Bernardo Reyes nació en Temuco, Chile, el 18 de septiembre de 1951. Sus estudios secundarios los realizó en Temuco.
Sobrino nieto de Pablo Neruda, vivió gran parte de su vida en el mismo barrio y en la misma propiedad de sus antepasados, la que con el tiempo ha ido sufriendo permanentes modificaciones y fraccionamientos.
Esta relación con un entorno específico y con una familia que le fue legando una gran cantidad de antecedentes inéditos de uno de sus miembros, sumados a su vocación literaria, fueron los factores que le permitieron estructurar el ensayo “RETRATO DE FAMILIA (NERUDA 1904-1920)”, editado por la Editorial de la Universidad de Puerto Rico en su primera edición, por DOLMEN Ediciones de Chile en su segunda edición y por RIL Ed. en su tercera edición.
De paso, durante el período de investigación de este ensayo se pudo ubicar una antigua fotocopia de los ahora conocidos “Cuadernos de Temuco” (Seix Barral, ediciones de 1996 en adelante), que contienen la primera poesía inédita de Neruda y que desde hacía más de diez años se habían dado por perdidos luego del remate de los originales por la casa de remates Sotheby’s en Londres, constituyéndose en el hallazgo de mayor importancia literaria luego de la muerte del poeta.
El año 1978 algunos de sus primeros poemas son publicados por el diario “El Mercurio”, el de mayor importancia en Chile. Desde entonces ha tenido una permanente y sostenida actividad literaria, llevada con bastante sigilo: cuatro volúmenes de poemas, el primero de ellos con prólogo de Hugo Montes (Premio Nacional de Educación en Chile); el segundo “Pájaros de Contrasueño” en edición privada; el tercero “Karmazul. Para Duendes y Sirenas” editado por Editorial Isla Negra de Puerto Rico y Editora Buho de República Dominicana; y el cuarto “Carta Para un Hijo Imaginario y otras Desmemorias” editado en 1999 por DOLMEN Ed.
Su labor como escritor ha sido reconocida estos últimos años por:
El Fondo de Desarrollo de las Artes y la Cultura (Realización de proyecto, 1995).
El Consejo de Fomento del Libro y la Lectura (Programa Becas para escritores, Concurso 1994).
2º Lugar en el Concurso Literario “Oscar Castro Zúñiga”, género poesía, Rancagua, Chile, marzo 1998.
Realización del tren de la poesía
En los años 1994, 1995, 1996, 1997, 1998, 1999 y 2001 Bernardo Reyes ha sido el Coordinador General del “Tren de la Poesía”, que es la denominación con que se agrupan una serie de actos de homenaje para conmemorar la muerte de Pablo Neruda en la ciudad de Temuco y en otros sitios de la región. Uno de estos actos es el “Tren de la Poesía” que ha consistido en poner en funcionamiento una locomotora a vapor de comienzos de siglo, tirando a algunos viejos coches, por una línea ferroviaria en desuso y que era la ruta que Neruda hiciera frecuentemente acompañando a su padre, el conductor de trenes José del Carmen Reyes. Los pasajeros son escritores venidos desde los mas distantes sitios del mundo y del país, los que junto con autoridades de gobierno y de educación, los cuales durante el recorrido participan activamente e interactúan, ya sea leyendo textos poéticos o conversando con los múltiples escritores invitados.
Los trenes jugaron un papel decisivo en consolidar la fundación de las ciudades del sur de Chile luego de siglos de resistencia de los indígenas mapuche. Ellos trajeron consigo una cultura foráneo a los territorios recién conquistados.
Publicaciones
Textos
Poemario con prologo de Hugo Montes (El Sr. Montes es Premio Nacional de educación en Chile), Edición Privada, Temuco, Chile, 1978.
Pájaros de Contrasueño. Poemario, Ed. Privada, Temuco, Chile, 1991.
Karmazul, Para Duendes y Sirenas. Poemario, Ed. Isla Negra (Puerto Rico) y Ed. Buho (Rep. Dominicana), 1996 (ISBN 1-881715-18-3).
Retrato de Familia, Neruda (1904-1920), ensayo, Ed. De Univ. De Pto. Rico, Primera Edición 1996, Catalogación de la Biblioteca del Congreso Library Of Congress Cataloging – in- Publication Data ISBN 0-8477-0222-7.
Retrato de Familia, Neruda (1904-1920), ensayo, Segunda Edición, realizada en coedición, DOLMEN ED., Chile, mayo 1997, ISBN 956-201-321-9.
Carta Para un Hijo Imaginario y Otras Desmemorias, poemario, DOLMEN ED., 1999, Primera Edición aparece en marzo de 1999.
Casas, PEHUÉN Ed., 2001.
Retrato de Familia, Neruda (1904-1920), RIL Ed., Tercera Edición, 2003.
Álbum de Temuco, PEHUÉN Ed. , 2003.
Oleaje con espuma y esperanza
Los ecos corren tras la montaña,
ruedan estrellas cielo abajo.
La sábana húmeda del amanecer
sostiene los sueños de dos desconocidos
a punto de nacer:
furia de alacranes reprimidos;
ausencia de piel tibia y abrazos que no se abrazan.
En la frontal usurpación de almas
sólo la bandera de una mirada
podría establecer sus dominios:
el recuerdo de un oleaje con espuma y esperanza;
unos ojos que siempre se buscaron
y que jamás se encontraron.
¿Se puede memorizar al mar?
Si hubiera al menos un teléfono
Si hubiera al menos un teléfono,
un número de una calle,
una señal en el viento,
un ángel amigo de los mensajes.
Si hubiera un humo azul en el horizonte,
una luna diluyéndose en el amanecer,
una galaxia recién naciendo
en la constelación de los ojos.
Si hubiera al menos una palabra,
un murmurar de alas,
un refrescar de amanecer,
un silencio entre dos miradas.
Como una estrella soñando a nacer
Y es por la arena
sosteniendo una primera piedra
que se construyeron las pirámides,
y los sueños de escalar esas pirámides,
y el ansia de señalarle al sol
que sobre esa arena
era posible construir
la cruz de los abrazos.
Qué sabe el sol de montañas o pirámides,
mínimos accidentes
opuestos a la horizontal de los desiertos.
Como los peces en los ríos
cazando mosquitos al atardecer,
o como un aerolito
saltando desde el océano negro de la bóveda infinita.
¿Un pavo real de estrellas es el sol?
¿Una suma de cascadas?
¿Multitud de orgasmos inversos?
¿Relámpagos reencarnados?
II
Con una escafandra me sumo en el sol.
Corales de sombras me salen al encuentro.
Peces negros devorando peces negros.
Todo lúcidamente incomprensible
como un libro cerrado en un sótano oscuro.
Ciego uno.
Ciego y sin esperanzas, se diría.
Como una estrella soñando a nacer.
El abismo es otro sueño desde donde se cae
Corales de sombras me salen al encuentro.
Peces negros devorando peces negros.
Todo lúcidamente incomprensible
como un libro cerrado en un sótano oscuro.
Ciego uno.
Ciego y sin esperanzas, se diría.
Como una estrella soñando a nacer.
El abismo es otro sueño desde donde se cae
a un abismo que se sueña
Y si uno dice que no cree en Dios
o, para negarse, hundiéndose en el fango del olvido,
muerde sus labios hasta sangrar,
y, como agua cayendo
ladera abajo de los labios,
la sangre corre hacia la tierra
como llanto hacia la madre,
y, entonces, qué.
Y si uno el deforestado,
el océano sin peces,
el sin risa,
se declara inexistente?
Será que entonces
el abismo es otro sueño
desde donde se cae a un abismo que se sueña?
Islas flotantes
En la tierra de los cielos,
nubes blancas, grises o negras,
como islas flotando en un océano de aire,
y Dios un poco molesto en su trono de sueños,
desde donde la imagen de su amada es interrumpida,
aquel conocido rostro verdeazulado y oceánico
en cuyas aguas
puede verse a sí mismo, inconmensurable y mínimo,
allá abajo,
en la patria de los duendes y la esperanza.
Un planeta llamado Paul Schaeffer
Un planeta llamado Paul Schaeffer,
llora en su laberinto recordando al sol,
abortado ya del aire,
como un asmático
en espera de la madrugada.
Y luego,
la señal que no llega:
el agua sexual en su despeñadero, hacha en mano,
deforestando los montes deforestados del corazón,
como en Nicaragua, o en Guatemala,
cuando los ríos desmadrados
arrastraron niños que la vida reclamaba
y desde una ribera precaria
sólo cadáveres de niños
podían verse flotar,
lejos de la ternura,
camino hacia la mar.
Y si uno dice que no cree en Dios
o, para negarse, hundiéndose en el fango del olvido,
muerde sus labios hasta sangrar,
y, como agua cayendo
ladera abajo de los labios,
la sangre corre hacia la tierra
como llanto hacia la madre,
y, entonces, qué.
Y si uno el deforestado,
el océano sin peces,
el sin risa,
se declara inexistente?
Será que entonces
el abismo es otro sueño
desde donde se cae a un abismo que se sueña?
Islas flotantes
En la tierra de los cielos,
nubes blancas, grises o negras,
como islas flotando en un océano de aire,
y Dios un poco molesto en su trono de sueños,
desde donde la imagen de su amada es interrumpida,
aquel conocido rostro verdeazulado y oceánico
en cuyas aguas
puede verse a sí mismo, inconmensurable y mínimo,
allá abajo,
en la patria de los duendes y la esperanza.
Un planeta llamado Paul Schaeffer
Un planeta llamado Paul Schaeffer,
llora en su laberinto recordando al sol,
abortado ya del aire,
como un asmático
en espera de la madrugada.
Y luego,
la señal que no llega:
el agua sexual en su despeñadero, hacha en mano,
deforestando los montes deforestados del corazón,
como en Nicaragua, o en Guatemala,
cuando los ríos desmadrados
arrastraron niños que la vida reclamaba
y desde una ribera precaria
sólo cadáveres de niños
podían verse flotar,
lejos de la ternura,
camino hacia la mar.
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