Mirta Liliana Urdiroz. Psicóloga y poeta. Buenos Aires (Argentina) .
Falleció en 2008
La brisa
distrae a las rosas
arracima su pálido coral nácar
y las devuelve
sin palabras
a la vida
Jamás
nadie lo sabrá
excepto tú
cuánta distancia se troca
un instante
cuánta duda se envuelve
y se desarma en una tarde
caminando tan sólo
a tu lado
por las calles de Adrogué
Como sus rincones
fueron sueños
por tu mágico relato
como sus calles
arboladas de delicias
se volvieron siempre
por un rato
No había visto tu rostro
no conocía tus calles
ahora
sólo por recordarlo
tiemblo
Andaba descalza
cuando estaba contigo
sintiendo el hielo
desangrar mis pies
Heridos errantes
sólo con la caricia de tus manos
encontraban camino
Andaba descalza
y aún hoy
resistiría
Te contemplo
Si pudieras ver la luna llena
entrar por la ventana
clareando con su palpitante luz
tu rostro
Si pudieras ver
que te contemplo
y un escalofrío anónimo
serpentea mi cuerpo
Si pudieras...
tal vez sabrías
si tus sueños
son espejismo del ocaso
de un ayer
ó de mañanas
pausadas llegando
a trasnochar tu vida
Te contemplo sin prisa
y pregunto por qué
Sin respuesta
el silencio
entorna la ventana
Canto a la Vida
Tenemos años que nos unen
atajos y emboscadas
tanto nos conocemos
que cuando el agua gris corre abrupta
a cercar el paso todo es distancia
Tenemos amaneceres con telarañas
que nos impiden ver la aurora
otros que alertan al ritmo sin par de cada día
Tardes noches opacas y estrelladas
con luna sin luz y con luna llena
Un aire que al devorarlo nos empalaga
de sutil aroma a rosas y jazmines
Nos quedan muchos caminos
puentes por transgredir
laberintos por desmembrar
acertijos por parir
Vida
continuemos
A mi Padre
Siempre fuiste un niño
jugando a ser mi padre
y te esperaba cada tarde
para alcanzarte
antes de tu llegada
y sentir la sonrisa de tu abrazo
Eras el recreo de mi día y mi rescate
Mi perturbación y mi tormento
Y aún así te esperaba
Y aún así hoy te espero
Sé que llegarás y me contarás
por primera vez
cuánto me amas
Amo
al otoño
con su lluvia
cuando
Insolente
golpea en mi ventana
para dejarse mirar
Y se arrastra
esfumado caracol
por el cristal
Su sonido
me enseña a cantar
y más
La brisa
distrae a las rosas
arracima su pálido coral nácar
y las devuelve
sin palabras
a la vida
Jamás
nadie lo sabrá
excepto tú
cuánta distancia se troca
un instante
cuánta duda se envuelve
y se desarma en una tarde
caminando tan sólo
a tu lado
por las calles de Adrogué
Como sus rincones
fueron sueños
por tu mágico relato
como sus calles
arboladas de delicias
se volvieron siempre
por un rato
No había visto tu rostro
no conocía tus calles
ahora
sólo por recordarlo
tiemblo
Andaba descalza
cuando estaba contigo
sintiendo el hielo
desangrar mis pies
Heridos errantes
sólo con la caricia de tus manos
encontraban camino
Andaba descalza
y aún hoy
resistiría
Te contemplo
Si pudieras ver la luna llena
entrar por la ventana
clareando con su palpitante luz
tu rostro
Si pudieras ver
que te contemplo
y un escalofrío anónimo
serpentea mi cuerpo
Si pudieras...
tal vez sabrías
si tus sueños
son espejismo del ocaso
de un ayer
ó de mañanas
pausadas llegando
a trasnochar tu vida
Te contemplo sin prisa
y pregunto por qué
Sin respuesta
el silencio
entorna la ventana
Canto a la Vida
Tenemos años que nos unen
atajos y emboscadas
tanto nos conocemos
que cuando el agua gris corre abrupta
a cercar el paso todo es distancia
Tenemos amaneceres con telarañas
que nos impiden ver la aurora
otros que alertan al ritmo sin par de cada día
Tardes noches opacas y estrelladas
con luna sin luz y con luna llena
Un aire que al devorarlo nos empalaga
de sutil aroma a rosas y jazmines
Nos quedan muchos caminos
puentes por transgredir
laberintos por desmembrar
acertijos por parir
Vida
continuemos
A mi Padre
Siempre fuiste un niño
jugando a ser mi padre
y te esperaba cada tarde
para alcanzarte
antes de tu llegada
y sentir la sonrisa de tu abrazo
Eras el recreo de mi día y mi rescate
Mi perturbación y mi tormento
Y aún así te esperaba
Y aún así hoy te espero
Sé que llegarás y me contarás
por primera vez
cuánto me amas
Amo
al otoño
con su lluvia
cuando
Insolente
golpea en mi ventana
para dejarse mirar
Y se arrastra
esfumado caracol
por el cristal
Su sonido
me enseña a cantar
y más
Decir poesía
es
trazar el verso
sacudiendo el corazón
dormido y quieto
es
escuchar la música
de nuestra sangre
delineando emociones
es
al rojo remontar
pálidas ausencias
y apenas
felicidad
Del bosque de bambúes
asoma la luna llena
No me atrevo a mirarla
Dime que sí sólo una vez
y podré enseñarte mi mundo de acuarelas
revelarte mis estaciones
y mirándote
mostrarte el color de mi alma
sin más
Si así decides quedarte
Si así decides partir
Sabré...
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