Armando Alanís Pulido (Monterrey, Nuevo León, México, 1969). Ha publicado una docena de libros entre los que se encuentran Náufrago cantando un himno urbano (Ecrits des Forges, 2003), Combustión espontánea (Mantis, 2003) y La costumbre heroicamente insana de hablar solo (Aldus, 2007). Desde 1996 coordina el proyecto “Acción poética” el cual trata de hacer que la poesía sea parte del paisaje urbano interviniendo muros de la ciudad.
Nada cambiará con un aviso de curva
No solo los fantasmas se aparecen:
de repente estamos rodeados de cosas y personas
y decimos el amor sí existe —cómo no—
entonces uno como que brilla
porque alguien nos dice: te noto raro, te ves mejor
pareces feliz
y te dejan de importar los videos nuevos de MTV
el lugar que ocupan los tigres en la tabla de posiciones
es decir:
tan fácil como resumir la teoría de la dirección
con un “voy derecho no me quito”
Por lo tanto:
el que ronda el que encuentra, se inspira.
Todos fuimos talla 29
Anhelábamos poner una boca más pequeña dentro de la nuestra
Pronunciar las palabras mágicas
—muy buenas tardes bienvenido a Mac Donalds
puedo tomar su orden—
a nadie absolutamente a nadie le presumíamos nuestra felicidad
éramos capaces de tener veintinueve o treinta sueños
en el trayecto de la escuela a la casa.
Hoy los sueños son años.
Lo más difícil de la vida es vivirla
Podría ser la frase de algún líder espiritual
La cintilla roja del último best seller de Alfaguara,
Un grafitti, un epitafio…
Podría ser todo eso pero es una vocecita que me está matando.
[Poemas tomados de portazo en la nariz de la musa, antologia personal.]
Ella es infantil
desde que era niña*
Entiéndeme niña:
Nada más me desclavo estas flechas
y platicamos
Entiendeme mujer:
Estoy convencido de que no te convengo
lo que quiero decirte es NO
(a lo mejor resulta mejor así)
Primera Persona*
Soy inofensivo, no porto armas de
fuego, no porto ningún virus.
Soy incapaz de estacionar un tráiler con
doble remolque
Soy un buen ciudadano mexicano
pago las multas que generan los
impuestos que no pago.
Soy bueno, si tuviera amigos te lo dirían.
El amor brilla por su ausencia**
Ahora hago un resumen
de los suspiros desafinados
y me veo obligado a reconocer
que estoy bajo el influjo de una desilusión perpetua.
Cumplir y frecuentar
predicciones en contra
ese es mi estilo.
Ya para terminar te digo:
aunque la profundidad de la herida
me da el derecho de hacerlo
de nada me sirve
de nada me sirve decirte que no vales madre.
Uno nueve nueve cinco**
Voy a quitarme estas ropas teñidas por el desencanto
estos zapatos que me encaminan hacia la tristeza
voy a cortarme el pelo y a tatuar veintiséis lágrimas
en distintas partes de mi cuerpo
A ver si así.
Desalmado**
Antier mi alma presentó su renuncia, argumentaba falta de seguridad (que, según esto, siempre la estoy arriesgando), quedamos en hablar la próxima semana, para arreglarnos, pero yo me adelanté: anoche la vendí al mejor postor, mientras pensaba: nadie es indispensable.
*Estos poemas pertenecen al libro La tristeza es un somnífero interesante publicado por Verdehalago, Conaculta y Conarte (abril 1999)
**Estos poemas pertenecen al libro Gritar por poder gritar publicado por Mantis Editores (octubre 1997)
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