Ceferino Lisboa nació en Córdoba, ARGENTINA en 1971. Es integrante del grupo de poesía Pan Comido. Con este grupo ha editado el libro La vida que se conoce (2009), las plaquetas de poesía Un poco de buen clima (2007) y Ellas (2009). Además participó en las antologías grupales Belleza Obliga(2005); Derrota No (2006) y El día mas parecido (2008).También se ha editado su libro Estados de Euforia (2009) en ediciones Textos de Cartón. Virtualmente, se lo encontrará habitualmente en el blog El lado menos práctico. www.elladomenospráctico.blogspot.com.
El corazón acumula/lo que el ojo desecha.
Una ley no escrita
Cuando un hombre
olvida
las llaves de su casa
y desanda su memoria
para encontrar paz y morada
un poeta cae en la cuenta:
el camino
dos veces recorrido
solo es de ida.
Razones en fuga
Tener tanto para decir
y estos escrúpulos
-crianza, establecimientos, revelaciones-
que no dejan de situar
a la materia
como una amenaza
al día como una posibilidad
que fortalece el discurso.
Hacer de lo cierto
una necesidad:
otra rareza.
Una linea
que marca un límite
y un horizonte.
Desarrollo del agua
No intento ser preciso
o adivinar
es otro oficio el que me sostiene.
La velocidad de como pasan las cosas
y mis movimientos no encajan.
Lo cierto es mi paciencia
que cubre mi persona
y todo lo que toca.
No hay paz
sino un desarrollo del agua
bajo los pies.
(1999)
Oración
No preciso esta suerte
ni la niego.
El día aclara
y retomo las tareas.
La noche es una
y repite sus esfuerzos.
Todo es preciso
nada es inútil.
(2003)
Es arduo este trabajo
He podido compensar
mi inclinación hacia lo efimero
inútil
con un sentido de las proporciones.
Así con una cantidad precisa
de palabras
de hechos recientes y pasados
(que solo el corazón dirá)
construyo
espacios abiertos
multitudes
Colonia Lola
Haber nacido en un barrio
donde la violencia es un modo de socializar
no me hace un tipo muy feliz
ni desconozco la alegría
-pequeño terreno que cultivo-.
Uno no puede resignarse a morir
en un barrio como este, escucho;
ni dejar de pensar que otro lugar
sería una respuesta, dicen;
se consiguen amigos con las más diversas
inclinaciones
y con un amor por las cosas
que nace de no haberlas tenido.
El deseo es un sentimiento
que nutre variadamente
el apetito de estos hombres
y los define.
Las diferencias, las reglas
las buenas maneras
importan, no lo duden,
pero siempre depende con quien
se está hablando.
El barrio o país, su gente,
conviene en hacer de nosotros
hombres fuertes, cabizbajos,
rumiantes, bueyes de tiro,
blancos móviles.
Los disparos de armas de fuego
al aire
hablan de las tristezas
y las alegrías
dibujan en el oído oficial
los índices más inexplicables.
Almíbar
No deseo para mí
si no lo que he ganado.
Agradecido por el aire gratuito
y las palabras al cruce
me inclino
ante el encuentro esperado
y confiado en una fuerza
entrego mi testimonio:
Acciones aisladas, palabras disueltas
en la boca
En el plano de lo estrictamente político
la desaparición de personas es una tragedia.
¿Quién diría lo contrario?
Salvo que quien dice eso
tergiversa los hechos.
No debemos dejar a estas conciencias
elegir su lugar.
Ellos ocuparían el que creen merecer
y las migajas no serían suficientes
y susceptibles como están
ante los hechos que aturden
y la incomprensión
y los abandonos
y las traiciones
crearan la necesidad de una discusión
que no quisieron dar.
Aquí estamos preguntándonos por los cierto
no agotada nuestra capacidad de asombro.
Confiando en la frialdad de los números
sus mecanismos.
Escuchamos cómo patalean
como prefieren reducir las muertes
a cosas terribles
accidentes
a circunstancias extraordinarias.
Ellos aún, allí, son los dueños de la palabra.
Corresponde depositar nuestra confianza
en las vidas
de hombres y mujeres
que sabiendo las razones
resistieron el horror
en el aliento final
de un compañero
que soportaba las preguntas
porque sabía todas las respuestas.
(2008)
Leído en la Jornada de “Escena y memoria” Teatro real /Sala Azucena Carmona - Córdoba- 3/ 2010
plusvalía
Mi columna empieza a abandonarme.
El hospital público
es mi única respuesta.
Lumbagociatalgia
es el nombre de mi mala suerte.
-Usted tiene una columna rotada
sobre su eje (rotoescolioisis) dice el doctor.
Es de nacimiento.
Lo cual poco me tranquiliza.
-25 sesiones de fisioterapia. Certifica.
Trabajo fisico a eso se reducen
mis sesiones y tambien a la amabilidad
y el cuidado de mujeres
que hacen del dolor
un ramo de aire yendo y viniendo
sobre mi impaciencia.
(Hay un hombre entre ellas
pero no cuenta para mi.)
El movimiento cuidadoso es mi mejor arma.
Tienen otro color los días.
El ritmo que imponen mis piernas
y el rumbo que persiguen
es inusual.
Camino por avenida Patria
hacia otra rutina.
(Abril de 1998, Hospital Córdoba )
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