Isolda Hurtado
Poeta, socióloga, traductora. Nació en Granada, Nicaragua, el 22 de enero, 1956. Graduada en Sociología y Filosofía en la Universidad de Nueva Orleans; realizó estudios de Fotografía, Teatro y Lenguas en la Universidad de Loyola de la misma ciudad y estudios de posgrado en Cooperación para el Desarrollo con Flacso. Consultora en Cultura y Desarrollo Social para instituciones nacionales y organismos internacionales. Co-fundadora y Presidenta (2010-2012) de la Asociación Nicaragüense de Escritoras (ANIDE). Formuladora y gestora de su Proyecto Cultural y su Directora Ejecutiva del 2002-2010. Co-organizadora del "I Congreso de Escritoras Centroamericanas", Managua, 12-14 marzo del 2002 y Coordinadora General del II Congreso de Escritoras C.A., Managua, Octubre 2010. 2a.Tesorera de la Junta Directiva del Festival Internacional de Poesía de Granada, Nicaragua.
Directora General pro tempore de la Federación Centroamericana de Escritoras. Miembro del Centro Nicaragüense de Escritores (CNE), del Instituto Nicaragüense de Cultura Hispánica (INCH), del Pen Internacional y de la Asociación de Escritoras y Escritores de Centroamérica (ADECA). Integra el Consejo Editorial de revistas literarias y participa en eventos literarios internacionales. Ha residido en Nicaragua, Estados Unidos y Uruguay.
Dio a conocer su oficio literario a inicios de los años noventa en recitales de poesía y publicaciones literarias dentro y fuera de su país. En 1999 publicó Silencio de Alas (Managua: Editorial Decenio), su primer poemario, acogido con beneplácito por la crítica literaria.
En el 2002, su libro "Florece el naranjo", fue seleccionado por un jurado integrado por Claribel Alegría, Edwin Yllescas y Ernesto Cardenal para publicación en el Certamen Editorial anual del Centro Nicaragüense de Escritores(CNE),ANE-NORAD. Ese mismo año, publicó el ensayo socio cultural: "Diagnóstico del Arte Contemporáneo en Nicaragua".
En el 2006, recibió reconocimiento del Centro Nic. de Escritores (CNE)por su "valioso aporte a la literatura nicaragüense". En el 2004, la Editorial Lunes, de San José, Costa Rica, le publicó una breve antología titulada, "Poemas" integrando la "Colección Casa de Poesía".
En el 2007, su libro “Brisa y júbilo” mereció su publicación en la Convocatoria Editorial anual del CNE. Fue presentado el 7 de marzo de 2008 en el Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica (IHCA), UCA.
Le caracteriza una poética de liberación estética, un lenguaje innovador de emoción y ritmo en versos líricos y poemas en prosa, en abierto diálogo con su tiempo. Su poesía ha sido parcialmente traducida al inglés, francés, italiano y portugués e incorporada en Antologías recientes en Europa y en nuestro continente.
Bibliografía
1. Silencio de Alas -Poesía (Managua: Edit.Decenio, 1999).
2. Florece el naranjo Poesía (Managua: CNE/Ane-Norad; Pavsa,2002)
3. Diagnóstico del Arte Contemporáneo en Nicaragua- Ensayo (Managua: Gráfica Editores 2002).
4. Poemas (San José, Costa Rica: Edit.Lunes. Literatura Digital.com -Colección Casa de Poesía. Junio 2004).
5. Brisa y júbilo (Managua: CNE/Ane-Noruega; Ardisa, 2007)
Mimo vestida de negro
Vestida de negro aparece
una mimo
la cara
las manos pintadas
de blanco
Sin luna ni estrellas
entrada la noche
en gesto de angustia
petrifica su forma
Gimiendo se escucha un saxo
en el fondo
al ir alejándome
absorta en el arte
solitaria
rodeada de gente
en carnaval
New Orleans / 1990
(De Silencio de alas)
Florece el naranjo
Es hora de prolongar el ritmo donde reposas silencio
crear vértigos
tal vez el horror
afilar la ironía
morirme de risa de mí misma
acariciar los bordes del mutismo a pura palabra.
Al sol lo oculta su luz cada amanecer
en el tiempo mi espacio se agranda o disminuye
y mi amor enloquece.
Las palmeras se agitan altas tras su fondo verde
las hormigas en fila disponen bajitas
faenas largas en corta vida
mas ni alta ni larga es mi espera.
Al labrar la tierra perfilan un sabor agridulce ciertos frutos. Sí.
Así las horas pálidas de espanto me enternecen
hasta explayar mis ansias sobre las avenidas
donde posa la tristeza.
Allí donde todo es mío y nada tengo
florece el naranjo
cuando el polvo barre la tarde.
De: Florece el naranjo
Bailemos
Ven
elévame en tus brazos
respira hondo
desciéndeme lentamente
gire mi paso contigo
tiéndeme otra aurora
arquea en tu mano mi espalda
mírate en mis ojos
rócense mi boca en tus labios
mi corazón sobre tu pecho
se pose tu instinto.
Ven
Bailemos.
(de Brisa y júbilo)
Última estación
Un suspiro bastó para tocar fondo aunque afuera todo seguía igual:
el silbido del viento juguetón entre los árboles y las hojas del verano sucumbiendo a sus pies. El cielo tenue apenas reflejado en el concreto. Las sombras extenuadas asidas al reposo. El calor sudando en cada poro el agua recogida en la última estación ardiendo el fuego contenido
entre ferias y pausas prolongadas.
En toda su extensión el tiempo insaciable revelaba
la piedra la grieta la cima
sembraba y cosechaba
a veces tropezaba o profundo se diluía.
Fugaz y silencioso "caminar" fue el eterno infinitivo
certero al corazón
sediento hambriento crucificado
y en la cúspide
la Creación entera me cegaba:
Allá los peces saltarines pintando de colores los océanos
allá ¡la rosa! consumaba su risa
allá se filtraba en arias la luz.
Aquí descalza la aurora inicia el ciclo desvalido
aquí se incendian los crepúsculos cuando leves se amontonan las cenizas
entre grietas secas
y los brazos extendidos como piedras
esperan
Diciembre, 2000
(De Florece el naranjo)
Nómada luz
Mis córneas heridas saltan
la barda
un balido seco cierra
la tarde
aún pastan las ovejas
y más nómada la luz clava
tendido sobre la tierra
ciego
el amor.
(De Silencio de alas)
Hilos de seda
..yedra que avanza, envuelve y desarraiga al alma
y la divide de sí misma.
Octavio Paz
Rápido corre veloz
el coco rota ronco
¡Cocoro!
Lenta baja caminos verde sobre verde vuela el chocoyo entre las ramas la siesta
vierte el haz el cáliz en polen y la abeja aleja dulce su peso y posa a la luz.
Las praderas dibujan contornos en azul... el cielo desatado anima el aroma
a tierra mojada. Salen caracolas de sus conchas, contenidas depositan ígneas vertientes sobre el terreno. Dormidos explotan volcanes, las piedras ardientes derriten la risa
leve la lava amasa la masa maíz por maíz
de surco en surco clarea la luna
mira el queso el coyote desde lo alto al fondo del pozo perdido el mordisco
en roja manzana
de poro en poro cubre el sudor la piel de la esfera
teje hilos de seda la araña los sube y los baja
de lejos cabalgan los potros
dormitan la noche cansados de espuelas al roce del lomo
las vacas pacen ladeadas colinas
parecen caer sostenidas
ojonas al pasto devoran
mugidos el viento acomoda al oído
los pájaros confunden sus nidos
llorando el calor de las 12 del día ocultan sus crías
en busca del río.
Relinchan los bosques ajenos
avispas fugaces vuelan a la deriva
como plumas mariposas reposan colores.
Adivina el péndulo un lado y el otro tic- tac el desierto de cactus espina
como espina a la rosa arrancarla del tallo
densas respiran las nubes la última gota
¡bomba! al tímpano aturdido.
Ladran ladran las fauces abiertas del cauce
arrastran lama las piedras calizas al delta en cascada
alza la mano estira y encoge
las suelas andadas rotas carcomen las cimas
resbalan y siguen las horas al ver la montaña
quieto el estanque ondula el gorjeo de aves
desata las aguas extiende sus alas
las hojas se sueltan del árbol
las frutas dispersas se adhieren al suelo en semillas
por millas y millas
se besan arenas y arados
se mojan al pie de la letra
se abre el telón
levitan los santos los astros
la perla se hace
se pule
se esconde
a saltos conejos elevan orejas al cielo al ver a conejas
sangrando los ojos.
Faros enfocan arden la mirada tendida por los cuatro puntos cardinales
y nada más ni menos cada vez lejano
recordar y avanzar
recorrer sedientos el espacio de calma
y la prisa demora en partir...
Sola la ausencia derrumba la estancia
lejana cúpula de astros
tumbas en cruces dispersas descansan.
Mañana
tal vez radiante el ceño sonría su asombro
y el rictus al fin explaye el beso
sostenido
hasta la última
lágrima.
Enero, 2000
De: Florece el naranjo
Paisaje de fin de siglo
Barría el polvo la mañana
todo iba tras él a carcajadas
a la deriva la esperanza
sin el bastón, mi querido Chaplin
sin el bastón
Mudas las penas hacían ríos
nadaron libres
brazadas al corazón
quedaba un árbol de sacuanjoche
con una flor solitaria
entre largas hojas al sol
asombradas.
(De Silencio de alas)
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