Vilborg Dagbjartsdóttir nació en Islandia en 1930. Es una de las poetisas más conocidas de su país en los últimos tiempos. Ha escrito cinco libros de poemas y ha traducido diversa poesía extranjera. Ha escrito también libros para niños. Escribe sobre temas sociales y sobre la condición de la mujer, a menudo en tono irónico. Sus versos y sus imágenes son aparentemente ingenuos, pero evocan sensaciones insólitas.
Poemas de Vilborg Dagbjartsdóttir
De la antología Poesía Nórdica
En la verde arboleda
A menudo he caminado por el bosque
sin encontrar jamás
al que busco
ni en los senderos tortuosos
donde danzan las sombras a la luz de la luna
ni junto a las lagunas
ni en las márgenes de las fuentes
donde crecen los lirios
y la tímida cierva
sacia su sed al alba
jamás he encontrado
al que busco;
aunque su canto llenase el bosque
y el corcel blanco
esperase en la arboleda
estaba ausente
sola he vagado por entre los árboles
y sembrado de flores sus huellas
Sueño
Soñé que me encontraba en un arenal o un promontorio. Había un camino desde la punta del arenal que seguía la costa y en lo alto se veía un cinturón de rocas. (Jamás había visto ni en sueños ni despierta un paisaje más desolado.) Caminé hacia el norte a lo largo de la lengua de arena, con el mar a un lado y el acantilado al otro. Vi algo lejos a una persona que venía hacia mí. Al acercarse vi que era un hombre fornido, con una zamarra gris y un sombrero oscuro con un ala baja que le tapaba media cara.
La senda era tan estrecha que nos rozamos al cruzarnos y en ese momento tuve la intuición repentina de quién era. Lo llamé entonces, porque me pareció que tenía muchas cosas que decirle.
Se detuvo rápidamente, volvió la cabeza, y bajo el sombrero vi brillar sus ojos ardientes de deseo.
Se me ocurrió entonces que hasta el mismo Odín sólo piensa en una cosa cuando se trata de mujeres. Y yo creí que era poeta... logré espantar el sueño y despertar... con el alma llena de rabia.
Jakov Flíer interpreta la sonata en B-Moll de Chopin
Rosas blancas que se enredan en un muro negro
un arroyo que corre a la luz de la luna.
Dos mariposas revoloteando entre las rosas.
Con un batir de alas
cae una de ellas y agoniza
la corriente se la lleva.
Un rayo azul de luna cae
sobre la otra mariposa
sobre una rosa.
Vocación
Ahí va, el glotón y el borrachín
¿cuántas veces no habré deseado
alejar de mí la cruz de la casa
y seguirle?
podría sentarme a sus pies
a la sombra de una higuera
y admirar
sus graciosas palabras
o correr con él por la playa
o verle dibujar en la arena figuras de peces
o ir a buscar barro
para modelar pájaros
después iríamos a una fiesta
de algún recaudador de impuestos
o a una boda campesina
donde hubiese bastante
que comer y beber
con mucho gusto la armaría en la plaza
escandalizando a los fieles de la parroquia
y derribando las mesas de los vendedores
en el patio del templo.
Traducciones de José Antonio Fernández Rom
FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESÍA DE MEDELLÍN
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