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miércoles, 3 de noviembre de 2010

1881.- JAVIER CABRERA


Nace en Las Palmas de Gran Canaria (Islas Canarias), España, ciudad donde reside, en 1953. Realizó estudios de arquitectura, que abandonó por los de diseño. Es diseñador gráfico por el ICADDI (Barcelona, 1979), especializado en diseño editorial. Profesional liberal con estudio propio en Las Palmas. Ha trabajado para varias editoriales canarias coordinando sus departamentos gráficos o proyectos de ediciones; para diversas empresas privadas insulares en la producción y edición de sus revistas; así como para distintas instituciones de las islas en numerosas de sus propuestas editoriales. Es poeta, antólogo y editor.

-POESÍA
Islas [para este Archipiélago] (1986).
Itinerarios (1988).
Tránsitos (1990).
Desierto (1994).
Rastros [plaqueta] (1995).
Famara (1997).
Sendas (1998).
Exilios (1999).
Salmodias (2002).
Humus (2003).
Huracán la Luz (2006).



INICIO
Por la hojarasca
fulgura su hedor nido
pútrido –alada
voz designa el antiguo
temblor– luz que al Orbe hizo





FINAL
De lo vertido
sobre esta alfombra inerme
algún vestigio
de vida lo que mece
el aire y acontece

(De Humus. 2003, pp. 9 y 61)







(O CUBA TODA)

Cada mañana la piel del caimán verde
se le encarama humeante caderas arriba.
Llega hasta su pecho de nubia y se abre
más allá de sus miembros alados de origen.

Mientras el día se amontona lento y húmedo
ella permuta la coraza de su hermosura
según el sol que la descifre: es jicotea
o tilapia, jutía o tenka si así es la mirada

de quien se cruce por el aire que suspende.
(Ahora es aura cazadora de luz antillana,
ahora frondosa sombra del zapote carmesí.
Más tarde, quizá aroma de senda selvática).

Cada ocaso un clamor mítico la inunda de río,
y trae por sus orillas la carnosidad del mango
oscurecido de rumores, del mangle rizo vencido
en su reflejo y la tierra empapada de guineas.

En la noche ella se engalana de las esferas
luminosas que circunda el espesor de su danza,
y por su vientre cruza futuro cargado de lluvia
elíptica: huracán de luz en donde brota la Isla.

Desde ella surge el enigma rojo del polen,
el arcano que da nombre a los misterios.
En ella confluye la memoria de las razas:
Voz que da razón al murmullo de los astros.

Mulata alzada en la mirada raudal de la gacela.

(De Huracán la Luz. 2006, pp. 21-22)








ÓXIDO DE CALCETÍN (2008-2009)

A veces, en días tan chatos como estos,
en los que uno se planta mustio y acaba
rezongando lo peor acerca de sí mismo,
uno resuelve que le vendría estupendo eso
de poder reencarnarse y corregir cuanta
mofa hubiera perpetrado en días infaustos.
O en otras ocasiones en las que uno anda
embotado, se le desinfla el tiempo, y la vida
mengua para lo tanto que pretende numerar.
Claro que uno piensa, ¿y si esto de escribir
versos es definitivamente inútil, y acabaras
reencarnado en un pescado, de qué te sirve?
O en el peor de los casos, y aún reencarnado
en uno mismo: ¿ya a las primeras de cambio
serás poeta?¿Y vas a recordar al punto dónde
dejaste pendiente de tachar el último verso malo?
A fin de cuentas, nada con tan poca sustancia
ni más nimio para reencarnarse que un poeta.

A veces, en días tan chatos… Mejor dejarlo,
vaya a ser que ocurra y ya no tenga remedio.




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