Jorge Prieto. (Buenos Aires, Argentina). Licenciado en Cine. Artista plástico. Poeta. "Esta obstinada insensatez por la poesía" - decís, Jorge. Concepto ¿sabés? que yo tampoco - como tus amigos -, comparto. ¿Qué mejor que caminar con obstinación el puente de la palabra que sana y permitirle a nuestra insensatez dejarle que respire el aire puro de la libertad creativa? Esa libertad que hostiga tu silencio y te lleva a abrir tus puertas, tus ventanas y poder decir, y decirte tu propia celebración del amor y de la vida. Estos poemas -tan tuyos, tan visceralmente tuyos - intensos, cálidos, generosos : " todo te dejo / incluso los sueños", escritos en carne viva, amontonan una realidad de " ternura lastimada" pero también dejan al descubierto un hombre de espíritu profundamente sensible cuyos versos, libres,encabalgados día a día en su historia personal, inundan al lector con su profunda belleza, con sus planteamientos ontológicos. Poemas plagados de "escombros e ilusiones". Ilusiones tan posibles como el canto del pájaro sobre la sombra del mar, del río, del agua. Muchísimas gracias por la delicadeza de tu envío sin conocerme. Y gracias también al poeta Fabián Clementi. Sabés por qué. [Susana Zazzetti].
AUTOCRÍTICA
Volví
con el blindaje
atado al hombro,
porque esta guerra
no termina,
nunca va a terminar.
Vení
cerrame tu herida.
EL VALOR DEL AMOR ESTÁ EN EL RIESGO
Aquella vez
calle arriba
el viento
insistió en separarnos.
Hoy, en las afueras del pueblo
nos volvimos a ver.
A tientas, buscando una señal
nos navegamos suavemente
y como el deseo siempre llegó a salvarnos
lamidos como nunca
nos entramos por los labios y esperamos.
Después, contra la pared de la noche
apenados pero juntos
entendimos,
nada es dos veces.
INDEFENDIBLE
Estos pocos metros cuadrados
estas cuatro putas paredes,
me dan todo.
Afuera, aunque consiga
la mejor butaca
vivir, siempre está más allá.
Afuera me pierdo,
hasta el horizonte me quitaron.
No volveré a salir.
Sálvese quien pueda
En la jaula
del tiempo
la imperdonable alegría
o algunos entusiasmos
me pierden.
De este lado de los barrotes
donde nunca es mañana
fuera de algún alboroto en la entrepierna
lo que más quiero
no es ser feliz
sino estar vivo.
Ahora bien,
con mis ojos
entrenados en el silencio
cada mínimo cambio en la jaula
es un alerta,
y con pies bien afirmados
hago flexiones
para estar en forma.
En fin,
vivir no alcanza para otra cosa.
La vida es un aguantadero
En medio del desierto
que es la noche
cada vez que levanto la mirada
me veo solo.
Voy y vengo por la casa
para saber que estoy.
Hago café, fumo, pienso
como si vivir
solo fuera una costumbre.
Pronto vendrá el día
lo dijeron por la tele.
Identidad
Me voy al viento,
todo te dejo
incluso los sueños.
Crecen olvidos
detrás de aquello árboles.
Me voy al viento
puede que me vuelva a nacer.
De "Álbum de espera y otros asuntos" - El Mono Armado
Sólo la espera hace atractivo el final
En aquellos mediodías indefensos
sin distancia en las miradas
ni señal alguna de pájaro
el viento
contra todo lo esperado
alejó mis tristezas.
Pura suerte
Todo el tiempo
cada vez tan sin rumbo
iba sin mi.
Aquel día,
arrastrado por el viento
una cierta musiquita
me trajo a vos.
Esperando dentro de la niebla
Hacia el final del día
pego mis oídos a las puertas;
incansables palabras van y vienen.
Los demás no están
el tiempo se fue.
Sin haber vivido,
a pura espera comienzo a morir.
Inquilinos de una duda
Amontonados o dispersos
con la ternura lastimada
y el viento de testigo,
avanzamos por la vida
llenos de nada.
Esperando en una
sola dirección.
Hundo mis dedos en tu piel
A cualquier hora
me adueño de vos
y te celebro;
te reinvento
aunque no estés.
Aunque no lo sepas
te desnudo,
beso tu arriba
tu abajo,
tus silencios
beso.
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