Gary Snyder nació en San Francisco en 1930. Poeta americano asociado a menudo con la Beat Generation y el Renacimento de San Francisco. Ensayista, profesor y activista del medio ambiente (a menudo descrito como el "poeta laureado de la ecología profunda), Snyder ganó el premio Pulitzer de poesía. Su obra, en sus diversas facetas, obedece a una inmersión budista en la espiritualidad y en la naturaleza. Snyder también ha traducido literatura antigua del Inglés y China como también poesía japonesa moderna. Durante muchos años, Snyder fue miembro del cuerpo docente de la Unisersidad de California, Davis, así como en el California Arts Council. Libros: Mitos y Textos (1960)- Seis secciones de las Montañas y ríos sin fin (1965) - La Vuelta al País (1967) - Cold Mountain Poems (1969) -Regarding Wave (1969) -Earth House Hold (1969)-The Old Ways (1977) The Old Ways (1977) - El trabajo real (1980)- No Naturaleza: Nueva y Poemas seleccionados (1992)- A Place in Space (1995).
“Para escalar estas cumbres venideras
una palabra para ti, para
ti y tus hijos:
permanezcan juntos
aprendan de las flores
anden livianos.”
***
DICIEMBRE EN YASE
Dijiste, aquel octubre,
en los altos pastizales secos junto al huerto,
cuando elegiste ser libre,
"Alguna otra vez, quizás en diez años".
Después del colegio te crucé
en una ocasión. Estabas extraña.
Y yo, obsesionado con un plan.
Ahora, diez años y más
han pasado: siempre supe
dónde estabas—
podría haber ido a buscarte
con la esperanza de recuperar tu amor.
Todavía sos soltera.
No lo hice.
Creí que tenía que quedarme solo.
Y así fue.
Sólo en sueños, como esta madrugada,
la honda, asombrada intensidad
de nuestro amor de jóvenes
regresa a mi mente, a mi carne.
Nosotros tuvimos
lo que todo el mundo anhela y persigue,
y lo dejamos atrás a los diecinueve;
me siento anciano, como de haber vivido
varias vidas.
Es probable que jamás pueda saber
si soy un tonto
o si hice lo que requiere
mi karma.
(Traducción: Bárbara Belloc;
Gog y Magog, 2009)
LA OSA MADRE
Para hablar del modo en que come los salmones
ella se cubre el rostro
Me fastidia con
"Qué podés saber vos de mis costumbres"
Y me besa a través de la montaña
A través de sus estratos acumulados, sus
hondonadas, sus pliegues;
Su boca llena de arándanos,
Que compartimos.
(Traducción de Esteban Moore)
EN CUANTO A LOS POETAS
En cuanto a los poetas
Los Poetas Tierra
Que escriben pequeños poemas
No precisan ayuda de nadie
&
Los Poetas Aire
Menean los vendavales más raudos
Y a veces penden de los remolinos
Poema tras poema
Ondulándose en la misma embestida
&
A diez grados bajo cero
El fuel-oil no fluye
Y el propano permanece en el tanque
Los Poetas Fuego
Arden en el cero absoluto
Bombean amor fosilizado
&
El primer
Poeta Agua
Permaneció sumergido seis años.
Lo cubrían las algas marinas.
La vida en su poema
Dejó millones de diminutas
Huellas diferentes
Entrelazadas en el barro.
&
Con el Sol y la Luna
En su barriga,
El Poeta Espacio
Duerme.
El cielo sin fin—
Pero sus poemas
Como gansos salvajes
Vuelan sobre el abismo.
&
Un Poeta Mente
Permanece en casa.
La casa está vacía
Y carece de paredes.
El poema
Se ve desde todos lados,
En todas partes,
De una sola vez.
Llamada de la tierra salvaje
&
El pesado anciano en su cama de noche
Oye que canta el Coyote
en el prado trasero
Todos los años trabajó en el rancho, la mina y el bosque.
Católico.
Californiano nativo.
y los Coyotes aúllan en su
año octogésimo.
Llamará al Trampero
del Gobierno
Que le pone trampas de hierro a los Coyotes,
Mañana.
Mis hijos perderán
La música que justo empezaron
A amar.
&
Los ex psicodélicos de las ciudades
Convertidos en Gurú o Swami
Hacen penitencia con brillantes
Ojos dopados, y paran de comer carne.
En los bosques de Norteamérica,
Tierra del Coyote y del Águila,
Sueñan con la India, en
los éxtasis asexuados siempre benditos.
Y duermen en cúpulas
Geodésicas con calefacción al aceite,
Que pegaron como verrugas
A los bosques.
Y el canto del Coyote
es silenciado
porque temen
la llamada
de la tierra salvaje.
Y vendieron sus cedros vírgenes,
los árboles más altos en millas a la redonda,
A una maderera
Que les dijo,
“Los árboles están llenos de bichos”.
&
El Gobierno finalmente decidió
Declarar la guerra total. La Derrota
es Anti-Estadounidense.
Y llevaron por los aires,
A sus mujeres con ellos
peinadas exóticamente
pintando con esmalte de uñas
los disparadores de los cañones.
Y nunca volvieron a aterrizar
pues descubrieron
que el suelo
es pro-comunista. Y sucio.
Y los insectos están aliados con el Viet Cong.
Entonces bombardean y bombardean
Día tras día, a través del planeta
cegando a los gorriones
quebrándole los tímpanos a los buhos
triturando troncos de cerezos
retorciendo y curvando
intestinos de ciervos
en las rocas fragmentadas, polvorientas.
Todos estos Norteamericanos en ciudades especiales en el cielo
Descargando venenos y explosivos
Primero a través del Asia,
Y después en Norteamérica,
Una guerra contra la tierra,
Y cuando terminen, no quedará
un lugar
Para que se esconda el Coyote.
mensaje
Me gustaría decir
que el Coyote está dentro de ti
para siempre.
Pero no es verdad.
El baño
Lavo a Kai en el sauna
El farol de querosene sobre una caja
afuera en la ventana al ras del suelo,
Ilumina el borde de la caldera de hierro y
la bañera hasta la losa
El vapor y las gotas de agua que chasquean
se deslizan por la pila de rocas de arriba
Está de pie en el agua caliente
Enjabono su suave muslo y su barriga
“¡Gary no me enjabones el pelo!”
—miedo a que le ardan los ojos—
la mano enjabonada que siente
en contorno de las bolas y las curvas de su cuerpo
en la ingle,
Y le lavo cosquilleando el escroto, el pequeño ano,
su pene que se curva y endurece
cuando empujo la piel y trato de lavarlo
Riéndose y saltando, revoleando los brazos,
Me agacho desnudo también,
¿es éste nuestro cuerpo?
Sudar y jadear en la piedra caliente al vapor de la caldera
el balde de madera rocía agua en las tablas de cedro
el farol de querosene titila afuera en el viento del pinar
la noche cabalga en el bosque de la sierra
Masa entra, y hace que el aire fresco
se filtre desde la puerta
con un hondo y dulce aliento
Y lo agarra entero de modo prolijo, con una rodilla abajo
su pelo cae y esconde un lado entero del
hombro, el busto, y la barriga,
Lava hábilmente el cabello de Kai
que se enoja y grita—
El cuerpo de mi mujer, valle combado en la columna,
el espacio entre los muslos que alcanzo,
abarco el arco de la vulva y lo sostengo desde atrás,
cosquilleo enjabonado la mano como un cáliz
Los portales de lo Imponente
Que se abren hacia un mundo de espejos dobles de
úteros en úteros, en anillos,
que comienzan con música,
¿es éste nuestro cuerpo?
El lugar oculto de la semilla
La red de venas que fluye a través de las costillas, que junta
leche y culmina en un pezón que calza
en nuestra boca—
La leche mamada desde este cuerpo nuestro envía
sacudones de luz; el hijo, el padre,
comparten el deleite de la madre
Lo cual brinda suavidad a la flor de lo reverente
abre un rizado portal del loto que abarco y beso
Mientras Kai ríe en el pecho de su madre del que es
destetado, nosotros
nos lavamos uno al otro
éste es nuestro cuerpo
El pequeño escroto de Kai junto a su ingle,
la semilla oculta todavía, pasada a él desde nosotros
En flujos que se alzaron con las mismas fuerzas del gozo
así como su Masa lo amamanta ahora
jugando con sus pechos,
O yo en ella,
O él emergiendo
éste es nuestro cuerpo
Lavados, y enjuagados, y sudando más, nos estiramos
sobre los bancos de pino con los corazones latiendo
Quietos en el hervor lento de la caldera,
los aromas de cedro
Y luego nos damos vuelta,
murmurando chismes de los pastos,
conversaciones de la leña,
Preguntándonos si Gen dormita, cómo traerlo
pronto para bañarlo también—
Estos chicos que aman a su madre
que ama a los hombres, que pasa
sus hijos a otras mujeres;
La nube atraviesa el cielo. Los pinos al viento.
el murmullo que chorrea en el prado pantanoso
éste es nuestro cuerpo.
Fuego interno y agua que hierve en la caldera
Suspiramos y nos deslizamos desde los bancos
Envolvemos a los bebés, salimos,
una noche oscura & todas las estrellas,
Echamos agua fría en la espalda y los muslos
Entramos en la casa – soltamos vapor de pie ante la estufa
Kai retoza sobre la piel de cordero
Gen de pie se balancea y grita
“¡Bao! ¡bao! ¡bao! ¡bao! ¡bao!”
Este es nuestro cuerpo. Sentados ante las llamas con las piernas cruzadas
bebiendo agua helada
abrazando a los bebés, besando las barrigas,
Riendo sobre la Inmensa Tierra
A la salida del baño.
USOS DE LA LUZ
Entibia mis huesos
dicen las piedras
La incorporo a mí y crezco
Dicen los árboles
Hojas por arriba
Raíces por debajo
Una vasta blancura difusa
Me extrae de la noche
Dice la polilla en su vuelo—
Huelo algunas cosas
Oigo algunas cosas
Y veo cosas que se mueven
Dice el ciervo—
Una torre alta
en una vasta planicie
Si subes
Un piso
Verás mil millas más.
El hongo salvaje
Bueno, los rayos del crepúsculo están brillando
Yo y Kai tenemos nuestras herramientas
Un balde y una pala
Y un libro con todas las reglas
Jamás comas Boletus
Si su tronco es colorado
Apártate de las Amanitas
Sino te mueres hermano
A veces ya están podridos
O sus tallos están partidos
Donde los ciervos los pisaron
Cuando tironean la hojarasca
Salimos hacia el bosque
A buscar el hongo salvaje
De formas diversas y coloridas
Brillantes entre el ramaje oscuro
Si miras bajo los robles
O alrededor del muñón de un viejo pino
Verás que aparece un hongo
Por el modo en que las hojas se encorvan
Despliegan múltiples fibras
Entre las raíces y las hierbas
Dicen que algunos te enferman mucho
O que te aproximan a Dios
Pues aquí está la familia de los hongos
Un clan amigo de gran extensión
Como alimento, como diversión, como veneno
Le brindan ayuda al hombre
No importa, no te calientes
El Padre es el Vacío
La Esposa Olas
Su hijo es la Materia.
La Materia lo hace con su madre
Y su criatura es la Vida,
una hija.
La Hija es la Gran Madre
Que, con su padre/hermano Materia
como amante,
Da nacimiento a la Mente.
Por los niños
Colinas que se elevan, laderas,
de estadísticas
están frente a nosotros,
la subida empinada
de todo, en ascenso,
arriba, mientras todos nosotros
descendemos.
En el siglo próximo
o el que le siga,
dicen,
habrá valles, pastizales
donde podremos reunirnos en paz
si conseguimos llegar.
Para escalar estas cumbres venideras
una palabra para ti, para
ti y tus hijos:
permanezcan juntos
aprendan de las flores
anden livianos
LO QUE DEBES SABER PARA SER UN POETA
todo lo que puedas sobre los animales como personas.
los nombres de árboles y flores y malas hierbas.
nombres de estrellas, y los movimientos de los planetas
y la luna.
tus seis sentidos, con una mente alerta y elegante.
por lo menos una clase de magia tradicional:
adivinación , astrología, el libro de los cambios, el tarot;
sueños
los demonios ilusorios y los resplandecientes dioses ilusorios;
besar el culo del diablo y comer mierda;
coger con su verga peluda y rijosa
coger con la bruja,
y con los ángeles celestiales
y las doncellas perfumadas y doradas--
y luego amar lo humano: esposas esposos y amigos.
juegos infantiles, historietas, goma de mascar,
y lo extraño de la televisión y los anuncios.
trabajar, largas horas áridas de trabajo insípido y aceptado
y vivido y amado finalmente. agotamiento,
hambre, descanso.
la libertad loca de la danza, éxtasis
la iluminación silenciosa y solitariam énstasis
el peligro real. la apuesta. el borde de la muerte.
(Traducción: Elsa Cross)
Cómo la poesía llega a mí (Gary Snyder)
Se acerca dando tumbos por las
rocas de noche, se queda
temerosa donde el
fogón no alcanza a iluminar
voy a su encuentro al
filo de la luz
Heno para los caballos
Manejó la mitad de la noche
desde el sur de San Joaquín
a través de Mariposa, surcando
las rutas de Montaña Peligrosa,
y estacionó a las ocho a.m.
su gran camión-acoplado de heno
...........................detrás del granero.
Con cabria y sogas y ganchos
apilamos prolijos los fardos encima
de vigas de pino rojo astilladas
en lo alto de la oscuridad, jirones de alfalfa
giraban entre haces de luz escalonados,
picaduras de polvo de heno en
...........................la camisa sudorosa y los zapatos.
A la hora del almuerzo bajo roble negro
afuera en el corral caliente
--la vieja yegua olisqueando las vianderas,
las langostas crujiendo entre los yuyos--:
"Tengo sesenta y ocho", dijo él;
"la primera vez que cargué heno tenía diecisiete.
Pensé, ese día que empezaba,
que seguro iba a odiar hacerlo toda mi vida".
"Y maldito sea, eso
terminé haciendo."
Diciembre en Yase
Dijiste, aquel octubre,
en los altos pastizales secos junto al huerto,
cuando elegiste ser libre,
"Alguna otra vez, quizás en diez años".
Después del colegio te crucé en
una ocasión. Estabas extraña.
Y yo, obsesionado con un plan.
Ahora, diez años y más
han pasado: siempre supe
...........dónde estabas--
podría haber ido a buscarte
con la esperanza de recuperar tu amor.
Todavía sos soltera.
No lo hice.
Creí que tenía que quedarme solo.
Y así fue.
Sólo en sueños, como esta madrugada,
la honda, asombrada intensidad
de nuestro amor de jóvenes
regresa a mi mente, a mi carne.
Nosotros tuvimos
lo que todo el mundo anhela y persigue,
y lo dejamos atrás a los diecinueve;
me siento anciano, como de haber vivido
varias vidas.
Es probable que jamás pueda saber
si soy un tonto
o si hice lo que requiere
...........mi karma.
El poeta y su trabajo, no. 33, verano 2009.
Traducción: Bárbara Belloc
Tomado del libro Todas las palabras para
decir roca (Gog y Magog, 2009)
Piute Creels
Un acantilado de granite,
un arbol, seria suficiente,
incluso una piedra, un arroyo,
un cache de corteza en la laguna.
Cerro tras cerro, doblados y enroscados
los arboles robustos se apihan
en finas fracturas de la roca,
una luna inmensa sobre todo — es demasiado.
La mente vaga. Un millon
de veranos, el aire de la noche quieto y tibias
las piedras. El cielo cubriendo montahas infinitas.
Toda la ahadidura que viene con ser humane
se cae sola, agitacion de roca dura;
hasta el dense presente pareceria traicionar
a este corazon inflamado.
Libros y palabras.
como un hilo de agua en el vacio,
perdiendose en el aire seco.
Una mente clara, atenta,
no tiene sentido pero
aquello que ve es verdaderamente visto.
Ya nadie ama las rocas, pero aqui estamos.
La noche helada. Un destello
de luz de luna
se desliza en la sombra del enebro: mas
alia, inescrutables,
los soberbios ojos frios
de Cougar o Coyote
me ven levantarme e ir.
Desaprendiendo la leccion una vez en el bosque de Siuslaw
Dormi bajo rododendros
toda la noche llovieron capullos
temblando sobre una plancha de carton
los pies contra la mochila
las manos hundidas en los bolsillos
pudiendo apenas conciliar el sueho.
Recorde cuando ibamos al colegio
como dormiamos juntos en una cama grande y tibia
eramos los mas jovenes amantes
cuando rompimos teniamos aun diecinueve ahos
y ahora nuestros amigos estan casados
vos SOS maestra de escuela en la costa este
a mi no me importa vivir asi
verdes colinas la larga playa azul
pero a veces durmiendo a la intemperie
me acuerdo de cuando te tenia.
Noche de primavera en Shol^ol^u-ji
Ocho ahos atras, en mayo,
caminamos bajo los capullos del cerezo
una noche en un huerto de Oregon.
Todo lo que yo queria entonces
ya no lo recuerdo, salvo a vos.
Aqui, en la noche,
en un jardin de la antigua capital,
siento el vibrante fantasma de Yugao
y recuerdo tu cuerpo fresco y
desnudo bajo el ligero vestido de verano.
Mañana de otoño en Shokoku-ji
La noche pasada observando las Pleyades,
el aliento visible a la luz de la luna,
un recuerdo amargo como el vomito
me atraganto.
Extendi la bolsa de dormir
sobre las esteras, en el porche,
bajo las estrellas gruesas del otoño.
Apareciste en un sueño
(tres veces en nueve años)
salvaje, fria y acusadora.
Me desperte sintiendo verguenza y rabia:
las batallas sin remedio del corazon.
Casi amanece. Venus y Jupiter.
La primera vez que los
veo estar cerca.
Escollera
Dispone estas palabras
ante tu mente como piedras;
puestas solidas, por manos
en busca de donde, firmes
ante el cuerpo de la mente
en el espacio y el tiempo:
concretud de corteza, hoja o muro
escollera de las cosas:
empedrado de via lactea.
planetas errantes,
estos poemas, personas,
petisos perdidos con
las monturas sueltas—
y seguros caminos escarpados;
los mundos como un inagotable
juego de Go
tetradimensional;
hormigas y pedruscos
en el limo leve, cada roca una palabra
una piedra lavada en el agua
granito: grabado
al tormento del fuego y el peso
cristal y sedimento sellados al calor
todo esto Gambia, en las ideas,
como las cosas cambian.
Four Poems for Robin / Cuatro poemas para Robin
Traducidos del ingles por Barbara Belloc
Piute Creels
Un acantilado de granite,
un arbol, seria suficiente,
incluso una piedra, un arroyo,
un cache de corteza en la laguna.
Cerro tras cerro, doblados y enroscados
los arboles robustos se apihan
en finas fracturas de la roca,
una luna inmensa sobre todo — es demasiado.
La mente vaga. Un millon
de veranos, el aire de la noche quieto y tibias
las piedras. El cielo cubriendo montahas infinitas.
Toda la ahadidura que viene con ser humane
se cae sola, agitacion de roca dura;
hasta el dense presente pareceria traicionar
a este corazon inflamado.
Libros y palabras.
como un hilo de agua en el vacio,
perdiendose en el aire seco.
Una mente clara, atenta,
no tiene sentido pero
aquello que ve es verdaderamente visto.
Ya nadie ama las rocas, pero aqui estamos.
La noche helada. Un destello
de luz de luna
se desliza en la sombra del enebro: mas
alia, inescrutables,
los soberbios ojos frios
de Cougar o Coyote
me ven levantarme e ir.
Desaprendiendo la leccion una vez en el bosque de Siuslaw
Dormi bajo rododendros
toda la noche llovieron capullos
temblando sobre una plancha de carton
los pies contra la mochila
las manos hundidas en los bolsillos
pudiendo apenas conciliar el sueho.
Recorde cuando ibamos al colegio
como dormiamos juntos en una cama grande y tibia
eramos los mas jovenes amantes
cuando rompimos teniamos aun diecinueve ahos
y ahora nuestros amigos estan casados
vos SOS maestra de escuela en la costa este
a mi no me importa vivir asi
verdes colinas la larga playa azul
pero a veces durmiendo a la intemperie
me acuerdo de cuando te tenia.
Noche de primavera en Shol^ol^u-ji
Ocho ahos atras, en mayo,
caminamos bajo los capullos del cerezo
una noche en un huerto de Oregon.
Todo lo que yo queria entonces
ya no lo recuerdo, salvo a vos.
Aqui, en la noche,
en un jardin de la antigua capital,
siento el vibrante fantasma de Yugao
y recuerdo tu cuerpo fresco y
desnudo bajo el ligero vestido de verano.
Mañana de otoño en Shokoku-ji
La noche pasada observando las Pleyades,
el aliento visible a la luz de la luna,
un recuerdo amargo como el vomito
me atraganto.
Extendi la bolsa de dormir
sobre las esteras, en el porche,
bajo las estrellas gruesas del otoño.
Apareciste en un sueño
(tres veces en nueve años)
salvaje, fria y acusadora.
Me desperte sintiendo verguenza y rabia:
las batallas sin remedio del corazon.
Casi amanece. Venus y Jupiter.
La primera vez que los
veo estar cerca.
Escollera
Dispone estas palabras
ante tu mente como piedras;
puestas solidas, por manos
en busca de donde, firmes
ante el cuerpo de la mente
en el espacio y el tiempo:
concretud de corteza, hoja o muro
escollera de las cosas:
empedrado de via lactea.
planetas errantes,
estos poemas, personas,
petisos perdidos con
las monturas sueltas—
y seguros caminos escarpados;
los mundos como un inagotable
juego de Go
tetradimensional;
hormigas y pedruscos
en el limo leve, cada roca una palabra
una piedra lavada en el agua
granito: grabado
al tormento del fuego y el peso
cristal y sedimento sellados al calor
todo esto Gambia, en las ideas,
como las cosas cambian.
Four Poems for Robin / Cuatro poemas para Robin
Traducidos del ingles por Barbara Belloc
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