Olga Rivero Jordán nació a la vida en La Laguna (Agüere) y también a la literatura en sus visitas cotidianas a la biblioteca del Instituto de Canarias. Allí conoce a Balzac, Valle-Inclán, Valdés, Maurois, Verne, Galdós, Emilio Carrere, Hugo, Tolstoi...admirando la notable narrativa y poesía de los años 50, entre cuyos autores se encuentra su propio hermano y notable escritor Joaquín Rivero, quien publicaría sistemáticamente en Hespérides, Gánigo y otras publicaciones dirigidas en su mayoría por el maestro de poetas Emeterio Gutiérrez Albelo.
Otro nombre ilustre de su estirpe fue el deán Isidoro Rivero y Peraza de Ayala, profesor de la Universidad de La Laguna, diputado y escritor. Investigando asimismo en la biografía del insigne escritor y humanista José de Anchieta, antepasado de nuestra autora.
Publica y colabora en las revistas Campus II, Aquel Viejo Noray, Taramela, Menstrua Alba, Poesía -revista venezolana de poesía y teoría poética de la Universidad de Valencia, Venezuela -, en El Taller, El Vigía, así como en los diarios La Tarde (Revista Semanal de las Artes), Diario de Avisos, El Día y La Gaceta de Canarias
(Gaceta de Arte y Literatura). Aparece en la última antología de poetas canarios editada por el Ateneo Obrero de Gijón (Asturias), Antología de la Poesía Canaria de Antonio Arroyo y Domingo Acosta Felipe en la revista Isla Negra nº 202, además inéditos en prosa y otros volúmenes de poesía actualmente en prensa alguno de ellos.
A una primera etapa social le ha seguido el discurso pleno de un intimismo que se alonga hasta los profundos pozos del inconsciente y su alquimia. Esa biografía de su palabra escrita, se evidencia en la llameante imaginación idiomática de esta autora de Hiladora de Luz, y desde los títulos mismos de sus fragmentos hasta los editados poemarios: Los Zapatos del Mundo Ed. Cuadernos de Arte y Literatura, Santa Cruz de Tenerife, Las Llamas Rápidas de la Sangre Ed. CCPCanaria. Girándula Ed. Benchomo. La Imaginista de Sueños Ed. Idea.-Instituto de La Mujer-. La Ciudad Soñada ed. Benchomo prólogo de Freddy Crescente; Antología Poética Ed. Artemisa. Y también en ed. Benchomo, la trilogía: El Sentir de la Hoguera, Hiladora de Luz y Mares, prologados por Juan José Delgado, Antonio Jiménez y Roberto Cabrera. Memoria Azul, El Vigía editora 2009 dentro de la colección Lengua Viva. Solar de Manuscritos, El Duende Azul y Huertas de Luna, son algunas de sus textos aún inéditos.
Sus obras han sido reseñadas por eminentes escritores como Isaac de Vega o Carlos Pinto Grote, ambos Premios Canarias de Literatura. En un prólogo vernal dice el primero de ellos: "te colmaba una alegría inocente que sobrenadaba por encima de las pesadas tontadas del suceder de los días". Otros poetas como Pérez Só o Freddy Crecente sugieren un paralelismo que nos presenta el maestro de la poética venezolana Ramos Sucre: " la prosa existe como tal en el montaje gráfico, ya que su contenido poético reposa en la esencialidad del lenguaje". Quizá la propia Olga conozca esta cita que Sucre pone en boca de un bardo "la tradición había vinculado la victoria a la presencia de la mujer ilustre, superviviente de una raza invicta. Debía acompañarnos espontáneamente sin conocer su propia importancia"
Antonio Arroyo Silva dice que en su poesía “no hay palabras mágicas. Es la magia de las palabras con su hambre y su sed repintadas de cereza, que Olga recoge de la escarcha, después de la nevada del desasosiego. Así que me siento a la mesa, me vierto en el café con leche y Olga, desde el silencio, va llenando el vacío con las frutas prohibidas de todos los paraísos.”
El crítico Jorge Rodríguez Padrón le dice a Olga Rivero Jordán. “Leyendo he recordado el mundo de la poeta uruguaya Marosa di Giorgio, con el que creo el suyo establece un sugestivo paralelo o reflejo, desde esta ladera del idioma. No sé si conocerá la obra de di Giorgio (lo digo porque hace muy poco que se ha publicado en España); pero creo que valdría la pena que se encontraran –siquiera a través de la lectura– con alguien que yo entiendo que es su alma literaria gemela. La diferencia fundamental: lo radicalmente vital de, y el estilo que da la voz personal de cada una”.
© El Vigía editora
NOTA.- CON MI AGRADECIMIENTO A OLGA LUIS RIVERO, HIJA DE OLGA, A SU YERNO
ROBERTO CABRERA Y A MI AMIGO EL POETA ANTONIO ARROYO SILVA QUE ME HAN
CEDIDO PARA SU PUBLICACIÓN EN LA ANTOLOGÍA TODA LA DOCUMENTACIÓN.
FERNANDO SABIDO
POEMAS DE MEMORIA AZUL
AURORA
Creces
silenciosa
por los azulados cuellos
del mar.
PEQUEÑA
Cautelosa
a tus pies
ríe la noche.
Es tan pequeña
que se disipa
sola.
SOPLO
Tiene que haber un soplo
que resbale por las pestañas amarillas
de los girasoles.
NUBES
Aligera tu huella
rasada al peso
de lluvia
rostro vedado al sol
venoso aro
salobre pastel blanco.
CONDENSACIÓN
De ti dependen
mis risas
de los llantos
las brumas.
UN FUEGO
Surtido de llamas
no dejes fugar esa fuerza
y que el fuego te haga ver
un mundo distinto.
LLOVIZNA
Amasando risa
me empapé
de tierra
con semillas
de luna.
LA VÍA LÁCTEA
El cinto del universo
aprieta la cintura
el guante blanco
que siembran
trenzados plumachos
rectos antes de llegar
al último escalón de la tierra.
El viso del horizonte
enciende la oscuridad
así dormiremos tranquilos
con las enaguas del ave naranja
sombrillas titilantes
de astros difusos.
ERES LLAMA
Eres llama incontenible
sereno buscador de palabras
vacío de fisuras
en rincones de luz
no te veo ni por las cataratas del ángel
con alas zumbadas a la pared
y corceles veloces tapados de nimbos
en medio de las sombras del sonido
hacia esa calle inclinada
vagas solitario
liviano de vino y tracias.
COMETA
Por el acordeón
plisado de la tarde
cruzan las flores.
Una estrella
esconde su cola
y al centro
un pájaro muere.
POEMAS DE HUERTAS DE LUNA
LENGUA DE LA NOCHE
Estoy sola
la melancolía
me sube por la espalda
la lengua quiere volver al río
y los dientes sienten miedo.
Boca de túnel
y lengua de la noche
perfiles fragmentados de la sombra.
SIGILOSO
Nadie se dio cuenta
sólo el acordeón de su garganta
fingió al paladar del aire
la notoria satisfacción de sentir
que aún devanaba música
por la epidermis
difuminada de la noche
este aguacate que produce
náuseas budas
risotadas plantando secretos
al guardián
sigiloso de un universo que se funde
algarabía de retornar desnudos
plantaciones de mis sudorosas alquimias.
RODILLAS DE OTOÑO
Por el seductor labio
atado al abismo
adolece frialdad
en las rodillas de otoño neblinoso
ojos de viento
quemado estío
pararé tu sombra espigada
de engullidos solsticios.
DESPRENDIDA EN TUS BRAZOS
Con la tierra me basta
un día dejé de andar
con zapatos altos
y sin etiquetas
sellaron mi bata de percal
así caminaré por sitios pardos
donde la noche acostada espera
ciega muda y sin brazos.
RONRONEO
Hay vigas en el vientre del cielo
con aserrín
en los fugaces ojos del viento
después se precipitarán las salamandras
sobre el panal salobre
de algún paquidermo tuerto.
Así se deslizan antorchas
en las patas del silencio
rompen su huída las ranas
de una raza tímida
como final del ronroneo
de su cerebro de estrellas.
BUITRE POR SU TRANSPARENCIA
Como un paraguas abrelatas
del tiempo bastardo de otoños
hay un goterón
en la mejilla de la tierra
esperado puñal
en el malvasía de tus ojos
moteados de viento.
El cardonal de tu cuerpo
tornea capitulaciones
al giro de mi cuello
abrazado a la fiebre
de este pan dulce
majar amarrado
a la espiga que dobla el alma
con jugo de humo y labios
cuatro sinuosidades
por los parámetros del moho.
Destila sangre
como el mordisco que buscamos
del mareado corazón
del mar de las minervas
como puñado
de puñales
servidos al jerez.
ATAVÍO
Oigo el resplandor de la música
su piano y la madera.
Descended de la boca del averno
maldito el rubor
se quedó estancado
mareado de tanto amar.
Me he visto
sustraje de su aroma el atavío.
Al pie
rotas flores
te besen el camino.
1 comentario:
Te felicito por la publicación de estos bellos versos
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