Graciela Bucci
Nació en Buenos Aires, Argentina, ciudad donde reside. Poeta, narradora y docente. Ha publicado algunas de sus obras en periódicos y revistas literarias de Argentina, Uruguay, Venezuela, Chile y España. Ha coordinado durante varios años talleres de creatividad literaria. Actúa como jurado en varios concursos literarios nacionales e internacionales. Participa activamente en congresos literarios nacionales e internacionales. Entre sus publicaciones se encuentran, los poemarios: Un orden diferente, ganador de la Primera Mención de Honor en el Concurso de Autores Contemporáneos organizado por el Departamento Judicial de Lomas de Zamora con el auspicio de la Dirección de Cultura de la Provincia de Buenos Aires, y Las fronteras posibles, galardonado con la Faja de Honor de la SADE, en el género de Poesía. En narrativa: Detrás de las palabras...el eco, galardonado con la Faja de Honor de la SADE, en el género de Cuento. Forma parte de once antologías de Argentina y España, entre las que cabe destacar: la Antología de Cuentistas Argentinos "Cuenta Conmigo" y de la Antología de Poetas y Narradores de Iberoamérica. Fue invitada a participar con poesía en la antología bilingüe (español-alemán) editada en Viena a raíz del Festival Internacional Anual de Fundaciones, dentro del marco "Europeo, EJID 2008". Ha recibido numerosos premios en el ámbito nacional e internacional. Algunas de sus obras han sido traducidas al catalán, al portugués y al alemán. Forma parte de la Comisión Directiva de la Asociación Americana de Poesía, es socia del Instituto Latinoamericano y Cultural Hispánico (ILCH) con sede en California, EE.UU. y es miembro de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE).
DECRETAR EL OLVIDO
no se puede
simplemente no se puede dar vuelta la hoja
pretender que no fue
que no hubo
que la historia no existió que ni señal que ni latido
simplemente que no
no se puede decretar el olvido
hacer un pacto de universos disgregados
ignorar la piel el pulso la boca el recorrido las frases los silencios
y dejar el nudo disuelto entre las manos
es difícil digitar la desmemoria
jugar al ejercicio mentiroso
cuando se vio arder y consumir el fuego no sirven las cenizas
hace falta entonces
aceptar un proyecto blando de muerte personal
poner cal viva en la memoria
gritar los nombres y cerrar el pozo
definitivamente
para que no se escapen
para que no pretendan
reescribirse
en la hoja.
GÉNESIS
“…venimos de lejos esquivando errores
percibiendo el calor de las inhibiciones…”
Ernesto Goldar
con un resabio de indulgencia comenzó el deseo
alguna distracción
una sonrisa surgida de los miedos
de los poros
de las celdas
como una gota cálida fluyó el deseo
se escurrió por la grieta
en el claustro vedado
ignoró el precinto el atavismo la censura
rompió diques y rompió sentencias
arrastró los pudores por el camino incierto
y fue gota voraz
el deseo impetuoso de la génesis
fue salvación y grito
y fue vertiente.
INSOMNIO
“…la noche del insomne
es un despeñadero sin fondo…”
Waldo Leyva
invoco el sueño arcano
gran ausente
ofrendo mi cuarto plagado de sombras
de sonidos confusos
vigilo la pared que me confina
me acechan quejidos desolados
voces ahogadas en un túnel macabro
un puñal que lacera la herida
un resplandor de fuego en las tinieblas
dos ojos fijos
triunfantes
me observan desde el muro
oigo silbar el tren que se me fue hace tiempo
clamores ignorados
algún llanto
la cara del ausente
otra sonrisa tatuada en el cartón
manos inertes que asoman desde la tierra estéril
la corrida furiosa
cuerpos enmarañados
una adherencia amorfa entre los labios
un río subterráneo entre las piernas
la precisión del dardo en la corola ingenua
nubes de polvo que muerden la garganta
el grito sofocado de la víctima
la sábana teñida con todos los colores del fracaso
mientras la noche
sigue cayendo sin piedad
como una gota ácida sobre la piel desnuda.
SI FUERA NECESARIO
“era un pacto firmado con la sangre de cada pesadilla,
una simulación de durmientes que roen el peligro
en un hueso de insomnio.”
Olga Orozco
me devora el poema
muerde lentamente los tejidos
las palabras pretenden dibujar el contorno
competir con la mano que investiga
se ramifica
el deseo
hasta en los huesos
la ropa queda a un lado
testimonio de un pretérito
imperfecto
puedo viajar por el pasaje donde la luz niega el secreto
recorrer huecos y aristas
sin hartarme
y hasta podría simular la entrega
si fuera necesario
una mentira.
TEATRO
la vida puede quedar suspendida en los recuerdos
rastros apenas transitables
memorias engañosas
risas trabadas en bocas incompletas
tenues luces que apenas pueden eludir la sombra
se miente la armonía
los pasos firmes las manos juntas las miradas claras
se miente la pasión
el perdón se miente
se adulteran acuerdos
la realidad suele ser tan diferente
tan vanas las parodias que pretenden negarla
por qué no darse entonces
permiso para el gozo
beber la vida a grandes sorbos
disecarla si fuera necesario
abrazarla
quitarle el aliento
y solo cuando no quede nada
elegir qué puerta clausurar
poner candado a la memoria
abandonar la escena.
A CIERTA HORA
“…Estar arrojada de nuevo al pozo de la noche
donde las cosas dejan de ser signos…”
Pequeña música nocturna, Liliana Díaz Mindurry
a cierta hora
hay baches para ver
nada para decir
una mano hecha puño
el ala desgarrada de algún ángel un pájaro deshecho algunos rezos
el dedo penitente en la piel firme
un vidrio en la caricia
un beso de serpiente en la memoria
a cierta hora
casi no existe la lucha de la carne
y es fiesta para el trépano
que explota su veneno
gozoso
solitario
a cierta hora
son tan pocos los signos de la voluntad
y tan seguros
el llanto y el vacío.
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