Juan Drago Gutiérrez, poeta y escritor español, nace en Rociana del Condado (Huelva) en 1947; cofundador del Club de Escritores Onubenses y de sus colecciones poéticas Alazán-CEO, Cuadernos de Gerión y Cuadernos Atlánticos, así como del Certamen Internacional de Poesía “Odón Betanzos Palacios” y de la Fundación del mismo nombre, también de la revista Con dados de niebla y de los Cuadernos literarios La Placeta.
Autor de libros de poemas como:
Cartas a nadie. Nueva York, 1968. Col. Mensaje
De la luz en el agua. Huelva : Club de Escritores Onubenses, 1981. Reeditado en col. Estero, Huelva, 1984.
Con un río en los brazos. Huelva, Club de Escritores Onubenses, 1984
Ámbito de la diosa. Sevilla : Ediciones Alfar, 1986
Cantos del llamado. Huelva : Diputación Provincial, 1990
Orfeo encuentra el mar. Madrid : Huerga & Fierro, 2002
Corona de silencio (selección de poemas). Huelva : La voz de Huelva, 1999. Col. Poetas onubenses contemporáneos
Viajero de la luz. Sevilla : Ediciones Alfar, 2004
Aires de Roma andaluza. Arie di Roma Andalusa (antología bilingüe, italiano-español), antología compartida con Juan Cobos Wilkins y José Antonio García. Traducción y edición de Mercedes Arriaga Flórez. Sevilla : Arcibel Editores, 2005.
Si amaneces mientras caminas (2007)
Otras publicaciones:
Diván de las mensajeras. Sevilla : Ediciones Alfar, 1994. Relato histórico sobre la pequeña y efímera taifa de la isla de Saltes
Odón Betanzos Palacios: vida y obra. Nueva York, 1974. Estudio bio-bibliográfico del poeta de Rociana del Condado residente en Nueva York
Premios
Es finalista del Premio Mundial de Poesía Mística “Fernando Rielo” 1988, fallado en Naciones Unidas, es además Premio Michael Madhusudam a la creación literaria (Calcuta 1992), y Premio Internacional de Poesía “Antonio Machado” (Colliure, 1999).
La sangre que derramó esta espada
La sangre que derramó esta espada
el polvo la cobija, en la luz va dispersa.
La sangre que empuñó esta espada
en libros se cuartea como sueño imposible.
Los ojos que la miran sólo ven un espejo
distorsionado y frío donde el dolor triunfa.
Ambas sangres se juntan a espaldas del azogue
así como las aguas que separa una quilla.
Este sol que nos nace, este sol que nos puede,
brillar hizo su hoja y mordió sus aceros.
También él se consume en tropel amarillo
esparciendo su baba en la quietud magnífica.
EL CAZADOR DE HAIKUS
Juan Drago
Octubre, 1995
A Jacques Issorel
El gran sendero no tiene puertas
miles de caminos llevan a él
Mumon
ABEJARUCO EN VUELO
Hasta tu vuelo
alcanza mi mirada
como ballesta.
Solas mis flechas
van dando en el secreto
de tu belleza.
Puente de las Ortigas
CORRELIMOS
Veloces patas
rompen la ardiente plata
de la marea.
Playa de Mazagón
FLOR DE CANTUESO
Balanceo azul
tristeza ante las alas
del heliotropo.
Pinares de Mazagón
PETIRROJO
La luz primera de enero
vibra encendiéndote el pecho.
Laguna Madres de Avitor
Entre mis manos,
el corazón medroso
de este jilguero.
Rociana
Los lanceros de la aulaga
tienen el alma amarilla.
Finca de La Vaqueriza
Ave muerta bajo un tilo,
dibujo quieto en las aguas.
El Mestro
Sobre la duna,
viejo enebro del aire,
laúd del océano.
Hato del Difunto
CERVATILLO MUERTO
Sus dulces huesos
en la yerba dibujan
una galaxia.
Llanos de Velázquez
ARRAYÁN DEL ARROYO
Dulces migas de arcángel
a orillas de un secreto.
Lucena del Puerto
Gorrión de acacia amarilla
anida en acacia azul.
Jardines de Santa Marta
CORAZÓN DE PALMITO
Entierras tu corazón albiamarillo
como un monje su luz en el silencio.
La Vaqueriza
CIUDAD DE SALTÉS
La mano que cerró la última puerta
abrió la flor del olvido.
Isla de Saltés
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