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sábado, 11 de mayo de 2013

CARLOS ALBERTO TRUJILLO [9909]



Carlos Alberto Trujillo
Carlos Alberto Trujillo Ampuero (Castro, 20 de diciembre de 1950), es un profesor, escritor, editor y poeta chileno vinculado al movimiento cultural Aumen, del que es referido como uno de sus fundadores junto a Renato Cárdenas en 1975.
Es profesor de Estado en castellano de la Universidad de Chile y Doctor en Literatura Hispanoamericana de la Universidad de Pensilvania, Estados Unidos; actualmente se desempeña como docente de Literatura Hispanoamericana y Director del Programa de post-grado en Estudios Hispánicos de la Universidad de Villanova, y dirige además la revista estadounidense de literatura y arte Naufragios.
Su obra es incluida por Iván Carrasco dentro de varios poetas que adhieren al discurso etnocultural en la poesía chilena, por lo que se observaría en su trabajo un alto contenido intercultural e interétnico (poesía etnocultural). Además, mientras algunos autores lo catalogan dentro de un grupo de escritores adscritos a la poesía del Sur de Chile, Carraso —refiriéndose a Los que no vemos debajo del agua (1986)— enmarca su trabajo dentro de la poesía moderna de Chiloé, cuyos representantes utilizan «un léxico intercultural español-chilliche-chonon  y un alto grado de conciencia de las operaciones poéticas».
Carlos Trujillo ha recibido diversos reconocimientos, entre los que se encuentran el Premio Pablo Neruda 1991 por el conjunto de su trabajo.

OBRA:

Poesía

Las musas desvaídas (1977).
Escrito sobre un balancín (1979).
Los territorios (1982).
Los que no vemos debajo del agua (1986).
Mis límites. Antología poética 1974-1983 (1992).
La hoja de papel (1992).
No se engañe nadie, no. Antología de sonetos y otros poemas de Lope sin Pega (1999)n 2
Todo es prólogo (2000).
Palabras (2005).

Como editor

Aumen: Antología poética (1975-1988) (2001), compilador.
Poesía en Villanova: Antología del festival de poesía 2010 (2010), compilador junto a Joseph Robertson.




Mis límites

(...)Yo limito

Yo limito con el escapulario que me colgaban del cuello, 
y con la imagen de la virgen del Carmen entre dos oficiales de barba, 
y con el Mes de María, 
y con los crucifijos oxidados sobre los marcos de las puertas, 
y con la salvación eterna 
escondiéndose siempre bajo distintos sombreros

Yo limito

Yo limito con mis suspensores, con mis primeros zapatos; 
yo limito con la mañana, con lo que no es la mañana; 
con mis ojos y mis orejas, 
yo limito con mi olfato y con mi tacto, 
con los decretos y contradecretos, 
con las relegaciones y los exilios

Yo limito con mi fe de bautismo, 
con mi certificado de defunción

Yo limito con todo y con nada

Todo en mí hoy es límite

Cada palabra limita a la siguiente.

Extracto de "Mis Límites o Fronteras Personales"










La palabra y su perro"

A Roberto Castillo
y Silvana Gambardella

¿Cómo van la palabra y su gato?
¡Cómo van sobre la hoja la palabra y su gato
ronroneándose y mirándose a los ojos
por los que entra el mundo y se renueva?
Cómo van el aire y el tiempo alisando sus pelajes
Cómo van la palabra y su perro?

La palabra que no es ciega va con un perro que olfatea la luz

No hay silencio ni duda que no se muestren por su olor
Sólo hay que olfatear el lugar preciso -- dice el perro
Y la palabra callejera que todo lo sabe
Asiente y se queda un rato en silencio
Como si fuera un perro
Moviendo la cola por si acaso.

Incluido en Heterogénea. Revista internacional de creación y pensamiento poéticos (4ª época, nº I, junio de 2011, Zaragoza).







DE AUTOELOGIADORES Y ANTOJOLOGÍAS

Havertown, 21 de julio de 1996.

Yo existo, tú No existes, él no existe, 
vosotros no existís, y por lo visto 
ninguno existe así como yo existo 
con todas esas páginas que viste.

Yo existo, mi presencia allí resiste, 
se afirma, soy un nuevo Jesucristo, 
si nadie me da bola, me entrevisto, 
muy en serio respondo, no es un chiste.

Me incluyo, me releo, me antologo, 
me cito, me comparo, me investigo, 
me llamo espejo, solo veo mi cara. 
Me historio hasta no más, casi me ahogo 
en el centro profundo de mi ombligo, 
para medir no hay más que la mía vara.







A BOCA DE HARRO

Castro, agosto de 1994

Mas Calderones no hay que aquel gran Peyo 
que hiciera del teatro poesía, 
por más que algunas bocas de sandía 
confundan quilineja con cabello.

Los calderones de hoy llevan un sello 
que a otro harrón marco con gran porfía, 
harrita que no sabe de agua fría 
y si sale de allí no da resuello.

Se acalderona el arte y la escritura, 
se aletran negramente los calderos. 
En un mundo de paras y de peros

desesperan las crónicas sin cura. 
Son hartos y calderos alabados 
y en su propia negrura perdonados.





CON LA PALABRA DE OTROS

No es reescribir hacerlo con la palabra de otros 
Es desnudarse completamente
Como hace la mañana que no es repetición de otras mañanas
Porque ese sol de ayer no vio la cabellera de este día
Ni estos ojos tan grandes tragándose esta luz
Escribir con la misma/idéntica palabra
es escribir distinto a cualquier otro
El respiro, la voz nunca se nos repite.
Desnudas van la palabra y su voz
En ese otro poema que no es este que escribo
Porque si escribo yo y es poema el poema
¿Que más da la palabra que pedí de prestado?
¿Es menos voz la voz que no escuchas aún?
¿Es menos real la voz del amigo de enfrente?
O es que lo dice el libro de los mejores poemas
Ese que nunca vi
Pues siempre habrá mejores

Escribir --lo hago yo-- con la palabra de otros
Que el verso escrito ayer tampoco es mío
Y esta mano que es mía
Ni siquiera lo supo.






POEMAS TAN SENCILLOS QUE NO ESCAPEN
DEL BLANCO DE LA PÁGINA

Poemas tan sencillos que no escapen del blanco y plano fondo de la página
Nadadores de tierra por el temor a hundirse en su propia palabra
¿Adónde va esta línea o huella o verso?
El poema pregunta y tú lector
no sabes qué decir
El poema tramposo se pregunta a sí mismo
y no espera respuesta

que si hubiera respuesta
¿para qué preguntarse el poema a sí mismo?

¿Adónde va este verso
                  que salta a la otra línea?
¿Adónde van los pájaros y las nubes y el viento?
Que yo sepa
en el poema las nubes no hacen nido
y al viento que es varón
no se le sabe padre

Poemas tan sencillos que no escapen del blanco y plano fondo
de este nido naciente que es la página.

[Havertown, 28 de mayo del 2003]






Si hoy estuviera yo conmigo mismo

Si hoy estuviera yo conmigo mismo
y este yo que me veo escribiendo por fuera
fuera yo, el mismo yo 
que piensa y mira y mide este papel rayado
¿qué sería el papel y el blanco donde escribo?
Todo es hoja y palabra
Esta letra que inscribe la canción de ser yo
es pila bautismal
pura agua transparente cayendo en chorro abierto
es el cielo en su hondura
que recibe la letra

y el ojo que me mira es letra que ya escribo
o que borro
que tanto tropezar en el borde carajo de la página
no hay página ni hay nada.

Todo es letra, señor
pura letra que fija sus contornos
y es el alma que canta 
y descubre sus pechos de chica de Playboy
es el alma que tienta
y crea los contornos
de la pobre palabra cenicienta.

Si hoy estuviera yo conmigo mismo
y me dijera a mí
¿qué palabra eres tú que no contestas?
Sólo sería silencio
Tal vez, quizás, silencio.





TARDE DE UN VIERNES SANTO

Oigo pasar el Viernes Santo en el patio de mi casa
Pasan grandes aviones comerciales trazando una magnífica 
   estela
Que las nubes blanquísimas apenas dejan ver a medias
El viento de abril pasa como una caricia en este Viernes Santo
Inundando el patio de mi casa en Havertown, Pennsylvania
Con la música de unos tubos de aluminio
Que cuelgan en la pared trasera del comedor
Mi perro escucha el trino de las aves
Y piensa en lo hermoso que sería volar como las aves
'Ni Beethoven ni Mozart' --parece decirme
'No cambiaría el trino de estos pájaros ni por la Orquesta 
   Filarmónica de Philadelphia
En sus mejores noches' --creo que es lo que piensa
Pasan los pájaros sobre mi triángulo de cielo pagado 
   mensualmente por treinta años
Igual que los aviones que van o vienen de Nueva York o 
   Washington D.C. 
El Viernes Santo sigue pasando minuto a minuto
Y es como si Cristo, el hombre Cristo, todavía siguiera 
   clavado en la 
Cruz
Viendo escapársele la vida gota a gota 
Los pájaros se han silenciado por un momento
Y siento un extraño dolor en el costado
'Es la vida' —me digo
'Este dolor no es más que la vida' —me repito
En cualquier triangulito de cielo pagado en eternas 
   mensualidades
Mi perro escucha el ruido de otro avión que se aleja hacia un
   destino
Que desconocemos
Un cardenal rojísimo se balancea en la punta de un pino
Como si acabara de nacer y ése fuera el único lugar seguro
   del universo
'No es Cristo' --me digo-- 'pero es que lleva plumas del
   color de su sangre!'
Es Viernes Santo y los vehículos pasan por la calle como 
   cometas sin destino
Los televisores no muestran ni una sola cruz, sólo balas y 
   bombas y besos de libreto
Ni una mención a una muerte ocurrida hace ya dos milenios
(Y es como si hubiera sido hoy)
Nadie parece ver esta imperturbable Vía Dolorosa
Donde tropezamos y caemos, tropezamos y caemos
En el almacén de la esquina
Los hombres hacen cola para no perderse su oportunidad en
   la lotería del domingo
(El paraíso más próximo)
Mientras el Hijo del Hombre, sediento y medio muerto, sigue
   atado a su cruz
Esperando el tiempo feliz de la Resurrección
En un Paraíso que imaginaba ya completamente pagado en
   dos largos milenios. 
   
2 de abril, Viernes Santo de 1999
Havertown, PA





TODO CAMBIADO

Donde iría el nombre
      Un árbol cargado de frutas
Donde la ventana
      Aire, puro aire sin sombra ni espejo
Donde el ruiseñor
      Una pluma de poeta
Donde el poeta
      El vacío impresionante de la escritura
Donde el ojo
      Una mano que trata de retratar el mundo
Donde el mar
      La brisa
      La memoria
      Un pálpito indefenso
Donde la tachadura
      El sol



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