María Barrientos nació en Buenos Aires en 1959.
Publicó "Habitaciones para la vigilia" (Filofalsía, 1990), este libro obtuvo la Faja de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores). En 1995 publicó "Cross" que fue finalista en el Primer concurso hispanoamericano organizado por Diario de Poesía. Su adicción es estudiar, por lo cual es profesora de letras y bibliotecóloga. Formó parte del consejo de redacción de las revistas "Tamaño Oficio" y "Fin de Siglo". Ex columnista de Radio Cultura,
Oh sol es el tiempo de la razón ardiente
—Guillaume Apollinaire
Las cabecitas
de las uvas
caen como salmos
sobre la mesa matinal.
En el sosiego fugaz
varios soles
comparten un rayo.
Voces de niños
hacen pensar que la guerra
está lejos
y el poeta reclina sus viajes
junto a una gran mamita
pelirroja
ocupada en preparar
el funeral.
Destinos
¿Ya sabía que eso no era la felicidad?
me conformaba con momentos
con ver las campanillas azules
bajo el sol del verano
la carne se derretía como una masa
podrían habeme estirado y hacer varias niñas
Iguales
Iguales
Iguales
pero
una sombrilla floreada
me distinguía a lo lejos
si miraba hacia arriba
veía las rositas
quemándose en mi cabeza.
Era su destino.
De estar sola en el universo
esa es la mentira trivial
que me repito en las mañanas congeladas
el frío dentro construye su propia cuna
cuna de barrotes
sepelio de la madre que está lejos
abrumada por su propio frío
ella no es como debiera ser
yo no soy como debiera ser
voces dentro repiten la letanía del deber ser
deber ser perfecto
deber de ser como los otros aparentan
fósiles de felicidades inútiles.
PENA
La primera vez que vimos el mar no nos gustó,
nuestras costas son heladas,
las olas se enfrentaron como titanes
contra nuestras rodillas flacas,
te caiste y te levantaste maldiciendo.
Este país está lejos de todo y nos dio un río de latas y barro,
“yo confiaba en el mar”, decias y tratabas de enderezarte.
ENGAÑO
Abismo
¿será posible probar
la máscara sin máscara,
lo real por sobre la virtud,
un corazón desacompasado
que se expande
como una planta carnívora
soñándose ángel?
NIÑOS DE HIELO
Una ola de hielo
cortó la paz del niño
antes jugaba su boca
(el cordón de la luna lo ataba
a una simpática madre)
afuera afuera le susurró la sangre
no todavía pensaba con una mente de luz pura
no ahora que aún soporto este primer frío.
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