CRISTINA CASTELLO
Poeta y Periodista
Miembro del
P.E.N. CLUB FRANÇAIS
Cristina Castello nació en Argentina. Después de haber vivido sus últimos diez años entre Buenos Aires y París, desde 2010 vive en Francia.
Es poeta, y periodista diplomada en la Universidad.
Como poeta, además de sus múltiples participaciones en realizaciones colectivas (antologías, revistas, exposiciones), publicó en Francia los siguientes poemarios bilingües (francés castellano):
*Soif /Sed, Éditions L’Harmattan (2004), ilustrado por dibujos originales de Antonio Seguí. Este libro fue prologado por François Xavier y Oscar Barney Finn.
*Orage/Tempestad, publicado en Éditions «Bod», con un frontispicio escrito por Antonio Gamoneda y un prólogo del poeta brasileño Thiago de Mello. De Orage/Tempestad, se hizo una edición para todo público y una edición de arte, con las «combustiones» originales del artista Christian Jaccard. Este poemario fue presentado por Jean-Pierre Faye y luego por Bernard Noël en París.
*Ombre/Sombra –libro de artista con grabados originales de Gérard Truilhé en Éditions Trames (2010).
* Le chant des sirènes/El canto de las sirenas, Éditions « Chemins de plume », collection « Un Poète/ Une Voix » (2012). Es un libro con un CD que permite escuchar los poemas dichos por la autora, en castellano, y por el poeta André Chenet, en francés.
Cristina Castello es una poeta - una persona- comprometida en favor de la paz y de la belleza, contra todas las injusticias sociales.
Por su condición de recitadora de poesía, ha dado y da recitales en Buenos Aires y en Francia, donde continúa con esa tarea.
Es Secretaria de redacción de la revista francesa de poesía « La Voix des Autres » («La Voz de los Otros »).
Como periodista, publicó más de 3000 artículos en los principales medios gráficos de su país, y en algunos de Europa y de América Latina y fue docente en la cátedra «La entrevista periodística».
En televisión, creó «Sin Máscara» -su propia emisión de cultura y poesía. En la radio, tuvo su programa también de cultura y poesía: «Convengamos que…con Cristina Castello », además de haber participado como columnista en otros.
Su Sitio http://www.cristinacastello.com, une poesía, pintura, música y periodismo.
Repatriarnos
Que hipocampos enamorados descuarticen el horror
Que bandadas de jacintos acuchillen la indiferencia
Que Orfeo guíe a Arcadia a libaneses y palestinos
Que Eurídice queme infiernos y funde la alegría
Que la paz se acune en partituras de Gounoud
Que huérfanos saciados impongan la justicia
Y sirocos enfurecidos asesinen la crueldad
Para donarnos con hambre de lluvia
Y repatriarnos en brumas de luz
París, 26 de julio 2006
Mientras Palestina y el Líbano regurgitan pavor.
www.cristinacastello.com
Jazmines y verdugos
Un pelotón de verdugos persigue
A los jazmines que danzan con la brisa
Libaneses, palestinos. Humanos.
Se les mueren los soles en los párpados
Tienen horizontes cortados con tijeras
Se alimentan de llantos succionados
Y en el alma acunan una paloma muerta.
La savia los repele y la muerte los saquea,
Tienen vedados todos los firmamentos,
La plegaria a un dios ensordecido surca sus jirones,
Y Tánatos vence en cada batalla a Eros.
Las campanas no tañen ángelus de pétalos
Los campanarios despavoridos silban esqueletos.
Como fuegos artificiales el Poder juega misiles
Que estallan los fragores de bombardeos y de huesos.
Y ellos mueren abortando, tal flor antes de ser nacida
Pero qué, qué hago yo con mi sola voz que brama.
Millones de estrellas suicidan mis mejillas
Mientras mi alma cruza las galaxias de cedros
Para que el universo abreve nidos en cálices,
Por ramos de piececitos de bebés bien nutridos,
Por un cielo que dirija la orquesta del coro de ángeles
Y una cama que por el mar navegue jazmines, a la paz
París, 18 julio 2006
Mientras Palestina y el Líbano regurgitan pavor.
Amor, horror, luz
Su bramido enciende el cosmo
Impregnado de la mies del Infinito
Fuego y nieve, calvario y éxtasis,
Pureza y cresta de placeres ígneos
Como el eje inefable de la estrofa,
Brasa que nos abraza y nos resurge.
L'orage1 es nirvana del amor completo.
Su rugido apaga todos los arrullos,
Febril devora a cada Nazareno
Bebe sollozos de niños y cachorros
Repele a los marginados de la vida,
Sólo se oye el llanto de los perros
Y los esclavos del Régimen celebran.
L’orage es signo del horror creciente.
Una orquesta recrea las metáforas
Y el árbol del arte madura sus frutales.
L'orage es una lumbre inexorable
Embriaguez, Devastación, Ser.
La palabra
La palabra— ese silencio extraviado
Esa hilera de hormigas que hoja a hoja
Modela el follaje corpóreo de la voz
La palabra— ese bálsamo promisorio
Esas manos ofrecidas a la ausencia
Ese tiempo transversal al llanto
Esa costura desatada, esa confianza
Ese pan, esa sedición del alfabeto
Esa cópula del verbo, esa memoria
Ese gentío fusionado en un son
Esa pupila abierta a todo albor
La palabra— esa metralla de lirios
Ese erotismo de Dios.
Bruma
El planeta es una niña ultrajada
Con días sin muñecas y ojos sin pupilas
Su valijita espera en un andén cualquiera
Junto a millones de dolores sin eco
Un tren que portará a la tumba su corazón sin guantes.
Un brote deshojado en mi pecho es el mundo
Agujero de piedra, brecha de vacío
Todos los cálices convergen en mi sangre
Soy una fuente en actitud de entrega
Pero la herida atraviesa la boca del poema
El desamparo reta al cielo
Y sacude el alma de la tierra.
¿O acaso Dios ha muerto?
Desamparados todos
Desamparada
¿Por qué mis ojos miran los adentros
¿Y por qué a mis ojos los miran los adentros?
Nadie responde sino el Absoluto.
Cristal y acero soy pero todos ven la espada
Y nadie imagina mi astilla de cristales.
Resistiré blindada en poesía
Resistiré asida al murmullo de los astros
Resistiré encaramada en la cima de una hierba
Prendida a esta luna de nieve navegante de brumas
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