ALINA MUSZAK
Nació en Buenos Aires en 1977. Es diseñadora gráfica de la UBA. Desde niña ella escribe poemas, también concurre a talleres de poesía donde se explora y experimenta.
Tiene publicado ¨Pronostico¨ (año 2008, Pajarosló Editora) y ¨Marino¨ parte de la Antología Amazonia (Pajarosló Editora).
Actualmente realiza el taller de poesía con Romina Freschi.
Su blog es: esanada.blogspot.com
Poemas
qué fluye
gigante y de a poco en ese poco
que es nada y todo
se produce una libélula
en mi abdomen
las alas transparentes
contraforman el aire
veo arañas
un cazador me sigue
hasta el bosque dorado
árboles gigantes me entretienen
tengo el estímulo
la coraza el desnudo
siento el alma en la garganta
en las manos dentro del hombre
empujando la piel
acorralada y urgente
me dejo raptar
la espuma que vuelve
salvo o desarmo
mientras tu vela pasa
gesticular
como cangrejos plateados
en las piedras de filigrana
Siesta:
la panza naranja del ombligo
mientras hay sol y livianos nos dejamos
surfear el tímpano
esa ola.
Estímulo
La mano empuja el agua como una cápsula
un timón que se esparce en una línea dirigida por las piernas
que suben y bajan en movimiento continuo
cuando la cabeza gira una vértebra de aire se incorpora
el hombro se desliza hacia delante
siente el impulso del agua, el descenso de los brazos
la variación del tiempo
el olor imperfecto y sudoroso del mar
NADO
Detrás del muelle
los edificios hacen sombra
forman una fila
y la arena tiene un color naranja
por el sol
un señor guardavidas mira el mar
pregunta ¿sabe nadar?
sí y me gusta
todo se hace chiquito detrás del muelle
porque las olas son grandes
hay que bracear largo
los aviones pasan por la costa
publican carteles
como si la distancia fuese
un temporal de sal
Peces
El río es color durazno
o el mar una nube
los novios de verano sacan fotos con flash
bailan polkas eróticas
en las puertas de las playas
se descubren, hacen
cucharitas y barquillos
siestas de amor
sabor helado
Atardecer
Y cuando todo se sumerge
los pinos parecen faros
los medanos hacen carpas
se llenan de peces
festejando
la zambullida lunar
La tormenta se escapa de los árboles
deja basuritas en los ojos
y la boca abierta
hay truenos
el silencio está en el fondo de las cosas
en la ventana
haciendo remolino
Ondular
El tiempo en las partidas es inexacto
se siente haber dejado la tierra para sumergirse
en un océano curvo
si el corazón acelera el pulso la boca aumenta de trazo
y nuestra anatomía se parte en millones
de esferas de aire rodando a extinguirse
casi al borde del nado el chasquido espera a la bestia
y la convierte en mariposa
Ese verano el mar tenía caracoles grandes
una tormenta de aire y una abertura
direcciones
tramas con manchitas
luces con infinito movimiento
era una rueda celeste en el espacio
saturado de ondas
de redondeles difusos en tu pelo
haciendo foco
marino
Aguamarina
Todo se disuelve
los puertos los barcos los brazos
propulsan donde ir donde irse
en la corriente pasajera
del labio esfumándose
en los pies
de la mar
Hoy el agua
llena de reflejo
agitada como una nave
espuma
oleantes oleadas
el agua del corazón es marea brillante
que bracea el cuerpo
como una isla o una nube
blanca
Fresco
te imaginé en la habitación viendo el mar
en un faro color sandía
como el verano lleno de medanos
donde me tocas con la mano y me gusta
-haceme chiquita en vos
-llename con espuma de sal
como si hoy fuera una foto y salimos
con la boca abierta
El río embellece
un arco iris de témpera
se mezcla con los dedos
como mar varias vueltas
me das un beso tarde
un día nublado de sol te vas
a la tierra del valle lejos
pero cuánto faltará
si te detuvieses en alguna esquina
la ciudad sigue
y yo impronta igual
esperando
puliendo
la sal
PRIMERA VEZ
Nos conocimos en el baile
y empezamos a salir
de las casas familiares podíamos
oler el dulce de la tarde
hacer tostadas con el pan tibio
caminar despacito
una noche me dejaste en mi casa del sur
me diste un beso en el auto
¿hasta mañana? pensé
tal vez, las despedidas
son esponjas que absorben tiempo
y por la forma de las nubes
parecía que iba a llover
(Pronostico, agosto 2007)
Imaginario
Ese verano el mar tenía caracoles grandes
algo simple para una foto a escala
pero complicado para parejas de oficina
diabluras y mentiras
como el cubo que rueda por reflejo
o la televisión convertida en virgen fósil
turbia y vieja
tenía una tormenta de aire y una abertura
religión de puntos rayas y direcciones
una pintura confusa verde lodo
tramas con manchitas de luces sólidas
personajes rasposos
una tormenta con infinito movimiento
mojada del sueño que pesa en la mirada múltiple
de las nubes con espinas
era una rueda celeste en el espacio
saturado de ondas de redondeles difusos
en tu pelo haciendo foco marino
puntas con destellos del amor sexo
casi vaciedad
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