleza disemina en sus alas








Para darle cuerda a la muerte

Cuando se me alborotan los espermios,
qué veo, qué veo, digo yo:
veo a mis pescaditos navegar por los úteros,
enamorados de cuanto óvulo cae.
Toma este matamoscas y extermina a los ángeles,
después con grandes uñas arráncales las alas.
Ya veo sus muñones, ya los veo arrastrarse:
desesperadamente tratan de alzar el vuelo.
Toma este insecticida. Oigo sus toses blancas
prenderse y apagarse. Una puesta de sol
o una puesta de ángeles es lo mismo sin duda
porque la noche ahora levanta su joroba
y ellos se van hundiendo lentamente en el suelo.
Levanta el pie despacio. Así mismo. Tritúralos
Que le saquen las plumas con agua hirviendo y pongan
esos cuerpos desnudos en las fiambrerías.
Ahora me van pasando sudarios de juguete
y ataúdes con cuerda. Ahora me van pasando
las cruces más pequeñas, para que se entretengan
los infantes difuntos. Pásame el insectario,
los alfileres negros. Toma este matamoscas
y extermina a los ángeles.







¿Por qué escribe usted?

Porque el fantasma porque ayer porque hoy:
porque mañana porque sí porque no
Porque el principio porque la bestia porque el fin:
porque la bomba porque el medio porque el jardín

Porque Góngora porque la tierra porque el sol:
porque San Juan porque la luna porque Rimbaud
Porque el claro porque la sangre porque el papel:
porque la carne porque la tinta porque la piel

Porque la noche porque me odio porque la luz:
porque el infierno porque el cielo porque tú
Porque casi porque nada porque la sed

porque el amor porque el grito porque no sé
Porque la muerte porque apenas porque más
porque algún día porque todos porque quizás








Sábana de arriba

Me instalé cuidadosamente doblado
entre la ropa blanca del closet
Sacaste las sábanas de tu cama
y me pusiste de sábana de arriba

Te deslizaste debajo de las tapas
y te cubrí centímetro a centímetro

Entonces fuimos barridos por el huracán
y caímos jadeando en el ojo de la tormenta

Ahora yaces bañada en transpiración
con la vista perdida en el cielo raso

y la sábana de arriba aún enredada entre las piernas.







Sociedad de consumo

Caminamos de la mano por el supermercado
entre las filas de cereales y detergentes

Avanzamos de estante en estante
hasta llegar a los tarros de conserva

Examinamos el nuevo producto
anunciado por la televisión

Y de pronto nos miramos a los ojos
y nos sumimos uno en el otro

y nos consumimos








Una noche en el café Berlioz


Yo he visto su cara en otra parte le dije
cuando entró en el Café Berlioz

Soy de otra dimensión contestó sonriendo
y avanzó hacia el fondo del salón

Ella finge escribir en su mesa de mármol
pero me observa de reojo

Desde mi mesa veo su cuello desnudo

Como un aerolito cruzó mi mente
el rostro de Muriel mi amante muerta

Usted es zurda le dije acercándome
Hacemos la pareja perfecta

Tomé su lápiz y escribí “te amo”
con mi mano derecha en la servilleta

Rey del lugar común respondió sin mirarme
mientras le echaba azúcar al té

Me ha clavado una estaca en el corazón
Me ha lanzado una bala de plata
Me ha ahorcado con una trenza de ajo

Volví confundido a mi mesa
con la cola de diablo entre las piernas

En este punto las sombras de los clientes
pagaron y se fueron del Café Berlioz

Váyanse espíritus les dije furioso
agitando mi paraguas chamuscado

¿Hay alguna Muriel aquí?
gritó la mesera desde el umbral

Cuando ella caminó hacia la puerta
vi que tenía una rosa en la mano

Por favor tráiganme la cuenta
que ya está por salir el sol

La lluvia penetra por los agujeros de mi memoria

Muriel Muriel
¿por qué me has abandonado?







Televidente

Aquí estoy otra vez de vuelta
en mi cuarto de Iowa City

tomo a sorbos mi plato de sopa Campbell
frente al televisor apagado

la pantalla refleja la imagen
de la cuchara entrando en mi boca.

Y soy el aviso comercial de mí mismo
que anuncia nada a nadie.







Tractatus de sortilegiis

En el jardín había unas magnolias curiosísimas, oye,
unas rosas re-raras, oh,
y había un tremendo olor a incesto, a violetas macho,
y un semen volando de picaflor en picaflor.
Entonces entraron las niñas en el jardín,
llenas de lluvia, de cucarachas blancas,
y la mayonesa se cortó en la cocina
y sus muñecas empezaron a menstruar.
Te pillamos in fraganti limpiándote el polen
de la enagua, el néctar de los senos, ves tú?
Alguien viene en puntas de pie, un rumor de pájaros
pisoteados, un esqueleto naciendo entre organzas,
alguien se acercaba en medio de burlas y fresas
y sus cabellos ondearon en el charco
llenos de canas verdes.
Dime, muerta de risa, adónde llevas
ese panal de abejas libidinosas.
Y los claveles comenzaron a madurar brilloso
y las gardenias a eyacular coquetamente, muérete,
con sus durezas y blanduras y patas
y sangre amarilla, aj!
No se pare, no se siente, no hable
con la boca llena
de sangre:
que la sangre sueña con dalias
y las dalias empiezan a sangrar
y las palomas abortan cuervos
y claveles encinta
y unas magnolias curiosísimas, oye,
unas rosas re-raras, oh.

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