Mariano Esquillor fue albañil antes de poeta. Descubrió a Víctor Hugo y fue capaz de sentir la llamada de la poesía, la revelación y la rebelión de la palabra mientras tabicaba y aplicaba con escrupulosidad la plomada. Desde entonces, Mariano Esquillor (Zaragoza, 1919) ha escrito una cuarentena de libros; algunos están inéditos o han sido compilados en “Arco lírico” (Olifante, 1999), pero ha publicado en torno a una veintena de títulos. Además, en los últimos años, ha descubierto su condición de pintor expresionista, pintor de monstruos; Raúl Herrero, responsable de Libros del Innombrable, le ha hecho un refugio para sus últimos años en su empresa. Le ha publicado varios libros: “Playa de tormentas mudas” (2000), “Opio” (2002) y “Huracán de Sol” (2004). Y ahora acaba de aparecer una especie de cuaderno de apuntes, de diario y de autobiografía que se titula “Columpio autobiográfico”, donde el poeta habla de todo: de sus musas, de sus paseos, de sus amigos, de su búsqueda constante, de sus visiones, de la muerte que acecha, de la amada insomne y ya difunta, Fanny, Fuensanta. Mariano Esquillor es un poeta que participa de la visión, acaso de la profecía, de la adivinación poética, y alguien ha encontrado en él algunos registros semejantes a William Blake o John Donne.
Transcribo este texto:
-“Hoy volví a encontrarme con mi musa, la de los ojos verdes y el alma blanca. Hablamos de la Paz: cuánto misterio sobre el color de la tristeza. Nos fuimos a reír al río de las alegrías. Allí las lágrimas no son eternas. No nos asusta la soledad, tenemos a Dios. Preciosa imagen. Mi musa me habló desde su bola de cristal: Tú y yo, un día, seremos vida inesperada en las cumbres de la creación”.
Y también éste, tan importante para un coleccionista de sirenas como yo:
-“Camino sin más ayuda que el templo que me lleva a la muerte. Pero, a mi paso, encontré una sirena que me ayudó a vivir. Ya no se me atrofian los sentidos. Sobre mí brotan fuerzas divinas. Hoy saldré con mi bandera de paz en busca de la belleza. La que nunca sucumbe. Tal vez me acompañe la serenidad que, a veces, me envía la locura. Sobrevolaré, ante el aire, con mi bola de fuego, lejos del infierno”.
-“Llámame. No detengas tu aliento en las sombras. Dibújame sobre tu cuerpo débil, sencillo y fuerte, pero no te alejes de mis hojas malditas que tú, al tocarlas, las conviertes en amor divino”.
http://antoncastro.blogia.com/2005/112402
-mariano-esquillor-visiones-del-albanil-poeta.php
Arco lírico es la auto-antología que Mariano Esquillor ha elaborado a partir de sus, hasta hoy mismo, treinta y siete libros inéditos.
Nos encontramos ante un raro de difícil clasificación en la historia de la poesía española de la segunda mitad del siglo XX. Anclada en un presente hostil y heredera de un colosal pasado, la voz que recorre Arco líricotiene puestos sus ojos en el futuro que atesora, un futuro que va másallá de la muerte. Sana envidia para santones, lección para los másjóvenes, la poesía última de este aragonés cuenta entre la másinteresante y original que se escribe hoy en España.
Ángel Guinda
Madrid, otoño 1998
Mi Juicio
corrige tu pasado. La paz del
divino amor disuelve, con su joya de albas,
la niebla dormida en mi silencio.
El camino imperfecto
puede ser reversible cuando
el espíritu se detiene a contemplar
la grandiosidad de Kristo.
EL ESPEJO de mi error es como un piadoso
monasterio iluminando mi cabeza cuando a solas vive.
He sellado mis ojos
con las limpias campanas
del día y, también, con la triste
mirada de mi amor anegado
por aturdidas noches
con el alma atrapada en el destierro.
Como en un concierto de silencio,
bebo en la profunda estrella del olvido.
Poema del libro ARCO LÍRICO,
publicado por Olifante Ediciones de poesía,2005.
El expresionismo pop del poeta Mariano Esquillor
Dejo aquí una brevísima muestra del popexpresionismo del poeta Mariano Esquillor, fecundo en todo.
http://forega.blogspot.com/2008/10/el-expresionismo-pop-del-poeta-mariano.html
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