BUSCAR POETAS (A LA IZQUIERDA):
[1] POR ORDEN ALFABÉTICO NOMBRE
[2] ARCHIVOS 1ª, 2ª, 3ª, 4ª, 5ª 6ª 7ª 8ª 9ª 10ª 11ª 12ª 13ª 14ª 15ª 16ª 17ª 18ª 19ª 20ª y 21ª BLOQUES
[3] POR PAÍSES (POETAS DE 178 PAÍSES)

SUGERENCIA: Buscar poetas antologados fácilmente:
Escribir en Google: "Nombre del poeta" + Fernando Sabido
Si está antologado, aparecerá en las primeras referencias de Google
________________________________

sábado, 16 de marzo de 2013

JACINT VERDAGUER [9565]



Jacint Verdaguer
Jacint Verdaguer y Santaló - Folgarolas, Osona, provincia de Barcelona, 17 de mayo de 1845-Vallvidrera —hoy distrito Sarrià-Sant Gervasi de Barcelona—, 10 de junio de 1902) fue un poeta español en lengua catalana y castellana.
El obispo Torras i Bages lo calificó de «Príncipe de los poetas catalanes». También se conoce a Jacinto Verdaguer como Mossèn Jacinto Verdaguer, por su carrera de eclesiástico, o el apócope de Jacinto, «Cinto».
Fue el tercer hijo de ocho, de los cuales sólo sobrevivieron tres. A los once años ingresa en el Seminario de Vich. Mientras seguía estudiando y haciendo de maestro y de labrador, en 1865 participó en los Juegos Florales de Barcelona y ganó cuatro premios. Al año siguiente volvió a ganar dos premios en los mismos Juegos Florales.
El 24 de septiembre de 1870 fue ordenado sacerdote en Vich y en octubre de ese mismo año cantó su primera misa en la ermita de Sant Jordi. A los veintiocho años entró de sacerdote en la Compañía Transatlántica porque le habían recomendado para su salud el clima marítimo y al año siguiente embarcó a Cádiz rumbo a La Habana. A los trenta y dos años, ya de vuelta de su viaje, el jurado de los Juegos Florales le concedió el premio extraordinario de la Diputación de Barcelona por el poema L'Atlàntida. Fue la consagración de Verdaguer como poeta.
En 1880, por haber ganado tres premios en los Juegos Florales, fue proclamado Mestre en Gai Saber. Ese mismo año publicó el libro Montserrat. A los treinta y nueve años viajó a París, Suiza, Alemania y Rusia. El 21 de marzo de 1886, el obispo Morgades lo coronó como Poeta de Cataluña en el Monasterio de Santa María de Ripoll. Publicó el poema Canigó y realizó un viaje de peregrinación a Tierra Santa. El día 17 de mayo de 1902, día de su quincuagésimo séptimo cumpleaños, se trasladó desde Barcelona a la finca conocida como Vila-Joana, de Vallvidrera (Barcelona), donde esperaba realizar una convalecencia. El 10 de junio falleció en Vila-Joana. Actualmente, la finca, convertida en museo, se puede visitar.
Entre sus obras destacan L'Atlàntida (1876), Idilios y cantos místicos (1879), Montserrat (1889), Oda a Barcelona (1883), Canigó (1886).

Los padres de Jacinto Verdaguer fueron Josep Verdaguer i Ordeix (Tabérnolas, 1817-Folgarolas, 1876) y Josepa Santaló i Planas (Folgarolas, 1819-1871).
Jacinto Verdaguer fue el tercero de ocho hijos, de los cuales sólo sobrevivieron tres.
1856 (11 años): Ingresa en el Seminario de Vich. Muestra un sentimiento piadoso equilibrado, sin que, empero, se viera una inclinación marcadamente religiosa.
1863 (18 años): Entra en can Tona, mientras sigue estudiando, para hacer de maestro y de labrador. Can Tona pertenece al término de Sant Martí de Riudeperes, hoy Calldetenes.
1865 (20 años): Participa en los Juegos Florales de Barcelona, y gana cuatro premios.
1866 (21 años): Gana dos premios en los mismos Juegos Florales.
1870 (25 años): Es ordenado sacerdote por el obispo Lluís Jordà el 24 de septiembre en Vich. En octubre, canta su primera misa en la ermita de Sant Jordi. El día siguiente celebra la segunda Misa en la ermita de Sant Francesc, muy próxima a Vich.
1871 (26 años): Su madre muere el 17 de enero a los 52 años.
El día 1 de septiembre es nombrado coadjutor de Vinyoles d'Orís y tres días después toma posesión.
1873 (28 años): Publica la Passió de Nostre Senyor Jesucrist.
Deja Vinyoles d'Orís por cuestiones de salud y va a Vich. Hace una excursión al Rosellón y contempla el Canigó, parece que por primera vez.
Entra de capellán en la Compañía Transatlántica el mes de diciembre.
1876 (31 años): El 8 de septiembre muere su padre, a los 65 años. En el barco "Ciudad Condal", de regreso de Cuba, acaba el poema L'Atlàntida. El mes de noviembre entra de cura limosnero en la casa del marqués de Comillas.
1877 (32 años): El jurado de los Juegos Florales le concede el premio extraordinario de la Diputación de Barcelona por el poema L'Atlàntida. Es la consagración de Verdaguer.
1878 (33 años): Viaje a Roma. El Papa León XIII lo recibe y le habla de su poema L'Atlàntida.
1880 (35 años): Por haber ganado los tres premios exigidos por el Consistorio de los Juegos Florales, es proclamado Mestre en Gai Saber. Este mismo año publica el libro Montserrat.
1883 (38 años): Oda a Barcelona. El ayuntamiento de esta ciudad hace una tirada de cien mil ejemplares.
1886 (41 años): El 21 de marzo, el obispo Morgades lo corona como Poeta de Catalunya, en el Monasterio de Santa María de Ripoll. Se publica el gran poema de la reconquista Canigó. Realiza un viaje de peregrinación a Tierra Santa.
1893 (48 años): Deja el cargo de limosnero del palacio del marqués de Comillas. Acaba la publicación de la trilogía Jesús Infant. Se instala en el santuario de la Gleva.
1894 (49 años): Aparecen los libros Roser de tot l'any y Veus del bon pastor. El 31 de marzo deja el santuario de la Gleva.
1902 (57 años): El 17 de mayo se traslada a pie desde Barcelona, donde vivía, a Vila-Joana, la finca de Vallvidrera, donde espera hacer una convalecencia. Este día cumple 57 años. Muere en Vila-Joana, el 10 de junio a las 17:50h.



A orillas del mar

Snbir me place al alto promontorio
 Que el piélago domina,
A meditar mientras el sol radiante
 Desde el zenit declina.

A la luz de esa antorcha miro el cielo,
 Y cubierto de espuma
El dilatado mar; grandeza tanta
 Mi pequeñez abruma.

Hablo, y escucho á las galanas ondas,
 Y en mágico espejismo
Gozóme en festejar muertos ensueños
 Que evoco del abismo.

¡Cuántos castillos levanté en la playa!
 Derribólos el viento
Con sus torres y cúpulas altivas
 De oro, y cristal, y argento.

Poemas ¡ay! que fueron un instante
 Juguete de garzones;
Conchas que salen á la orilla, y vuelven
 A incógnitas regiones.

Naves empavesadas que zozobran
 En un albor de mayo;
Islas de oro que nacen, desparecen,
 Del sol al primer rayo.

Ideas que mi ardor arrebatando
 Abrevian mi existencia,
Cual ráfagas que flor marchita envuelven
 Y le roban la esencia.

Algo al vivir ó al corazón le quita
 Huyendo la oleada;
Los tumbos que ahora vienen ¿qué me piden,
 Si ya no tengo nada?

Con las olas del mar ó las del tiempo
 Iré á senos profundos.
¿Porqué, porqué, engañosa poesía.
 Me enseñas á hacer mundos?

Lo que escribí en el polvo, el polvo borra;
 ¡Quién nada hubiera escrito!
¿Qué soy, Señor, qué soy? Grano de arena
 Del mar de lo infinito.

Nota: Traducción de Miguel Antonio Caro incluída en el libro Traducciones poéticas (1889).



Blanca como un cirio

Blanca como un cirio,
pura como un lirio,
la Virgen divina
al templo camina,
llevando en sus brazos cual rayo de luz
al niño Jesús.
Cuando Simeón
ve a Cristo en Sión
le toma y le mira,
y canta y suspira.
María: ¡qué espada de pena y dolor
herirá tu amor!
La Virgen María,
después de aquel día,
miraba a Jesús,
entre dos ladrones, clavado en la cruz.






Llamaron a mi corazón

A mi corazón llamaron:
corrí a abrir con vida y alma.
Veo en la puerta a mi Amor
con una cruz que me espanta.
-Pasad, si os place, Señor,
pasad, que ésta es vuestra casa;
si sólo una choza es,
haced de ella vuestro alcázar.
Y, haciendo mi noche día,
Jesús entró en mi morada;
pero al entrar en mi pecho
dejó la cruz en mi espalda.





Canigó
Llegenda pirenayca del temps de la Reconquista
Jacint Verdaguer






AB LLICENCIA DEL ORDINARI
ALS CATALANS DE FRANÇA


Cant primer

L'aplech



   Ab son germá, lo comte de Cerdanya,
com áliga que á l'áliga acompanya,
devalla Tallaferro de Canigó un matí;
ve ab son fill de caçar en la boscuria,
quant al sentirhi mística canturia  5
se n'entra al hermitatge devot de Sant Martí.

   Lo Sant, desde'l cavall, vestit de malla,
encés d'amor, d'un colp d'espasa talla,
per abrigar á un pobre, son ribetat mantell;
Gentil, l'aligó tendre, sa armadura  10
contempla, y, ab coratge que no dura:
-Mon pare, -diu,- voldría ser cavaller com ell.

   ¿No he feta ab vos contra Almanzor la guerra?
M' ha vist l'espatlla l'enemich? La terra
no reguí jo ab sanch meva y ab sanch de sarrahins?  15
Per qué l'elm y l'escut que á tants donareu,
á mi, á mi sol, fill vostre, me'l negareu?
No infantan ja les mares guerrers y paladins?

   -Fill, hereu de ma gloria y mon llinatge,
ta petició m'agrada y ton llenguatge;  20
demana si á ton oncle li plauhen com á mi.
-Es hora tanmateix, -diu l'altre comte,-
puix no es ja cavaller, que'n sía prompte;
que vetlle anit les armes, jo l'en faré al matí.-

   Com dintre'l rusch murmuriosa abella,  25
Gentil á orar se queda en la capella,
acompanyat dels comtes, de patges y escuders;
en la tarima del altar se postra
contemplant al sant bisbe que s'hi mostra,
que fou abans que bisbe mirall de cavallers.  30

   La llum de l'alba al peu de l'ara'l troba,
com un colom vestit ab blanca roba,
regalantse ab l'aroma de cristians concells,
—11→
sanitosos concells que, abans de gayre,
com papallones volarán en l'ayre;  35
mes ¡ay! son cor novici també volant ab ells.

   -Per Deu batalla, -l'hermitá li crida,-
estima son honor més que ta vida,
com ploma ta arma escriga per tot la santa lley;
sías sempre capçal de l'ignocencia,  40
si't dobla un vent, que sía'l de clemencia:
escut sías pe'l poble y espasa per ton rey.-

   Deixa després la blanca vestidura
y li donan á peces l'armadura,
damunt lo camisol lo platejat perpunt,  45
abriga ab lo capmall sa testa bella,
son cos gallart y fort ab la rodella
que du les Quatre Barres y un sol ixent damunt.

   Guifre, son oncle,'ls esperons li posa,
fent una creu en son genoll, que arrosa  50
ab una encesa llágrima; l'espasa empunya aprés,
que á un raig de sol lluheix damunt de l'ara,
y á Gentil per cenyirla se prepara,
del puny á la creuhera fentli donar un bes.
—12→

   Tres colps ab ella sobre'l dors li dona,  55
derrera injuria que'l guerrer perdona,
mentres li diu l'asceta: -l'espasa es una creu;
batalla y vènç com Jesucrist ab ella,
ama de cor aqueixa esposa bella,
que no l'arranquen vida ni mort del costat teu.-  60

   La hermita es com un ou atapahida
de vells, donzelles y minyons que hi crida
de la sonora esquella lo tritllejar festiu;
apar que hi entren d'aquells cims y planes
ab lo jovent totes les flors boscanes,  65
sols per besar les plantes al Sant que aquí'ls somriu.

   Culliren á faldades les donzelles
pèsols d'olor, violes y roselles,
y al veure dins lo temple lo cavaller Gentil,
entre ell y Sant Martí les comparteixen  70
y á ruixades al front les hi espargeixen,
com en lo front dels arbres fruyters lo mes d'abril.

   Avuy s'escau l'aplech á l'hermitatge:
endiumenjats hi van en romiatge
pagesos y artigayres, pastors y cavallers,  75
—13→
y á Sant Martí quiscun un dó demana,
un dó que'ls concedeix de bona gana,
als camps bones anyades, infants á ses mullers.

   Les nines y donzells no pregan gayre,
que'ls tempta, umplint de melodíes l'ayre,  80
la verda cornamusa que s'infla sota un pi;
lo floviol espignador refila
y al floret de donzelles que desfila
marcant va la cadencia lo colp del tamborí.

   Los passarells ne tenen gelosía  85
y trenan ses cansons ab l'armonía;
la tórtora hi barreja son plor anyoradíç;
piteja lo pinsá, canta l'alosa
y, eco del cel, lo rossinyol hi glosa
angèliques paçades que ha après al paradís.  90

   Hi barreja sa música ò sa nota
de l'aygua'l rajolí, la que degota
dels arbres á la prada, com perla en un mantell;
los tells que'l bes de l'ayre fa remoure
flors nevades y rosses deixan ploure,  95
que cullen á trench d'alba les nines de Castell.

   Prop d'ahont se cabdella y descabdella
lo contrapás, sota una arcada vella,
la Font del Comte raja del cor d'un bosch joliu,
los trèmols, albes y lladerns que abeura  100
ombra li fan d'un cortinatge d'eura
que atraveçar no poden los raigs del sol d'estiu.

   Los dos comtes s'asseuhen en la molsa,
lligats pe'ls sons y melodía dolça:
Gentil plantat á l'ombra se queda d'un euró,  105
mirant als qui la música destría
y encadena uns ab altres l'armonía,
com lliga les idees ardenta inspiració.

   Encaixan los fadrins ab les donzelles,
les parelles galants ab les parelles,  110
flors que l'amor enfila per férsen un collar:
quant la viventa roda es acabada,
suau, majestuosa, acompaçada,
al ayre de la música comença de rodar.

   Al centre de la roda armoniosa  115
de les nines somriu la més hermosa,
coronat de violes de bosch son front seré.
Gentil prou la coneix, puix se somriuhen,
com dues flors que al mateix arbre viuhen
de la mateixa saba d'amor que les sosté.  120

   Ple d' oracions son llabi que sospira,
l'hermitá piadós á Gentil mira
desde'l portal del temple, rosats sos ulls en plor,
y girantse al sagrari del Altíssim:
-Salvaulo, -diu,- ¡oh Pare amorosíssim!  125
les filles de la terra vos robarán son cor.-

   Lo floviol que plora y que senglota
de prompte puja á sa més alta nota;
com rusch al trench de día la danga se remou,
s'enllesteixen los sons en ses escales,  130
los peus dels sardanistes prenen ales
y al sol de l'alegría tota ánima's desclou.

   Aixís les hores en ses dances belles
lo ritme van seguint de les estrelles
que en giravolta eterna rodejan la polar;  135
mes canta'l gall y dançan més alegres
y, d'ombra alçant los cortinatges negres,
ab cants d'albada ajudan la terra á desvetllar.

   Al desencadenarse la sardana,
com enfilall de perles que s'esgrana,  140
ne surt també Griselda, la rosa del ramell,
ab gentilesa arranca de sa testa
la corona de reyna de la festa
y en mans corre á posarla del cavaller novell.

   Mes queda, al arribarhi, entrebancada  145
de Tallaferro ab la terrible ullada,
que sens paraules diuli cruel: -Donchs ahònt vas?-
La corona li cau al oferirla
y, al abaixarse'l jove per cullirla,
ab veu de tro li crida son pare: -Donchs què fas?  150

   Què té que veure ab tu aqueixa pastora?
-Pare, -respon,- es del meu cor senyora:
cullint gerts y maduixes un día la encontrí;
ull-presos un del altre,'ns estimarem;
la promesa d'amor ab que'ns lligarem,  155
so cavaller, si's trenca, no's trencará per mi.

   -Donchs de ton cor esborra aqueixa imatge
ò't tornaré de cavaller á patge,
les armes arrancante que no sabrás honrar.-
Gentil resta esblaymat; apar un roure  160
que'l llamp acaba de ferir y ploure
veu á sos peus ses branques, son front descoronar.

   Avergonyida, ella s'adossa á un arbre;
per estátua pendríala de marbre
qui no vejés ses llágrimes rajar com una dèu.  165
No ho veu la gent del ball ni se'n adona;
á qui dança joyós ¿què se li'n adona;
de la margaridoya que aixafa sota'l peu?

   Far grandiós que un promontori amaga,
derrera'l Pirineu lo sol s'apaga,  170
y'ls ulls d'alguna estrella se veuhen llambregar;
no tan brillants ni tan amunt com elles
se oviran en lo bosch altres estrelles
y s'ou un cant de cèltica tonada ressonar.

   Del bosch de Canigó son los fallayres2  175
que dançan, fent coetejar pe'ls ayres
ses trenta enceses falles com trenta serps de foch;
en sardana fantástica voltejan
y de má en má tirades espumejan,
de bruixes y dimonis com estrafent un joch.  180

   Les llums de set en set pujan y baixan,
cinyells de flama los montícols faixan
y's veu entre fumades lo bosch llampeguejar;
surten rius de guspires de tot cayre,
com si's vejessen entre terra y ayre  185
los llamps y los cometes en guerra sabrejar

   Dels fallayres al ball la gent s'atança,
les nines deixan la primera dança,
y un dels joglars3, al vèures tot sol ab los fadrins,
llança, ab quimera mossegantse'l llabi,  190
eixa cançó de verinós agravi,
com un grapat de vívores y negres escorpins


Lo ram santjoanench

   Lo día de Sant Joan
n'es día de festa grossa,
les nines del Pirineu  195
posan un ram á la porta,
d'ençá que una n'hi hagué
d'ulls blavenchs y cella rossa,
tenía una estrella al front
y á cada galta una rosa.  200
Un fallayre li ha caygut
al ull, ¡malhaja la brossa!
n'apar un esparverot
que fa l'aleta á una tórtora.
Lo matí de Sant Joan  205
la tortoreta se'n vola,
se'n vola voreta'l riu
á cercar ventura bona.
Un ramellet cull de flors,
millor ventura no troba,  210
floretes de Sant Joan,
de romaní y farigola,
y ab elles fent una creu
del mas la llinda'n corona.
Quant arriba'l seu galant  215
á la casa entrar no gosa;
ella li diu desde dins:
-¿Donchs per què't quedas defora?
-Perque'm barras lo portal
ab les flors d' aqueixa toya.  220
-¿Un ramellet te fa por?
-Me fa por d'aspi sa forma.
-No es d'aspi, no, que es de creu;
si't fa por, no ets cosa bona.
-Donchs so'l maligne esperit  225
que les ánimes se'n porta.
Si no fos lo ramellet
la teva fora ma esposa,
avuy jauríam plegats
en mon jaç de foch y sofre.-  230
D'ençá que aixó succehí,
ribera amunt del Garona,
lo matí de Sant Joan,
desde'l Cantábrich a Rosas,
les nines del Pirineu  235
posan un ram a la porta.

   Ha escoltat lo romanç un vell fallayre,
y rebatent irat la falla en l'ayre,
de tras-cantó sortintli, s'acara ab lo joglar;
d'un colp de puny sa cornamusa aixafa,  240
lo rústich trobador ab ell s'agafa,
y de bastons d'alzina s'aixeca un alzinar.

   Entre'ls minyons del pla y los de la serra
va á rompre, ¡válgans Deu! lo crit de guerra,
quant altre crit més aspre los agermana a tots:  245
-Los moros son en la ciutat d'Elena4;
ja sos aixams negrejan en l'arena
y encara á glops ne trauhen catorze galiots.-

   -Anèm á arrabagarlos, -Guifre esclama,
aixecantse vermell com una flama,  250
al temps que Tallaferro, montat ja en son cavall,
diu: -Jo á copçarlos vaig sobre Portvendres;
llançáumels aviat com anyells tendres
del Tech ab les onades á rodolons y avall.

   -Jo vinch ab vos, -lo bell Gentil li crida,  255
donant ja á son corcer tota la brida.
Lo comte Tallaferro, -No vingas,- li respon;
a qui't creava cavaller suara
serveixlo un any o dos o més encara:
fill meu, que no li fassas may abaixar lo front.-  260

   Diu, y ja romp com áliga los ayres,
tan sols per ferli llum alguns fallayres
se'n du per companyía, los més lleugers y forts.
Gentil ab Guifre á Cornellá devalla,
lo rebull somiant de la batalla,  265
lo bracejar dels vius y'l cabuçar dels morts.

   Pe'ls camins de Capcir y de Cerdanya
ja volan missatgers á la campanya,
cridant á vells y joves, peons y cavallers,
per sortir de Conflent en sò de guerra,  270
á l'hora en que somriu l'alba á la terra,
á l'hora en que a fer llenya se'n van los llenyaters.

  


Cant segon

Flordeneu

   Com ressona un buyrach ple de sagetes
del ballester en la robusta espatlla,
al peu del niu de sos amors dolcíssim
quant ronca la maror de la batalla;
aixís avuy vora la Tet ressona  5
ple'l castell d'Arriá d'estochs y llances,
y encara pujan, fent remor de ferro,
cavallers y peons per ses escales:
se'n umplen cambres, corredors y portxes,
mentre'ls corcers renillan en la claustra.  10
En son palau de Cornellá está Guifre
y ací Gentil vigila d'avançada
si cap ombra atravessa les boscuries,
si s'encen en lo bosch cap alimara.
Tot dorm dintre'l castell, sinó ses tropes;  15
tot dorm vora'l torrent, sinó ses aygues,
que ab los raigs de la lluna joguinejan
trencadiços espills de l'estelada.
Tot dorm: los ossos dins la negra cova,
los ayres del cap-vespre entre les branques,  20
en sa pleta l'anyell y entre les fulles
los aucells ab lo cap dessota l'ala,
en coixí de celistia les estrelles,
les congestes de neu en la montanya
de Canigó, com lo somrís puríssim  25
del formidable rey de l'encontrada,
á qui'l Pirene fa de trono esplèndit,
y l'hemisferi de florida tiara.
Sembla la serra un gegantí magnoli
quant s'esbadellan ses poncelles blanques:  30
veyentles lo donzell tan argentines,
sos ulls ardents de fit á fit hi clava;
son escuder atlètich se'n adona,
del Canigó nascut en una aubaga:
-Lo que mirau, -li diu,- no son congestes,  35
son los mantells d'armini de les fades
que dançan á la llum de la celistia
dels estanys de Cadí vora les aygues;
si¡l més bonich y perlejat tinguesseu,
vos valdría, Gentil, més que l'espasa,  40
més que dels llibres tots la sabiesa,
més que l'or y l'argent dintre de l'arca;
si us plagués navegar, veles tindríau;
si volguesseu volar, tindríau ales.
Mes es castell ahont qui hi va no'n torna;  45
sols un de cent que hi pujan ne devalla.-
Ell no ha oblidat á sa Griselda, estrella
que'l matí de sa vida il·luminava.
¿Quí sab si eix talisman la lligaría
ab qui, implacable, de son cel l'arranca?  50
Mes ¿còm, en la vigilia de la lluyta,
còm deixará l'exèrcit que comanda?
¿còm deixará'l patró la nau que mena,
lo lleó del desert sa cadellada?
Torna mirar los llensos que blanquejan,  55
com al cim de un brandó trèmola flama.
¿Quí sab si'ls ha de veure un altre día?
pensa; ¿quí sab si es dó d'alguna fada,
que si agrahit y ara mateix no accepta,
com l'or á má més diligenta vaja?  60
¡Pobre Gentil! dintre son cor de jove
lluytan de mort l'estimació y la patria,
y quant l'amor tirá dins un cor tendre
lluyta, no es sempre lo dever qui guanya.
Al caure ja en lo llaç de flors que'l tempta:  65
-¿Trigaré á serhi? -febrosench demana.
-Galopant, -li respon,- á tota brida,
podeu tornar ací primer que l'alba.-
Diu, y en lo temps que emplea una coloma
als colomins en peixer la becada,  70
se'l veu volar entre garrichs y arbossos,
voladora sageta que's despara.
Del castell d'Arriá baixa á la riba,
atravessa la Tet d'una gambada
y com esbarts de blanchs tudons que volan  75
veu de Sirach y Taurinyá les cases.
Á esquerra deixa'l Roch Payler, que lligan
les bruixes ab un pont d'un fil d'aranya,
los dissaptes al vespre, perque pugan
passar del riu Llitera a l'altra banda;  80
les que van al sabbat ab traydoría,
en mitj del pont relliscan y s'esbarran.

   Per l'arrelam del Canigó se'n puja
lo corcer ardorós ab peus de dayna,
de ses arrels cap a son tronch amplíssim,  85
que té fontanes y torrents per saba.
Quant troba un cingle altívol, lo voreja;
quant troba un córrech famolench, lo salta:
quant en son vol un lladoner l'atura,
en dos lo mitj-parteix d'un colp d'espasa.  90
Més lo bosch s'espesseix, lo roure's lliga
als pins que llurs pirámides aixamplan,
y entre ells s'alça l'abet, com l'arbre mestre
entremitj del trinquet y la messana.
De tant en tant del cim de l'aspra serra  95
se veu fins al pregon una escombrada,
com de l'alzina en la negrosa escorça
se veu del llamp corsecador la ratlla.
La neu la obrí en hivern; quant s'arrombolla
pe'l torb de les altures apilada,  100
un borralló de gebre, que fa moure
la grua tot volant ab un colp d'ala,
s'aumenta rodolant de cingle en cingle,
com sometent al toch de la campana,
y'l borralló de neu ja es ona immensa  105
que empeny y colca més superba onada;
los pins arreu arreu, los fáigs y roures,
com los guerrers en orde de batalla,
de cent en cent rodolan al abisme
ab nius y salvatgines que breçavan,  110
ab los ramats que troban en la vía
pastors y pastorims, conreus y cases;
y'ls llenyatayres que de lluny ho veuhen,
creuhen que al pla s'ajoca la montanya.

   Per un d'aqueixos solchs oberts sens rella  115
Gentil son poltro escumejant aplana;
quant no pot més, per adreçarse'l cingle,
lo deixa al escuder que l'acompanya,
y per camí d'isarts lliure se'n puja
y per los grenys com rapinyell s'arrapa,  120
vers hont blanquejan los mantells estesos,
tofes de neu sens trepitjar encara.
Un n'ovira al bell mitj brufat de perles,
lliri enjoyat per gotes de rosada;
quant ell va á pèndrel, com de terra eixida,  125
per l'altre bech l'estira hermosa dama:
-¿Què't feu, -dihentli,- ma gentil senyora,
que aixís li robes son mantell de randa?
-¿Quí es, donchs? -li pregunta ell.- Vínala á veure,
ja que has volgut, traydor, agraviarla;  130
la flor de l'hermosura que somías
veurás en quín jardí floreix y grana.-

   En un pradell, al cim de la carena,
Gentil veu la regina coronada,
coronada de vèrgens que la voltan,  135
teixint y desteixint mítica dança
ab sos braços y peus, blanchs com la escuma
que juga ab les petxines de la platja.
De Flordeneu la cabellera rossa
rossola en cabdells d'or per ses espatlles,  140
com raigs de sol que en lo boyrós desembre
la gebre pura dels restobles daura.
Com la lluna creixent en nit ombrívola,
riu y clareja sa serena cara
y son sos ulls dues rihents estrelles  145
que'l Canigó robá á la volta blava.

   Se la mira Gentil, y de Griselda
en ella veu la fesomía hermosa,
es lo seu aquell front, seus aquells llabis
que servirían al amor de copa;  150
però sa galanesa es de regina
y ell á Griselda conegué pastora.
Temerós y pensívol acostantshi,
sent florir en ses galtes la vergonya:
-Perdonaume, -li diu,- real princesa,  155
del gran pitxer d'esta montanya rosa:
no fos una poncella que us retira,
vos de mon cor seríau robadora.
-Gentil, ingrat Gentil, ¿ja no'm coneixes?
jo so, jo so eixa flor de ta memoria;  160
ton cor era lo gert que jo cercava
quant véresme, allí baix, gerdera hermosa,
ab ma falda vessanta de maduixes,
de jeçamins endormiscada á l'ombra.
Astre del cel, tan sols per l'amor teva  165
deixí l'atzur de l'estelada volta;
fada, per tu me retallí les ales;
per tu'm lleví, regina, la corona,
y de mes mans deixí esmunyr lo ceptre
sols per posarte á tu cadenes dolces,  170
dolces cadenes per l'amor forjades,
manilles d'argent fi, grillons de roses.
Si vols volar pe'l cel, tindrás mos somnis;
si pe'l fil de les serres, ma carroça.
En Canigó tu ets presoner desde ara;  175
mes Canigó l'Olimp es de les gojes.-
Gentil, lligat per invisibles llaços,
va seguint la Encantada, que, traydora,
estrafá la figura de Griselda,
son caminar suau y sa veu dolça,  180
son mitj-riure de verge que somía,
son ayre de palmera que's gronxola,
sos rinxos de cabell esbulladiços,
son llabi coralí y galtes de rosa:
sobirana que deixa son imperi  185
y esclava's fa de qui l'amor li roba.

   Al arribar al cayre de la serra,
de Guifre y sos guerrers ell se recorda.
Gira ab recança la mirada enrera;
lo Rosselló a sos ulls qué bell se mostra  190
voltat d'una filera d'alimares
que d'una á una en cada cim se posan!
En cada cap de puig dels que rodejan
la plana de Ruscino, hi há una torra,
una torra gentil que al cel arriba  195
per abastar l'estrella ab que s'enjoya.
De Batera al bell cap ja vermelleja,
com un clavell als polsos d'una hermosa
que per fer la sardana s'arrenglera
á desigual fantástica rodona.  200
Massana y Madeloch ja al front la duhen
com les de Cos, les de Cabrens y Goa;
y Opol, Monner y Tautaull y Salces
son quatre cirials de flama roja.
Jamay, jamay cap afligida reyna  205
se mostrá á un fill ab més brillant corona,
tot dihentli plorosa y á ses plantes:
¡No m'entregues, fill meu, á la gent mora!
Gentil, á una fiblada d'amor patri,
del enganyívol somni se deixonda,  210
d'Oliva, del Pelós y Tallaferro
sentint batre en son cor la sanch heroyca;
y recula á la forta esperonada,
sens mirar la sirena temptadora:
mes en sos llaços ja está pres per sempre,  215
com dins la teranyina dèbil mosca,
y al volèrsen eixir, per totes bandes
¡forta cadena! hermosos braços troba,
y sent d'amor paraules que l'encisan,
y veu uns ulls d'ullada blava y fonda,  220
mar hont naufragará de sa Griselda,
de son pahís y pares la memoria.

   A un signe de la Fada5, ses donzelles
ab flochs lo lligan, cintes y garlandes:
-Senyora, -ell va dihent,- deixaume lliure;  225
doscents arquers m'esperan en la plana;
si á la lluyta no'ls meno ans que'l sol isca,
tots doscents me dirán traydó á la patria.
-Es lluyta més suau la que t'espera,
es lluyta del amor hont l'amor guanya;  230
si es la cadena que't posí trenquívola,
de ferro'n tinch, d'argent y d'or encara.-
Ell se sent pres com un aucell que, lliure
volant, se troba en unes urpes d'áliga.
Al seu alè, aquella ánima serena  235
s'enllora com mirall en jorns de glaça,
y del present la mágica cortina
son nom, sa gloria y son honor li amaga,
y al costat de sa aymía encisadora,
com un clavell vora una rosa blanca,  240
dins un rotllo de nines falagueres,
á la planella del Cadí devalla.
Aquella plana, avuy deserta y nua,
llavors era una conca d'esmeragda,
la vestían ombrívoles pinedes,  245
angèlica y jonquilles6 la brodavan,
mirantse en un estany que mitj-umplía
del Canigó la monstruosa taça.
Los Estanyols que encara avuy l'argentan
d'aquella mar petita son petjades,  250
son los bocins d'aquell espill hont tota
la nau del firmament s'enmirallava.
Lo Canigó dona la má á Batera,
Tretzevents á Batera y Comalada,
y entre ells, oberta al ull del cel blavíssim,  255
son verge sí desclou aqueixa plana;
paner de flors que eixos gegants sostenen,
los uns al braç, los altres á l'espatlla,
placent jardí que llur suhor fecunda
regalant de sos fronts á grans cascades,  260
que de taçó en taçó se precipitan
com per grahons de cristallina escala,
fins al major de tots, que en la planicie
á alabastrí palau fa de capçana.
Semblan ses torres de cristall de roca  265
fermes columnes de la volta blava,
ses llums misterioses confonentse
ab les eternes llums de l'estelada,
y, sostinguts per cent pilars de pòrfir,
sos portxes son lo mirador de l'alba.  270
Lo Canigó es una magnolia immensa
que en un rebrot del Pirineu se bada;
per abelles té fades que la voltan,
per papallons los cisnes y les áligues.
Forman son cálzer escarides serres  275
que plateja l'hivern y l'estiu daura,
grandiós beyre hont beu olors l'estrella,
los ayres rellentor, los núvols aygua.
Les boscuries de pins son sos barbiços,
los Estanyols ses gotes de rosada,  280
y es son pistil aqueix palau aurífich,
somni d'aloja que del cel devalla.

   Davant s'esten una illa sempre verda,
ramell de flors dins un pitxer de plata,
oasis bell que'l beduhí somía  285
vogant pe'l mar d' arena del Sahara.
Bedolls llustrosos, faigs y abets l'ombrejan,
la encatifan serfull y genciana,
y les roses alpines entre líquens
la vermellor ensenyan de ses galtes.  290
Com pont de flors, uneix la terra á l'illa
una verdosa y rústica palanca
que atravessa pe'l mitj l'estany blavísim,
com lo cel estrellat la vía láctea.
Allí en un trono vert, que'ls ulls no veuhen  295
si es fet de boix-florit7 ò d'esmeragda,
los dos s'asseuhen, en l'encís que'ls lliga,
ella á mirar lo cel, Gentil sa cara.
Olor de romaní dels boscos puja,
dels cims olor de regalecia baixa,  300
gemechs de lires entre'ls arbres s'ouhen,
y en lo palau lo sospirar d'una arpa,
dintre l'estany canturies de sirena,
y murmuri de ninfes en la platja,
parrupar los tudons en la boscuria,  305
la gelera dringar en la montanya,
y en les coves de marbre, allí á la vora,
los degotiços ploradors de l'aygua
com enfilall de llevantines perles
que dins aygueres de cristall s'esgrana,  310
y en lo cel blau eternes melodíes
de l'estrella que naix ò que s'apaga,
d'astres y sols y llunes que hi rossolan,
barrejant ses clarors en mòvil dança,
sos ròssechs, cabelleres y corones  315
y'l suau aleteig de sa volada.

   Y, sens trencar lo jove la cadena
que empresona al soldat lluny de sa patria,
com un ull virginal que s'esparpella,
en sa finestra d'or apunta l'alba,  320
sembrant, com jardinera del Altíssim,
per terra y cel les roses de sa falda.



No hay comentarios: