Julia Melissa Rivas Hernández, Hermosillo, MÉXICO. Cursó la licenciatura en artes plásticas en la Universidad de Sonora, ha expuesto su obra plástica en algunos lugares de la región. Así mismo con su obra ha ilustrado varias portadas de libros, y participado en diversas revistas literarias con obra plástica y poética como La línea del cosmonauta, Esta revista se llama blasfemia, Cultura de Veracruz y puntoenlinea. Ganadora del reconocimiento Alonso Vidal 2010. Actualmente es beneficiaria del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Sonora.
Julia Melissa Rivas obtuvo el premio Alonso Vidal 2010 con su poemario “Habitaciones”, el cual se publicó en Editorial Jus. A pesar de tener un solo libro, su obra es una de las más interesantes entre los poetas de su generación.
Alto contraste
La gata Tequila volvió a parir
como en su primera camada, de par en par
los recién nacidos se dividen en parejas de pelusas blancas y negras
con esto sabemos que Tequila se volvió reincidente en sus partos
Es la vida entonces un sistemático comienzo
donde la suerte se volvió un par de dados translúcidos
Primer nacimiento
El barro, como
símbolo, cimiento o sinceridad
intenta convencernos
de que somos un
sabio socorro a la sobriedad
Fuimos todos culpables
Desde un punto neutro
ileso el útero
Desde la debilidad el azar cruje como madera vieja
dar vida
a la pobreza
al destierro o al murmullo
siempre ha sido de lo más sencillo
eso nos dice el tiempo
Canto imaginario
Canto en este reino imaginario asambleas de soledad
con aquellos que hicieron esto
bajo el refugio constante de las palabras y su indagación
este oficio tan hermoso de tan solitario
cotejo con aquellos mis palabras
cotejo en su puño y letra mi puño
Bienvenidos a esta asamblea ustedes
cantores
Salomón, David,
inclusive tú, motivo.
Bienvenido Goliat
Mirada a Klimt
He decidido hablar del oro y creo –sólo un poco– poder empezar
Pero qué decir
Pienso en el resplandor antes que nada
pienso en el símbolo, pero eso es más bien una obsesión
No quiero ser simple si de ese oro entre aceites para ungir se trata, no quiero
Así que pienso en la similitud que la palabra óleo tiene con el oro de nuevo y enmudezco
No sé cómo decir algo concreto cuando lo precioso está en tela de juicio
Pero el siena de una cabellera ondulante de mujer entre flores es también un punto importante en lo que parece una vez más la descripción de lo suntuoso
el beso de los amantes, cuellos y manos torcidos en transformación
Sabe Gustave, muchas veces me he sabido torpe,
pero pocas veces tanto como hoy
Porque nada es eterno
Esta mesa donde los platos vacios y las migas de pan abundan
es la arbitrariedad de permanecer en silencio frente a una silla
sin importar siquiera que este vacía o no
Nada concierne a la variable que impera donde nada se dice
sólo el mudo abandono de las cosas que no viven con nosotros
Fuimos una construcción atiborrada de gozos y estruendos
Nadie reconocería ninguno de nuestros anhelos
ahora que nos adentramos en una habitación vacía
Conocer el tiempo
Y en la casa de la custodia
donde todo lo sagrado llama y llama a la puerta que nadie abre
razón de amor sin amor
desprendo una a una las horas del tiempo
ese guardián de la belleza tan celoso
Con las horas hago cualquier cosa posible
pero nunca alguna llave
Alguna casa
La habitación llena de migas
donde rondan los nombres antiguos con
insistencia
Un nombre no significa, ventanas o puertas
unión, desprecio, vastedad
Somos pájaros
Hacemos del lenguaje el alimento
que un día nos volverá seres que viven en
saciedad
Saber algo de antemano
Reconocer la desdicha no es contemplarla del
todo
encontrar el lugar que es seguro no es
habitarlo
Sólo así se sabe de antemano que una casa a
la que no se vuelve
sólo es una casa
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