Albert Bontridder (nacido en Anderlecht, Bélgica el 4 de abril de 1921) es arquitecto y escritor.
Bibliography
Poésie se brise (poetry, 1951)
Hoog water (poetry, 1951)
Dood hout (poetry, 1955)
Bagatelle - hangende vis (poetry, 1960)
Jacques Dupuis ou l'architecture perdue et retrouvée (monography, 1961)
Dialoog tussen licht en stilte (studie, 1963)
Open einde (poetry, 1967)
De bankreet vader (anthology, 1968)
Ook de nacht is een zon (poetry, 1969)
Zelfverbranding (poetry, 1971)
Gedichten 1942-1972 (1973)
Voor een waterdruppel (poetry, 1975)
Vingerknippen naar een vlinder (poetry, 1976)
Een brug slaan (poetry, 1977)
Huizen vieren haat (poetry, 1979)
Gevecht met de rede. Leo Stijnen : leven en werk (essay, 1979)
Inleiding tot de poëzie van Marcel Wauters (1981)
Brussel : poëzie over een stad (1981) (and other authors)
Een oog te veel (poëzie, 1984)
Poésie flamande d' aujoud'hui (essay, 1986)
Marcel Coole vierde onlangs zijn 80ste verjaardag (article, 1994)
Versnipperde intenties (poetry, 1997) (and other authors)
Is de acacia mij bekend (poetry, 1999)
JAN PALACH
Bajad del árbol de la cruz
al joven bimilenario
y sujetadle bien los brazos
por si quisiera intentar
de nuevo usarlos
como si fuesen alas.
Clavadle una nueva corona
de espinas en la cabeza
cuando pretenda volver
a la noche vieja.
Obligadle a levantar el puño
con todos los militantes.
Poned en sus manos
el fusil automático
que hace tiempo viene escupiendo
la bilis de hierro a la cara
de quienes no son iracundos
ni blandos de moral.
Testimoniad con él
– que imponía la afabilidad
con rima y consonancia –
por el rencor del niño
y por la bandera de la pobreza.
Romped
el espejo de la luz irreal.
Encended a sus pies
el fuego que destruyó nuestra casa
y tirad sus huesos
de la barca culpable de la vejez.
Mantened erguido
al azotado,
hasta que llegue a la última acera,
a la última puerta de la calle de los alquimistas,
al último altar
en el monte de la razón y el gobierno
donde yació dormido demasiado tiempo.
Albert Bontridder
© Traducción española: Diego J. Puls 2005
(con ocasión de un recital de poesía belga celebrado
en el Instituto Cervantes de Bruselas)
JAN PALACH (1971)
(adaptado en 1997)
Conócete a ti mismo
tú que vives en las rojas iniciales,
vuelto a casa tras un viaje irrealizado
– gracias a la gaviota argéntea –
pese a las revueltas estudiantiles
y lacerante la conciencia
del decenio cincuenta.
Fuiste
y seguiste siendo:
militante de las verdades grises,
compañero de infortunio de los perros apaleados,
aguja de la balanza
que oscila entre menos y más,
aquí y allá,
tú y yo.
Eres tanto
verdugo con expresión de acero
como
insignificante chivo expiatorio.
¿Quién más votará en tu nombre?
Albert Bontridder
© Traducción española: Diego J. Puls 2005
(con ocasión de un recital de poesía belga celebrado
JAN PALACH (1971)
(adaptado en 1997)
Conócete a ti mismo
tú que vives en las rojas iniciales,
vuelto a casa tras un viaje irrealizado
– gracias a la gaviota argéntea –
pese a las revueltas estudiantiles
y lacerante la conciencia
del decenio cincuenta.
Fuiste
y seguiste siendo:
militante de las verdades grises,
compañero de infortunio de los perros apaleados,
aguja de la balanza
que oscila entre menos y más,
aquí y allá,
tú y yo.
Eres tanto
verdugo con expresión de acero
como
insignificante chivo expiatorio.
¿Quién más votará en tu nombre?
Albert Bontridder
© Traducción española: Diego J. Puls 2005
(con ocasión de un recital de poesía belga celebrado
en el Instituto Cervantes de Bruselas)
IMAGINAD QUE CONFERIMOS AL SOL...
Imaginad que conferimos al sol
la condición de ser supremo,
que no sólo presuponemos
la perfección de su circularidad,
teniendo en cuenta la distancia
establecida por los años luz entre la hormiga
y el ser humano y su respectiva animalidad,
sino que consideramos su esfericidad acabada
como la pasión consumada
de un Redentor observador de estrellas,
entonces las protuberancias y las columnas de fuego,
las explosiones de la envoltura hirviente,
incluida la presunta implosión,
más allá de toda eternidad,
podrán calificarse de simple abecedario
de nuestras lamentables gracias y desgracias.
Albert Bontridder (extraído de: De Mandala van Geo
IMAGINAD QUE CONFERIMOS AL SOL...
Imaginad que conferimos al sol
la condición de ser supremo,
que no sólo presuponemos
la perfección de su circularidad,
teniendo en cuenta la distancia
establecida por los años luz entre la hormiga
y el ser humano y su respectiva animalidad,
sino que consideramos su esfericidad acabada
como la pasión consumada
de un Redentor observador de estrellas,
entonces las protuberancias y las columnas de fuego,
las explosiones de la envoltura hirviente,
incluida la presunta implosión,
más allá de toda eternidad,
podrán calificarse de simple abecedario
de nuestras lamentables gracias y desgracias.
Albert Bontridder (extraído de: De Mandala van Geo
Sempels (El Mandala de Geo Sempels), 1985)
© Traducción española: Diego J. Puls 2005
(con ocasión de un recital de poesía belga celebrado
© Traducción española: Diego J. Puls 2005
(con ocasión de un recital de poesía belga celebrado
en el Instituto Cervantes de Bruselas)
ANA MOLINA...
Ana Molina
porta sus pies hinchados
en el cortejo de todas las calles ciegas
hacia la Plaza de Mayo,
la plaza de los clamores vivos
en tantas ciudades del mundo,
donde el pavimento ya no es
más insurgente que las personas.
Los ojos condenados,
ella sigue una hilera de hormigas ebrias
rumbo al nido destruido.
Ana Molina
ya no tiene labios
para besar en el periódico o en la televisión
el entrecejo de la cabeza trunca,
ni manos para tapar con su sombra
el vientre atravesado,
ni dedos para bajar las negras pestañas
y cubrir el vidrio de los ojos.
Ana Molina
va, el cerebro vacío,
tras hijos desaparecidos,
se acerca, la lengua clavada,
a los soldados con expresión de acero,
imposible extirparles una sonrisa,
para reclamar al descendiente
y convocarlo a su futuro,
con el hueco de la bala de fragmentación en el pecho
penetra en el vacío
donde los brontosaurios de la dominación
se reafirman y se honran a sí mismos.
Albert Bontridder (extraído de: Roepen om de dag
ANA MOLINA...
Ana Molina
porta sus pies hinchados
en el cortejo de todas las calles ciegas
hacia la Plaza de Mayo,
la plaza de los clamores vivos
en tantas ciudades del mundo,
donde el pavimento ya no es
más insurgente que las personas.
Los ojos condenados,
ella sigue una hilera de hormigas ebrias
rumbo al nido destruido.
Ana Molina
ya no tiene labios
para besar en el periódico o en la televisión
el entrecejo de la cabeza trunca,
ni manos para tapar con su sombra
el vientre atravesado,
ni dedos para bajar las negras pestañas
y cubrir el vidrio de los ojos.
Ana Molina
va, el cerebro vacío,
tras hijos desaparecidos,
se acerca, la lengua clavada,
a los soldados con expresión de acero,
imposible extirparles una sonrisa,
para reclamar al descendiente
y convocarlo a su futuro,
con el hueco de la bala de fragmentación en el pecho
penetra en el vacío
donde los brontosaurios de la dominación
se reafirman y se honran a sí mismos.
Albert Bontridder (extraído de: Roepen om de dag
(Clamor por el día), 1983)
© Traducción española: Diego J. Puls 2005
(con ocasión de un recital de poesía belga celebrado
© Traducción española: Diego J. Puls 2005
(con ocasión de un recital de poesía belga celebrado
en el Instituto Cervantes de Bruselas)
EXAMINAR EL CUERPO PRETÉRITO...
Examinar el cuerpo pretérito
– materia para la memoria –
empleando la mentira
de un nombre futuro.
No hay iglesia en llamas
en la barbilla de sátiro o ninfa,
que no se autoexterminara
entre tu antes y tu después.
Tus manos apacibles
amarran en los muros salinos
el odio de la poesía
entre rosa y parusía.
Tu labia mordaz
rompe entre tus dientes
la pastilla de la paz
e impele por tus tripas
el cianuro de la ilusión
malograda.
Albert Bontridder (extraído de: Nimbus (Nimbo), 1981)
© Traducción española: Diego J. Puls 2005
(con ocasión de un recital de poesía belga celebrado
EXAMINAR EL CUERPO PRETÉRITO...
Examinar el cuerpo pretérito
– materia para la memoria –
empleando la mentira
de un nombre futuro.
No hay iglesia en llamas
en la barbilla de sátiro o ninfa,
que no se autoexterminara
entre tu antes y tu después.
Tus manos apacibles
amarran en los muros salinos
el odio de la poesía
entre rosa y parusía.
Tu labia mordaz
rompe entre tus dientes
la pastilla de la paz
e impele por tus tripas
el cianuro de la ilusión
malograda.
Albert Bontridder (extraído de: Nimbus (Nimbo), 1981)
© Traducción española: Diego J. Puls 2005
(con ocasión de un recital de poesía belga celebrado
en el Instituto Cervantes de Bruselas)
No hay comentarios:
Publicar un comentario