Poeta panameño, nacido en 1968, en la Ciudad de David (originalmente Pueblo de David el de la Nueva Lisboa). Es culpable del silencio publicado en:
www.pa/cultura/escritores/zanchez_alexander.html
www.poetaandariego.blogspot.com
MEMORABILA
I
En su detenido tránsito los fósiles esperan
el desmantelamiento de los artificios
inamovibles en su convicción de piedra
resisten a las lámparas eléctricas
y a las interrogaciones del carbono catorce
de los paleontólogos
sólo cobran movimiento en la penumbra
de los museos
cuando llega la noche
y cesa el flujo de turistas
cuando los agentes de seguridad
son ganados por el cansancio
mientras semejan pilotear naves ultramodernas
frente a los paneles del sistema de circuito cerrado
entonces despiertan de su mansedumbre quieta
de su pleistocénico sueño
los huesos mutilados por el tiempo
y por los martillos de la National Geografic
y vuelven a escucharse los bramidos tras la dentellada titánica
los aullidos nocturnos de las
bestias en celo
todo cobra movimiento bajo la bóveda de vidrio
las manadas como cardúmenes moviéndose
de un lado para otro
por la sala
en sombras
huyendo de la zarpa y del colmillo
luego
el aire lavado por la lluvia
perlado de cristales detenidos en el
tiempo
de la fosilizada lluvia de las minas
de Muzo y de Sudáfrica
de Siberia y de Indochina
el relámpago entre tanto despertando
al nacimiento de los dioses telúricos
la tierra abriéndose
devorando los paisajes y horizontes
de los primeros seres conscientes
y de nuevo el silencio inarticulado
el callado silencio del símbolo en la piedra
íntimos mapas del alma poblando las praderas
y las paredes de cavernas y cascadas
la primera punta de piedra
el primer húmero quebrado
el llanto primero inducido por el hombre
la primera muestra
de furia incontenida
y el primer susurro en la oreja
imitación del roce de hojas por el viento
la primera onomatopeya
la primera sonrisa iluminando un rostro
el primer beso
el primer pacto
la primera caricia al un vientre solidario
el primer asombro metafísico
y nuevamente la lluvia
los
relámpagos
la noche dictando paréntesis y álgebras al hombre
heredándoles el miedo genético al frío de la soledad
y al hambre
en la penumbra del museo
penumbra fría
cobra más sentido que movimiento el fragmento de la vasija
recuerdo del barro con que coció sus dioses el hombre
aquella noche cuando tuvo que darle forma a la idea
y concibió la posibilidad de traducir la vaga concepción
que gravitaba en sus danzas de ebria psicotropiedad
y luego la tribu huyendo de los fríos glaciales
del sideral exilio de sus dioses
la tribu esquivando abismos y corrientes
la tribu disputándose los territorios
la tribu distribuyendo equitativamente las pieles
y los granos colectados
la tribu narrando junto al fuego sus primeros mitos
memoria universal rescatada por el canto
y luego huyendo nuevamente hacia las regiones boreales
y nuevamente al sur huyendo siempre
como buscándole sentido a las direcciones
a la rosa de los vientos y del tiempo
siempre juntos
unidos ante el abismo inevitable de la
muerte
y en la fiesta del nacimiento
siempre juntos
cobra movimiento la sala del museo
y cobra vida
vida y movimiento que tornan al silencio pétreo
cuando se abren las puertas
y fluyen en manadas los turistas
a nuevamente sorprenderse
con los restos fósiles
porción del tiempo detenido
ahí donde todas las noches hay fiesta.
Arte y Deleite del Buen Tomar Café
hoy aprenderemos
a tomar café a la francesa
entre sorbo y sorbo
emita un corto suspiro
como si la noviecita
o el noviecito
de cuando teníamos quince años
recién nos hubiera dejado
¡no se les ocurra
por ningún motivo
tomárselo de un sorbo
-semejante insulto al ego
del que preparó el café-
tómeselo suavecito
como sin ganas
reclínese de medio lado
para que el café descienda
fluya a su antojo
y no le duela luego el estómago
sobre todo si lo tenía vacío
no
mentira
tómeselo como quiera
cuando aún está caliente
como se lo toman los campesinos
o los citadinos de América Latina
cuando hace mucho frío
y saben que no han comido
y que es de noche
y que posiblemente afuera
está lloviendo
y que además es muy probable
que no habrá galletas
sí
tómeselo con calma
como pueda
que el café es muy bueno
sobre todo cuando hace mucho frío
y uno se siente solo
como yo
hoy
si hay galletas
muchas gracias
si no
no hay penas
basta que estemos ambos
usted y yo
ahora sí
lárguese el suspiro
Homenaje a Yasú,
el cazador de Akira Kurosawa
Los neandertales eran seres tan elevados
que podían ver la huella del agua
eran cazadores
de la caza dependían su abuela
su madre
su mujer
su hija
su tribu
su nación
su patria
el fuego había que guardarlo
y lo escondieron en el corazón
de los seres que aman
y redarguyen
dando golpecitos en el hombro
son los exploradores que te dicen
dónde
hay agua en e ldesierto
aunque ésta sea amarga
porque morir de sed es más amargo
que el jugo de la planta
que no te dejará partir
porque fuiste creado para habitar la tierra
entre ellos no se gritaban
sino de lejos y luego de larga ausencia
cuando te dicen
¡HOLAAAAA!
con el corazón en los ojos
y son gritos quebrados por la emoción
de saber que cada palabra no compartida
es una gema cuyo corazón de la casa del fuego
aquel que una vez escondieron
en el homo sapiens
detestamos a los adoradores de la piel
porque despellejan a los animales
por unas cuantas monedas
porque esclavizan a nuestros hijos
por unas cuantas monedas
que dan a regañadientes.
Del poemario: Toda palabra es también silencio, 2010
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