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martes, 18 de diciembre de 2012

FERNANDO MARÍA GUERRERO [8975]



Fernando María Guerrero Ramírez (Manila, FILIPINAS  30 de mayo de 1873-12 de junio de 1929), fue uno de los más importantes escritores filipinos de lengua española, testigo de la época dorada de la literatura española en Filipinas. Fue llamado el "Príncipe de la poesía lírica filipina".
También fue político y abogado, ejerciendo cargos políticos como concejal del Ayuntamiento de Manila, Secretario del Senado y Secretario de la Comisión para la Independencia de las Filipinas.

Era hijo de Lorenzo Guerrero, pintor y profesor de arte, y de Clemencia Ramírez.
Fue profesor de Derecho Natural, Criminología y Oratoria Forense en la Escuela de Derecho La Jurisprudencia de Manila. Como todos los escritores filipinos en lengua española, exhibió una ideología pro-hispánica, opuesta por tanto a la ocupación norteamericana de las islas, como puede observarse en el poema siguiente:


A Hispania 

Oh, noble Hispania! Este día
es para ti mi canción,
canción que viene de lejos
como eco de antiguo amor,
temblorosa, palpitante
y olorosa a tradición
para abrir sus alas cándidas
bajo el oro de aquel sol
que nos metiste en el alma
con el fuego de tu voz
y a cuya lumbre, montando,
clavileños de ilusión,
mi raza adoró la gloria
del bello idioma español,
que parlan aún los Quijotes
de esta malaya región,
donde quieren nuevos Sanchos,
que parlemos en sajón.


Fue director de los periódicos manileños, El Renacimiento, La Vanguardia y La Opinión, cuando la prensa en español competía angustiosamente con la emergente y poderosa industria periodística en inglés. También trabajó por un tiempo para el diario La Independencia fundado por el patriota ilocano Antonio Luna poco antes de la guerra filipino-americana.
Sus libros de versos Crisálidas y Aves y Flores son de tendencia modernista.
Su tipo de versificación se ve en esta décima, fragmento de su poema "Mi patria,":
Filipinas es un nido formado de hermosas flores; es un idilio de amores sobre un mar embravecido. Es el delirio querido que mi cerebro obsesiona; es la impávida matrona que, heredera de titanes, tiene por solio volcanes y centellas por corona.

Obra

1913. A Hispania
1914. Crisálidas2
1920. Aves y flores



FERNANDO MARÍA GUERRERO (1873 1929):
poeta y periodista hispanofilipino de escisiones

Por  Manuel García Castellón 
Universidad de Nueva Orleáns

Fernando María Guerrero consta como “Príncipe de los poetas” filipinos en castellano, si bien socialmente se distinguió como combativo editor y político nacionalista. Fue bien merecedor del elogio, pues junto con Manuel Bernabé constituye la díada máxima de la lírica filipina en castellano. Con feliz soltura manejó los metros “cerrados” como la décima y el soneto, para luego entregarse a la libertad métrica y estrófica del modernismo hispanoamericano que le ofrecieran Rubén Darío, Nervo… En su poesía dejó una temática variada y sentida. Algunos de sus versos, sobre todo amorosos y dedicados a su primera esposa, tienen la emoción de haber sido escritos en situación de añoranza y forzada lejanía debido a su militancia en la resistencia antiamericana. 
Fue uno de los fundadores de la Primera República Filipina. A la vez que periodista y poeta, fue también pragmático y conciliador como político, miembro del Partido Nacionalista. Por más que hubiese combatido contra la gerencia colonial española, se adhirió a la causa del nacionalismo de signo hispanizante, como la mayoría de los “ilustrados” formados en las instituciones educativas de Manila que regían jesuitas, agustinos o dominicos. A su impulso se fundó la Academia Filipina de la Lengua. Dejó un imponente legado en editoriales, poemas y relatos; es uno de los protagonistas señeros de la llamada «Edad de Oro» del castellano en Filipinas, cuando nuestra lengua lucha ante la imposición oficial del inglés en las islas, más o menos entre 1898 y 1945.

....Le pusieron el nombre del santo del día: el 30 de mayo de 1873, fiesta de San Fernando, rey de España, nace Fernando María Guerrero en Manila. Sería uno más de los nueve hijos de Lorenzo Guerrero y Leogardo (profesor de Bellas Artes, primer mentor de los celebrados pintores Luna, Hidalgo y Fabián de la Rosa) y de Clemencia Ramírez de la Vaca, cultos padres de la clase llamada "ilustrada". Corinta, su tía materna, maestra y poeta, lo introduce a las primeras letras. Es una familia más prestigiosa que rica, según su descendiente Wilfrido María Guerrero, refiriéndose al esclarecido clan de los Guerrero del barrio de La Ermita: “Siempre hemos sido clase media; media-alta quizá, pero siempre clase media” (5). El mismo Fernando, en sus años de periodista, ha debido hacerle frente a la escasez de medios, y con ánimo franciscano bendice en uno de sus versos a la pobreza que hace humildes y filósofos: “Pobreza que vas sembrando / en espirituales tierras / bajo el sol del deber propio / las simientes de la Idea; / pobreza del periodista, / pobreza de las pobrezas, / por los siglos de los siglos, pobreza, bendita seas” (57-59). 

....Fue un niño simple y alegre, que con otros niños jugaba al trompo en la Plaza de la Virgen de Guía, cercana a su casa, sita en lo que hoy es el bloque entre United Nations Avenue y Guerrero Street (hoy Southern Cross Hotel). Soñó brevemente con ser ingeniero naval, pero le decían; “Eso se estudia en Cartagena, en Rotterdam, en Lieja...” Entonces, la sola idea de alejarse de su amada y dilatada familia lo disuade de su juvenil proyecto. Llegado el tiempo de la escuela secundaria, la cursa con brillantez en el Ateneo Municipal. En los concursos literarios escolares, el joven Guerrero era ya quien acaparaba los premios. Su familia, burguesa al fin y al cabo, con criterio utilitario le indica que continúe con estudios de contabilidad. Cursa, pues, todo el programa de Peritaje Mercantil; mas para el hombre de letras que ya se siente ser, la perspectiva de verse un día enfrascado en áridas facturas de sacos de azúcar y rollos de abacá le hace cambiar de rumbo. Lo suyo es la poesía, la novela, las lenguas clásicas y modernas, la pintura... Finalmente ve en la jurisprudencia el compendio de sus múltiples intereses, pues junto a las asignaturas propias del programa “derecho civil, penal y procesal” se verá gratamente obligado a tener sobrada noticia de cosmología e historia de la filosofía, metafísica, elementos de literatura universal y española, prácticas de retórica y oratoria... Y a tal fin, en 1890 se matricula en la Facultad de Derecho de la Real y Pontificia Universidad de Santo Tomás de Manila. A lo largo de sus seis años de carrera, su historial constará casi por completo de “sobresalientes”.

....Los tiempos son difíciles cuando por fin obtiene, a los 24 años, su flamante título de abogado. Forma parte de la élite de jóvenes “ilustrados” que, aun manteniendo un filial respeto a la cultura y a la lengua españolas, abomina de la torpe administración colonial de España, sobre todo tras el fusilamiento en 1896 del patriota y reformista José Rizal, acusado sin pruebas de incitar al movimiento sedicioso del Katipunan. El fusilamiento atiza la guerra de independencia, en la cual, como se sabe, interviene Estados Unidos para pescar en el revuelto río. Derrotada España por los americanos en 1898, éstos organizan una crudelísima tarea de sometimiento, pues aquella nueva intrusión extranjera obligaba a los patriotas filipinos a no deponer las armas. Tras proclamarse la Primera República en Cavite (12 de junio de 1898), el General Emilio Aguinaldo organiza el Congreso de Malolos para redactar la primera constitución y las leyes del gobierno. Guerrero es designado representante de Leyte. La constitución se inspira en sistemas de Francia, México y Brasil, y Guerrero, ya un defensor en ciernes de los derechos del individuo, aporta las provisiones básicas referidas a la libertad de prensa (Cf. Estampador, 6). 

....En tanto la circunstancia no sea más serena como para abrir bufete, el periodismo ofrece al joven Guerrero un campo de expresión para la propaganda soberanista y la lucha patriótica, sobre todo cuando el general Antonio Luna y Novicio (hombre tan erudito como combativo, curtido en la revolución anti española y ahora dispuesto a batirse contra EE.UU.) le pida colaboración para su recién fundado diario La Independencia, primer periódico verdaderamente filipino, órgano clandestino de la insurgencia. Crucial en su redacción será Fernando María Guerrero, nombrado capitán y auditor de guerra por Aguinaldo, y secretario del Tribunal Supremo Revolucionario. A él se le unen Rafael Palma y Cecilio Apóstol. En el frente de Dagupan, al noroeste de la isla de Luzón, su redacción será un vagón del tren. 

....El beligerante periódico underground, en ambiente de abierta hostilidad, no alcanzó el año de vida. Tras difíciles circunstancias y peregrinajes vio aparecer su último número en Pangasinán en 1899, donde moriría el General Luna traidoramente asesinado por soldados de Emilio Aguinaldo. La Primera República Filipina, no reconocida y más bien hostigada por las fuerzas norteamericanas, acaba en 1901 tras jurar Emilio Aguinaldo lealtad a EE.UU. Aun así, la resistencia patriótica continúa. En las montañas, Macario Sacay resiste y proclama su República Tagala hasta 1907, fecha en la que el guerrillero será atrapado y vilmente ahorcado al aplicársele la Ley de Sedición y el Acta de Bandolerismo. El régimen militar no escatima tortura, horca, fusilamientos... Perecerá un millón de filipinos, según calculan los historiadores. 

....Además de La Independencia, Guerrero ha dirigido otras publicaciones de efímera duración: La Patria, La Unión, Manila, Domus Aurea. Más curtido ya en reportaje y editorial, se une a la redacción de El Renacimiento, rotativo que funda su amigo Martín Ocampo en 1901, establecida ya la llamada Pax Americana. Ocampo, nacido en 1852, patriota convencido, desterrado en su día a las Carolinas por los españoles y habiendo sufrido prisión también bajo el Directorio Militar americano, cuenta con un ilustre cuerpo de editores: Epifanio de los Santos, Jaime C. de Veyra, Fidel A. Reyes, Pedro Aunario, Cecilio Apóstol, Teodoro Kalaw, Rafael Palma y Fernando María Guerrero, entre otros. En 1903 Guerrero asume la dirección del periódico, imprimiéndole un talante aún más combativo. El joven abogado, que ya se ha distinguido también como eximio poeta (“Príncipe de los líricos filipinos”, le llaman sus seguidores) es también un valiente defensor de las causas sociales, y el periodismo será su bastión. El Renacimiento, apenas tolerado, lleva a cabo una cruzada que lo convierte en popularísimo monitor, pero también en el objetivo a muerte de las fuerzas de ocupación.

....Por aquellos días, la soldadesca y la gendarmería americanas mostraban irritación y nerviosismo en cuanto a la persistencia del nacionalismo militante. A fin de construir sus punzantes editoriales Fernando pide a sus reporteros que colecten datos en las llamadas “zonas”, eufemismo para campos de concentración de Cavite, Batangas y Laguna, que Guerrero compara a los infames campos reclusorios del Gobernador Weyler en la Cuba española. En uno de esos escritos Guerrero denuncia que en Bacoor, con total desdén del habeas corpus, hasta mil residentes incluyendo mujeres y niños han sido sumariamente aprehendidos y arrojados al sótano de un convento apenas un m2 por persona bajo sospecha de ser revolucionarios, con escasa pitanza y pudiendo dormir apenas sentados. 

....En 1906, airada por los ataques de El Renacimiento, la Gendarmería americana incoó pleito por difamación contra Ocampo y Guerrero. Palma y Sumulong, también abogados, se constituyeron en parte defensora. En la batalla legal, presidida por el juez Manuel Araullo, además de los hechos salió a colación un sinnúmero de prácticas abusivas por parte de aquella policía pretoriana: casos de encarcelamiento e incomunicación totalmente arbitrarios, requisas forzadas de caballos y vehículos privados, allanamientos en plena madrugada, confiscación ilegal de bienes y joyería, rapto de mujeres, muertes inexplicadas en prisión.... Absueltos, el clamor fue de estruendo; los acusados pasaron a ser héroes populares. En el banquete celebratorio que siguió se reconciliaron periódicos rivales; se exaltó el ejemplo de valentía e independencia de El Renacimiento y se definió el cometido de una prensa sobria, sin capciosas llamadas a la emoción, pero apasionadamente dedicada a la objetividad y a la defensa de los valores cívicos. Guerrero llamó a la solidaridad de los miembros de la profesión periodística y se apuntaron las bases para la Asociación Filipina de Prensa. El periódico alcanzó por entonces el cenit de su popularidad, triplicando sus tiradas. (Cf. Vicente Barrantes, op. cit., p. 11 13). 

....Fundado en 1907 el Partido Nacionalista, en el cual militan los “ilustrados” que habían formado la ya extinta Primera República, Guerrero es uno de ellos, junto con Sergio Osmeña, Galicano Apacible, Manuel Quezón, Francisco Liongson y otros. Acallados tanto intransigentes como anexionistas, el partido comienza como pragmático instrumento de conciliación con el poder americano, a fin de que el país obtenga la independencia a la mayor brevedad posible. El partido dominó la Asamblea Filipina, con Guerrero como presidente de la misma, de 1907 a 1916. Al ser elegido, el pueblo premiaba su dedicación a la causa social a través de sus artículos de opinión. La bandera del sol y las tres estrellas, diseñada por Aguinaldo para la Primera República, se alzó en aquella ocasión, con disgusto de “Comisión Filipina”, órgano americano de gobierno.

....En 1908 nuevamente El Renacimiento debió hacerle frente a la demanda por difamación incoada por Dean C. Worcester, Ministro de Interior del Gobierno pretorial. Un editorial titulado “Aves de rapiña”, escrito por Fidel A. Reyes, en el que se denunciaba el designio americano de usufructuar los recursos naturales de las islas, señalaba a Worcester cual encubierto agente neocolonialista. La corte penal sentenció a Ocampo a seis meses de cárcel más una multa de 2.000 pesos, en tanto que a Teodoro Kalaw se le imponía un año de prisión. Con todo, y para prevenir en la descontenta población “ilustrada”, el Gobernador Francis B. Harrison eximió a los convictos del cumplimiento de sus penas. No obstante, los editores se vieron obligados a sacar sus prensas a pública subasta a fin de poder pagar las multas. Los editores recibieron innumerables muestras de adhesión, pero allí moría con toda gloria el popular rotativo filipino en lengua española (Barranco, op. cit,, p. 13). Corría el año de 1910.

....Por entonces, la tardía obra educativa española iniciada en tiempos de Isabel II ya ofrece maduro fruto. Proliferan los periódicos en español y los concursos de poesía. Pese a los intentos del directorio militar, que ha eliminado el castellano de los planes de enseñanza primaria, la lengua de Cervantes es todavía la de la Enseñanza Media y la de la Universidad. En dura competencia con el inglés, el castellano intenta imponerse como vehículo de expresión de la sociedad y como lengua franca de las islas. En este marco, y siempre con el periodismo por pasión, los inabatibles Ocampo y Guerrero fundan en 1911 un nuevo diario, La Vanguardia, y posteriormente La Opinión, centrado éste en el tema económico. Colaboran al mismo tiempo en los efímeros La Patria (suprimido por la autoridad americana) y La Fraternidad (cesado por sus mismos editores por falta de medios).

....Su sólida formación humanística, propia de aquella generación universitaria formada por dominicos y jesuitas españoles, le permite subsistir mediante la docencia. Enseña, pues, lenguas clásicas y retórica en el Liceo de Manila, así como Derecho Natural en la Academia de Jurisprudencia, de la que más tarde sería director hasta su muerte. Incluso como periodista posee Guerrero una faceta docente, animando a su equipo a que practique por sí mismo la evaluación de acontecimientos, a fin de no depender tanto del editor en jefe (Cf. Estampador, 4). Como auxiliar de enseñanza, a su cargo tendrá toda una futura generación de brillantes profesionales cual Claro Mayo Recto, Rosa Sevilla de Alvero, Jesús Balmori, Manuel Bernabé... Poeta celebrado, sus iniciales modelos han sido Espronceda, Zorrilla, Núñez de Arce, Fernández Grilo, Campoamor, Rosalía de Castro, Bécquer... Quizá también Martí y la Gómez de Avellaneda. Más adelante, con toda la pléyade literaria de las islas, se abrirá al Modernismo de Daríos y Chocanos. Supervisa con gusto la obra de vates más jóvenes, quienes acatan su magisterio en retórica y poética. Aboga por la didáctica empírica y la total supresión de castigos físicos en la enseñanza primaria, de lo cual redactará una ley cuando, años más tarde, resulte elegido en la primera Asamblea Filipina de 1907. Otras provisiones suyas en dicha Asamblea, en el ámbito de la legislación laboral y social, son la compensación por accidentes de trabajo, el derecho a la sindicación y al convenio colectivo entre empresa y trabajadores, la eliminación de vales en lugar de especies... Designado Concejal Municipal por el Gobernador Harrison, Guerrero se distingue como planificador de estética urbana, embellecimiento de parques y jardines, instalación de bancos para el viandante y columpios para los niños, etc., atendiendo siempre a la belleza y al bien en todas sus manifestaciones públicas.

....Hacia 1916, los anhelos de independencia filipina, cuyos voceros principales son Sergio Osmeña, Manuel Luis Quezón y Fernando Ma. Guerrero, alcanzan a Washington, que también acaba por considerar gravosa su tutela sobre las islas. En dicho año la ley Jones inaugura un gobierno cuasi autónomo para las islas, incluido un sistema bicameral. Al crearse el senado, Guerrero es designado su secretario. Aunque las sesiones todavía se llevaban a cabo en español, por entonces ya posee la deseada fluidez en inglés. Su profesora es la culta escritora María Morilla Norton, integrante del célebre grupo de maestros enviados a las islas en el vapor Thomas en 1901.

....Quizá con ánimo de neutralizar su ímpetu nacionalista, el Gobernador Militar Francis B. Harrison lo designó Consejero de la Corporación manileña y, sucesivamente, Secretario del Senado y Secretario Asistente de la Comisión Filipina pro Independencia. Pero Guerrero, que en sus días había sabido alzarse contra una España cuya cultura respetaba y amaba, no fue ni mucho menos acallado con los cargos que le ofrecía el directorio americano. Continuó protestando por la ocupación y promovió activamente la causa de la independencia, que no llegó a gozar. Se opuso desde sus editoriales a la sistemática destrucción de las bases de hispanidad llevada a cabo por la administración americana, en especial la enseñanza primaria en español. En un poema “A la juventud filipina”, la apostrofa para que desconfíe de la americanización, la cual, para él, no prenuncia más que nuevas formas de esclavitud: “A qué tener por bueno ese exotismo que prostituye el alma de la raza / y es símbolo quizá de un esclavismo / más duro que el que azota y amordaza?”.

....Pero ante todo, Fernando María Guerrero fue un logrado poeta de la lengua castellana. En 1914, a instancias de Pacífico Victoriano y con ayuda de sus otros amigos Mariano Ponce, Andrés E. Rivero y Bernardo P. García, recogió la totalidad de sus versos publicados hasta entonces en un volumen llamado Crisálidas, del que aparecería una póstuma edición en 1952. Posteriormente sus descendientes lo refunden con otros poemas bajo un nuevo título, Aves y flores, editado en 1971. El verso de Fernando Ma. Guerrero, con acentos iniciales dieciochescos y románticos, pero luego decididamente modernistas, se inicia con el tema patriótico (“Mi bandera”, “Mindanao, la isla hermana”, “A Rizal”, “A Bonifacio, fundador del Katipunan”), o bien el tema nativista de eco virgiliano (“IlangIlang”, “Bajo las cañas”). También toca lo social al dirigirse a la honestidad de los políticos (“Una fe y un corazón”) o a la conciencia obrera, si bien “a causa del propio prurito clase” a cierta distancia de lo sindical o reivindicativo (“Labor OmniaVincit”, “Las dos hoces”). Lo romántico, y en ello es esencialmente modernista, está en “S.M. la reina Quimera”, “Psyche”, “Jardín muerto”, “Fantasía carnavalesca”. La fidelidad a la tradición y la lengua de Castilla se ve en “A Hispania” y “Buen Quijote” (eco del “Rey de los hidalgos, señor de los tristes”, de Rubén Darío). Lo amoroso destila nostalgia en los muchos poemas a su amadísima primera esposa, Carmen Entrala, cual “Añoranza”, “Pétalos”.

....El patriota y poeta que es Guerrero, en el primer número de La Independencia incluye el poema “Mi Patria”: “Filipinas es un nido /formado de hermosas flores; / es un idilio de amores / sobre un mar embravecido”. (9-10). El joven poeta ha escogido la tradicional décima o espinela castellana, de octosílabos consonantados. El uso de esta estrofa, no por estricta menos popular, solía ser utilizada por los docentes religiosos para puntos de memorización, en especial por los jesuitas. De las escuelas, la estrofa pasaría a las justas y payadas de todo el orbe colonial. Con juvenil frescura el poeta aún no ha llegado a su plenitud. El estro del modernismo rubeniano, que será lo que con el tiempo distinga a Guerrero, aún no le ha llegado.

....Otro poema patriótico de Guerrero es “La bandera”, fechado en 1905. Alude a “Elías”, el personaje que, en la novela de Rizal, simboliza el nacionalismo sin tutelas: “Corre el torrente alborotado y ciego / y el Derecho parece una quimera, / pero aún hay fe, y allí donde yo llego / ha de llegar conmigo mi bandera... / Y Elías es mi hermano. Su firmeza / arde en todas las almas filipinas. (14 15)

....También laudatorios de la patria, pero ya sin tono aguerrido, están sus cantos a Filipinas o a Mindanao. En el primero ya se ven los acentos del modernismo americanista a lo Santos Chocano, de suntuosa musicalidad y verbo: “Virgen de la Malasia, ramo de flores / que argentan con su espuma los roncos mares /... / Palpita en tus entrañas, arde en tu suelo / la áurea y candente lava de tus volcanes; / sierpes de escamas ígneas hienden tu cielo / cuando ruedan mugiendo los huracanes” (16).

....Es posible hallar eco del Santos Chocano de Selva virgen (1901) en los alejandrinos de “Laudanza de las selvas” (1909). Dice Chocano: “Los suspensos follajes protectores / se espejean en fuentes cristalinas / como fantasmas de dolientes ruinas / en los ojos de cándido Amores” (Chocano, 2). Por su parte, para Guerrero la selva es también el nido de criaturas de ensueño: “Una selva es la casa de todas las quimeras, / las quimeras del viento, del agua y del color; / es la sala en que ríen las Reinas Primaveras, / entre un eco de flautas sollozantes de amor” (28 29).

....El romance “A Hispania” da cuenta del alto grado de empatía hispánica a que había llegado aquella élite cultural en la generación de principios del XIX, en tanto que las administraciones americanas de las islas, continuaban desmantelando las bases de la educación en español. El poeta dice que el castellano ha sido la lengua de sus balbuceos infantiles, la lengua para expresar el amor, las pasiones, la protesta política contra el materialismo “contra el búho y el halcón... contra Verres coloniales \ y su dólar corruptor” (72-74). A pesar de haber sido beligerante contra España, Guerrero mantenía que el español era un inestimable legado, digno de ser defendido a capa y espada. Con todo, en 1924 publicó en El Debate un elocuente ensayo “La formación de una poesía típicamente filipina”, donde también abogaba por el cultivo literario de las lenguas vernáculas. Partidario de que la poesía reflejara los cambios sociales y estéticos, abrazó el modernismo hispanoamericano con entusiasmo; puso su suntuosa verbalidad y sus versos alejandrinos al servicio de la causa nacionalista o para exaltar el mundo nuevo de las jóvenes naciones hispánicas. También dejó algunos relatos breves con influencia de E.A. Poe.

....Fue alma fundacional de la Academia Filipina de la Lengua, en 1924; académico correspondiente de la R.A.E. y miembro de la Real Academia Hispano Americana de Cádiz. Casó sucesivamente con dos hijas del escritor granadino Francisco de Paula Entrala, Carmen y Remedios, las cuales le dejaron once hijos en total. Su hija Evangelina, en quien él ejercería considerable ascendiente, renunció modestamente a la membresía que, muchos años después, le ofreciera dicha Academia, siendo no obstante la primera mujer a quien una Academia de la Lengua hispánica le propusiese el título de Correspondiente.

....Murió de nefritis en 1929, a los 54 años de edad.

....En su antología Parnaso filipino (1920), Martín dela Cámara afirma que Guerrero es “vate plenamente logrado”, “príncipe de los líricos filipinos”; y añade que es “el exponente etnológico, el poeta malayo por excelencia, el que más hondamente siente su raza. En Ilang ilang, El Kundiman, A Filipinas, Bajo las cañas... vibra aquel alma tagala tan incomprendida, psiquis sin complicaciones ni morbosidades, primitiva, melancólica, paciente, siempre opresa y nostálgica de libertad, nervea y con arrestos en las ocasiones altas”.




MUESTRA POÉTICA

A Filipinas

¡Virgen de la Malasia, ramo de flores
que argentan con su espuma los roncos mares,
tuyos son mis suspiros y mis amores,
tuyo el ritmo tembloso de mis cantares!

Ya está tu sien radiante libre de abrojos;
ya, como ayer, no arrastras veste de ilota,
y ya el alba soñada brilla en tus ojos,
y tu clámide limpia de manchas flota.

Tú eres hoy la sirena del mar malayo,
El hada rozagante que endechas quiere
y vive de los astros al níveo rayo,
cantando su amor puro que nunca muere.

¡Escúchame! En las rimas del bardo, errante
flamea el sacro, fuego del sol de Oriente;
deja que al son del arpa tu nombre cante,
porque beses siquiera su mustia frente.

Sobre un lecho, adormida, de piedras finas,
te arrullan de los bosques las auras suaves;
velan tus sueños de oro castas ondinas,
te murmuran mil trovas parleras aves.

Palpita en tus entrañas, arde en tu suelo
la áurea y candente lava de los volcanes;
sierpes de escamas ígneas hienden tu cielo
cuando ruedan crujiendo los huracanes.

Ondulando en el éter, sobre los campos,
despliega la neblina su blanco tul,
y la apolínea antorcha, con vivos lampos,
arrebola del cielo la veste azul.

En la cúspide esbelta de las montañas,
donde el águila altiva trenza su nido,
mecidas por la brisa sueñan las cañas
con la inflexión de un hondo, flébil quejido.

A impulsos de la savia de su energía,
agitan las palmeras sus verdes plumas;
mientras allá, en la selva fresca y sombría,
van flotando calladas las densas brumas.

Como alígeras flores de oro y zafiro
llevadas por el hálito de auras sutiles,
los insectos se esparcen con manso giro
a libar la ambrosía de los pensiles.

Desde la agreste cumbre, suelta, hervorosa,
su penacho de linfas la catarata:
en él díbuja el iris su franja hermosa, 
que el lago en sus cristales después retrata

Por tu atmósfera virgen, urna de aromas,
donde sus róseos labios la aurora imprime,
vuelan y se acarician blancas palomas,
suspirando de amores himno sublime.

Y cuando por las tardes el sol desmaya
sobre olas de esmeralda su frente roja,
niñas de tez morena van a la playa
a recoger las conchas que el mar arroja.

Son dulces y mimosas como las hadas,
rutilan en su rostro ojos traviesos,
y hay caricias eternas en sus miradas,
y hay un fuego divino que arde en sus besos.

Asidas de la mano, suelto el cabello,
cruzan nuestras praderas siempre inmarchitas
ostentando en su grácil, flexible cuello,
perfumados collares de sampaguitas.

Y en la paz de los bosques, en donde vuela
El céfiro de mayo vertiendo olores,
con los ritmos dolientes de una vihuela
mezclan la voz sin mancha de sus amores.

¡Patria! ¡Patria bendita, ramo de flores,
que besan con sus ondas los roncos mares!
Ya que fuiste la cuna de mis amores,
¡oh, sé también la tumba de mis pesares!




Bajo las cañas 

Solemne y honda la mudez del campo;
cálido el aire, el término azuloso...
Todo vibra de gloria bajo el lampo
de un sol que es siempre cual Apolo, hermoso

En el bochorno de la tarde estiva,
sueña la flor y duerme hasta la idea.
Sólo aparece como mancha viva,
allá en lo alto, llama que caldea;

Silencio y paz... El único sonido
que el ambiente volcánico desgarra,
lo da, bajo el ramaje florecido,
con su música agreste, la cigarra.

El espacio es cristal: fulge y ondula
cual la cuerda de un arpa estremecida,
y mientras más el término se azula,
más bellos son los sueños de la vida.

¡Soñar! ¡Vivir...! Soñar bajo las cañas
y vivir a su sombra eternamente,
sin sentir esas penas tan extrañas
que ensombrecen el alma lentamente.

Soñar que el corazón es siempre joven
y que esa juventud es una gloria,
sin cuitas que en el vértigo nos roben
lo más caro escondido en la memoria.

Soñar así es soñar de color rosa;
vivir así es vivir en pleno idilio;
y es tener en el alma, en vez de prosa, 
una égloga admirable de Virgilio...

¡Oh, dulces soledades campesinas!
¡Oh, refugio de amor de los cañales...!
Tan sólo allí las almas filipinas
consiguen olvidar todos sus males.

Allí se escucha la palabra santa,
la dulce voz de la querida tierra,
esa que llora y regenera y canta,
y en sí las notas de lo grande encierra.

Allí todas las almas se expansionan
y se abren al amor los corazones,
y hasta las frentes tristes se coronan
con flores, muy abiertas, de ilusiones.

Allí, por un milagro, se ensimisma
el alma de la patria con la nuestra,
y allí la vemos, bajo el propio prisma,
dentro del corazón como maestra...

¡Soñar! ¡Vivir! ¡Soñar allí a la sombra,
con la vista clavada en el celaje,
que cuanto se contempla y aun se nombra
es filipino todo en el paisaje...!

Eso es soñar triunfando de la pena
y mover con la fe hasta las montañas.
¡Oh, dejadme soñar en mi hada buena
a la sombra piadosa de las cañas...!



Hora cálida

(Oh calor de la siesta filipina,
calor de corazón, calor de fragua,
en que hierve en la copa cristalina,
con temblores estuosos, hasta el agua.

Una suave molicie que alucina
irrumpe en nuestra carne, y la cabeza,
como agobiada de sopor, se inclina
florecida de rosas de pereza.

Hay como decadencia en las pupilas
húmedas de pasión; y mientras fiera
la luz solar sobre las cosas arde,

beben las almas graves y tranquilas
el vino del ensueño y la quimera
en el cálido vaso de la tarde.



A Mindanao, la isla hermana.

....Isla de los tesoros,
Mindanao, isla fuerte de cristianos y moros,
grande bajo el aliento del polífono mar;
isla de bravas gestas y pugnas legendarias,
que tiene por reductos las selvas milenarias
y por vivac inmenso el campo secular.

....Isla maravillosa,
sultana bella y grácil a quien vemos, ansiosa,
poner oro y corales sobre el nativo altar
y buscar en la arena de sus sonoras playas,
como sus dos hermanas, cual Luzón y Bisayas,
la perla de un ensueño que no quiere llegar...

....La gran Naturaleza
tedió la magia augusta de su inmortal belleza,
su savia formidable, su sol canicular;
por eso son enormes tus bosques y tus ríos,
y hacen temblar ejércitos tus indomables bríos,
y el Apo a las estrellas no cesa de retar.

....Eres como tus lagos,
para la flor propicios, para el pirata aciagos
épicos en la guerra, líricos en la paz;
y eres, cuando el peligro tus lares amenaza,
la cúspide en que erige sus tiendas una raza
para gritar: "¡Atilas, mi gloria no es fugaz!"

...."Yo soy como el granito;
mi sed de vivir sube buscando el infinito
como las flechas ágiles de mi aljaba ancestral.
Yo, aunque me ciña ajorcas, zarcillos y turbante,
tengo en las venas mías la sangre palpitante,
la misma que en el ara oblacionó Rizal."

....¡Loor a tu boca altiva,
Mindanao, isla de oro, Cólquida rediviva,
adonde van los Argos de un moderno Jasón!
Tu increpación histórica tiene inmanente vida;
es la consigna étnica de que jamás se olvida
ni el hombre de Bisayas, ni el hijo de Luzón.

....Un vinculo más fuerte
que el puño de los Césares y que la misma muerte
hace de las tres islas un solo corazón;
que tendrá, en la ventura, una sonrisa única
y, en las adversas horas, sabrá rasgar su túnica
con un definitivo y unánime tirón.

....¿No son tus noche bellas
las mismas que las nuestras? ¿No es luz de tus estrellas
la que reciben juntas Bisayas y Luzón?
¿No es aroma indígena del ilang ilang regio
el que a leer nos mueve un solo florilegio
y a sentir, alma adentro, una sola emoción?

....¡No morirás... .! No temas
que extrañas manos roben tus collares de gemas
y maten de un hachazo tu árbol tradicional.
¡Los que guardan su libro de gestas legendarias
y tienen por reductos, las selvas milenarias,
clarinearán mañana una marcha triunfal!

....Cólquida filipina, 
¡Mindanao, isla hermana, isla bella y divina,
en cuyo honor dispara sus retumbos el mar:
para quien sea osado a herir tus esperanzas, 
sécomo nuestra piña, corónate de lanzas
y quede en ellas muerto el pulpo secular!





Mi Patria

....Filipinas es un nido
formado de hermosas flores;
es un idilio de amores
sobre un mar embravecido;
es el delirio querido
que mi cerebro obsesiona;
es la impávida matrona
que, heredera de titanes,
tiene por solio volcanes
y centellas por corona.

....Filipinas es la maga
cuyos oráculos santos
calman los lloros y espantos
del corazón que naufraga;
es vino cordial que embriaga
con su ardor la fantasía;
es hechizo que extasía,
y es, en fin, eterna palma
que un cielo henchido de calma
con sus lágrimas rocía.

....Mi tierra es noble y hermosa,
porque es su asiento el Oriente;
tiene estrellas en su frente
y en sus labios miel de rosa.
Cuando sonríe amorosa
la aurora le da sus rayos;
mas, si padece desmayos
porque la hieren abrojos
brotan tristes de sus ojos
los crepúsculos malayos.

....Frente a lujosa floresta
donde un río se destaca,
recostada en una hamaca
duerme el sopor de la siesta.
Las auras forman su orquesta,
un palio azul la sombrea,
y cuando la noche ondea
su obscuro y tupido manto,
hirviente arrullo de llanto
por sus mejillas serpea.

....Mi tierra es hada divina
que a mil caprichos se entrega:
suspira, retoza y juega
bajo la onda cristalina;
rompe el tul de la neblina
que arropa selvas de cañas,
y al trepar a las montañas
rojas al sol de la tarde,
bendice la lumbre que arde
en las pajizas cabañas.

....Mi tierra noble y bendita
no cría en sus bosques fieras,
sino palomas ligeras
y flores de sampaguita.
Quien sus rincones visita
halla sombra hospitalaria.
Aquí se abraza hasta al paria,
porque mi encantado suelo
es un pedazo de cielo
puesto en la mar solitaria!

....Aquí son las alboradas
una ignición de rubíes;
aquí son nuestras huríes
tan tiernas y apasionadas
que funden con sus miradas
hasta las almas de hielo:
que dan, en un beso, el cielo
y que, con la fe de un niño,
fían a nuestro cariño
su corazón, sin recelo.

....Oh, tierra de mis amores,
santa madre de mi vida,
que vertiste en mi alma herida
el aroma de tus flores!
Llora, si tienes dolores;
si sueñas ser grande, espera;
pero, te juro que fuera
para mí suerte afrentosa
ver nacidas en mi fosa
hierbas de savia extranjera.



Una fe y un corazón. 
A los políticos filipinos.

....Oíd, hombres de mi raza: Qué espíritu maligno
posee vuestras almas? Qué es ese negro signo
que mancha en vuestras frentes lo santo de la unión?
Por qué está repartida en trozos la bandera
que ayer un solo brazo defendió en la trinchera
y fue ungida con sangre de un mismo corazón?

....Hermanos: sed más fuertes al ser también más unos.
Bajo el mando de Atila, se aproximan los Hunos
para hollar con sus potros la fe en el ideal.
La avalancha de bárbaros hace temblar la tierra
y sus trompas resuenan con clamores de guerra
y al veros divididos dan un grito triunfal.

....¿Dónde están las antiguas tradiciones y lazos?
¿Dónde están, que no llegan, los supremos abrazos,
los vuelos de las almas hacia una sola fe?
¿Dónde está la concordia que hizo firme a la raza?
Si hay una mano oculta que la unión despedaza
¿Por qué no dar un golpe a esa mano? ¿Por qué?

....La Patria está llorosa, la Patria está de duelo,
y en la sombra se ríe de todos Maquiavelo
y un demonio repite: " Divide y vencerás ".
Se bifurcan las vías, el credo se fragmenta
y no vemos qué rápida se acerca la tormenta
y no hay nadie que grite a Maquiavelo:. "¡Atrás!"

....Oíd, hombres de mi raza: no propaguéis semillas
de división; poneos como ayer de rodillas
ante una misma idea y ante un único altar.
No escuchéis la engañosa sugestión del ofidio;
no matéis al hermano... ¡También es fratricidio
tronchar en flor el árbol de la unión familiar!

....No fueron así aquellos insurgentes heroicos
que murieron muy juntos, que murieron estoicos
en la brecha, gritando: ¡Unión y Libertad!
No fueron así aquellos cruzados de la gloria,
aquellos que segaron laureles de victoria
para su sien mojada en óleo de unidad.

....No fue ese nuestro sueño; no pensó así Bonifacio
cuyo verbo candente atravesó el espacio
y sacudió las fibras del alma popular;
no consignaron eso ¡que eso no es patriotismo! 
las manos que escribieron El Filibusterismo
ya que sólo en la tumba dejaron de luchar.

....¡Uníos! Gotas juntas fecundizan los campos,
rayos unificados hacen los grandes lampos,
las hogueras brillantes, los volcanes y el sol.
las razas desunidas son siempre razas parias,
razas que se anquilosan, débiles, solitarias,
en una vida idéntica a la del caracol!

....Hermanos: Sed más unos; si han de ceñirnos lauros,
que ciñan a una raza de hércules y centauros
en el festín sagrado de una absoluta unión;
y si han de venir balas a romper nuestras alas
y nuestros corazones, que se hundan esas balas
en unos mismos cráneos y un mismo corazón;



No cierres tu puerta

Un labio lejano me ha dicho
que tienes cerrada la puerta.
Si es cierto, reforma el capricho;
¡tu puerta ha de estar siempre abierta!

Abierta a las aves del cielo,
abierta al rumor de las brisas,
al goce, al dolor, al consuelo
y al triste que pida sonrisas.

Abierta a los claros de luna,
al suave perfume de mayo,
al lloro del niño en la cuna
y al viejo que tiembla en desmayo.

No cierres tu puerta. ¿No sabes
que cruzan el largo camino
mil sombras, mil vidas, mil aves
que ignoran su oscuro destino?

Tu mano que abrió las entrañas
del suelo y halló un gran tesoro,
arroje las llaves extrañas
que cierran tus puertas al lloro.

Preparen tus manos la mesa,
el plato de arroz y hasta el vino.
¡La sombra en la luz hace presa
y es largo y tortuoso en camino!

Que sea, en la vida, tu techo
lante que lave los males,
que cierre las llagas del pecho,
que borre las penas mortales.

Si quieres que nazcan al paso
de tu alma las rosas celestes,
acoge el dolor del ocaso
y zurce las míseras vestes.

Bien sabes que es noble y es santo
alzar al que cae en la vía.
No dudes ni niegues. El llanto
secado es raudal de alegría.

Si pones tu mano en la mano
del pobre, Dios besa la tuya.
no cierres tu puerta, ¡oh mi hermano!
no sea que de ella Dios huya.

Ten siempre dispuesta tu casa
y esté a todo huésped abierta,
que acaso la sombra que pasa
es sombra de tu madre muerta.

No cierres tu puerta. ¿No sabes
que cruzan el largo camino
mil sombras, mil vidas, mil aves,
que apenas si saben cuál es su destino?



A Hispania

Te hablo en tu lengua; mis versos
te dirán que hay un amor
que en la hecatombe pretérita
su raigambre conservó
en lo más hondo y arcano
de mi pecho. Es como flor
que han respetado celliscas
y avalanchas de pasión,
flor abierta suavemente
en cumbres llenas de sol,
a donde sube el espíritu
de sus quimeras en pos,
para rezarte: " ¡Oh, Hispania!
¡oh dulce idioma español,
el del Arcipreste de Hita,
el de Lope y Calderón,
de Juan de Mena y Cervantes,
de Pereda y de Galdós!

¡Oh dulce lengua, que irradias
tu latina irisación
y encierras la amplia eufonía
de toda una selva en flor,
pues eres susurro de agua,
gorjeo de ave, canción
de brisa leve en las hojas
en mañanitas de sol...!"
En esta lengua ¡oh Hispania!
balbuciente formuló
mi alma en los días niños
sus caprichos, su candor;
y en las horas juveniles,
cuando hicieron irrupción
en mi vida las primeras
exaltaciones de amor,
también fue tu idioma egregio
el que sirvió a mi ilusión
y le dio plumas divinas
de mágico tornasol,
para llegar hasta el fondo
de un lejano corazón
y decirle: "Ven conmigo
y dame un beso de amor".
Murió este amor. En mi pecho,
muerta, la hoguera, restó
un puñado de cenizas
de la pasada ilusión;
y al verme tan olvidado
de la mujer que me amó,
para luego envenenarme
con una negra traición,
cuando quise maldecirla
con mi pluma y con mi voz,
llorando de pena y rabia,
la maldije ¡en español...!
Y en tu idioma, que es un iris
por su fulgencia y color,
voy dando a todos los vientos
trozos de mi corazón,
mis líricos fantaseos,
mis optimismos, mi horror
por lo prosaico y mis gritos
de protesta y rebelión
contra todas las limazas,
contra el búho y el halcón,
contra la sierpe asquerosa
que quiere alzarse hasta el sol,
contra chaturas estéticas
que nos roban la emoción,
contra Verres coloniales
y su dólar corruptor
y contra todos los hombres
que hacen tan fiera irrisión
del derecho de mi pueblo
a ser su único señor...

¡Oh noble Hispania, este día
es para ti mi canción,
canción que viene de lejos
como eco de antiguo amor,
temblorosa, palpitante
y olorosa a tradición,
para abrir sus alas cándidas
bajo el oro de aquel sol
que nos metiste en el alma
con el eco de tu voz,
y a cuya lumbre, montando
clavileños de ilusión,
mi raza adoró la gloria
del bello idioma español,
que parlan aun los Quijotes
de esta malaya región,
donde quieren nuevos Sanchos
que parlemos en sajón!
Pero yo te hablo en tu lengua,
¡oh Hispania!, porque es su son
como música de fuente,
corno arrullo encantador,
y como beso de vírgenes
en primaveras de amor.

http://www.revista.carayanpress.com/maguerrero.html






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