Armando Ayala Ochoa (Ciudad de México, 1972). Obtuvo el premio de poesía de la revista Punto de partida de la UNAM en el año 2005, con los textos que se incluyen en este libro.
Ha publicado Nativa (Ed. Musaraña, 2006) y Líquido semántico. (Samsara, 2008). Fue incluido en la Antología de poetas jóvenes Un orbe más ancho (UNAM, 2005), Movimiento Pendular Simple (Colectivo Poético Cardo/Malvario, 2007) y Mirada mil (Samsara Editorial, 2011).
Ha publicado en las revista Oráculo, Alforja y Etcétera. Es Ingeniero Químico y Auditor Ambiental. Estudió la carrera de Letras Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México.
MUDO
me transformo
en red
dejo atrás
mi piel quemada
y río
con sinceridad
río
de crecidas
aprendo a usar
los puentes
soy menos muralla
madrugo
sin dolor
una luz
parece
anidó
en mi cabeza
CUÁNTAS VECES RECORRIDO
y sigue sin piel
y el aliento refresca
su aire mineral
de rodilla crepuscular
entre andamios
vecindades y puertas
cuánto falta entonces
si regresamos mañana
puros
al sol y al monóxido
oasis de fuentes
sigamos
sigamos
hasta que los ojos se cierren
y las calles sean
la arena
y la hierba
nuevamente
CÓMO DECIRTE
sin que a partir de mis palabras
una ciudad reviente
y el mar salga de su cauce
cómo decirte así sin más
aquellas voces de antes
como si se tratara de empezar
y como no
y no sé nada
ni siquiera sé tocarte
cómo decir en voz alta
el polvo de carencia
que detiene mi sangre
para qué decirte
por cierto
si las nubes vendrán
si los gallos escucharán
nuestros lamentos
Con qué armas llegar
al frente
si mi morada se derrumba
y el tiempo pasa
y se lleva nuestros niños
y las gotas se hacen marcas
cadáveres del sol
que nubló la tarde
cómo decirte
si en los muelles
apenas nace líquida
la estrella de cal
y en la distancia
las luces malas
se apagan siempre
MIGAJAS PARA LOS PECES
espejos para el ciego aquél
que se resistía a dejar de posar sus pupilas
en la vida
agua para los ahogados
marchitos de sed
que escriben cartas diarias
a sus lamentables barcos
pájaros para los árboles
nerviosos
y manzanas para sus suicidas
de domingos lluviosos
de sueños de vidrio molido
cubiertos de llanto
por el tiempo segundo
que desvistió sus párpados
Nubes para sus ojos...
AÚN TENGO MAR
cuando el día llega
con sus tormentas milenarias
de agujas y ráfagas
aún sigue la sal
en mi mano inconsciente
que recorrió cada vello
antes de tu piel
como si quisiera sentir tu sombra
o el aroma que emana
tu ánima cercana a mi líquido natural
aún queda algo de mar
en mis vértebras y nervios
y mil ganas
y ganas
y ganas mi batalla de vientre
y de muslos dispuestos
en una purga de ropa y de delitos
cómo duele entonces lo inconcluso
cómo instala la memoria su juego de dardos
en la calma temblorosa
de huecos permanentes
aún tengo mar en mi pobre ejercicio
del arte doloroso de desnudar a una mujer
SIN MAR
Disimulado
debiera un tanto más fácil
quedarse con las manos vacías
después de un monte de sudores
y agua estancada
en mis huesos náufragos
sin su isla de caricias subversivas
en tu cuerpo nuevo
de lumbre tibia
No debí quedarme a la orilla
si a pesar de todo
en un parpadeo
mi imagen
quedará reducida
a una sonrisa
en un cuento
sin ningún final
sin ninguna culpa
Y SI DE PRONTO
Dijera
no importa
y mañana despertara
con diez años menos
y tú fueras tan otra
o la de antes
o fueras al menos
a quien busco
enlunado
por las veredas
de mi seso
si te hiciera reír siempre
como hoy
así
sin rocas
sin alpiste
tal vez la mitad de mí
descansará un poco
o se sentara a la cabecera
de mi mitad otra
para decirle
duerme duerme
imaginando barquitos
y niños eternos
jugando con brújulas
ALÓJAME
anémona de lumbre
anímame
con láminas de agua
anónima
dirige tu mirada
hacia mi sombra
y sin ser
sueño sincero
en vista de mi nula nebulosa
aléjame
Fase fractal
Por qué no decir aurora
y nacer más sanos
antes de la memoria
antes de perder de vista
las flores
por qué no intentar
ser poco menos
a veces
y flotar en aceite
ligeros los duelos
la tierra
los naranjos
Que nos duelan las espinas
y el amanecer no encuentre
ninguna razón para concebir
nubosidades
ser menos mínimos
si después de todo
en la ruta
nuestros ojos
miraron
toneladas de prodigios
DEJÉ DE ESCRIBIR
y los navíos
despegan menos en las noches meridianas
no saltan las estrellas
no brillan más las noches
Dejé de escribir
y no me quejo
después del temporal
y los gemidos
no rompen las olas
no bajan a verme
los gorriones
Dejé de escribir
y en mi defensa
diré si para siempre
y no al menos
hoy
para acordarme
de los latidos y las pieles
y los nombres propios
de tan propios
de las mentiras quemadas
en la lumbre
Dejé de escribir
por otra parte
me hice antagonista
y pirata
lloví en suelos impermeables
mojé otras lenguas con mi lengua
Dejé de escribir
en las paredes
y casi se secó la tinta
de todos esos pulpos obstinados
que tiemblan ahora
en sus guaridas
Dejé de escribir
no lo lamento
a pesar del mar y las orillas
dejé detrás los acantilados
puse los pies en tierra
Dejé de escribir y a la distancia
siento que vuelvo
de un viaje planetario
Quise más
nadé con ruiseñores
sembré mi casa
de estalactitas
Dejé de escribir
y te lo digo
por el camino que llevamos
andado
No sé qué siga
Dejé de escribir puntos y puntos
y la mano tiembla
deshaciendo nudos
y te digo amiga
que me pesa
y en las noches
parezco a veces
un barco anclado
en una playa muda
Pero llueve
Pero llueve
y un periódico sepia sirve de navío
y te quiero más decías
y no sé qué interrogación espléndida
pregunta la hora
y mimetiza las palabras pocas
los rasguños
pero llueve
y en el líquido arroyo
un tirón de balsas
nos deshace
y nos deja sumidos
en la nuca de voces y almohadas
y los lunes parpadean
y se alinean mejor los astros
pero llueve
a pesar del sol
y sus estrellas
a pesar de los lirios
en nuestra magnífica
ciudad de cartulina
siempre llueve
De Líquido semántico (2008)
Mirada Mil
Prefiero el carbón
el diamante no se enciende.
Si tus manos pueden
fragmentar cuerpos
arrancar flores del aire
y adivinar
de entre todas
la carta que he elegido
aparéceteHoy que el público no llega
y la única respuesta
se encuentra
en tu sombrero gastado
maga
aparécete
Débil
anciano aparente
rémora
rememoro
la decisión fallida
anidada
en la casa de madera
que nunca construí
Y los intactos arrebatos
en la fuente de mis días
se hunden
porque en el fondo
junto a las monedas ahogadas
se encuentra
la parte más blanda de mi carne
el barco de papel
las ranas de piedra…
Burbujea la arena
la tortuga imagina
que su movimiento
provoca las olas
Una gaviota la toma
y el momento más feliz de su vida
se resume en los segundos
que ve
al mar
alejándose
y
a
la
arena
Vela
es ella
la del millón de migajas
en la bolsa
Está aquí
tiene una piedra volcánica que
habla
y una cereza
Es ella
siempre está
con su bolsa de manos
tiene un ejército de noches
apagadas
un guante líquido
un lirio en la falda
¿La conoces?
Nació en una mina
en un cerillo
cabalgando en la llama
de una vela
minuciosa
En sus pulmones encontraron
los restos de un ahogado
el reloj de una iglesia
y una paloma
El hígado almacenaba
sal y astillas
de un barco perdido
El cerebro
dijeron
era un árbol
con un hombre colgado en sus
ramas
En el corazón
una tortuga de alambre
en la garganta
un río de piedras
Nada pesaba
según dicen
y cada objeto latía
intensamente vivo
en esa maquinaria
muerta
Un reloj disuelto en agua
desierto
a velocidad forzada
se hunde:
tiene dos manecillas
y ningún dedo
En esos días remotos
encontré
un trébol de cuatro hojas
de cuaderno
una herradura de caballo
de mar
y una aguja en un pajar
por cuyo ojal
logré
que un camello cruzara
Desencantada
la estatua
se fue anoche
Fue en la era de hielo
una avalancha de geranios
irrumpió en la casa deshabitada
trajo un disco rayado
la aguja de un pajar
y un camello prodigioso
Nadie sabe más
aunque las noches
no son iguales desde entonces:
en las carreteras
suenan
voces de niños sanguíneos
y una lluvia tenaz
satura los poros
y las alcantarillas
Se cortaron las venas
tus muñecas
Fractal
nada
en un mar granulado
repleto de peces muertos
y arena congelada
Una isla naufraga
La luz del faro
se coagula
nada
en la pecera carcomida
donde el aceite se mezcla
con el agua
Un náufrago nada
en sentido contrario
a la bahía
nada
Tus fotos
Temprano
limpiaré la sombra que nació
en tus ojos
No has crecido
un solo milímetro
y la luz se desintegra
ya
en tu cabello cabizbajo
Una foto a tu fotografía
para ver si vives de nuevo
un poco
y contamos juntos
los borregos paralíticos
de mi insomnio
Mirada mil
...y somos menos ingenuos
como parece
antes de la tardecomo aquellos pasos
que se marcan más
mientras más caminan
una nube
un torrente de muertos
la tensión escalando
nuestros músculos
¿cuál es la receta?
Parece que las hojas
caminaran con nosotros
enredándose en las puertas
que nos habitaron
…y somos menos ingenuos
y sin embargo
nos duele más
y menos nos detiene
la mirada de las calles
y nos vemos pasar
y así parece
que el tiempo
se deshace
y se hace
grande
tan grande
como el mundo
que nació
cuando nacimos
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