Inger Mari Aikio nació en Polmak, Norte de Finlandia en 1961. Pertenece a la Nación Sami, lapona. Realizó sus estudios en la Universidad de Oulu. Su colección de poemas: Gollebiekkat almmi dievva (1989), fue traducida por ella misma al finés y publicada bajo el título de Taivas Täynnä kultaisia tuulia (El cielo pleno de vientos dorados). Periodista de profesión, trabaja en la Radio Sami, en Inari, Finlandia.
Poemas de Inger Mari Aikio
tiro duro de mí misma
huyo del fuego deslumbrante
ésta no es mi casa
y los abedules sobre las colinas
graban en cristales mi calor.
ignoro el hielo
que repta por mis venas.
mi yo fue derruido por la oscuridad
rebasado por la rima.
todo es misticismo.
misteriosos fuegos celestiales
rápidos sonidos
nadie sabe
desde donde.
la estrella del norte
cuál aceptará
sólo la más fina línea
el más fino movimiento
la mente más fina.
*
ese el sentimiento de confusión
que una cabeza inclinada puede hallar en su escondite
una prisión
de otro.
*
diminutos, negros, provistos de cola.
cada uno con fuertes dedos que repetidamente pinchan.
los pelos de las colas hieren
la piel se llaga con los pinchazos.
los ojos parpadean, inflamados de miedo.
esperan el primer paso de las corrientes primaverales
del lago.
*
cojeando en exceso
inclinándose pesadamente sobre su bastón
la mente oscila, inquieta.
la piedra gris la perfora. jadeando espuma por fuera
de los dientes desportillados.
después de la doceava carrera
las cercas se detienen...
*
distantes como un sueño
serpientes ponzoñosas distienden
sus látigos de doble faz.
la frialdad del asesino
danza como una lengua de fuego.
sobre el piso la curva muy baja
de una carretera rural.
alrededor del volcán de un temblor
un gruñido crudo en los labios de la trompeta
eructa una cuchillada de triángulo.
los núcleos de abajo desaparecen
ahogándose en blanco.
*
tu partida dejó abierto el picaporte
de la puerta que conduce a la oscuridad
larga jornada desde allí
hasta la aurora.
*
sientes tú esas largas uñas blancas
que arañan la piel del lago hasta que sangra
y su grito que hiela encajes en los árboles.
Traducciones de Rafael Patiño
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