Erik Knudsen (1922 - ) Nació en Slagelse, Dinamarca. Maestro y profesor en una universidad popular. Debutó en 1945. colaborador de la revista Heretica y después de la revista socialista Dialog. Participó en los debates de las cuestiones nacionales desde posiciones de izquierda. Su tema central es la lucha del individuo contra la burocracia y el comercialismo. Iniciador de la poesía comprometida. Ha escrito piezas de teatro, libretos de revistas musicales satíricas y textos para radio y televisión.
¿HACEMOS UNA VISITA?
¿Hacemos una visita
al mercado de las ideas
para asegurarnos un par de opiniones
para el resto de la semana?
(Han empezado ya las grandes rebajas.
Por cuatro perras
se pueden conseguir verdades de primera
y maduras convicciones.)
¿O nos sentamos
en la terraza de un café
y ahogamos nuestras dudas
en unas cervezas bien frías?
Til en ukendt gud, 1947
LA FLOR Y LA ESPADA
¿Entrar al bosque? No, no me atrevo a entrar
Donde crecen los verdes árboles de cobre del sueño
¡Escucha a los pájaros! No, yo no me atrevo a creer
Tonos tan puros. La belleza me vuelve loco
Y la armonía tintinea cruelmente en mi oído
¿Qué quiero yo en un sombrío fraude
Donde el sol aguza sus brillantes mentiras
Y las flores difícilmente ocultan su desprecio?
Adiós trompa de caza, asperilla yagua de manantial
Adiós nuestro pequeño almuerzo en la hierba
Desde los campos se oyen gritos y estrépito de armas
Allí fuera donde todo es día desnudo
Donde las espadas relampaguean, los venablos trenzan
La techumbre del cielo
Donde arden banderas, los tambores ahuyentan
A los pájaros de sus nidos
Fuera donde la aurora de la victoria huye
Y la negra majestad de la derrota
Se mantiene firme.
Blomsten og svcerdet, 1949
¡AMADA! NUESTRA VIDA
Amada, debemos construir un templo en nuestro corazón
Debemos elevarnos más alto que los árboles del bosque
Debemos cantar una canción más fuerte
Que el órgano de cine, más fuerte que el viento
Más fuerte que todas las cosas del mundo.
Este desierto que es nuestra casa
Debemos plantarlo con flores de esperanza
A esas estatuas de sal, nuestros hermanos y hermanas
Debemos infundirles el espíritu de la vida
Enseñarles a llorar, enseñarles a reír.
Igual que el pájaro abandona su sombra
Igual que la hierba revienta el humus negro
Vamos a vencer al invencible.
Amada, el día que se abre paso
Por campos y casas en llamas
Es nuestro último día y el más grande
Convirtámoslo en eternidad.
Blomsten og svaerdet, 1949
TODAVÍA NO
Fraternidad, justicia
Sí claro: palabras de calefacción central
Sueño y esperanza
Las perdemos de un tirón
Lo mismo que los dientes de oro y los anillos
Cuando nos preparen
Para la cámara de gas
Oh ilusión
Quebradiza como yo
Cógeme de la mano, ahora somos dos
Ven, vamos a llamar a los demás
Todavía no ha alcanzado la muerte
La victoria definitiva.
Braenpdpunkt, 1953
LOS REPRESENTANTES
Comienzan el día tomando huevos
Tienen debilidad por las películas del oeste
Hacen colectas para minusválidos
Conversan con el príncipe heredero
Se ponen plumas de indio en el pelo
Firman en los libros de invitados
Recomiendan cuajada y yogur
Pronuncian discursos el día de Valdemar
Se relajan con una buena policíaca
Cantan cancioncillas en la televisión
Citan muertos famosos
Se toman una cerveza
Pueden con lo increíble
Tienen tiempo para el carnaval y la campaña electoral
Venden queso danés
Comprenden a los EE UU
Coronan reinas de belleza
Recuerdan a los caídos de la época de la ocupación
Compiten saltando sobre balones de plástico
Son, en el fondo, profundamente religiosos
Acarician a los perros
Reprochan a los jóvenes
que no quieran discutir con argumentos
Babylon marcherer, 1970
BURGUESES DUBITATIVOS
I
Sientes vergüenza, estás harto de
este mundo rico blanco tuyo
explotación, racismo, genocidio
«libertad», «democracia»... tú detestas
todo eso. Bien. Tu mala conciencia
es una señal de vida. No eres un caso perdido
como los imperialistas y
sus pequeños agentes de ojos ciegos. Pero
¿qué estás dispuesto a hacer con tu vergüenza?
¿Para qué la empleas?
II
Tu corazón con los rebeldes
Tus pies en un suelo rico
Playboy
de la Revolución
III
Olvida que naciste
blanco y rico
¿Era Marx proletario?
¿Lo era Engels?
¿Lenin?
¿Brecht?
Tú también puedes hacer algo
Tú también puedes mostrar tu solidaridad
con los oprimidos y los rebeldes
tienes que ajustar cuentas contigo mismo
tienes que ajustar cuentas con tu clase:
Deserta
Babylon marcherer, 1970
Selección de poesías extraída del libro Poesía Nórdica. Antología preparada por Francisco J. Uriz y editada por Ediciones de la Torre / Biblioteca Nórdica: www.edicionesdelatorre.com
Todas las traducciones pertenecen a Francisco J. Uriz.
ENFOCARTE
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