Gilma de los Ríos Nació en Manizales, COLOMBIA en 1955. Su adolescencia la vivió en Pereira donde empezó a publicar poesía y obtuvo primeros premios. Es Comunicadora Social de la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Su carrera profesional la ha ejercido como editora y directora de publicaciones, docente universitaria y facilitadora de talleres de Derechos Humanos y Comunicación. En 1989 el Museo Rayo publicó su primer libro de poesía: “Antes del silencio”. En 1999, la Alcaldía de Manizales y el Instituto Caldense de Cultura” publicaron “Reincidencias”, su segundo libro. De éste la autora publicó una segunda edición en Bogotá, en el año 2000. En 2001, en traducción de Annika Wiberg, Simon Editor publicó en Suecia “Aterfall”, “Reincidencias” en sueco. Su poesía ha sido publicada en numerosas antologías. En el 2006, escribió y grabó en su voz los textos de prosa poética para “Libertango”, obra que presentó la Escuela Piazzolla en el teatro Colón y en gira nacional.
RECLAMO
Amar no puede ser
prestarse al juego de hacerse daño
interiormente,
llenando la sangre de aguijones.
Amar no puede ser
reclamar con violencia
un derecho de ser
que al otro le negamos.
Amar no puede ser
transitar un espacio de zozobras
con una carga de inseguridades
que borronan las dichas.
No puede ser amar
sentir que una ansiedad terrible y permanente
deja nuestra existencia
en puntos suspensivos.
No puede ser amar lo que lesiona,
lo que nos quiere ver disminuidos,
lo que recuerda que morimos.
DESPERTAR SOLA
Aprendí a soñar.
Aprendí a refugiarme en el sueño.
Y cuando la razón quiso imponerme
la dura disciplina de no soñar despierta,
dormir no fue un descanso.
Programaba,
corregía,
aunaba,
todo tipo de sueños,
y en ellos
obstinada y absurda buscaba resolver,
el dilema imposible del corazón y el mundo.
En mi dormir poblado de cansancios,
la mente me traía
el recurso final de abrir los ojos,
y de nuevo en el centro solitario
del paisaje que habito,
vuelvo a entablar mi relación estrecha
con las cosas que me requieren viva.
Dar o no dar el paso.
Sumarme a la quietud definitiva
o crear el movimiento.
Inventar otro día mi cotidiana vida.
Pero tanto que hacer
y yo pensando…
Los objetos me llaman
debo limpiarlos.
HISTORIA DE MUJER
Tienes,
le dijo él
después de besarla,
una clara tendencia a la muerte.
Segundos antes,
ella se había propuesto,
por ese amor,
la vida.
http://blogs.culturamas.es/blog/
METAMORFOSIS
Formas que se alejan del tiempo.
Que hasta acabarse quedan.
Como desearía
una metamorfosis en objeto.
Ser una forma
con volumen no más
y sin cerebro.
Cuando el dolor se colma
termina el movimiento.
Parte de mueble antiguo,
brazo quieto.
Y las piernas envidian
las patas de la mesa
que no buscan caminos,
que simplemente van envejeciendo
junto al suelo.
Objetos arrinconados y sin uso
que acaso raras veces se recuerdan.
Que ni siquiera merecen el esfuerzo
de tirarlos afuera.
Así mi corazón que late todavía.
Como esa vieja lámpara de leña
la vida misma,
que pudiera dar luz
pero no hubo madera,
ni cerillas
ni la razón crucial para prenderla,
menos aún cuando hubo luz eléctrica.
Por eso del amor
no supe nada.
Ni siquiera recuerdo
si acaso estuvo aquí
en el lugar inútil
de los objetos viejos.
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