Federico Gorbea. Buenos Aires, ARGENTINA 1934. Reside en Girona, España. Obra poética: Para sostener una esperanza, 1959. Doble vista, 1964. El arte único, 1968. Logopea, 1972. Interior exterior, 1973; En el activo puente, 1975; De poder a poder, Antología poética (1964-1987), Persona del instante, 1990; Realidad Necesidad Presencia, 1999.
Carta a Michèle
La veo en su casa de la colina
buscando un leño para que el fuego acompañe
su corazón.
Pendiente es el camino que la lleva al pueblo
y que sus ojos de invitada me señalan de lejos:
Es allí por donde paso y sueño con otra tierra.
¿La de una costa austral,
desnuda para el sol arrancado a la estación rápida,
montando sobre la altura de los pastos
más y más como esas nubes que ahora llegan
sin el mensaje deseado?
Ah muchacha que desafía en el aro de esta medianoche,
y dilata un horizonte a mi alrededor.
¿Vuelve al fin?
Todo ese campo y también el oleaje son suyos.
Yo, recostado en el ajado sillón azul, fumo
para creer que algo se mueve.
Mi pensamiento que le habla no se parece a nada.
Estás aquí por ti acaricia esta idea
De carne como la libertad en el vaivén de las tinieblas
No la quemes con el aire de la nostalgia
Los deseos viajeros el reto de la insumisión
Relampaguean no esperan te dan lo que te atreves
Para que no mueras con las viejas heridas
Estás aquí entre tus hermanos que responden
En el filo de tu audición en páginas que deshojan
La abundancia de silencio
Sus bellezas te protegen a cada movimiento de tus párpados
Su penuria es el enigma admirablemente propio
Descífralo con esos labios separados por su línea oscura
El haz de lo sensible la descarga en los miembros
Purgan tu suerte desquician tu sitio brotado de nuevo
En el espacio sin consuelo eres el invitado máximo.
[1985]
EL PAÍS QUE TE PONE en la hoja pública
es un amigo
que silencioso altera sus prevenciones
y te brinda, cariñosamente temerario,
al aplauso o la mueca.
Vos, inesperado evidente, te decís:
bueno, total hice lo que no habría soñado
de haber nacido otro.
Esta tarde
Esta tarde llovió un poco sobre la tierra seca.
Como todo lo que es raíz y apariencia, tuviste
un momento felíz..
¡Qué delicada puede ser la vida con la necesidad!
Oscurece. Sin recelo ni melancolías el espacio
elocuente,
lo mirás tanto que te integra
y también te devuelve al lugar donde estás.
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