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viernes, 14 de diciembre de 2012

ADRIANA PAREDES PINDA [8914]



Adriana Paredes Pinda, (Osorno, CHILE  1970)
Poeta mapuche-Huilliche
Obtiene el titulo de Profesora de Estado en castellano en la Universidad de la     Frontera De Temuco, ejerciendo su labor pedagógica en una escuelita de Osorno.
Su poesía ha sido publicada en la Revista Pentukun, del Instituto de Estudios Indígenas de la Universidad de la Frontera de Temuco.

El año 1998 logra el primer lugar en el primer concurso de poesía en lenguas nativas, que organizó el Programa de Fomento de las Lenguas Nativas en el sector urbano.
El año 2002 obtiene la Beca Para Escritores Noveles del Consejo Nacional del Libro y la Lectura.
El año 2005 publica su libro de poesía “ÜI”de Lom Ediciones.
Hoy tiene una reconocida trayectoria tanto en Chile como en Latino América
Ha participado   en recitales líricos en la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Austral de Chile
Actualmente vive en Osorno junto a sus hijos

0BRA

Esta, como todas las de los poetas mapuches, se sostiene en una ‘íntima relación con la oralidad ancestral y con las propias tradiciones rituales y artísticas del mapudungun
Escribe en un doble registro mapudungun-español. Ella misma afirma “El español me raptó desde niña”, Este mestizaje lingüístico no es más que un reflejo del mestizaje cultural español indígena. Sin embargo, cabe hacer notar que, como la mayoría de los poetas mapuches, Alejandra Pinda no tiene como lengua madre el mapudungun, sino que lo fue aprendiendo con los años.
El uso del mapudungun en la poesía mapuche, ha sido un instrumento de resistencia contra los atropellos territoriales y la amenaza de una lengua en extinción que se resiste a ser olvidada







Baja la niebla en esta niebla 
lican 
del pangui 
baja la niebla en esta niebla 
henos aquí todos untados con el aire ácido 
relambíos 
las orejas y pezones 
por las lenguas del ozono 
henos aquí, Jaime Luis, tal cual 
dice 
usté 
"VIUDOS DE NUESTROS DIOSES" 
quizá 
se acerque nuestro día 
"nosotros como el sol no tenemos amanecer" 
baja la niebla en esta niebla 
las maldiciones 
son acero 
en el ojo mendigo de los aciertos 
la palabra 
que condena 
ebria 
trasnochada, Huenún del bajo 
baja la niebla en esta niebla 
lican 
del alto 
donde 
dormirá 
relámpago 
dónde 
la lluvia apaña su inocencia 
y los pájaros 
ah los pájaros Jaime Luis quién 
podría arrebatarnos los pájaros. 








RELÁMPAGO

Heme aquí atravesada por el
Relámpago.
Muge el toro del amanecer sus presagios tibios.
“Meli pu pillan meli pu pillan” -dice
la dueña de mi furia y de mi nieve.
Muchos escaparon al silabario de la estirpe
Enterraron sus cabellos en casas extranjeras.
Hora que viene
El mar
Montado en las blancas caderas de la luna
A pedir niños febriles, cerros vírgenes
¿Dónde iremos, kai - kai filu,
Para no ahogarnos en tu rito de miedo y espesura?
Mi abuela me dio de comer
Cuando todo estaba enterrado
Sorbió mi corazón
Quiso sembrarlo junto al suyo.
Los volcanes hambrientos de luciérnagas
Amamantan
Niños que se resisten a morir. Desmigajando
Sueñan el pan de las primeras estrellas. Dormidos
Nos hablaron. Tantas lunas que anduvimos perdidos
Ustedes con sus toros, sus pumas, sus culebras.
El tatuaje del miedo
Quemadura en el ojo mendigo del tiempo. Yo,
Oreja de Treile,
No sabía del bosque incendiado por los durmientes.
Fue tomando nuestro árbol
Bajamos entonces con metawe. Abrieron
Sus gallos balbuceantes
Las vertientes. “Traigan mvrke, muzay, traigan.
Prepárenme una cazuela, una conversación
Buenas palabras. Son muchas las lunas
Que nos separan”. Dime ahora
Relámpago perdido entre pluma y pewma
Si el último mate fue cebado por la noche
Dime
Si no tiene cueros mi alma
Y a punto de ponerse el sol entrego
Mis cabellos.
¿Cómo tejo la flor del yuyo
en estas montañas
que obligadas fueron a perderse sin sus pájaros?
La tierra arde Tranamil “nos vamos
A hundir en juego o agua”. Ya no
Hay bosque que empujen las vertientes.
El trapial pide su monte, sorbe
Desde Icalma
Llvfken su semilla ciega. Somos
Un Rewe abrazado por la furia.
Foye Newen Kusé foye Newen Fvchá
Fuego de Kultrúng
Al amanecer mis ojos sueñan. Veo
A mi padre montado en su lanza
Es un niño verde en las frutas del copihue.
“Kvlapang” es quien viene – me cuenta
amanece la Puigua montada en sus tres pumas
Ralüm noctámbulo alumbra
Sus pálidas torcazas. La rabia está anunciando
Torva
Sus párpados ríos nupciales. Venga
A danzar –me dice- venga
Y mientras ardemos
Vuelva a reunirse con su padre enmontañado por el
“Trueno”.






Los canelos resplandecían plata
que jamás veremos
hablaban
como si el mundo fuese
un puñado de estrellas
en tu boca
aporcando
la siembra.
Ahora el Bío-Bío solloza
en el ciego eltue de mis cántaros
es un niño
buscando
la mollera de su madre
las mieles
de su madre
Genpin
cuál es la distancia entre tu aliento y el mío
en qué
trigal
anudamos
los ojos tardíos a la danza del puma
cándido
Genpin ah Genpin
quién
te reconocerá sino yo.


En Üi, 2005






Üi: EL PUMA AZUL DE TODOS SUS PEWMA DE ADRIANA PAREDES PINDA

Por Paulo Huirimilla



La nota que a continuación escribo viene a comentar el libro üi (identidad o nombre) de la poeta mapuche-huilliche Adriana Paredes Pinda.   

Como paratexto se presenta una dedicatoria, donde nombra su kupalme (su linaje) y a queridas personas, niños y niñas mapuche y “al puma azul de todos mis pewma”, imagen poética que se reitera en varias partes del texto.

Otro texto antecesor al corpus de poético  es un metatexto cuya estructura es: epígrafe, poema y carta, donde de nuevo recurre a su kupalme e imágenes poéticas, para explicar su proceder mapuche, y de paso,  bofetea los discursos de la cultura occidental:

“no me atormentaría la semántica
ni la cognición ni los enfoques interpretativos” (Pinda, p.7)

Además define su por qué escribo:

“estoy enferma posesa 
por el wekufe de la escritura” (Pinda, p.7)
“escribo de puro ego” (Pinda, p8)

Se recurre luego a dialogar con otros poetas mapuche, para a posteriori, desmontar aquel discurso eurodominante de género:

“algo del género pesa en el mundo globalizado…
ya me van a decir que somos feministas” (Pinda, p.8)

Luego nos habla del corazón sacrificado de Licarayén (la princesa o doncella reche o pura) en contraposición a lo torcido del ser quizás: “no llevarán mi corazón ardiendo jamás” (Pinda, 9) y la imposibilidad de arrojar su corazón al mar o a la montaña, que se lo han robado, pero escribe: "me han robado el licán por eso escribo” (Pinda, p.9).  También nos habla de la recuperación de la lengua, pero: “habremos, sin embargo, perdido el aliento” ( Pinda, p.10); del renacimiento del pueblo mapuche, abofeteando de nuevo al imperio como corresponde: “la cultura escritural nos convierte en desolados y desoladas, nos hace herederos de su imperialismo discursivo de su poder simbólico y nos desarmamos” (Pinda, p.10).  Vendrá luego a poner una suerte de enemistad  o impasse entre la escritura y la oralidad: “la cultura escritural es ciega” (Pinda, p.11) y a la “puta ciencia” porque algo se quebró en nuestros procesos cognitivos con la pérdida del idioma madre nuestro, el paso desde el che zungun al winca zugun no ha sido gratuito, nos ha costado sangre y esperanza” (Pinda, p.11), pero hay una suerte de mestizaje que habla: “pienso que pienso desde el castellano y por eso mis contradicciones” ( Pinda, p.11).  Ciérrase el metatexto, el porqué escribo: "vacío, quizá esa es la razón por la cual escribo en delirio de mí” (Pinda, p.12)…” ¿habremos de nacer de nuevo en mapuzungun febe…? ( Pinda, p.12).  ¿Esto será üi, canto, poesía o ambos para calmar el corazón de la poeta que nunca será robada?

Este texto presenta seguidamente tres secciones: Ralum, Awün y Bío Bío: a) Ralum se presenta aludiendo a Külapán, lonco de la resistencia del siglo XIX y se nos recuerda o informa sobre el proceso paulatino de expoliación de la tierra y el despertar de la fuerza (newen) de los mapuche.  Como Ralum y su padre que se le presenta en ensoñación la poeta Pinda, asume una voz poética a la manera de los cantos de machi (Machi ül o Tayül), pues da cuenta de sus adivinaciones y sueños que anuncian desgracia:

“amanece
la piugua montada en sus tres pumas” (Pinda, p.15)

Seguidamente, se interroga a las fuerzas del mar:

“donde iremos kai kai filu
para no ahogarnos en tu rito
de miedo y espesura? ( Pinda, p.16)

Se apela a la lengua mapuche, a los volcanes y a:

“cuidarnos de kai kai
a ser tuwün con Treng Treng
la otra madre culebra” ( Pinda, p.18)

En el poema 4 de esta sección, seguimos escuchando esta voz poética a la manera de machi mujer:

“es el licán
que se perdió en nuestra trapelakucha rota” ( Pinda, p.19)

Machi mujer que viene a ordenar:

“anda ya y esto di a tus abuelos” ( Pinda, p.20) para así reestablecer el orden del mundo mapuche.  Seguimos esta constante lucha entre las fuerzas del agua y tierra, caos cósmico como dice Foster.

Nótese el poema 6 el erotismo y las alusiones al cuerpo:

“al útero de la maravilla
los pezones morenos
para enhebrarnos al amanecer” ( Pinda, p.21)

A lo largo de esta unidad la poeta va guiando la lectura, mostrando señales de la naturaleza:

“cuatro son los volcanes 
que nos retornarán  a las vasijas mudas” ( Pinda, p, 22)

Enuncia además su sueño revelador o sagrado y de la palabra de los antepasados:

“_A desenterrar los Rewe_ dijeron
los ancianos- aunque en el sueño
los árboles se sequen
el aliento de los ´pacificadores´
no podrá estrangular el corazón de nuestros toros” ( Pinda, p. 23)

En el texto 9 se insertan varias conversaciones de mujeres mapuche, que vienen a reivindicar este apego permanente al territorio y su defensa, además se presagia la destrucción de la madre tierra:

“la gallina coja del augurio” ( Pinda, p.24)
“seguirán huyendo los bosques 
de chaurakawün ceniza de humo” ( Pinda, p.24)

Termina esta unidad, contando la historia de  despojo y muerte de Filipa Huenuleo:

“ a la muerte me voy montada
a la muerte 
en el lomo de nuestra oscuridad” ( Pinda, p.25-26)

b) En la unidad II: “AWÜN”, ceremonia donde se da vueltas al Rehue (lugar sagrado), con caballos por parte de hombres y las autoridades religiosas tales como: Ngenpin (duelo de la palabra), kallfumalen (mujer azul) y kalfuwentru (hombre azul).   Estos últimos , vírgenes y puros, que acompañan al Ngenpin, en su acto de pedido u oración.

Después de esta breve contextualización de una ceremonia, se poetiza a Mercedes Millapán, mujer que le cantó a los danzantes hombre avestruces, danzó y fue raptada por el viento y por el puma, por allá en Queulén, en la cordillera, muy cerca del Llaima, en la zona del Kallaki, tal vez, cerca del Llaima, territorio antiguo del los Huenteche o arribanos:

 “peñasco en la nieve
los pumas” (Pinda, p.29)
“el sol
envenenada          ciego palpitante
las cabezas         del Llaima” (Pinda, p31)
“fue un aliento
el rapto del pangi” (Pinda, p.33)

Nótese el erotismo entre la mujer y el puma, su respiradero, vonvertido en viento hembra/macho:

“la conociste
en menguante      la malguen
húmeda               ofició
húmeda               ofició
                           lanares
                           sudor
en sus pezones” (Pinda, p. 33)
“desnuda de mí
cabalgando” (Pinda, p. 34)
“el traitraiko de su vientre
los tendrás
le garugaron
toda
su espeses
caliente” (Pinda, p.35)
“los pechos
henchidos” (Pinda, p36)

Los espacios en blanco entre los versos, denotan, cierta imposibilidad para decir, con esta lengua dominante.

Llamó, danzó y cantó Mercedes Millapán como la vieja costumbre de llamar a su tío el león, quien alimentó a los primeros mapuche:

“maye maye acui” (Pinda, p.37)
Se embarazó de él:
“arrejuntaos
y lamíos
en la miel
de su preñez” (Pinda, p.39)

Ciérrese este capítulo diciendo que la naturaleza (puelche o trapial) roban mujeres como:

“cantó
y se perdió
Mercedes Millapán
Oigan y callen” (Pinda, p.40)

c) El tercer corpus poético, viene siendo un canto a la resistencia de los mapuche-pewenche y una denuncia a los transnacionales:

“y
   Endesa
            veremos
             C
               A
                  E
                    R” (Pinda, p.45)

Se debe agregar, el procedimiento recurrente del pelom (adivinación) y el pewma (sueño revelador), que anticipan malos augurios:

“Bío Bío era oscuro como el sueño
que tuve
anoche.  Lo vi convertirse 
en un gran piojo blanco” (Pinda, p.48)
“galopa un caballo ardiente
en el lomo del Bío Bío” (Pinda, p.54)

También se hace alusión a los Loncos o caciques de la resistencia del S.XIX:

“únicamente
por eso Külapag no tendrás
sólo 
a enterrar a su padre” (Pinda, p.49)

En el poema 10 se asume la voz de Francisca Curriao, Ngenpin, dueña de la palabra, quien relata sobre la lucha entre los espíritus, que habitan los volcanes (pillán) y el ser que cuida el río Bío Bío (Punalka Ngen).  A la manera de Machi, Pinda, busca el caballo para tomar su aliento:

“resuella kawellu resuella es
galope todo el mar” (Pinda, p.59)

De esta manera, se debe sanar a un hombre, pero éste ya había emprendido su viaje, en una canoa,  al otro mundo, pasando por el río de las lágrimas:

“pero él ya se había encontrado con su huampu” (Pinda, p.59)

Aparece a continuación en el poema 13 y 14 el perimontun(la visión) de la destrucción de la represa, se convoca para ello, al dueño del agua, al viento y la fuerza del toro, que apareció en su sueño:

“soñé
que caía la represa
padre” (Pinda, p.61)

Del poema 17 al 21 se enuncia de nuevo a Punalka, cuya madre es el río Bío Bío y se le hace hablar en el texto:

“Bío Bío
se llama mi
madre” (Pinda, p.68)

porque ha regresado del mar, al parecer, a ordenar su territorio.

Del poema 22 al 33 viene a nombrar a poetas y a la pewenche, Nicolasa Quintremán, quien identifica a la poeta como

“Danza de cóndores” (Pinda, p.77)

La poeta con una voz trágica, enuncia la no construcción de la represa:

“Que no suba wekvfe que no
suba                                                    Tranay represa tranay” (Pinda, p82)

Se termina el libro üi, la poeta Pinda, al proferir un extenso poema en doble registro (mapunchedungun y castellano) titulado Ngen ko (ser protector del agua).  Aquí se convoca a los seres protectores del Bío Bío como Punalka; del Cautín como Kallfupag; de la tierra de la costa de Valdivia como Mankián; de San Juan de la Costa como Wenteyao, todos para aportar  toda su fuerza espiritual para frenar el avance de la modernidad, que se ha traducido en: la construcción de la represa Ralco; la contaminación del mar en Mehuín; la construcción de la carretera de la costa, los basurales, etc.  todos megaproyectos, que pasan, casualmente  por territorio mapuche.  Agréguese, la contaminación permanente de ríos, en específico, la del río Rahue, por parte del frigorífico, donde la poeta ve una sirena, el animal encanto o Toro.

Por último, el procedimiento de construcción textual, que usa la poeta es el diálogo con los Ngen, el canto elegíaco del Llamekán y la interrogación hacia las serpientes del agua y de la tierra (Kaikai engu Treng Treng filú).  Con desesperanza nos dirá:

“¿Vive Kai-Kai?
Le pregunto al anciano viento…” (Pinda, p.96)

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