Sebastián Goyeneche nació en Junín, provincia de Buenos Aires, en enero de 1986. Vivió hasta los 9 años en Ituzaingó, Corrientes, a orillas del Río Paraná para luego instalarse casi sin interrupciones en el barrio de Almagro. Si uno le pregunta a qué se dedica, contesta simplemente “pianista”. Pero su actividad artística más reconocida es la poesía y la segunda, la edición literaria. Es el editor responsable de Nulú Bonsai Editora de Arte, sello que fundó junto a Grau Hertt, poeta y productor marplatense, en octubre de 2008. Bajo este sello lleva editados más de 50 títulos de poesía, narrativa y ensayo. Como poeta, tiene cuatro libros publicados: Necamesia (2008, co-escrito junto a Grau Hertt), Lo no-excluyente (2009), Diseño y armado de vidrieras (2009) y Biografía de un bandeirante (2012). Produjo artísticamente ciclos y eventos de poesía, bandas y cine durante los últimos años, entre los cuales destaca el Ciclo Living, espacio donde debutaron muchos poetas y bandas del circuito porteño y alrededores. Trabaja como jefe de corrección desde 2008 en la Revista THC, en la cual también colabora periodísticamente.
qué
una metáfora mal usada
puede retrasar el mundo
una boleta en un sobre
también es una metáfora
qué cosa retrasa al mundo
ojos todo el tiempo
no retrasan el mundo
cansan
pero una metáfora mal usada
puede generar catástrofes
luego
dónde y cuándo
empieza-termina
una metáfora
cómo y cuándo
se bien-mal usa
una metáfora
antes
para qué
por qué
a quién
por cuánto
se escribe-dice
esa metáfora
y sobre todo quién
más que nada antes
que una metáfora mal usada
pueda retrasar el mundo,
quién
escribe-dice
qué
y qué mundo
ese quién
quiere para el futuro
desde antes.
el monstruo dice
hay una nota en el diario
que dice
lo que quiere decir la poesía
desde hace años:
“LAS PLANTAS TOMAN DECISIONES”.
usted, señora, lee eso
y dice: “¡oh! ¡qué
asombroso!”
pero a mí me escucha
y no me cree cuando digo:
“el movimiento de las plantas
es un complot más veloz
que nosotros
el monstruo de la realidad
todavía no quiere
ser nuestro
porque seguimos siendo lentos”;
o escucha a paco urondo cuando dice:
“de este lado de la reja
está la realidad
la única irreal
es la reja”
y usted no comenta nada, señora.
parece que por fin
se ha tergiversado
la última tecla del ‘decir’
puesto que un diario
puede
decirnos cosas
y no así los poetas
que beben del ‘decir’
flamencos durmiendo
el poema empieza
con esta imagen:
tres palomas durmiendo
en el hueco interior de un ex conventillo.
en el atelier
de la artista plástica
se decide
este poema
por rejuvenecer
el tallo de un libro
flamencos durmiendo
en una baldosa de agua
dentro de un hotel-casino
cuatro son los límites
de la rosa del viento
y oscuro,
el pasadizo que se limita
a mostrar el otro lado
del puente,
isla a conquistar sin música
palomas durmiendo en lo oscuro
¿de qué color son, plástico?
los artistas
sólo hablan
ninguno esas nubes
rosadas,
la playa un manto
de flamencos viniendo.
poleas
¡venid, tiempo!
tiempo, tiempo
y más tiempo
hacia esta urna de carne
las poleas fueron hechas
para poder volver
lograr
una visión del pasto
es imposible
apoyo mi mano y nada
es el animal
más atento
más inocente
y más subliminal
el pasto
es el subtítulo
de esta vida,
mi jardín.
cosas de mundo
nunca entró el viento
en mi baño
nunca los ciervos
mi baño no existe.
trincheras de no admitir
milicia
de pequeños engendros
que guerrea contra nuestras seguridades,
nuestras pocas seguridades.
incluso
nosotros mismos
construimos trincheras a favor
de la batalla contra
nosotros.
sin dudas,
tu rostro
no puede entender
lo que es ser un poeta
atrapado en el cuerpo
de un ciudadano-trámite
camisa de fuerza
formularios
direcciones legales.
sin duda tu
rostro
no conoce las trincheras de no admitir
que construí casi sin querer
pues querer
debería ser usado
sólo para vos.
querer
debería ser usado
sólo entre nosotros:
vestidos nada
autos nuevos nada
artículos de lencería nada:
querer
nada más
que nuestros rostros felices
del orgasmo de pasto
que acaricia
la pluma de tu poder expresar los pájaros
el ala de tu poder intentar el sexo eterno
sin detenernos a comer o a vivir
sin detenernos…
y hoy, podamos exclamar:
“somos el satélite
del peso
que nos une
en contrapeso,
del satélite que somos
luna-tierra
de nuestros ojos
mirándose
y la albúmina
del huevo que se forma
con el resquebrajamiento
que produce en el aire
el sonido tímido
y el jugo
de nuestros labios besándose
borrachos”.
identidad,
costumbre,
la noche es tachada
con el lápiz de tus genes,
con la sangre
y el código cómplice
de los fiordos de noche desde aquel sillón noruego
por el que espiás
los fuegos
que genera la barba del mar
enclaustrada
entre piedras que se desgastan
por el océano de niebla
de nuestras dos nostalgias ancladas.
ah,
la poesía siempre fue un suspiro
patético
pero necesario
de querer tener lo que no se tiene
porque todavía
no aprendimos
que viajar en el tiempo
se escribe
sin lenguaje
y digo “lenguaje”.
tu cuerpo existe
y tus ojos, son la existencia verde
en persona.
el reino de lo ex
hemos abandonado.
nacimos para hacer ruido
en el reino de lo ex.
ajenos a nuestra propia
historia de amor
abandonamos a los demás
cuando dejan de enseñarnos
las claves
la existencia deja
su espacio.
todos somos empresarios
si lo que amamos de los demás
son sus empresas.
a veces la comodidad
nos hace avanzar
aveces la comodidad
nos retrasa inevitablemente
entonces por qué es que será
tan cómodo lo cómodo
el reino de lo ex
no es una universidad
ni una enseñanza
es enrostrar lo perdido:
hemos abandonado:
las abstracciones
nacen y mueren
como perdices
durante nuestras vidas.
te escondiste
te recluiste para crecer
te escondiste
fisiología
fisonomía
anatomía
biología
química orgánica
todos satélites
de la palabra “cuerpo”
-también estábamos rodeados-
cualquier frase
puede ser respuestas
de una pregunta que oculta cosas.
la energía electromecánica
la energía electromagnética
es más parecida a un animal
que a un ser robótico.
sangre de la niebla.
el amor del mundo en 2 palabras:
“tu cuerpo”.
tu vida en 2 palabras:
“mi vida”.
te recluiste para cuidarla
y no fue vida.
te recluiste para crecer
y el tiempo se detuvo.
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