Vanessa Martínez Rivero
Nació en Lima en 1979, aunque gran parte de su vida vivió en Trujillo. Estudio Arte dramático en la escuela superior de Trujillo, y en Lima en 4tablas ,Ha publicado los poemarios La hija del carnicero (Lima, Zignos, 2007) y Coraza (Trujillo, Av. de Sapere, 2009) Sus textos han aparecido parcialmente en antologías de Chile, Argentina, Perú, México y Estados Unidos, Antologada en la muestra latinoamericana Nunca / Nunca- Editorial Lingua Quiltra – Chile, Revista , Los poetas del 5 Chile, la revista de la Hofstra University- EEUU, La Antología 2 más de la editorial ENEUPE - Perú, Antología de la fundación Yacana Perú, Antología Cajita de música, Poetas de España y América del siglo XXI por la Asociación de editores de poesía de España 2011, RITO VERBAL, muestra de poesía peruana, 2000-2010” editada por Elefante Editores. Ah sido invitada a los festivales País Imaginario- Perú , Poquita fe – Chile-,Animal de Monte –Guatemala, Festival de Lima – Perú, Ranhuilla –Cuzco, Perú- Festival de Poesía en Chepén, Festival de poesía Latinoamericana descentralizada en Chile. Textos suyos han sido traducido al inglés por el poeta norteamericano Anthony Seidman. Ha trabajado en producción nacional e internacional, es cantante de la banda de rock Tsunamikill, ha promovido poesía por 2 años en la ex fundación Yacana en los viernes de poesía, ahora realiza desde hace un año fechas extraordinarias de poesía en Albazos . Es jefe de librería.
La Hija del Carnicero
Soy feo y me haré una amputación para tí
con frases para testamento,
donde tú, niña,
tendrás que percibirte agradecida
por toda esta magra carne
que huye en las tenebrosidades
de mondongos,
alcohol
y olor a ceviche sazonado
por hambrientos feligreses
entre
las piernas de las putas.
regresaré a casa todo macho pincho frío,
en mi taciturna ebriedad
a darte las buenas noches.
qué cosa te queda:
querías el título
y, total, ahora eres la importante,
la freak del músico
y del Rock and Roll,
baby,
no te olvides
el puto Rock and Roll
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La edificación que dinamitó en alucinaciones,
antenas, techos, grises pájaros
y el voyeurista de siempre;
aquel ejecutivo que llega a casa y no se enardece con nada
más que con esa perra imágen del cuarto,
donde la niña, sin cortinas,
se tiende plácida,
drogada en sus deseos.
Ambos insatisfechos,
perdidos
y
podridos,
se preparan para la función diaria:
excitarse con el showw de la luz.
Pequeños fracasados,
ella se viste,
y
él
solo espera la claridad matinal
y su boleto,
un mendrugo de papel higiénico.
La espina de Moira
Para Moira
(Granada España)
También esperaba a que alguna cuenta cuentos
se siente en mi pierna
y que sus quimeras fueran el canto de mi tragaluz.
La verdad, ni siquiera eso tengo
Y tú, mi pequeño veneno letrado,
me dices estar harta de servirle.
No debiste bajar la mirada
e impacientarte con sus movimientos
encaletando el puñal y masticando la rosa
hasta recibir todo lo tuyo
para luego barrer la casa
cuando el tango termine.
Todos los cardinales murmullitos de tu haber
La cordillera como cicatriz donde nos sangramos con lamparines.
Tus manos en tántrica humareda, se disparan miles
Y
No es dogma, ni revista de negocios la lección que hoy bailarán
tus brazos cuando me narres al vacío por noche.
Es hoy, que este animal enlutecido penetra mi cuarto y levanta
mis piernas en zancadas, derrumbando vías.
Encuéntrame a mi crío con su oráculo chirriante tiñéndome
las constelaciones que atropellé en el trayecto
y extermino esta torre eléctrica
¿Por qué?
Porque tú robaste las luciérnagas espaciales con ese puño izquierdo
donde escondes las respuestas y arrojas versos molidos como opciones.
No me entregas a los becerros,
cambiando las tramas limpias los restos de cobre en mis botas.
Y yo que he volado como los metros,
que marchasen mas rápido, si su combustible constase de los glóbulos
rojos que encienden
tus marranos pensamientos.
Pilotan feroces a chorro, como mis pasos, mientras sigas limpiando
mis botas en los resplandores.
Gracias al milagro cósmico de esta tierra,
se abren las zanjas para llegar a tu casa,
con toda mi polvareda y mi olor
cuando la cama aun es flor
¿lo recuerdas?
como los troyanos que destruyes con tu índice.
Entonces sí que lo recuerdas.
Santiago de Chile
Cartografía
Esperemos no nos caiga una marejada de colmos en las espaldas
Estas arden excéntricas, nos enduran los pezones
grabando pequeñas naciones en tu omóplato, qué es una encallada
vía de arrestos.
Yo rastreo todos mis garabatos desde ahí
perdiendo mí patria una vez más
cuando tu acento me llama.
Me nombro las regiones nuevas
(porvenir de la piel)
Escribo las ciudades con mis alias
para perder el regreso a casa.
Locomoción de exilio
He plegado la importancia lejos del albergue de los neones y
observo desde esta picada fruta,
todo el óxido que se nos tiró encima.
De las risitas me construí un móvil para llevarme en bolsas negras
Aquí me tiene por primera vez otro cielo,
que no hizo alacena a mi celo.
Este es un caballo crepuscular limitando los
colores de la niebla huyendo
con los latidos de mi barricada.
Aquí el encanto del asomo es una heroína para el olvido.
Congelo mis pies sobre la empedrada vía,
buscando temas
Los consigo encendiendo la calle con mis perturbaciones
y mi locomoción gusana que avanza solitaria
Tentando el vértigo de mi peso, paseo por las nubes
Bien lo diría el sombrero
todos los aires le volarían sus esfuerzos
Yo respondería soy un gen no deseado que se aferra de las vías,
buscando la pasión de mi concepción
(Soy la hija de la carne)
Quiero ser la cédula x del tiempo para
contemplar sus sacrificios
Quiero vivir los tuyos para olvidar el
largo comedor del mío
Quiero comerme el cerebro de
tus arzobispos para borrar mis pesadillas con Belcebú.
Éste que durmió años del otro lado,
va a llegar a oír desde aquí,
el canto de mi estómago satisfecho.
Coraza para tercer mundo
Más donaciones para mi alma resucitada.
El pago de mi deuda externa
se reduce cuando tocas esta puerta.
Todos meten la mano en la llaga.
“Busco un costurero para la apertura de la próxima”
y
he colgado un eterno
aviso clasificado.
Y el silencio…
¡Nadie grita más fuerte que el desierto!
En centellos viajo por
los espectros de la ausencia.
Hay una ducha fría para lapidar la piel de los sensibles.
Y hay este desvelo
tentando los límites,
El poseso se diluye con todos mis intis,
por las protuberancias de mi patria.
La luna hecha certera sus uñas sobre mi sombra,
la enviaste a espiar
y mi villano la encontrará.
Espina y credo
Sacrificio, regalo de santones.
El firmamento mirándonos nos vuelve parte de la estampita y
tu llevas la sonrisa de masoquista juvenil
Yo vi tus inmolaciones
viviendo del credo
sin probar al cerdo
sólo humeas las calles
Tú cabecita/corona ardiente/delirio
El tercer ojo para el tiempo de la tristeza
me pestañea
Me dices
Yo soy la esposa de Dios.
¿Qué seria yo?
Que me mato sacando las espinas
De las rosas robadas de mis supuradas manos,
para llevárselas a mi madre,
que es un yeso pintado,
paseando con tacones en la casa de los ecos.
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